jueves, 13 de enero de 2011

Mi llegada a Grecia navegando a vela: "Mi Odisea" y "Pido la guardia del amanecer"

Estos dos poemas describen mi primera llegada a las islas griegas en velero atravesando el Jónico desde Sicilia en mayo de 2010. Después de haber ido muchas veces a las islas en avión y en ferry, fue emocionante descubrir de madrugada el perfil de la isla jónica de Kefaloniá, e Ítaca tras ella. 


No duró mi Odisea veinte años
—consumió apenas quince días—,
ni tomé Troya oculto en una trampa,
ni volví a pisar Ítaca —en busca de Penélope y mi reino—;
pero crucé los mares para verte:
a través del Tirreno llegué a la “Magna Isla”
pasé entre Escilas y Caribdis,
y atravesé el mar Jónico en tu busca.
Por conocer otra parte de ti,
soporté temporales, ceñí fuertes levantes,
y seguí a las estrellas en largas singladuras,
que a mí me parecieron más cortas que un suspiro,
porque cuando llegué, por fin, a Heptánisa
vi otro rostro de Grecia y eso me hizo feliz.

Por las islas griegas.
Ricardo Fernández Esteban ©

(*) La "Magna isla": Sicilia (en el sur de Italia que se conoció como la "Magna Grecia"). Escilas y Caribdis: Dos monstruos míticos que guardaban un estrecho que se identifica con el de Mesina. Heptánissa: las siete islas (nombre en griego de las islas Jónicas)




Por si queréis oír el poema, ésta es la grabación en el recital "Voz a Voz de Poeta y Cantautor. El Deseo/ El Desig", que hicimos Jordi Albero y yo en el "Horiginal" de Barcelona el 27 de Octubre de 2011. 


Y en este vídeo de 2019 vuelvo a recitar el poema a partir del minuto 1:30


A veces el destino, como dice Kavafis, no es lo más importante sino que lo es el camino. En este viaje a Grecia en velero (el "Pandora Lys" de 54 pies) lo fueron ambas cosas, el viaje y el destino. Aquí describo cuando, en la madrugada del Jónico, comencé a vislumbrar el perfil de las islas.


Pido la guardia del amanecer,
para poder anticipar las luces de mi Grecia.
Primero, de entre el negro surgen brillos,
luego surge del mar Kefaloniá.
Cuando comienza el día entramos al canal:
Ítaca hacia el costado —por la amura—,
Lefkada al frente, y más allá más islas,
Kastos, Kalamos, Meganissi...
Despunta el sol tras una nube
en este amanecer que abre colores,
y llego a mi destino, un mar
que por primera vez no es el Egeo
pero es azul profundo y griego.

Por las islas griegas.
Ricardo Fernández Esteban ©


Mi libro "Por las islas griegas", revisado y ampliado en 2023, recoge más de 25 años y más de 70 islas visitadas, con mis anotaciones sobre mis playas, restaurantes, hoteles y otros lugares preferidos. Aquí lo podéis conseguir en Amazon; si preferís las librerías físicas, hay ejemplares en Altaïr (Gran Vía 616, Barcelona).



4 comentarios:

Susi DelaTorre dijo...

Gracias por compartir, y felicidades por tu presentación en Marzo, Ricardo!

Cordiales saludos!

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Tras habertelo escuchado con la luna por testigo y la repetida confesión de las olas del mar acariciando las playas de El Masnou, vuelvo a hacerlo y en ello me recreo.
Un abrazo.

Yhedra Yhomisma dijo...

La emociôn ante la contemplación de la belleza ya es de oor sí suficiente inspiración para el nacimiento del poema.Que este se escriba al estilo clásico siempre se agradece, es una garantía de calidad . Y hace que estos poemas me recuerden a los de Kavafis, mira tú, del que parece que ambos somos admiradores.Besos

Anónimo dijo...

Interesante. Ivonne Concha