domingo, 22 de mayo de 2016

Gonzalo de Berceo

El monje Gonzalo de Berceo (Berceo, ¿1198? - San Millán, ¿1264?) es el primer poeta conocido en lengua castellana y de los más destacados del Mester de Clerecía. Copio las primeras estrofas de un largo poema suyo:

G. de Berceo. Casa de los Chapiteles 

VIDA  DEL GLORIOSO CONFESOR SANCTO DOMINGO DE SILOS

En el nomne del Padre, que fizo toda cosa,
Et de don Ihesuchristo, fijo de la Gloriosa,
Et del Spiritu Sancto, que egual dellos posa,
De un confessor sancto quiero fer una prosa.

Quiero fer una prosa en roman paladino
En qual suele el pueblo fablar a su veçino,
Ca non so tan letrado por fer otro latino,
Bien valdrá,commo creo,un vaso de bon vino.

Quiero que lo sepades luego de la primera
Cuya es la ystoria, metervos en carrera:
Es de Sancto Domingo, toda bien verdadera,
El que diçen de Silos, que salva la frontera.

En el nonne de Dios, que nombramos primero,
Suyo sea el preçio, yo seré su obrero,
Galardón del laçerio yo en él lo espero,
Que por poco serviçio da galardón larguero.

Sennor Sancto Domingo, dizlo la escriptura,
Natural fue de Cannas, non de bassa natura,
Lealmente fué fecho a toda derechura,
De todo muy derecho, sin nulla depresura.

Parientes ovo buenos, del Criador amigos,
Que siguien los ensiemplos de los padres antigos.
Bien sabien escusarse de ganar enemigos:
Bien les venie en mientes de los buenos castigos.

Iuhan avie nomne, el su padre ondrado,
del linnage den Manns un omne sennalado,
Amador de derecho, de seso acabado,
Non falsarie su dicho por aver monedado.

El nombre de la madre deçir non lo sabria.
Commo non fué escripto non devinaria;
Mas vayala el nombre Dios,e Sancta Maria:
Prosigamos el curso, tengamos nuestra via.

La çepa era buena, emprendió buen sarmiento,
Non fu´commo canna, que la torna el viento,
Ca luego assi prendió, commo de buen çimiento,
De oir vanidades non le prendie taliento.

Servie a los parientes de toda voluntat,
Mostraba contra ellos toda humildat,
Traie, maguer ninnuello, tan gran simplicidat,
Que se maravillaba toda la veçindat.
(.../...)

Gonzalo de Berceo


Si queréis proseguir, aquí tenéis las 777 estrofas (cuadernas vías) del poema completo que glosa la vida de Santo Domingo de Silos en medievales estrofas de verso alejandrinos, también conocidas como "tetrásforos monorrimos". Salvando las distancias y los tiempos, yo escribí un poema en cuadernas vías, El catador de amores, acerca de un tema mucho más jocoso y en homenaje a otro gran poeta medieval, El arcipreste de Hita.

Volviendo a Gonzalo de Berceo, en la Biblioteca Cervantes Virtual hay amplia información sobre su el autor, su obra y ensayos sobre la misma. Además, podéis acceder a los textos de sus poemas. También hay completa información en la biblioteca Gonzalo de Berceo

jueves, 12 de mayo de 2016

Ante las nuevas elecciones del 26 de junio

En los últimos meses he publicado en mi página de sátiras políticas tres poemas sobre nuestras últimas elecciones. Dos en diciembre sobre cómo votar y cómo pactar, y otro en marzo, harto de que los partidos no supiesen ponerse de acuerdo. Ahora, agotado el plazo legal, se vuelven a convocar elecciones cuyos resultados parece que serán bastante similares. 


Ante el año perdido y los gastos extras que pagaremos los contribuyentes, creo que toca ser más rigurosos, y obligar a los partidos a que actúen de forma más eficiente. Si esto fuese una empresa privada, esos directivos se quedarían sin bono o estarían ya de patitas en la calle. Pues eso, reducción de sueldos, renovación de dirigentes y exigencia de excelencia en la gestión.


ANTE NUEVAS ELECCIONES

No nos habéis hecho caso,
ha sonado la campana,
la negociación fue vana
y el resultado, fracaso.
Nos indignáis, el retraso
demuestra vuestra impotencia,
vuestra torcida conciencia,
el menosprecio a los otros,
—los que os votamos, nosotros,—
y acaba con mi paciencia.

Dicen que otras elecciones
van a costar al Estado,
—pagando el electorado—
ciento cincuenta millones.
Y digo yo: ¡Qué cojones!,
que lo paguen los culpables,
los tipos irresponsables
que, tras los meses perdidos,
piden votos repetidos
con sus sonrisas afables.

El mandato estaba claro,
vuestra obligación pactar
para poder gobernar
en vez de salirnos caro.
Mi propuesta, lo declaro,
es que os reduzcan la paga
ante una actitud tan vaga,
por no decir delincuente,
y me apoya mucha gente,
pues pongo  el dedo en la llaga.

Continúo: El Senado
lo vamos a suprimir,
y el Congreso a reducir
y con horario ampliado.
Hay que ahorrar y, por sentado,
ser eficientes, que el mundo
ha cambiado en lo profundo
y los políticos siguen
sin normas que les obliguen
a no perder ni un segundo.

Ya os lo hemos advertido,
en vuestros nuevos programas,
en vez de iros por la ramas,
más nueces y menos ruido.
Quiero votar a un partido
que excluya la corrupción,
que no le importe el sillón,
y haga gestión eficaz.
¿Creéis que seré capaz,
que alguno pasa el listón?

Ricardo Fernández Esteban ©


Pues ya están planteadas la quejas y la pregunta final. Tanto unas como otra esperan vuestra respuesta que, evidentemente, puede ser discordante de mi opinión. Como siempre lo que importa es intercambiar pareceres e intentar razonarlos.


Nota explicativa para quienes no estáis al tanto de la política española: El pasado 20 de diciembre se realizaron Elecciones Generales en España y los partidos con mejores resultados (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) han sido incapaces de pactar entre sí para conseguir una mayoría de gobierno, ya que creo que han primado más los intereses personales que los de sus electores. Consecuencia: se ha disuelto el Parlamento y el Senado la pasada semana y se convocan nuevas elecciones el próximo 26 de junio.  

martes, 3 de mayo de 2016

Pablo García Baena

Pablo García Baena (Córdoba, 1923 - 2018) poeta que perteneció al grupo Cántico, con una amplia e importante obra parte la cual tenemos la suerte de poder ver y escuchar en el Archivo de Poetas de la ACEC (Asociación Colegial de Escritores de Cataluña)



SÓLO TU AMOR Y EL AGUA...

Sólo tu amor y el agua... Octubre junto al río
bañaba los racimos dorados de la tarde,
y aquella luna odiosa iba subiendo, clara,
ahuyentando las negras violetas de la sombra.
Yo iba perdido, náufrago por mares de deseo,
cegado por la bruma suave de tu pelo.
De tu pelo que ahogaba la voz en mi garganta
cuando perdía mi boca en sus horas de niebla.
Sólo tu amor y el agua... El río, dulcemente,
callaba sus rumores al pasar por nosotros,
y el aire estremecido apenas se atrevía
a mover en la orilla las hojas de los álamos.
Sólo se oía, dulce como el vuelo de un ángel
al rozar con sus alas una estrella dormida,
el choque fugitivo que quiere hacerse eterno,
de mis labios bebiendo en los tuyos la vida.
Lo puro de tus senos me mordía en el pecho
con la fragancia tímida de dos lirios silvestres,
de dos lirios mecidos por la inocente brisa
cuando el verano extiende su ardor por las colinas.
La noche se llenaba de olores de membrillo,
y mientras en mis manos tu corazón dormía,
perdido, acariciante, como un beso lejano,
el río suspiraba...
Sólo tu amor y el agua...

Pablo García Baena.



DÍA DE LA IRA

Desnúdame, no tengo ya otra cosa.
El labio casi helado de besar tanta muerte.
Sájame la mirada, deja el ojo sin lágrimas
como una carne mísera, tibia para las moscas.
Sobre tu piedra estoy, no vencido, ligado:
hiere y al turbio caño de la sangre el impuro
animal de vagido caliente perezca,
pues que amó la carne y su comercio
y fue carnal el llanto para él, como un miedo
cobarde de pichones en las manos
y la oración un pétalo manchado entre los dientes.
Raspa, rae de mi lengua su nombre, si aún tienes
en el día del rigor panales de dulzura
y opera con tu largo bisturí de clemencia
el corazón, la entraña que no tuvo cansancio
ni olvido en el sopor del vino y de las noches
y que implacablemente perseguías
por las angostas calles de la antigua tristeza.
Rebana de los dedos su urdimbre de caricias
y deja que mis manos palpen ciegas y ajenas
la larga tela fría del desengaño.
Inerme sobre el mármol escucho el viento tuyo
de las trompas alzadas a la luna postrera,
cuando el ángel apaga la lucerna del tiempo
y remueve las vendas,
el sombrío aposento de las urnas,
el agujero oscuro, el cenotafio...
Porque desnudo estoy ante ti y te temo.

Pablo García Baena. Óleo (1958)

Y aquí tenéis este poema recitado por el autor


En el Archivo de poemas de la ACEC, hay información sobre la biógrafía y bibliografía del autor, una entrevista y diez poemas recitados por él. En A media voz encontraréis una antología de sus poemas ; y en el Instituto Cervantes amplia información sobre su obra.


jueves, 21 de abril de 2016

José Costero (actualizado X-21)

Acaba de fallecer José Costero (Barcelona, 1935-2021), poeta, novelista, ensayista y sobre todo una magnífica persona. Todos los que fuimos sus amigos le recordaremos por sus obras literarias y por sus cualidades personales; yo tuve la suerte de poder hablar telefónicamente con él hace pocos días y la conversación me sonó a despedida. Descanse en paz.

Respecto a su obra, por la temática del blog, me centro en su más de medio siglo de actividad poética desde su primera publicación, Con sed y con miedo (1968) que sostiene en una foto que os cuelgo. Desgraciadamente, no tengo ese libro, pero sí el segundo Prohibida palabra (1970) del que extraigo este poema, ese Requiem personal escrito en su juventud.



REQUIEM PERSONAL

Sin lágrimas,
sin jaculatorias,
sin homilía de ninguna clase,
voy a desmentir una quimera más.

Un poema puede ser un buen féretro,
hecho a la medida de un latido,
y cada verso un cálido sudario
para esta voz sin estirpe ni eternidad.

Hay que exhumar la palabra
que repose en la fosa común, 
llevar un crespón en torno a la herida
y decir esta cotidiana letanía.

Sin horario fijo para un dolor,
me diagnostico una incurable esperanza.

José Costero. Prohibida la palabra (1970)




Y ahora vamos a su último libro de poemas, Ambiguo Arlequín, del que me ha costado escoger, ya que copiaría muchos. Extraigo uno que toma el título de una cita de José Emilio Pacheco, poeta mejicano fallecido en el 2014.


YA SOMOS TODO AQUELLO
Ya somos todo aquello
contra lo que luchamos a los veinte años.
José Emilio Pacheco
Qué hacer cuando cada palabra
                        o cada silencio
es otra nueva impostura.

Cómo roer
ese hueso duro que es tu propio presente.

Ningún manual de instrucciones
te servirá de ayuda.
Ni siquiera consultando tu horóscopo más favorable
o buscando la obscena complicidad
del olvido.

Uno tras otro
tendrás que asumir el cotidiano descalabro,
mientras te afeitas ante el espejo,
sagaz delator de tu indolencia,
en el frugal desayuno de cada día,
en el café con los amigos,
leyendo a Camus o a Vallejo,
embriagado por una melodía de Cole Porter
                 o por un frívolo bolero,
cruzando travesías sentimentales
con semáforos siempre en rojo,
en tu condición de ciudadano del asfalto,
bajo la intemperie del invierno de tu memoria,
sordo a las beatas admoniciones,
republicano sin república,
cofrade de la camada de perdedores,
metamorfosis de jacobino irredento
a sutil fariseo.

Como tantos otros.
Reconócelo.
Amargo y falaz consuelo es.

José Costero. Ambiguo Arlequín (2014)


Como os he indicado escogería muchos poemas de este libro. Podéis probar en el enlace de su editor Parnass  por si aún está disponible.

No hay, que yo sepa, antologías disponibles de sus poemas en la red. Pero comparto con vosotros un regalo que he recibido: cuatro poemas de Costero en la magnífica voz de Jesús Gutiérrez: A mi generación, Para Anna, cuando me vaya, De un viejo retrato y Obituario (que cierra Ambiguo Arlequín).

Os he dicho al inicio que José Costero dominaba otros géneros literarios, además de la poesía, a mí me han gustado mucho sus ensayos, esos apuntes literarios de los que tanto he aprendido, y disfruto leyendo las andanzas del jubilado policía Ruano, protagonista de su serie de novela negra. Pero para saber más de su bibliografía en los distintos géneros, lo mejor es que os lleve a su entrada en Escritores recónditos, blog que ya os recomendé hace tiempo.



Os dejo unas espinelas que le dediqué, en nombre de la tertulia literaria del Laberinto de Ariadna de la que fue fundador, cuando le hicimos un homenaje en 2013 y nos dijo que quería jubilarse de sus actividades literarias.


A PEPE COSTERO (Poeta, escritor y magnífica persona)

Espinelas a un amigo
que se quiere jubilar.
Pues sabéis lo que os digo:
no lo vamos a dejar.

Querido amigo Costero
no acepto una despedida
ni que digas que cumplida
está tu obra, tu sendero.
Tu verso vuela ligero,
le queda mucho camino
para llegar al destino
enseñando a los demás
cómo se lleva el compás,
cómo se es un torbellino.

Por eso, en el Laberinto
no te vamos a dejar,
nos tienes que acompañar
versando en este recinto.
No digo más, que sucinto
es mejor que sea el mensaje,
quede claro el vasallaje 
y la amistad más sentida.
Por tus obras y tu vida
mereces este homenaje.

Ricardo Fernández. Barcelona, doce de Julio de 2013

Descanse en paz.

Adenda de mayo 2022: El 27 de mayo presentamos el libro póstumo de relatos de José Costero "Mémora de voces". En este enlace a la entrada que acabo de publicar tenéis uno de los relatos.


miércoles, 13 de abril de 2016

Declaración de intenciones

(revisada en mayo de 2023) Hice esta "Declaración de intenciones" hace siete años avisando que pretendía dedicar menos tiempo al blog, y veremos en que han quedado esas buenas o malas intenciones.... Os sigo rogando que si no os interesa la poesía o estáis agobiados por los mensajes quincenales de novedades que os envío, os deis de baja y tan amigos, porque "el undécimo es no molestar". En cambio, si os interesa, ayudad a difundir este blog cuyo único objetivo es ayudar a conocer y transmitir la palabra poética.


DECLARACIÓN DE INTENCIONES

Conviene hacer un alto en el camino,
reflexionar en qué
dedico el tiempo libre a estas alturas,
—que más bien son bajuras—
del curso de la vida, de ese río
que conduce a la mar que nos engulle.

No me pongo dramático,
pero sí que declaro que en las bajas alturas
es conveniente repartir las aficiones
y que, además, la devoción no debe
rimar en ripio con la obligación,
sino volar en alas de albedrío.

Y quien declara actúa, o lo pretende al menos,
y lo podréis notar en este blog
que será más caótico, por no decir gandul.
Hay que reinventarse las rutinas,
aunque sólo nos sirva para seguir igual
pues más se sabe por… que por demonio.

Avisados estáis si me leéis;
si no, decidlo de una vez y os doy de baja,
vuestro tiempo y el mío valen mucho
para seguir haciendo el “paripé”
de decir que “me sigues” o que “te gusto” en “Féisbuc”,
y no abrirme ni un mail, ni clicar mis “posteos”.

No quiero despedirme
dejando la impresión de que esto es una queja;
la razón e ilusión del blog son sus lectores,
y ofrezco banderín de cordial desenganche
porque no quiero molestarte más
si a ti la poesía te trae sin cuidado.


Ricardo Fernández Esteban  ©



Escribí esto en abril de 2016, después de seis años haciendo una entrada semanal y un total de 320 mil visitas, cuando este blog y su impulsor creían merecerse un cambio de ritmo. Siete años después, en mayo de 2023, he bajado a la mitad el ritmo con una entrada quincenal y en conjunto he superado las visitas históricas que ya pasan del millón doscientas cincuenta mil.

No me puedo quejar con estas cifras en una bitácora poética y os agradezco las visitas, pero sigue siendo ardua la difusión del blog, que precisa moverlo por las redes sociales para que le lleguen lectores. 

Por eso os pido dos cosas. Que si no estáis interesados os deis de baja de los mails de novedades del blog o de las amistades en las redes sociales y tan amigos. Y si, por el contrario, estáis interesados, lo que os pido es que me ayudéis a difundir el blog y que hagáis comentarios a las entradas.

La razón e ilusión de este blog son sus lectores, a los que agradezco su apoyo, pero en modo alguno quiero molestar ni incrementar aún más la cantidad de mensajes que recibimos sobre temas que no nos interesan.

Por si no conocéis cómo funciona el blog o cómo llegar a sus más de 400 entradas poéticas y veinte páginas temáticas, os enlazo a la Ayuda para navegantes donde se explica la estructura y filosofía del blog.

Y para predicar con el ejemplo, en este enlace podréis acceder a vídeos del Archivo de poetas de la ACEC donde recito veintitantos poemas míos y a este otro donde explico mi poética.




Un fuerte abrazo. 

viernes, 1 de abril de 2016

Juan Antonio González Iglesias

Juan Antonio González Iglesias (Salamanca, 1964). Dice de su poética Luis García Jambrina: En sus libros convergen y se igualan, en importancia y dignidad, lo clásico y lo posmoderno, lo sagrado y lo profano, lo pagano y lo cristiano, la carne y el espíritu, la realidad y el deseo, el refinamiento y la animalidad, lo instintivo y lo racional, la seriedad y la risa, la acción y la contemplación, el lecho y la palestra, la referencia erudita y el lenguaje coloquial, "los libros y los músculos", el gimnasio y la biblioteca...  


EXCESO DE VIDA

Desde que te conozco tengo en cuenta la muerte.
Pero lo que presiento no se parece en nada
a la común tristeza. Más bien es certidumbre
de la totalidad de mis días en este
mundo donde he podido encontrarme contigo.
De pronto tengo toda la impaciencia de todos
los que amaron y aman, la urgencia incompartible
de los enamorados. No quiero geografía
sino amor, es lo único que mi corazón sabe.
En mi vida no cabe este exceso de vida.
Mejor, si te dijera que medito las cosas
(fronteras y distancias) en los términos propios
de la resurrección, cuando nos alzaremos
sobre las coordenadas del tiempo y el espacio,
independientemente del mar que nos separa.
Sueño con el momento perfecto del abrazo
sin prisa, de los besos que quedaron sin darse.
sueño con que tu cuerpo vive junto a mi cuerpo
y espero la mañana en la que no habrá límites.

Juan Antonio González Iglesias


En "A media voz" encontraréis una antología de sus poemas. En la revista poética Poesía en el Campus encontraréis una antología de sus poemas con prólogos de Luis García Jambrina, Pablo García Baena y Luis Antonio de Villena. 

Adenda de mayo de 2023:

Posteriormente ha publicado Del Lado del amor. Poesía reunida (1994 - 2009),y Confiado y en 2019 Jardín Gubelkiam. Os dejo una entrevista en "El Cultural" sobre sus últimos libros publicados.






















Y aquí lo podéis ver recitando su poema Centauro, Premios del Tren 2014



viernes, 25 de marzo de 2016

Javier Egea

Javier Egea (Granada 1952 - 1999), poeta que, junto a Luis García Montero y Álvaro Salvador, firmó en 1983 el manifiesto La nueva sentimentalidad que dio origen a la corriente de la Poesía de la experiencia, tan comentada a favor y en contra en los cenáculos poéticos. Yo no soy mucho de corrientes ni generaciones, y soy más de la poesía que me llega y penetra como la de Javier Egea.


NOCHE CANALLA

Yo no sé si la quise pero andaba conmigo,
me guiaba su risa por la ciudad tan gris.
Ella tenía en su boca colinas de Ketama
y el cielo de sus ojos me pintaba de añil.
Yo vi tantas estrellas como ella puso siempre
en aquel cielo raso como un paño de tul.
Ella llevaba el pelo como la Janis Joplin
y los labios morados como el Parfait-Amour.
La he perdido en un bosque de jeringas brillantes
por donde nos decían que se llegaba al mar;
se fue sobre un caballo de hermosos ojos negros,
por más que yo me muera no la podré olvidar.
Bajo el cielo ceniza me conducen mis piernas.
Esta noche no tengo ni esperanza ni amor.
Sólo queda el calor de mi pobre navaja.
Hoy me he visto la cara de un retrato-robot.
A pesar de sus ojos he salido a la calle,
a pesar de sus ojos me ha tocado vivir .
En un barrio de muertos me trajeron al mundo.
Esta noche canalla no respondo de mí.


Javier Egea


¿QUÉ LUZ EXTRAÑA, DIME, HA POBLADO ESTE CUERPO...

¿Qué luz extraña, dime, ha poblado este cuerpo
repetido en portales, escaparates, brumas,
ingenuo paseante de la ciudad, hermano,
caminante del mismo aturdimiento
que estos siglos de expolio pusieron en los ojos,
qué luz extraña, dime,
hay en la soledad y en la memoria?

Así nos fuimos viendo nítidamente fríos,
enfrentados,
de una margen a otra de la calle en ruinas,
con la clarividencia de los obreros viejos
que abanderan los pasos del taller a la muerte
aprendiendo el futuro.

Sobre nosotros pasan los balcones cerrados,
las farolas con frío,
los aleros mellados y este viento,
como un enjambre inhóspito,
y la piel de la tierra huele a ropa quemada,
mas tiritan los huesos
y hay tan sólo el calor de la sangre que alumbra
desde el abrazo grande de tu fuerza y la mía.

Es cierto que la historia
nos condenó a las calles ateridas
y no el azar que llega maldito restallando.

¿Qué luz extraña, dime,
hay en la soledad y en la memoria?
Hoy supimos, mirándonos las manos,
a pesar del estrago y las ojeras mustias,
al fin reconocidas,
que siempre es tarde, siempre, para volver a casa
como se vuelve al sitio de las túnicas rotas,
de las máscaras frías,
del polvo atrincherado,
de los andrajos de la luz.


Javier Egea


En la pagina web dedicada a Javier Egea encontraréis información sobre su vida y obra, y una selección de sus poemas. Este año se acaba de publicar su antología poética "A pesar de su ojos"y aquí tenéis cómo adquirirlo.



Aquí tenéis Noche canalla cantada por Raúl Alcover. Un poema recitado y cantado no expresa siempre lo mismo, pero en cualquier caso es otra visión de la obra del artista y en este caso el poema es una magnífica letra de canción.



viernes, 18 de marzo de 2016

Folégandros (act. III-22)

Escribí este poema tras mi primera visita a Folégandros, una isla en el centro del Egeo, en 2004. El tiempo pasa y los entornos y las ilusiones cambian, pero la isla sigue mereciendo mucho más que una visita.

La "Panaghía" de Folégandros (iglesia dedicada a la Virgen)

FOLÉGANDROS

Folégandros, Folegandros, (*)
me gusta escuchar tu nombre
mientras revivo tus mares,
y sueño pisar tus montes.

El pueblo de las seis plazas
hierve de gente en la noche,
capillas en cada esquina,
cien iconos para un pope.  

Las calles son como ríos,
las plazas son los remansos;
en los cafés las parejas
—sobre las mesas de mármol—
beben “ussos” y licores
frente a fichas de "backgammon",
a sus lado les contemplan
las miradas de los gatos.    

Hibiscos y buganvillas
que crecen entre las piedras,
perfuman a las familias
bajo un techado de estrellas;
a lo lejos sobre el mar
despunta la luna llena
y entre las voces se escucha
cantar a Cesaria Évora.

En las tabernas, mujeres     
cortan pepinos, pimientos,
tomates y queso feta;
mientras, sobre los braseros,
corderillos van girando
en las espadas de fuego;
luego, los hombres los cortan
en pedacitos de cielo.

Cuando llega el medio día,
barcos que van a las playas
abren el azul del mar
y derraman sangre blanca,
en sus vientres los viajeros
contemplan, sueñan y callan;
arriba, cien mil bancales      
domadores de montañas
del barranco hacen terrazas.

Por los estrechos caminos     
circulan burros de carga,
sobre sus lomos los viejos
los van azuzando y cantan
recuerdos, viejas historias
de vidas duras e ingratas
de otros tiempos de esta isla
y de sus gentes tan bravas.

Folégandros, Folegandros, 
me gusta escuchar tu nombre    
recordando tus seis plazas,
tus capillas, tus olores,
las cenas bajo la luna,
los bancales de tus montes,
el azul que te rodea,
todos tus otros colores
y lo mucho que aprendí
de tus días y tus noches. 

 Ricardo Fernández Esteban  ©

(*) Folégandros, se pronuncia así en griego con acento en la "é", aunque erróneamente se suela decir Folegandros.  

 


 

En estos años he vuelto muchas veces a Folégandros y la influencia del turismo se hace patente. La isla se está poniendo peligrosamente de moda, pero como cuento en este otro poema A pesar de mis quejas, no se está nada mal aquí en Folégandros , sigue manteniendo su encanto. En una de mis últimas visitas en 2020 escribí este otro poema sobre ¿Qué fue lo que me atrajo de Folégandos?, porque sigue siendo así.


El Kastro de la Jora. La parte amurallada más antigua del pueblo.

Una puesta de sol desde la Jora, la foto es mía y el color es real.


Estos poemas están incluídos en mi libro "Por las islas griegas", renovado y ampliado en 2023, que recoge más de 25 años y más de 70 islas visitadas, con mis anotaciones sobre los lugares y establecimientos que prefiero. Aquí lo podéis conseguir en Amazon; si preferís las librerías físicas, hay ejemplares en Altaïr (Gran Vía 616, Barcelona)