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sábado, 6 de abril de 2013

Pedro Calderón de la Barca

Con Pedro Calderón de la Barca (Madrid 1600-1681) se alcanza la culminación del teatro barroco del siglo de oro español en verso. Calderón escribió unas 200 obras entre tragedias, comedias y autos sacramentales. He seleccionado el conocido Monólogo de Segismundo, del drama La vida es sueño, escrito en espinelas y un soneto de la tragedia El principe constante que trata del tópico del Carpe Diem.



MONÓLOGO DE SEGISMUNDO

Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!


Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.


Pedro Calderón de la Barca

En esta escena Segismundo ha sido devuelto a su encierro narcotizado, después de ser llevado al palacio de su padre el rey, y se pregunta si esa experiencia ha sido sueño o realidad. El final de estos versos es una excelente muestra de la expresión del desengaño en la época barroca.


ESTAS QUE FUERON POMPA Y ALEGRÍA...

Estas que fueron pompa y alegría
despertando al albor de la mañana,
a la tarde serán lástima vana
durmiendo en brazos de la noche fría.

Este matiz que al cielo desafía,
Iris listado de oro, nieve y grana,
será escarmiento de la vida humana:
¡tanto se emprende en término de un día!

A florecer las rosas madrugaron,
y para envejecerse florecieron:
cuna y sepulcro en un botón hallaron.

Tales los hombres sus fortunas vieron:
en un día nacieron y expiraron;
que pasados los siglos, horas fueron.

Pedro Calderón de la Barca

Este soneto se basa en el tópico del "Carpe diem" (toma el día) entendido como aprovechar el momento y no malgastar el tiempo ante la brevedad de la vida. Es un tema recurrente en el siglo de oro muy bien tratado por Calderón, que compara la vida tan corta de la flor más bella con la humana observada desde la lejanía del tiempo.

Si queréis más información sobre el autor y sus obras. os dirijo a este completo enlace del Instituto Cervantes 

domingo, 5 de agosto de 2012

Vicente Espinel. Espinelas y un soneto.

Vicente Espinel (Ronda 1550, Madrid 1624), es conocido por hacer creado la décima octosílaba, llamada Espinela a raíz de una cita de Lope de Vega: Pues de Espinel es justo que se llamen / y que su nombre eternamente aclamen. Sólo se le conocen diez décimas y su obra principal es Diversas rimas en la que incluye las formas estróficas de la época. Famoso músico, publicó novela picaresca, tradujo a Horacio, corrió mundo como soldado, tuvo tratos con Cervantes, Quevedo y Góngora, y Lope lo reconocía como su maestro. Todo un personaje:





No hay bien que del mal me guarde,
temeroso y encogido,
de sinrazón ofendido
y de ofendido cobarde.
Y aunque mi queja, ya es tarde,
y razón me la defiende,
más en mi daño se enciende,
que voy contra quien me agravia,
 
como el perro que con rabia
a su mismo dueño ofende.

Ya esta suerte, que empeora,
se vio tan en las estrellas,
que formó de mí querellas
de quien yo las formo ahora.
Y es tal la falta, señora,

de este bien, que de pensallo,
 confuso y triste me hallo,
que si por vos me preguntan
los que mi daño barruntan,
de pura vergüenza callo.


Diversas Rimas. Vicente Espinel.


Las décimas o espinelas, tanto las más populares en octosílabos como las de endecasílabos, se usan a menudo para poemizar sobre temas jocosos y los autores van contestándose iniciando la suya con el último verso de la anterior. Como me gusta esta poesía viva y divertida he incluido una página específica en el blog titulada "El rincón de la espinela" 

Si queréis más información sobre Espinel y su obra os dirijo a un enlace de Poetas Andaluces donde encontraréis su biografía y sus poemas . Os dejo con un soneto suyo.


No hay en mis males hora de descanso
ni algún alivio en mi dolor inmenso:
y si por descansar alguno pienso,
do lo pensé hallar menos descanso.

Si con imaginar mis fuerzas canso,
discurriendo en mis males por extenso,
vengo a quedar atónito, y suspenso,
mas no por eso mi tormento amanso.

Si la imaginación algo se esfuerza
por darme un bien fantástico, y esquivo,
huye ligero por diversos modos.

Mirad cuán flaca, y miserable fuerza,
y en cuán desesperado estado vivo,
pues que me falta lo que sobra a todos.


Vicente Espinel.



domingo, 1 de julio de 2012

Carrillo y Sotomayor. Lloras, ¡oh solitario!...

Luis Carrillo y Sotomayor (Baena, 1583; Puerto de Santa María 1610) fue coetáneo de nuestros grandes poetas del Siglo de Oro, y tiene una obra bastante abundante a pesar de su temprana muerte. Transcribo y comento uno de sus sonetos y, como la lectura de este tipo de poesía se facilita con unas explicaciones, me apoyo en unas notas que tomé en una clase de mi excelente profesora Rosa Navarro:

Imagen obtenida en internet. No es fiable que represente al autor

LLORAS, ¡OH SOLITARIO!...

Lloras, ¡oh solitario!, y solamente
tu llanto te acompaña, que, lloroso,
el eco usurpa deste valle umbroso
y triste oficio desta dulce fuente. (1)

¡Ay cómo en escucharte alivio siente
mi pecho, en sus diluvios caudaloso!
A no ser natural tu son quejoso,
mereciera una ausencia tu corriente. (2)

Lloremos juntos, pues, y dure tanto
que al brío desta fuente presurosa
le dilate sus términos el llanto. (3)

Mas vencerá mi ausencia querellosa,
pues de una ausente ingrata el dulce encanto
es causa a más efectos poderosa. (4)

Luis Carrillo y Sotomayor

(1) El yo poético se habla a sí mismo, lamentándose de un desengaño, en este lugar ameno en que la fuente cumple su triste oficio de manar agua.

(2) El "yo" habla a la fuente y los diluvios son sus lágrimas. "A no ser" significa: "Si no fuera", por lo que, "si no fuera natural, merecería que el murmullo del sonido de la fuente fuese debido, también, a lágrimas por alguien ausente".

(3) El "yo" se une a la fuente y las orillas se desbordan con el llanto conjunto.

(4) El "yo poético" se declara vencedor de la fuente en cuanto a llanto, ya que su razón "la ausencia de la ingrata dama" es más poderosa. En los poemas de esta época hemos de considerar el distanciamiento entre "yo poético" y autor, y el tema recurrente de la dama ingrata y desdeñosa con ese "yo poético".

En este enlace encontraréis una amplia antología de poemas de Carrillo y Sotomayor, que también fue autor de un tratado sobre la erudición poética.





lunes, 12 de diciembre de 2011

Luis de Góngora. "Con diferencia tal, con gracia tanta..." Comentario de texto y métrico

La poesía amorosa del siglo de oro precisa una explicación mitológica para disfrutarla más. Si no, nos perdemos mucho de su argumento, que suele llevar a un "epifonema" o conclusión sobre la crueldad de las damas con sus rendidos enamorados. Para explicar este soneto de Góngora cuento con la ayuda de los apuntes que tomé en una clase de mi mejor catedrática de Filología, Rosa Navarro, y apuntes de su libro "Mitos del mundo clásico".


Con diferencia tal, con gracia tanta
aquel ruiseñor llora, que sospecho
que tiene otros cien mil dentro del pecho
que alternan su dolor por su garganta;

Y aun creo que el espíritu levanta
—como en información de su derecho—
a escribir del cuñado el atroz hecho
en las hojas de aquella verde planta.

Ponga, pues, fin a las querellas que usa
pues ni quejarse ni mudar estanza
por pico ni por pluma se le veda;

y llore sólo aquel que su Medusa
en piedra convirtió, porque no pueda
ni publicar su mal ni hacer mudanza.

Luis de Góngora y Argote


El rey Pandión de Atenas ofreció en matrimonio al rey Tereo de Tracia a una de sus hijas, Progne o Filomela, en agradecimiento por su ayuda en una batalla. Él escogió a Progne y tuvo un hijo con ella, pero Himeneo (dios del matrimonio) no asistió al casamiento lo que era signo de desgracia. Al cabo de 5 años, Procne añorada de su hermana, consiguió que Tereo fuese a buscarla. Pero de regreso  la hermosura de Filomela hizo que la desease y la violó en un apartado caserío. Luego, para evitar que lo denunciase, le cortó la lengua, la dejó encerrada allí, y le dijo a Procne que había muerto en el viaje. Filomela, aunque no podía hablar, dibujó unos signos en un tejido de hojas para explicar su desgracia y consiguió que una esclava, lo llevase a su hermana. Ésta fue a rescatarla y la llevó en secreto a su palacio.

Era tal el odio de Progne por la felonía de Tereo, que al ver el parecido que tenía su hijo con él, lo mató, lo troceó y lo cocinó para su marido. Sin sospecharlo, éste comió hasta saciarse. Cuando Tereo pidió ver a su hijo, le dijo como culminación de su venganza: “Tienes dentro al que llamas, te lo has comido”. Tereo enfureció y persiguió a las hermanas para matarlas, entonces los dioses convirtieron a los tres en pájaros: Tereo en una abubilla, Progne en una golondrina y Filomela en un ruiseñor. La otra referencia mitológica del soneto es a la “Medusa”, una Gorgona que tenía serpientes por cabellos y que petrificaba a quien la mirase.

Procne y Filomela.
E. J. Gardner

El banquete de Tereo de Rubens



El primer cuarteto se refiere a la pena que atenaza al ruiseñor (Filomela). En el segundo cuarteto, Filomela consigue describir su desgracia sobre unas hojas. En el primer terceto, el narrador le indica a Filomela que debe poner fin a las quejas que canta (que usa), ya que al menos el ruiseñor puede quejarse cantando (por pico) y moverse (mudar estanza) volando (por pluma). Y en el terceto final concluye diciendo que, en cambio, a un enamorado sólo le queda la posibilidad de llorar cuando su dama (su medusa) lo desprecia y petrifica (en la mitología las piedras podían llorar sometidas a grandes sentimientos, como cuando Orfeo tocaba su lira), no pudiendo ni lamentarse ni moverse. Por tanto el enamorado aún está en peor situación que el ruiseñor Filomela.

Es una clásica estructura de soneto creciente. Los cuartetos describen la situación, en el primer terceto se recomienda algo de una forma imperativa (ponga, pues), y el mensaje principal o “epifonema” llega en el terceto final, cuando aparece el “yo poético” (aunque en este caso esté disfrazado en un “aquel”). Este mensaje de la crueldad de las damas con sus enamorados es uno de los más típicos de la poesía amorosa del siglo de oro.

Para complementar estas notas, aquí tenéis un magnífico y completísimo comentario métrico de Francisco Acuyo . Me permito, modestamente, indicar al maestro Acuyo una pequeña errata, ya que en el verso noveno no hay una dialefa final (que-u-sa) sino una sinalefa (queu-sa) forzada sobre el acento principal. Góngora se lo podía permitir.

Y, por último, aquí tenéis otra entrada del blog dedicada a Góngora y su poema "Ciego que apuntas y atinas" que tan bien cantó Paco Ibáñez


Adenda de noviembre de 2023:

Un lector de mi blog que responde al alias de "El guante de Rita" me hace unos comentarios en otra entrada a dos versos de un poema de Góngora que parecen heptasílabos dentro de un contexto de octosílabos. Traslado aquí el tema.

Se trata del romance "Diez años vivió Belarra" y los versos dentro de sus respectivas estrofas son:

Y hallándola muy triste
sobre un estrado de luto,
con los ojos que ya eran
orinales de Neptuno, (...)

Volved luego a Montesinos
ese corazón que os trujo,
y enviadle a preguntar
si por gavilán os tuvo (...)

Con nuestros criterios actuales normativos, se trata de dos versos heptasílabos dentro de un contexto versal de octosílabos, lo que rompería la armonía, ya que la conjunción inicial y la siguiente vocal se pronuncian siempre unidas por la sinalefa.

El primero lo separaríamos silábicamente: 
Y ha-llán-do-la- muy- tris-te, o sea 7 sílabas con la sinalefa inicial "y ha". La explicación que encuentro es que el verbo "hallar" proviene de "fallar" y en esas épocas de los siglos de oro aún se podían aspirar esas "h" lo que imposilitaba la sinalefa (algo que he visto en Garcilaso, pero no tenía constancia en Góngora)

El segundo verso, lo separaríamos normalmente: "y en-viad-le a- pre-gun-tar_" o sea 7 silabas con la compensación por la aguda final. Dado que Góngora es un poeta que mantiene bien las armonías, creo que aquí hace diéresis en "envïadle" cosa que tambien vemos en otros poetas de la época y en algunos actuales de hablas propensas a esta rotura de diptongos. Así el verso quedaría: "y en-vi-ad-le a- pre-gun-tar_". Os dejo otro verso endecasílabo que he encontrado con diéresis en Góngora: No sólo en plata o vïola troncada (vi-o-la)

Hay otros dos versos del poema que también empiezan por la conjunción "y" seguida de vocal y en los que no se presentan problemas de agrupaciones silábicas, lo que refuerza la explicación anterior.

y a-ho-ga-rá- vues-tros- gus-tos

y os- le-van-táis- más- a-yu-nos

En estos temas métricos no es bueno pontificar, sino intentar razonar, por eso dejo el tema a otras interpretaciones que me podéis hacer en comentarios a esta entrada.


Si estáis interesados en temas de métrica poética, en la armonía y musicalidad de los versos, podéis consultar mi tratado "Métrica poética del idioma español", revisado y ampliado en diciembre de 2023, que lo explica de una forma accesible. Hay que tener en cuenta que un poema es contenido y continente, y conocer las normas de los continentes armónicos (la métrica) ayuda a poetas y lectores a descubrir por porqués de los ritmos armónicos.



martes, 19 de abril de 2011

Quevedo: Dichoso puedes, Tántalo, llamarte...

La entrada está dedicada a Francisco de Quevedo (1580 - 1645), uno de los grandes poetas (si no, el mejor) del siglo de oro. Este es un soneto amoroso que precisa, como muchos de esa época, de una descodificación que efectuaré con la ayuda de los comentarios de la magnífica profesora Rosa Navarro. El soneto alcaza con Quevedo su plenitud formal y conceptual, y cuatro siglos después sigue siendo un placer leer esos endecasílabos.



DICHOSO PUEDES, TÁNTALO, LLAMARTE...

Dichoso puedes, Tántalo, llamarte,
tú, que, en los reinos vanos, cada día,
delgada sombra, desangrada y fría,
ves, de tu misma sed, martirizarte.


Bien puedes en tus penas alegrarte
(si es capaz aquel pueblo de alegría),
pues que tiene -hallarás- la pena mía
del reino de la noche mayor parte.

Que si a ti de la sed el mal eterno
te atormenta, y mirando l'agua helada,
te huye, si la llama tu suspiro,

yo, ausente, venzo en penas al infierno;
pues tú tocas y ves la prenda amada;
yo, ardiendo, ni la toco ni la miro.

D. Francisco de Quevedo Villegas


Estos sonetos amorosos, no responden a una situación emocional real del "yo poético" (el autor / narrador), sino a unos juegos de estilo que siempre suelen mostrar a la amada desdeñosa con el poeta.

En este poema el narrador enamorado se compara con el personaje mitológico Tántalo (castigado por robar el nectar y la ambrosia divina) que a pesar de tener a su alcance el agua no podía saciar su sed, y en los cuartetos lo considera más dichoso que él. En los tercetos explica que al menos Tántalo puede ver y tocar lo que codicia (el agua) aunque no pueda beberla, mientras que él, ausente de su dama, no tiene ni ese consuelo. En este soneto no se indica explícitamente, pero se supone en estos juegos literarios que esas ausencias se debían al poco interés que ponían las desdeñosas damas en sus caballeros.

En este link a la Fundación Francisco de Quevedo podéis acceder su poesía y a mucha más información sobre el autor y su obra. Cervantes virtual también le dedica un apartado.

Y no podía faltar un enlace a un poema, Es amarga la verdad,  cantado por Paco Ibáñez, que tanto ha hecho para dar a conocer la poesía a través de sus letras musicadas (y de propina canta también Si tu vienes a la romería de Lorca). 



Adenda de noviembre de 2021: 

Durante el tiempo trascurrido desde esta entrada, he dedicado otra a Quevedo donde analizo su famoso soneto Amor constante más allá de la muerte tanto en cuanto a su significado y figuras retóricas, como a su estructura métrica. Creo que son muy útiles estos análisis para disfrutar más de los contenidos de los poemas del siglo de oro (bastante crípticos si no se conocen las referencias mitológicas y otras típicas de la época), y para saber por qué nos suenan tan armónicamente sus versos.

Tambien he dedicado otra entrada a Quevedo y otros poetas que han tratado del mito de Apolo y Dafne en sus versos. Creo que es un buen ejercicio comparar dos sonetos de los siglos de oro de Quevedo y Garcilaso, con dos poemas recientes de Carlos Clementson y Ramón Bascuñana.

lunes, 14 de febrero de 2011

Garcilaso y la poesía amorosa de los "siglos de oro"

La poesía amorosa de los "siglos de oro" precisa una descodificación para poder profundizar en el sentido de su contenido. Sirva como ejemplo el Soneto XII de Garcilaso de la Vega. Cuento con la ayuda de apuntes tomados de la profesora Rosa Navarro para descifrarlo y comentarlo. Garcilaso, amigo de Boscán que introdujo el soneto italiano en España, fue quien primero dominó esta nueva forma de versificar en endecasílabos.

Retrato de Garcilaso (atribuido)













SONETO XII


Si para refrenar este deseo
loco, imposible, vano, temeroso
y guarecer de un mal tan peligroso,
que es darme a entender lo que no creo,

no me aprovecha verme cual me veo,
o muy aventurado o muy medroso,
en tanta confusión que nunca oso
fiar el mal de mí que lo poseo,

¿qué me ha de aprovechar ver la pintura
d'aquel que con las alas derretidas,
cayendo, fama y nombre al mar ha dado,

y la del que su fuego y su locura
llora entre aquellas plantas conocidas,
apenas en el agua resfrïado?

Garcilaso de la Vega (hacia1534)



El poema muestra el clásico "argumento de amor" a partir del "yo poético" (una máscara enamorada, no el sentimiento real de quien escribe) y de "su dama" (siempre bella, cruel y desdeñosa con su enamorado); y contiene dos alusiones mitológicas para refrendar esa crueldad y desdeño.

Los cuartetos reflejan el estado anímico del "yo poético" enamorado, que no puede refrenarse ni guarecerse ante la confusión que le produce su deseo amoroso, y no se atreve a confiar a sí mismo su mal de amores. 

Los tercetos citan ejemplos de males que el sol (la dama y su luz) le puede causar. El primero, "Ícaro" cuyas alas de cera se derritieron al acercarse demasiado al sol (desestimando los consejos de su padre "Dédalo"), lo que ocasionó su caída y muerte en el mar. El segundo, "Faetón" que consiguió que su padre "Febo" (Apolo) le dejase conducir la cuádriga del sol, y al desoír sus consejos de prudencia, provocó tal desastre que tuvo que ser fulminado por el rayo de Zeus, cayendo al río Erídano donde le velan eternamente sus hermanas (las Helíades) convertidas en álamos. 

La caída de Ícaro. J.P Gowy
La caída de Faetón. Jack van Eyck













 Este soneto es una buena muestra de ese "argumento de amor" que impregnó la poesía de los siglos de oro, pero que no debe confundirnos; el poeta suele ser un gran ficcionador, que se deja llevar por el placer estético y no refleja vivencias personales. Hay ejemplos contrarios (sobre todo a partir del romanticismo) aunque nunca debemos fiarnos del todo, porque amparado en sus licencias el poeta puede jugar en cada momento a la carta que más le interese.

En esta entrada del blog, Garcilaso, Quevedo y dos poetas actuales Clementson y Bascuñana, recrean el mito de Apolo y Dafne

Continuando con Garcilaso, su Soneto V (en el que, para llevar la contraria, no aparece ni el desdeño ni la crueldad de la dama) en la preciosa voz de  Andrea Navas. Este enlace proviene del blog Sumando voces, de Enrique Gracia Trinidad y Andrea Navas, que os recomiendo visitar y donde encontraréis poesía, teatro y mucho más... 

Para profundizar en la obra de Garcilaso os recomiendo su "Poesía Completa", editada en Austral por Juan Francisco Alcina, y para conocer de forma sencilla e instructiva la mitología clasica: "Mitos del mundo clásico" (versión libre de las Metamorfosis de Ovidio) de Rosa Navarro, publicada en Alianza Editorial.

Aquí tenéis unos enlaces a su vida y obra: La web de Garcilaso y su entrada en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Sor Juana Inés de la Cruz

Sor Juana Inés de la Cruz, que nació y vivió en Méjico en la segunda mitad del siglo XVII, es sin duda la literata más importante del barroco en lengua castellana y una feminista "avant la lettre". No obstante, su valía no es muy conocida en España, tema que deberíamos intentar solucionar entre todos.

Adenda de 2023: El próximo 28 de abril de 2023 dedicamos una sesión a hablar de su vida y su obra literaria en Barcelona. Al final del este artículo os pongo más información. Si no podéis venir y queréis saber más de ella, he publicado tres artículos en la web cultural "Las nueve musas", uno biográfico, otro sobre su teatro y su prosa, y el tercero sobre su poesía que es lo que la ha hecho más famosa. 



Hay que recordar que Sor Juana escogió la vida conventual por su amor a la cultura, ya que en esa época la vida matrimonial le habría impedido continuar con sus estudios y publicaciones. Sus versos más conocidos son aquellos que comienzan:

Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

(...)

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.


(...)

Aquí tenéis un enlace a estas redondillas recitadas completas.



Como ejemplo de su poesía amorosa (que hay que recordar que en el barroco no correspondía a una situación emocional real sino a un juego de estilo), un soneto sobre el tema del desinterés del amado por el amante, si éste le hace caso y a la inversa. Este asunto lo trata en varias de sus poemas, que destacan por ese "yo poético femenino", en aquella época en que era notoria la dificultad de la mujer por expresar sus sentimientos.


AL QUE INGRATO ME DEJA, BUSCO AMANTE

Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.

Al que trato de amor, hallo diamante,
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata,
y mato al que me quiere ver triunfante.

Si a éste pago, padece mi deseo;
si ruego a aquél, mi pundonor enojo:
de entrambos modos infeliz me veo.

Pero yo, por mejor partido, escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que, de quien no me quiere, vil despojo.

Juana Inés de Abaje "Sor Juana Inés de la Cruz" (1648-95)


Si deseáis más información sobre la completa obra literaria de Sor Juana, que además de distintos tipos de poesía abarca dramaturgia y prosa religiosa, os dirijo a su página en la Biblioteca Cervantes Virtual y al portal A media voz donde hay una antología de sus poemas

Un grupo de amigos decidimos hacer un homenaje a uno de nuestros sonetistas preferidos, manteniendo las palabras finales de uno de sus sonetos y cambiando el texto, pero de forma que fuese un contrapunto al tema original. Yo escogí este soneto de Sor Juana Al que ingrato me deja... y aquí podréis leer Quise que fueras mi mejor amante   


Adenda de 2023: Como os he dicho el próximo 28 de abril a las 18 horas en la 5ª planta del Ateneu Barcelonès, el grupo literario del "Laberinto de Ariadna" efectuará una charla sobre su vida y obra a la que os invitamos.



domingo, 24 de octubre de 2010

Góngora y Paco Ibáñez cantando: "Ciego que apuntas y atinas"

Hay que volver de tanto en tanto a los clásicos y qué mejor que a Luis de Góngora, que junto a Quevedo y Lope constituyen la cima de nuestra poesía del "Siglo de Oro". En este caso, acompaño el poema con la voz de Paco Ibáñez, que ha sido un gran divulgador de la poesía, ya que gracias a él muchos nos acercamos a estos autores clásicos que tan bien ha cantado.



CIEGO QUE APUNTAS Y ATINAS (Déjame en paz amor tirano)

Este "Romance amoroso" fue de los primeros publicados por Góngora, en su época estudiantil, cuando sólo tenía 19 años. Estos versos octosílabos, con rima asonante y aguda en los pares, son sencillos y alejados del  gongorismo de su producción más culta. No obstante, no va mal desvelar una serie de códigos mitológicos y metafóricos de la poesía del Siglo de Oro, para comprender mejor su sentido (en notas a pie de página).




Ciego que apuntas y atinas,    (1)
caduco dios, y rapaz,            (2)
vendado que me has vendido,
y niño mayor de edad: 
por el alma de tu madre         (3)   
que murió, siendo inmortal,
de envidia de mi señora
que no me persigas más.
Déjame en paz, Amor tirano,
déjame en paz.

Baste el tiempo mal gastado
que he seguido, a mi pesar
tus inquïetas banderas,        (4)
forajido capitán.
Perdóname, Amor, aquí,
pues yo te perdono allá
cuatro escudos de paciencia,
diez de ventaja en amar.
Déjame en paz, Amor tirano,
déjame en paz.

Amadores desdichados,
que seguís milicia tal,
decidme, ¿qué buena guía
podéis de un ciego sacar?
De un pájaro ¿qué firmeza?       (5)
¿Qué esperanza de un rapaz?
¿Qué galardón de un desnudo?
De un tirano, ¿qué piedad?
Déjame en paz, Amor tirano,
déjame en paz.

Diez años desperdicié,
los mejores de mi edad,
en ser labrador de Amor
a costa de mi caudal.
Como aré y sembré, cogí;
aré un alterado mar,
sembré una estéril arena,     (6)
cogí vergüenza y afán.
Déjame en paz, Amor tirano,
déjame en paz.

Una torre fabriqué
del viento en la raridad,
mayor que la de Nembrot,     (7)
y de confusión igual.
Gloria llamaba a la pena,
a la cárcel, libertad,
miel dulce al amargo acíbar,  (8)
principio al fin, bien al mal.
Déjame en paz, Amor tirano,
déjame en paz.

Romance Amoroso (1580)
Luis de Góngora

(1) El dios del amor "Cupido" se representa en los cuadros ciego y con arco y flechas.
(2) Por lo efímero del amor
(3) Venus (Afrodita) diosa del amor y la belleza.
(4) Metáfora naútica que expresa el caracter voluble del amor.
(5) Por las alas de Cupido
(6) Por la inutilidad del esfuerzo de cultivar el amor
(7) Legendario gigante, constructor de la torre de Babel
(8) Acíbar: jugo amargo de la planta Aloe

Notas tomadas de la "Edición crítica" de la Poesía de Góngora de Ana Suárez Miramón


En el blog hay otra entrada dedicada a Góngora en concreto a su soneto "Con diferencia tal, con gracia tanta...", que incluye un comentario de texto y métrico de ese complejo poema que requiere una explicación mitológica para poder descodificar su mensaje. En A media voz tenéis una antología de sus poemas.

Ya que he tratado de temas métricos, que siempre son importantes en la poesía del siglo de oro, os dirijo a
 mi tratado "Métrica poética del idioma español", revisado y ampliado en diciembre de 2023, que los explica de una forma sencilla, pero rigurosa. Aquí os dejo una sinopsis del libro. Recordad, si sois partidarios del verso libre, que “hasta para saltarse las normas hay que conocerlas previamente, si no queremos que el salto sea al vacío”. Vuestras críticas positivas o negativas serán siempre bien recibidas.



viernes, 24 de septiembre de 2010

Lope cantado por Imanol: Ausencia.

Lope de Vega (Madrid 1562- 1635), el Fenix de los ingenios, poeta y dramaturgo que une cantidad y calidad de obra. Aquí tenéis uno de sus sonetos en la magnífica voz de Imanol. Pertenece a su CD Ausencia, que os recomiendo especialmente, en el que musica a Góngora, Quevedo, Neruda, Salinas, Celaya, Storni... Este soneto da título al disco y nos demuestra como texto poético, voz y música conviven maravillosamente.


AUSENCIA

Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;

arder como la vela y consumirse
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;

hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada, sobre fe, paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;

creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.

Félix Lope de Vega y Carpio





En este enlace a A media voz tenéis un antología de poemas de Lope de Vega. Y en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes una completísima información de su vida, obras y estudios sobre la mismas.

Además, en la web de su Casa Museo también hay una completa información sobre Lope de Vega


Adenda de febrero de 2024

He incluido otra entrada en el blog sobre Lope de Vega, donde comento 4 sonetos suyos y doy acceso a todos sus sonetos.