Páginas

martes, 26 de julio de 2022

Tito Muñoz

Tito Muñoz (Barcelona 1956), es un creativo publicitario, además de escritor, poeta, letrista, pintor y muchas cosas más. Como poeta tiene varios libros y os destaco “Una hawaiana con un ukelele” (2005) y el “Gran Strómboli” (2022); como letrista tiene canciones cantadas por Serrat o Víctor Manuel. Es un poeta que no deja indiferente y que llama a las cosas por su nombre, sirvan estos versos de aviso:

Te lo aviso:
tengo un alma.
y está cargada



PALOMAS EN LA CHISTERA

Siempre llevo palomas
debajo del sombrero.
Nunca se sabe cuándo es preciso
hechizar a una dama
que ya no cree en la magia,
o crear un revuelo
para escapar corriendo
de un almuerzo tedioso,
sin dar explicaciones.
Casi todo consiste
en crear ilusiones,
usar la distracción
con la elegancia
de un dandi victoriano
y valerse del truco
para cualquier propósito.

Tito Muñoz. El gran Strómboli (2022)


UNA HERIDA DE BALA

Es más viril que duela
la herida de una bala,
un navajazo,
la nariz rota
en una lucha callejera
o las secuelas
de una caída en moto.
Resulta casi indigno
que mi dolor
lo genere la artrosis
y la añoranza
de un amor malogrado.

Tito Muñoz. El gran Strómboli (2022)


Y del otro libro que os he citado:

HAY QUE CUIDAR LOS CROMADOS

Me duele intensamente
la víscera de amar
y hace tiempo de motos y de chicas.
Llenaré el tanque de humor y adrenalina
y buscaré el infarto
en algún mestizaje.
Seguro que amanezco
con otro tatuaje,
sin la pasta y sin Visa,
en pelotas y en Tanger.
Colocaré una píldora debajo de la lengua,
limpiaré los cromados
y volveré al garaje.

Tito Muñoz. Una hawaiana con un ukelele” (2005)


Pero además yo tengo algún incunable de los principios de Facebook donde teníamos un grupo clandestino de poetas que nos intercambiábamos poesía rimada. Os dejo un soneto suyo:


MAPA DE ISLA ROCÍO

Justo al norte del mapa de esa falda
yo fui el agrimensor de tus caderas,
perdí –como es debido- las maneras
y acometí, de frente, aquella espalda.

Jugaba con tu mundo a ser Mafalda
por no dejar en pie ni una frontera
y alcancé un par de lagos esmeralda
sin usar, lo prometo, la escalera.

Luego, tu sur se me antojó perfecto
lleno de flamboyanes y tabernas,
de rojos farolillos en el puerto.

Así que hice una escala en mi trayecto,
decidí pernoctar entre tus piernas
para guiñarte, al alba, el ojo tuerto.

Tito Muñoz.

Aquí os dejo un enlace a unas cuantas letras para canciones que ha escrito. Un artículo de Luis García Gil sobre sus versos, un acceso a algunos de sus libros y una entrevista publicada en EuropaSur de cuando presentaba su último libro. 

Como siempre, mi recomendación es acudir a las fuentes, o sea a los libros. Aquí tenéis cómo conseguir este último libro.



 

martes, 19 de julio de 2022

Los posados de Ana Obregón

Ana Obregón sigue ofreciéndonos sus posados de verano en la revista Hola, lo que pasa es que los años no perdonan y cada vez hay más photoshop y menos Ana. Los que fuimos fans suyos preferiríamos alguna arruga de la vida a esa imagen patética.que pasa es que los años no perdonan y cada vez hay más photoshop y menos Ana.


LOS POSADOS DE ANA OBREGÓN

¿Hay algo más patético que ver
que a la sexagenaria Ana Obregón
tuneada en photoshop para ofrecer
posado de verano de pasión?

Con la piel tersa, faz inmejorable,
sin ni un gramo de grasa que marchite
la falsa imagen de muñeca hinchable,
que cada año la diva nos repite.

Sobre los pechos, negro le han pintado
un sostén que le tapa las vergüenzas,
mientras sonríe alegre en su posado,
solo faltaba que le hiciesen trenzas.

Para sus fans de juventud, su estética
nos da tristeza y llega a ser patética.

Ricardo Fernández Esteban ©

martes, 12 de julio de 2022

Guillermo Marco Remón

Guillermo Marco Remón (Madrid, 1997) es un poeta e investigador en Inteligencia Artificial y Procesamiento del Lenguaje. Su primer poemario, "Otras nubes" fue accésit del Premio Adonáis en 2018. Creo que es interesante conocer la obra de estos jóvenes que siguen considerando la poesía como un medio de expresión. 



ALGUIEN MIRA EL HORIZONTE

Quiero decir todo el rato ¡qué bonito!
Alba Flores Robla

Alguna vez, hablamos
de que el aire de un tren elevando un vestido,
las pisadas mezcladas en el barro
de pastores, ovejas y bastones
o el piar —que nos despierta— de los pájaros
son verdad, y mejor poema que este. 
Del tiempo compartido solo nos ha quedado,
para que maduremos, entre una duda y el mundo,
las mañanas de sol parecidas a marcos
de nuestra vida donde apoyamos los codos.
La timidez nos vuelve más humanos.
Y el aire llega y el verso mejor es: qué bonito.
No sé por qué se callan ya los pájaros
y te miro y me confirmas: qué bonito; 
y no hablas alto y me das la mano
y se hace mano de barro conmigo,
y me canso, se deshace el abrazo, 
y digo qué bonito, y al mirarte a través
del paisaje comprendo que no trato
de crear o fingir el horizonte
sino de enmarcarlo
para que alguien lo mire.

Guillermo Marco Remón

Aunque en principio no lo parezca, este poema se aleja del verso libre y la mayoría de sus versos son endecasílabos o alejandrinos. Es verdad que algunos endecasílabos son dactílicos, lo que tensa algo el ritmo, y que también se distingue el penúltimo verso de metro par. En todo caso, sería muy interesante poder comentar con el autor la importancia o no que le da al ritmo y al sustrato métrico de sus poemas.


Otrro de sus poemas:

A VECES EL AMOR ES UN PEQUEÑO EXILIO

Yo te esperé de madrugada solo.
Me había acostumbrado a volver lentamente
a casa, cada día, a una hora de la tarde,
mirando hacia la hierba, ayudando, de vez
en vez, a las hormigas con ramas que los pájaros
traían en los picos. Deshojaba una agenda
como quien se pregunta si vendrá o no vendrá.
Y estarías en vete a saber dónde,
feliz por no quererme —y es justo y es mi costumbre—,
con una ciudad de hombres solos a tu espera.
Así que volví a casa.
Con mi bastón de joven peregrino
marqué sobre las sendas de regreso
tres huellas como el Espíritu Santo.
Una espiga me entró en el calcetín,
la ignoré hasta que me hizo daño, hasta
que me evocó a nosotros.
Sin querer, acabé donde quería.
Para que mis zapatos anunciaran mi vuelta,
en pocas horas di varios paseos.
Erguí la espalda para camuflar
mi perfil de hombre que regresa tarde.
Y pregunté por Juan, Álvaro, Serge,
pregunté por amigos de mi vida.
Antes de irme, les dije: Mañana nos veremos,
como fray Luis, y espero no escucharos
—con el moho en la lengua, con la alegría gris
de la edad en los ojos, susurrándoos para
no despertar recuerdos—: «No está, falta Guillermo.»
Y hoy dejo tu abandono y no encuentro mi nombre
en los murmullos: Llega sucio porque cayó
en un abrazo por su viaje de indeciso. 
Le besaron con calma y limpiaron el polvo
del camino de vuelta con los labios resecos.
Tampoco me encontré con mi buena amiga.
Se entregó como lluvia de agosto a mi pasado; 
y sé que me esperó y no la tuve en cuenta.
Por fin, entré a mi casa.
El bedel se asomó sobre el periódico
como insinuando: Qué importa volver
de tu destierro si ya no queda nadie que te quiso. 

Guillermo Marco Remón

También, la mayoría de los versos de este poema se alejan del verso libre y se apoyan en un ritmo de endecasílabos y alejandrinos.

Respecto a los contenidos de los poemas, a lo que se quiere expresar en los textos, creo que es algo muy personal entre el lector y el autor. Os dejo unos comentarios suyos sobre la poesía y su poética:

«La poesía ofrece, sobre todo, frente a otros géneros, síntesis, y, de manera más general, una forma de enriquecimiento de la percepción del mundo. La naturaleza del lenguaje poético radica en lo que las ciencias cognitivas llaman pensamiento transductivo. La transducción es, a diferencia de la inducción o la deducción, el tipo de razonamiento con el que aprendemos yendo de lo particular a lo particular. Hay asuntos humanos cuya complejidad es tal que desconocemos las propiedades y procedimientos que los gobiernan; sin embargo, el lenguaje poético nos permite entenderlos un poco mejor: así nos ocurre con el amor, el dolor, la relación con nuestros padres o amigos, la inexplicable emoción de recostarnos en el campo un día soleado...». 

«Me interesa explorar ese efecto que produce un poema cuando hay un cruce de inteligencia, sensibilidad y asimilación de una tradición. La inteligencia se aplica en expresarse de manera sencilla y en elegir los materiales que son susceptibles de formar parte del texto, la sensibilidad en reparar en esos materiales, y la tradición es una herramienta para trabajarlos. Cuando este cruce se realiza en un momento histórico nuevo, termina apareciendo la necesidad de renovación, entendida como una modificación de los medios de expresión para conseguir tu propósito con el poema, no como un fin en sí mismo ».

Como lo mejor para conocer una obra es acudir a las fuentes, aquí tenéis el único libro que de momento ha publicado "Otras nubes". No hay mucho más en las redes de este joven poeta, habrá que esperar sus próximos pasos para saber si se consolida como poeta o sigue por otros derroteros.













Y aquí tenéis al poeta recitando "La historia es injusta repartiendo eternidades"