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viernes, 20 de febrero de 2015

Miquel Costa i Llobera. El pino de Formentor

Miquel Costa i Llobera (Pollença, 1854 - Palma de Mallorca, 1922) sacerdote y poeta que escribió en catalán, y también publicó en español y en latín. De su poema más conocido El pino de Formentor , en una península con agrestes acantilados situada en el extremo de la costa norte de Mallorca, hizo numerosas versiones. Ésta es la que publicó en castellano en su libro Líricas y hunde sus raíces en la tradición clásica.



EL PINO DE FORMENTOR (Electus ut cedri)

Hay en mi tierra un árbol que el corazón venera:
de cedro es su ramaje, de césped su verdor;
anida entre sus hojas perenne primavera,
y arrastra los turbiones que azotan la ribera,
añoso luchador.

No asoma por sus ramas la flor enamorada,
no va la fuentecilla sus plantas a besar;
mas báñase en aromas su frente consagrada,
y tiene por terreno la costa acantilada,
por fuente el hondo mar.

Al ver sobre las olas rayar la luz divina,
no escucha débil trino que al hombre da placer;
el grito oye salvaje del águila marina,
o siente el ala enorme que el vendaval domina
su copa estremecer.

Del limo de la tierra no toma vil sustento;
retuerce sus raíces en duro peñascal.
Bebe rocío y lluvias, radiosa luz y viento;
y cual viejo profeta recibe el alimento
de efluvio celestial.

¡Árbol sublime! Enseña de vida que adivino,
la inmensidad augusta domina por doquier.
Si dura le es la tierra, celeste su destino
le encanta, y aun le sirven el trueno y torbellino
de gloria y de placer.

¡Oh! sí: que cuando libres asaltan la ribera
los vientos y las olas con hórrido fragor,
entonces ríe y canta con la borrasca fiera,
y sobre rotas nubes la augusta cabellera
sacude triunfador.

¡Árbol, tu suerte envidio! Sobre la tierra impura
de un ideal sagrado la cifra en ti he de ver.
Luchar, vencer constante, mirar desde la altura,
vivir y alimentarse de cielo y de luz pura...
¡Oh vida, oh noble ser!

¡Arriba, oh alma fuerte! Desdeña el lodo inmundo,
y en las austeras cumbres arraiga con afán.
Verás al pie estrellarse las olas de este mundo,
y libres como alciones sobre ese mar profundo
tus cantos volarán.


Miquel Costa i Llobera (Líricas 1899)


Por si queréis un buen análisis de la obra y comparar la versión catalana con la castellana os enlazo el trabajo: La tradición clásica y bíblica en “El Pi de Formentor” de Rafael Ramis Barceló.

Aquí tenéis un vídeo de la versión catalana del poema cantada por María del Mar Bonet 


viernes, 13 de febrero de 2015

León Felipe

León Felipe (Tábara, Zamora 1884 - Ciudad de México 1968) otro de nuestros grandes poetas del pasado siglo. Dice Luis Alberto de Cuenca que le gusta el viento heroico e irreal que sopla en sus poemas, arrancándolos de la atmósfera cotidiana que parece reinar en ellosHe escogido un largo y conocido poema, que me gusta mucho y que en parte es un autorretrato. Si queréis leer más de su obra, os dirijo a la antología recopilada en A media voz




















¡QUÉ LÁSTIMA!

¡Qué lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan!
¡Qué lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.
¡Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
¡Qué lástima
que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
(que me contaran
viejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lástima
que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra en el puño de la espada!
Y, ¡qué lástima
que yo no tenga siquiera una espada!
Porque..., ¿qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!

Sin embargo...  en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa
en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala
muy amplia
y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.
Tiene una luz muy clara
esta sala
tan amplia
y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana
vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente a través de la ventana.
Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
¡Qué gracia
tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama ¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para
en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.
Y en una tarde muy clara,
por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja
muy blanca...
En una caja
muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella caja
tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por el cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!


León Felipe (Felipe Camino Galicia de la Rosa)


Aquí tenéis a Paco Rabal recitándo magníficamente el poema en este vídeo:  https://www.youtube.com/watch?v=jNz9qfq1L6U .


Por último, como siempre, os recomiendo acudir a la obra escrita en papel, porque no todo tiene que ser digital y un libro en las manos es una buena compañía. Por ejemplo, esta Antología poética suya publicada por Alianza Editorial. 


sábado, 27 de diciembre de 2014

Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges (Buenos Aires 1899, Ginebra 1986) se sentía ante todo poeta, aunque haya sido reconocido más por su obra en otros géneros como el cuento o el ensayo breve, cosa que siempre le dolió.


Os recuerdo un poema, Fin de año, de su libro Fervor de Buenos Aires (1923).

FINAL DE AÑO

Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil.

Jorge Luis Borges.

Otro poema, este de su época de madurez, de los dos que dedicó al Ajedrez.

AJEDREZ II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo blanco y negro del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?

Jorge Luis Borges.

En este audio podéis escucharlo recitando su Poema de los dones




En A media voz hay una selección de sus poemas y por si queréis profundizar en su obra poética os dejo un enlace a un magnífico ensayo de David Viñas: Recorrido fugaz por la poesía de Borges, que de fugaz sólo tiene el título. Y aquí tenéis un completo artículo de Luciano Sáliche 120 años de Borges: 20 datos clave de su vida y de su obra.

sábado, 30 de agosto de 2014

Alfonsina Storni

Alfonsina Storni (Sala Capriasca, Suiza, 1892 - Mar del Plata, Argentina, 1938) es una de las poetas más populares latinoamericanas de las primeras décadas del pasado siglo, pero creo que en España no es suficientemente conocida ni valorada. Su obra inicialmente tiene influjos modernistas y luego evolucionó hacia una poesía de tono algo más hermético. 


LA CARICIA PERDIDA

Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida, ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.

Si no ves esa mano, ni la boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida ¿me reconocerás?

Languidez (1920). Alfonsina Storni


HUMILDAD

Yo he sido aquella que paseó orgullosa
el oro falso de unas cuantas rimas
sobre su espalda, y se creyó gloriosa,
de cosechas opimas.

Ten paciencia, mujer que eres oscura:
Algún día, la Forma Destructora
que todo lo devora,
borrará mi figura.

Se bajará a mis libros, ya amarillos,
y alzándola en sus dedos, los carrillos
ligeramente inflados, con un modo

De gran señor a quien lo aburre todo,
de un cansado soplido
me aventará al olvido.

Ocre (1925). Alfonsina Storni 


En este vídeo podréis ver y escuchar a Imanol (que musicó varios poemas suyos) acompañado por Amaya cantando su Al oído


Como buena Antología de sus poemas os recomiendo la publicada por Hiperión, seleccionada por Jesús Munárriz, y la de la colección de poesía de El País. En el Centro virtual Cervantes encontraréis amplia información sobre su biografía, bibliografia, ensayos sobre su obra y una selección de sus poemas. También hay una antología de sus poemas en A media voz




viernes, 8 de agosto de 2014

Miguel de Unamuno. Sonetos

Miguel de Unamuno y Jugo (Bilbao 1864 - Salamanca 1936) es más conocido como novelista y ensayista que como poeta; sin embargo, tiene una profunda e incansable obra en verso en en busca de reflexiones existenciales. Como muestra, el último soneto que escribió 3 días antes de morir, cuando estaba en arresto domiciliario por el incidente ocurrido dos meses antes, siendo rector de la Universidad de Salamanca, con el militar fascista Millán Astray.


MORIR SOÑANDO

Morir soñando, sí, mas si se sueña
morir, la muerte es sueño; una ventana
hacia el vacío; no soñar; nirvana;
del tiempo al fin la eternidad se adueña.

Vivir el día de hoy bajo la enseña
del ayer deshaciéndose en mañana;
vivir encadenado a la desgana
¿es acaso vivir? ¿y esto qué enseña?

¿Soñar la muerte no es matar el sueño?
¿Vivir el sueño no es matar la vida?
¿A qué poner en ello tanto empeño?:

¿aprender lo que al punto al fin se olvida
escudriñando el implacable ceño
-cielo desierto- del eterno Dueño?

Miguel de Unamuno. 28.12.1936


Unamuno tenía una particular forma de entender la religiosidad y el siguiente soneto da bastantes pistas. También podemos apreciar los múltiples encabalgamientos que utiliza para intentar romper el sonsonete de la rima.


LA ORACIÓN DEL ATEO

Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,
y en tu nada recoge estas mis quejas,
Tú que a los pobres hombres nunca dejas
sin consuelo de engaño. No resistes

a nuestro ruego y nuestro anhelo vistes.
Cuando Tú de mi mente más te alejas,
más recuerdo las plácidas consejas
con que mi ama endulzome noches tristes.

¡Qué grande eres, mi Dios! Eres tan grande
que no eres sino Idea; es muy angosta
la realidad por mucho que se expande

para abarcarte. Sufro yo a tu costa,
Dios no existente, pues si Tú existieras
existiría yo también de veras.

Miguel de Unamuno.


En el portal A media voz encontraréis una Antología de su obra. Si os interesan datos generales os dirijo a su página en wikipedia.


Tradicionalmente, no se ha adscrito a Unamuno a las corrientes poéticas de la época, considerándolo más un “poeta de ideas”, pero en este interesante análisis de Mª Pilar Celma, se le cataloga como poeta modernista simbolista.



Adenda de diciembre de 2019: A mí me gusta la poesía de Unamuno, aunque si tengo que escoger prefiero sus novelas. Sé que él tuvo mucho interés en sus poemas en cuyos textos reflexiona en profundidad sobre su dudas existenciales y sus conceptos éticos, pero quizá le falta cuidar un poco más la forma o sea la estética. Este en un soneto que le acabo de dedicar en un homenaje colectivo:


A MIGUEL DE UNAMUNO, SU ÉTICA Y ESTÉTICA

Miguel atormentado, cuántas veces
cuestionas a tu Dios en tus poemas,
no sé si en busca de ángeles o jueces,
encuentras soluciones o problemas.

Razón te doy, la poesía es ética
indagación, tormento y reflexión,
pero no debe descuidar la estética,
lo que parece el quid de tu cuestión.

En cambio, en tus novelas, allí sí
has roto moldes viejos, con escritos
de contenido nunca baladí,
que logran superar caducos hitos.

Miguel de ti venero integridad,
porque hasta en tus errores hay verdad.

Ricardo Fernández

sábado, 22 de marzo de 2014

Ruben Darío. Responso a Verlaine

Rubén Darío, poeta nicaragüense (Metapa 1867, León 1916) máximo representante del modernismo y renovador de la poesía  castellana. Cuesta acercarse a su obra en una breve entrada y escojo su Responso a Verlaine, que escribió al poco de su muerte, como ejemplo de su lenguaje poético desbordante con pinceladas musicales, ideográficas y plásticas. La dificultad del texto requiere alguna explicación.



RESPONSO A VERLAINE

Padre y  maestro mágico, liróforo celeste
que al instrumento olímpico y a la siringa agreste
diste tu acento encantador;
¡Panida! Pan tú mismo, que coros condujiste
hacia el propíleo sacro que amaba tu alma triste,
¡al son del sistro y del tambor!

Que tu sepulcro cubra de flores Primavera,
que se humedezca el áspero hocico de la fiera,
de amor, si pasa por allí;
que el fúnebre recinto visite Pan bicorne;
que de sangrientas rosas el fresco abril te adorne
y de claveles de rubí.

Que si posarse quiere sobre la tumba el cuervo,
ahuyenten la negrura del pájaro protervo
el dulce canto de cristal
que Filomela vierta sobre tus tristes huesos,
o la harmonía dulce de risas y de besos
de culto oculto y florestal.

Que púberes canéforas te ofrenden el acanto,
que sobre tu sepulcro no se derrame el llanto,
sino rocío, vino, miel;
que el pámpano allí brote, las flores de Citeres,
y se escuchen vagos suspiros de mujeres
¡bajo un simbólico laurel!

Que si un pastor su pífano bajo el frescor del haya,
en amorosos días, como en Virgilio, ensaya,
tu nombre ponga en la canción;
y  que la virgen náyade, cuando ese nombre escuche,
con ansias y temores entre las linfas luche,
llena de miedo y de pasión.

De noche, en la montaña, en la negra montaña
de las Visiones, pase gigante sombra extraña,
sombra de un sátiro espectral;
que ella al centauro adusto con su grandeza asuste;
de una extra-humana flauta la melodía ajuste
a la harmonía sideral.

Y huya el tropel equino por la montaña vasta;
tu rostro de ultratumba bañe la luna casta
de compasiva y blanca luz;
y el Sátiro contemple, sobre un lejano monte,
una cruz que se eleve cubriendo el horizonte,
¡y un resplandor sobre la cruz!

Ruben Darío. Prosas profanas, 1896  


La musicalidad del texto es desbordante, y la complejidad del lenguaje impactó a los lectores acostumbrados al uso de palabras desgastadas por la utilización cotidiana. Al respecto, se cita chistosamente a quien al llegar a Que púberes canéforas te ofrende el acanto... Exclamó: De todo esto sólo he comprendido una palabra "que". 

Si queréis un análisis profundo del texto os recomiendo el artículo de Alan S. Trueblood "El responso a Verlaine y la elegía pastoral tradicional"  Aunque hay muchos otros artículos críticos sobre este poema y su significado; entre otros citan que además de una ser elegía tiene un alto componente de autorretrato, o tratan de las dos visiones: la epicúrea-apolínea y la simbolista-decadente.

Algunas claves. Pan (bicorne): dios sensual, sátiro, fauno que representa a Verlaine. El cuervo, pájaro protervo: la muerte. Instrumento olímpico, Siringa, Pífano, Flauta: el lenguaje, la pluma del poeta. El pastor y la canción: el poeta y el poema. Canéfora: doncella que lleva ofrendas para los sacrificios.  Filomena: ruiseñor, ya que los dioses la convirtieron en ese pájaro.  La negra montaña: El Parnaso. Citeres: Isla griega entre el Peloponeso y Creta donde apareció Afrodita.  Sobre el significado de la cruz final hay distintas opiniones acerca de la redención del poeta al cristianismo y la inmortalidad o otras leyendas sobre los sátiros atraídos por la nueva fe.

Si queréis repasar la obra de Rubén os recomiendo la Antología poética efectuada por Guillermo de la Torre y publicada por editorial Losada, ordenada no por poemarios sino por temáticas de los poemas, que creo da una visión sistemática y muy coherente de su poética.

Para una visión más completa, en la biblioteca virtual Miguel de Cervantes encontraréis acceso a su obra, ensayos, grabaciones sonoras e imágenes. También en el portal Grandes poetas famosos podéis leer una amplia antología de sus poemas.


Si queréis profundizar en temas de Métrica, siempre presentes en la poesía de Rubén Darío,, podéis consultar mi tratado "Métrica poética del idioma español" que los explica de una forma sencilla, pero rigurosa. Aquí os dejo una sinopsis del libro. Recordad, si sois partidarios del verso libre, que “hasta para saltarse las normas hay que conocerlas previamente, si no queremos que el salto sea al vacío”. Vuestras críticas positivas o negativas serán siempre bien recibidas.





sábado, 11 de enero de 2014

Enrique Díez-Canedo. A media voz.

A Enrique Díez-Canedo (Badajoz, 1879 - Cuernavaca, Méjico, 1944) intelectual, traductor, crítico y diplomático, se le suele catalogar como poeta postmodernista sobre todo en su primera época. Según Federico de Onís responde a un modernismo refrenado que se abre a tendencias reactivas a la propia retórica modernista: la sencillez expresiva, la tradición clásica, el romanticismo, el prosaísmo de lo urbano o la ironía sentimental. Quizá sea mejor dejar etiquetas y teoría, y disfrutar simplemente de su poesía.



















A MEDIA VOZ

Para que suavemente vibren en tus oídos
quiero rimar mis versos con asonancias sordas;
buscar semivelados acordes y pianísimos,
desnudar las ideas, enrarecer las formas;

sutilizarlas tanto que, tenues, las palabras
transparentes se tornen como velos nupciales
si conseguir no pueden la limpidez del agua; 
como el agua, si no pueden ser como aire.

Y entrecortarlas con silencios prolongados
para saborear todo su encanto íntimo:
silencios clamorosos, que serán como espacios
llenos por las miradas de puntos suspensivos.

Así podré quizá decirte mis eternas
ansias de ti, mis hondas ternuras inefables,
sin diluirlas en las palabras pequeñas;
conseguir que a tu alma desde la mía pasen

como pasa esta música de no sé qué piano
que a nosotros, lejana, viene de no sé dónde,
perdida... Nos parece que, oyéndola, escuchamos
el latir del inmenso corazón de la noche...

La sombra del ensueño (1910). Enrique Díez-Cañedo

Tres conocidos poemas suyos . Y si queréis profundizar sobre su obra esta es una tesis doctoral de Elda Pérez Zorrilla . 

sábado, 4 de enero de 2014

Dámaso Alonso


Dámaso Alonso (Madrid, 1898 - 1990), fue crítico literario, antólogo, editor, traductor, filólogo, director de la R.A.E, y uno de los grandes poetas de la generación del 27. Su poesía pervive, lo que es el mejor índice su calidad.


EN LA SOMBRA


Sí: tú me buscas.

A veces en la noche yo te siento a mi lado,
que me acechas,
que me quieres palpar,
y el alma se me agita con el terror y el sueño,
como una cabritilla, amarrada a una estaca,
que ha sentido la onda sigilosa del tigre
y el fallido zarpazo que no incendió la carne,
que se extinguió en el aire oscuro.

Sí: tú me buscas.

Tú me oteas, escucho tu jadear caliente,
tu revolver de bestia que se hiere en los troncos,
siento en la sombra
tu inmensa mole blanca, sin ojos, que voltea
igual que un iceberg que sin rumor se invierte en el
agua salobre.

Sí: me buscas.
Torpemente, furiosamente lleno de amor me buscas.

No me digas que no. No, no me digas
que soy náufrago solo
como esos que de súbito han visto las tinieblas
rasgadas por la brasa de luz de un gran navío,
y el corazón les puja de gozo y de esperanza.
Pero el resuello enorme
pasó, rozó lentísimo, y se alejó en la noche,
indiferente y sordo.

Dime, di que me buscas.
Tengo miedo de ser náufrago solitario,
miedo de que me ignores
como al náufrago ignoran los vientos que le baten,
las nebulosas últimas, que, sin ver, le contemplan.


Dámaso Alonso ©


Dámaso, fue también un buen sonetista y aquí tenéis una muestra:

ORACIÓN POR LA BELLEZA DE UNA MUCHACHA

Tú le diste esa ardiente simetría
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu día;


esos bultos de nieve, que bullía
al soliviar del lino la tersura,
y, prodigios de exacta arquitectura,
dos columnas que cantan tu armonía.


Ay, tú, Señor, le diste esa ladera
que en un álabe dulce se derrama,
miel secreta en el humo entredorado.


¿A qué tu poderosa mano espera?
Mortal belleza eternidad reclama.
¡Dale la eternidad que le has negado!


Dámaso Alonso ©

En esta entrada de Cervantes Virtual encontraréis su biografía y bibliografía, y en A media voz una selección de sus poemas. 

sábado, 7 de diciembre de 2013

Blas de Otero. A la inmensa mayoría

Blas de Otero (Bilbao 1916, Madrid, Mahadahonda, 1979) fue uno de los principales representantes de la poesía existencial y social de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. En esta entrada recordaremos uno de sus poemas A la inmensa mayoría, oiremos a Paco Ibáñez cantando su Pido la paz y la palabra y a Alberti recitándole un poema.


A LA INMENSA MAYORÍA

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.

Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.

Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.

¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.

Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad.  Bilbao, a once
de abril, cincuenta y tantos. Blas de Otero.
Pido la paz y la palabra (1955). Blas de Otero

Los versos endecasílabos de este poema riman alternativamente en asonante en (o-e) y (e-o). La distinta fuerza de las asonancias, desde la "cuasi consonancia" a la "asonancia muy leve", es un tema prácticamente no estudiado en los tratados de métrica. En "Métrica poética del idioma español" analizo este poema y no encuentro ninguna "cuasi consonancia" y solo una "asonancia fuerte" entre "muerto" y "viento", lo que creo que tiene que ver con el cuidado del autor en que el poema fuese de leve asonancia.


En este vídeo podréis escuchar un concierto que ofrecieron en 1992 Paco Ibáñez y Rafael Alberti cantado y recitando a poetas (Lorca, Machado, Rubén Darío, Miguel Hernández, etc.). En en minuto 29:25 Alberti recita su A Blas de Otero y en 30:14 Paco Ibáñez canta Me queda la palabra de Blas de Otero



Como supongo que os sabe a poco, aquí tenéis el enlace a la otra parte de ese memorable concierto (Manrique, Góngora, Quevedo, etc.)



Os dejo con un enlace a Materiales de Literatura, donde encontraéis una antología de Blas de Otero 

sábado, 23 de noviembre de 2013

Julio Herrera y Reissing. Fiat Lux.

Julio Herrera y Reissing (Montevideo 1875 - 1910) un poeta que evolucionó desde el romanticismo a la vanguardia modernista. En el lenguaje de sus sonetos se observa la huella del paso del tiempo, pero eso puede ser un atractivo que nos ayuda a descubrir cómo era esa época y nos permite analizar la buena producción poética de hace un siglo.
















FIAT LUX

Sobre el rojo diván de seda intacta,
con dibujos de exótica gramínea,
jadeaba entre mis brazos tu virgínea
y exangüe humanidad de curva abstracta...

Miró el felino con sinuosa línea
de opalo; y en la noche estupefacta,
desde el jardín, la Venus curvilínea
manifestaba su esbeltez compacta.

Ante el alba, que izó nimbos grosellas,
ajáronse las últimas estrellas...
El Cristo de tu lecho estaba mudo.

Y como un huevo, entre el plumón de armiño
que un cisne fecundara, tu desnudo
seno brotó del virginal corpiño...

Julio Herrera y Reissing

En este enlace del portal A media voz podéis encontrar una selección de sus poemas (sobre todo sonetos).   Si queréis información completa sobre su vida y obras os recomiendo el enlace a su página en Cervantes Virtual y aquí os podréis descargar un facsímil de su libro "La vida y otros poemas" de 1913.


sábado, 28 de septiembre de 2013

Emilio Prados. Posesión luminosa y Canción

Emilio Prados (Málaga 1899, Méjico 1962) es un poeta adscrito a la generación del 27, que comenzó su andadura poética en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Prados participó activamente en las actividades literarias de los años 20 y 30 del pasado siglo y tuvo que exilarse al final de la guerra civil. Pero para presentarlo es mejor dejar que nos hable un poema suyo:







  






POSESIÓN LUMINOSA

Igual que este viento, quiero
figura de mi calor
ser y, despacio, entrar
donde descanse tu cuerpo
del verano; irme acercando
hasta él sin que me vea;
llegar, como un pulso abierto
latiendo en el aire: ser
figura del pensamiento
mío de ti, en su presencia;
abierta carne del viento,
estancia de amor en alma.
Tú -blando marfil de sueño,
nieve de carne, quietud
de palma, luna en silencio-,
sentada, dormida en medio
de tu cuarto. Y yo ir entrando
igual que un agua serena,
inundarte todo el cuerpo
hasta cubrirte y, entero
quedarme ya así por dentro,
como el aire en un farol,
viéndose temblar, luciendo,
brillar en medio de mí,
encendiéndose en mi cuerpo,
iluminando mi carne
toda ya carne de viento.

Emilio Prados. Cuerpo perseguido (1927-8)

Os cuento como llegué a leer este poema. Hojeando el libro de Ángel González El grupo poético del 27 vi que le faltaban unas páginas arrancadas, en la parte dedicada a Prados, esto me intrigó e inquietó porque cuando alguien tiene que robar poemas debe de ser por algo muy importante. El poema que os he reproducido anteriormente es uno de los desaparecidos, los otros los estoy buscando.

En este enlace de Poetas Andaluces tenéis más información del poeta y una antología suya. Y en este otro de Literaria  mucho de la generación del 27.


Y os dejo con una canción del poeta:

No es lo que está roto, no,
el agua que el vaso tiene:
lo que está roto es el vaso
y, el agua, al suelo se vierte.

No es lo que está roto, no
la luz que sujeta al día:
lo que está roto es el tiempo
y en la sombra se desliza.

No es lo que está roto, no
la sangre que te levanta:
lo que está roto es tu cuerpo
y en el sueño te derramas.

No es lo que está roto, no,
la caja del pensamiento:
lo que está roto es la idea
que la lleva a lo soberbio.

No es lo que está roto Dios,
ni el campo que Él ha creado:
lo que está roto es el hombre
que no ve a Dios en su campo.

Emilio Prados

sábado, 25 de mayo de 2013

Pedro Muñoz Seca. La venganza de Don Mendo

Pedro Muñoz Seca (1879-1936), el máximo exponente de la astracanada, que busca la comicidad desfigurando el lenguaje natural y usando el ripio. Su obra más famosa es La venganza de Don Mendo (1918) sátira del teatro histórico modernista, el drama romántico y las comedias de honor. La crítica intelectual le fue adversa, pero no el fervor del público. Esto no es POESÍA con mayúsculas, pero es ocurrente y divertido. Caben muchas cosas bajo el manto poético siempre que no engañen; y esto no engaña a nadie, es puro ripio en busca de la risa y la complicidad de quien lo lee o lo escucha.



















Y para muestra unos botones. El primero de la escena en que Magdalena ya está preparando la encerrona a Mendo que sigue en la higuera:

MENDO:

– El Barón
de Vedia, un aragonés

antipático y zumbón
que está en casa del Marqués
de huésped o de gorrón.
Hablamos... ¿Y vos qué haceis?
Aburrirme... Y el de Vedia
dijo: No os aburriréis;
os propongo, si queréis,
jugar a las siete y media.

MAGDALENA:
– ¿Y por qué marcó esa hora
tan rara? Pudo ser luego...

MENDO:
– Es que tu inocencia ignora
que a más de una hora, señora,
las siete media es un juego.

MAGDALENA:
– ¿Un juego?

MENDO:
– Y un juego vil
que no hay que jugarlo a ciegas,
pues juegas cien veces, mil,
y de las mil, ves febril
que o te pasas o no llegas.
Y el no llegar da dolor,
pues indica que mal tasas
y eres del otro deudor.
Mas ¡ay de ti si te pasas!
¡Si te pasas es peor!



Y este otro de cuando encerrado en el torreón ya está al cabo de la calle de la traición, pero no sabe como compaginar los juramentos que ha efectuado.

MENDO: (D. Mendo alicaidísimo)

– Primero me arranco la vida.
¿Voy a verla! Sí. ¿Qué incoa
mi espíritu? Lo que incoe
ya mi cerebro corroe.
¿Mas qué importa que corroa?
¡Aspid que en mi pecho roe,
prosigue tu insana roa
que aunque soy digno de loa
no he de ser yo quien se loe!
¡Fuerzas, cielos, porque al vella
querré matalla y mordella
y eso sería delatalla!
¡Juro a Dios que he de miralla
y escuchalla sin vendella!
Mas si juré no perdella
también vengarme juré
en la infausta noche aquella.
Y he de vengarme; sí, a fe.
¿Mas qué haré, qué intentaré?
¿Cómo vengarme podré
si lo que juré, sé que
lacra mi boca y la sella?
¡Cómo, ¡ay Dios!, compaginallo
si este desengaño, ¡ah!,
no puede dejarme ya
ni tiempo para pensallo?...
(Saca el puñal, lo besa y lo contempla con arrobo.)


¡Puñal de puño de aluño!...
¡Puñal de bruñido acero,
orgullo del puñalero
que te forjó y te dio bruño!...
Puñal que en mi mano empuño,
en cuyos finos estríes
hay escritas con rubíes
dos frases a cual más bella:
«Si hay que luchar, no te enfríes.
Si hay que matar... descabella.»
Tú con tu lengua me llamas
y deshaces mi congoja,
pues teniendo yo tu hoja
no he de andarme por las ramas.
Penetra, puñal, en mí,
llega pronto al corazón
y a quien te pregunte, di
que a pesar de su traición
adorándola morí. (Ocultando el puñal al ver que se abre la puerta.)
¡Mas ya llegan: maldición!
¡Qué lindo tiempo perdí!


fragmentos de La venganza de Don Mendo, de Pedro Muñoz Seca


Aquí dejo un enlace para descargar el texto completo de la obra ; un video de la representación teatral encabezada por José Sazatornil; y unos extractos de Fernando Fernán Gómez y de Toni Leblanc