jueves, 21 de abril de 2016

José Costero (actualizado X-21)

Acaba de fallecer José Costero (Barcelona, 1935-2021), poeta, novelista, ensayista y sobre todo una magnífica persona. Todos los que fuimos sus amigos le recordaremos por sus obras literarias y por sus cualidades personales; yo tuve la suerte de poder hablar telefónicamente con él hace pocos días y la conversación me sonó a despedida. Descanse en paz.

Respecto a su obra, por la temática del blog, me centro en su más de medio siglo de actividad poética desde su primera publicación, Con sed y con miedo (1968) que sostiene en una foto que os cuelgo. Desgraciadamente, no tengo ese libro, pero sí el segundo Prohibida palabra (1970) del que extraigo este poema, ese Requiem personal escrito en su juventud.



REQUIEM PERSONAL

Sin lágrimas,
sin jaculatorias,
sin homilía de ninguna clase,
voy a desmentir una quimera más.

Un poema puede ser un buen féretro,
hecho a la medida de un latido,
y cada verso un cálido sudario
para esta voz sin estirpe ni eternidad.

Hay que exhumar la palabra
que repose en la fosa común, 
llevar un crespón en torno a la herida
y decir esta cotidiana letanía.

Sin horario fijo para un dolor,
me diagnostico una incurable esperanza.

José Costero. Prohibida la palabra (1970)




Y ahora vamos a su último libro de poemas, Ambiguo Arlequín, del que me ha costado escoger, ya que copiaría muchos. Extraigo uno que toma el título de una cita de José Emilio Pacheco, poeta mejicano fallecido en el 2014.


YA SOMOS TODO AQUELLO
Ya somos todo aquello
contra lo que luchamos a los veinte años.
José Emilio Pacheco
Qué hacer cuando cada palabra
                        o cada silencio
es otra nueva impostura.

Cómo roer
ese hueso duro que es tu propio presente.

Ningún manual de instrucciones
te servirá de ayuda.
Ni siquiera consultando tu horóscopo más favorable
o buscando la obscena complicidad
del olvido.

Uno tras otro
tendrás que asumir el cotidiano descalabro,
mientras te afeitas ante el espejo,
sagaz delator de tu indolencia,
en el frugal desayuno de cada día,
en el café con los amigos,
leyendo a Camus o a Vallejo,
embriagado por una melodía de Cole Porter
                 o por un frívolo bolero,
cruzando travesías sentimentales
con semáforos siempre en rojo,
en tu condición de ciudadano del asfalto,
bajo la intemperie del invierno de tu memoria,
sordo a las beatas admoniciones,
republicano sin república,
cofrade de la camada de perdedores,
metamorfosis de jacobino irredento
a sutil fariseo.

Como tantos otros.
Reconócelo.
Amargo y falaz consuelo es.

José Costero. Ambiguo Arlequín (2014)


Como os he indicado escogería muchos poemas de este libro. Podéis probar en el enlace de su editor Parnass  por si aún está disponible.

No hay, que yo sepa, antologías disponibles de sus poemas en la red. Pero comparto con vosotros un regalo que he recibido: cuatro poemas de Costero en la magnífica voz de Jesús Gutiérrez: A mi generación, Para Anna, cuando me vaya, De un viejo retrato y Obituario (que cierra Ambiguo Arlequín).

Os he dicho al inicio que José Costero dominaba otros géneros literarios, además de la poesía, a mí me han gustado mucho sus ensayos, esos apuntes literarios de los que tanto he aprendido, y disfruto leyendo las andanzas del jubilado policía Ruano, protagonista de su serie de novela negra. Pero para saber más de su bibliografía en los distintos géneros, lo mejor es que os lleve a su entrada en Escritores recónditos, blog que ya os recomendé hace tiempo.



Os dejo unas espinelas que le dediqué, en nombre de la tertulia literaria del Laberinto de Ariadna de la que fue fundador, cuando le hicimos un homenaje en 2013 y nos dijo que quería jubilarse de sus actividades literarias.


A PEPE COSTERO (Poeta, escritor y magnífica persona)

Espinelas a un amigo
que se quiere jubilar.
Pues sabéis lo que os digo:
no lo vamos a dejar.

Querido amigo Costero
no acepto una despedida
ni que digas que cumplida
está tu obra, tu sendero.
Tu verso vuela ligero,
le queda mucho camino
para llegar al destino
enseñando a los demás
cómo se lleva el compás,
cómo se es un torbellino.

Por eso, en el Laberinto
no te vamos a dejar,
nos tienes que acompañar
versando en este recinto.
No digo más, que sucinto
es mejor que sea el mensaje,
quede claro el vasallaje 
y la amistad más sentida.
Por tus obras y tu vida
mereces este homenaje.

Ricardo Fernández. Barcelona, doce de Julio de 2013

Descanse en paz.

Adenda de mayo 2022: El 27 de mayo presentamos el libro póstumo de relatos de José Costero "Mémora de voces". En este enlace a la entrada que acabo de publicar tenéis uno de los relatos.


3 comentarios:

Unknown dijo...

" 13 Suicidas 13", es un libro excelente. Recomendaría dos más que me he leído de él, pero poco vale mi criterio,sólo soy una lectora.Gracias, Ricardo, por traerlo a tu blog.

ÁNgel dijo...

Me han gustado mucho.

Francesc Cornadó dijo...

Magnífico, mi admiración a José Costero un buen escritor y mejor persona.
Salud
Francesc Cornadó