En época navideña me gusta traer algún poema ajeno que haga referencia a estas fechas, pero que se aleje del mensaje manido que nos suelen vender y haga hincapié en otra vertiente más socialmente transformadora. He encontrado éste de Jorge Riechmann (Madrid, 1962), lo que además me da la posibilidad de acercarme a este autor, al que aún no había traído al blog.
SANTA CLAUS
Cada día desde hace dos semanas
lo encuentro en la misma acera
cuando voy al trabajo.
El traje de payaso rojo hiriente
la barba postiza, los ojos humillados.
Cuando hace mucho frío
se refugia unos momentos en la peluquería
que le paga. Su trabajo es dejar acercarse
la Navidad en esa esquina
sin oponer resistencia,
recordar a las gentes la alegría coactiva,
la obligación de comprar.
Centinela del consumo: me despiertas la rabia.
Pero enseguida pienso
que entre los tres o cuatro millones de parados
tú al menos has logrado faena para un mes.
Me gustaría saber cuánto te pagan.
Soñar con rudimentos de organización sindical
para estos santaclaus de alquiler
es ya disparatar y me arrepiento.
Jorge Riechmann. El día que dejé de leer El País(1997)
Riechmann es un poeta versolibrista que requiere mucha atención en su lectura, quizá por aquello que indica en una poética de su obra: La poesía es el lugar donde el lenguaje vuelve sobre sí mismo, se asombra, se pone en cuestión, se interroga inacabablemente. Si no es fiel a esta su esencial naturaleza de libertad, para mí la poesía pierde su razón de ser.
Otro poema de distinta temática, sin puntuar, tal como él lo publica:
AMANTES EMBROLLADOS
Amar puede
ser
un aperitivo con sifón
en una mañana de colores ácidos
o puede ser zambullirse en un lago de montaña
nadar equidistante entre el cielo y el fondo
suspendido de un sol de extrema desnudez
Las buenas chicas no piden
la cabeza del Bautista sobre una bandeja
Ya sé que no eres una buena chica
pero piensa que la cabeza
de cualquier fantasma sobre bandeja de plata
desequilibraría a cualquier bailarina
Las cabezas parlantes
prometen la vida eterna con sifón
pero yo he elegido cocinar contigo
crear contigo follar contigo dormir
en el país que delimita
el aroma de tu cuerpo desnudo
Amor mío
olvídate de decapitamientos con sifón
Ven a nadar al lago donde ya estamos
Rechazar el sueño de la ingravidez
no implica renunciar a la caricia
de la piel azul del cielo
ni del dulce légamo suavísimo del fondo
Jorge Riechmann. El día que dejé de leer El País
un aperitivo con sifón
en una mañana de colores ácidos
o puede ser zambullirse en un lago de montaña
nadar equidistante entre el cielo y el fondo
suspendido de un sol de extrema desnudez
Las buenas chicas no piden
la cabeza del Bautista sobre una bandeja
Ya sé que no eres una buena chica
pero piensa que la cabeza
de cualquier fantasma sobre bandeja de plata
desequilibraría a cualquier bailarina
Las cabezas parlantes
prometen la vida eterna con sifón
pero yo he elegido cocinar contigo
crear contigo follar contigo dormir
en el país que delimita
el aroma de tu cuerpo desnudo
Amor mío
olvídate de decapitamientos con sifón
Ven a nadar al lago donde ya estamos
Rechazar el sueño de la ingravidez
no implica renunciar a la caricia
de la piel azul del cielo
ni del dulce légamo suavísimo del fondo
Jorge Riechmann. El día que dejé de leer El País
En la Biblioteca virtual Cervantes, tenéis su semblanza crítica, su bibliografía y un antología de sus poemas. Y aquí lo tenéis recitando.