miércoles, 26 de agosto de 2015

Ciclando de Barcelona a la Val d'Aran

Otro año más, en el mes de Agosto de 2015 emprendí con un grupo de amigos una ruta de montaña de varios días en bicicleta. Salimos de Barcelona y llegamos hasta el valle de Arán. Seis días, con más de cuatrocientos kilómetros y diez mil metros de desnivel, cruzando unos paisajes preciosos por el Pirineo, muchos de los cuales desconocía. Como el año anterior, quiero dedicarle una vuelapluma al viaje, a mi bici y a los amigos que me acompañaron. Si defiendo que se pueden escribir poemas sobre cualquier tema, cómo no hacérselo a esta travesía, que tuvo mucha "épica" y mucha "lírica".


CICLANDO DE BCN A LA VAL D'ARAN

Vuelvo a coger la bici en plan de travesía
y salgo de mi casa con rumbo al Pirineo;
se trata de cruzar el territorio,
evitando el asfalto en lo posible,
desde mi Barcelona a mi valle de Arán.
Cuatrocientos kilómetros de ruta
y más de diez mil metros de subida
es un buen desafío, si al motor
le sobran temporadas y le falta potencia.

Pistas, senderos, ríos…
montañas que nos crecen cada año,
pendientes que te imponen, descensos que acongojan,
barro, sudor y sed… 
¿Es eso masoquismo o es placer?
Ante todo es pasión: (vehemente apetito o afición);
pero si vas al diccionario encontrarás
que es palabra compleja en sus significados,
como es el ser ciclista de montaña.

Nos entregamos mucho,
pero la bici nos devuelve mucho más:
el ciclar en equipo con amigos,
el dar y el recibir, el compartir…;
el penetrar en la naturaleza, sintiendo los paisajes
porque los ganas lentamente, metro a metro,
cuando te impulsa el combustible propio
y avanzas a tu paso sin más ruido
que el rumor de un arroyo, el silbido del viento,
o el tañer del cencerro de las vacas que pastan.

Nos da mucho el camino, mucho más que las Ítacas
y más que los kilómetros y alturas,
nos da su compañía y nos recuerda
que hemos de ser humildes y aceptar
el ritmo de las piernas y los años;
en bici la potencia no es algo que se compre,
la tienes que ganar aplicando tu esfuerzo.

Ricardo Fernández Esteban ©


Si alguno de vosotros pedalea en BTT os puedo facilitar los 6 "tracks" de esta ruta, con finales de etapa en Santa Mª de Merlès, Bagà, Gramós, Llavorsí, Espot y Viella.

Junto al Llobregat aguas arriba de Navàs 
Cruzando la riera de Merlès
Yendo hacia la Mare de Déu dels Oms
Junto al refugi de Quatrepins 
En Montgarri, entrando en la Val d'Aran
  

Adenda de agosto de 2022: Siete años después he cambiado de bici y ahora me ayuda un motor eléctrico. Me ayuda en parte, porque hay que seguir pedaleando y las subidas cada vez parecen más pendientes. Creo que despúes de más de 30 años, dándole al pedal sin ayuda, ya me lo he ganado. De todas formas, la bici eléctrica tiene mucha menos épica y lírica que la de "pulmón"; por eso no me motiva escribir poemas de mis correrías electrificadas, aunque se siga pasando muy bien en estas excursiones.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Fantastica experiencia , los años no pasan por ti , me das envidia sana.

Marga Iriarte dijo...

Seguro que nos hemos cruzado, nosotros hemos hecho parte del GR-11 a pie, hasta el túnel de Viella. Si es que el mundo es un pañuelo. Has hecho una buena y muy dura travesía.Felicidades.

Anónimo dijo...

Magnífico recorrido, querido Ricardo. Magnífico también que lo acompañes con tus versos. Un abrazo. Maite