Mostrando entradas con la etiqueta Poetas siglo XXI. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Poetas siglo XXI. Mostrar todas las entradas

jueves, 6 de septiembre de 2018

Pura Salceda

Esta entrada ha sido reelaborada en septiembre de 2018. En los inicios de mi blog en 2010 os recomendé este poemario transgresor, Versos de perra negra, de Pura Salceda (Méjico DF, 1961). Como dice Aute en el prólogo: "Qué inmenso placer encontrarse, después de tantísima sequía, con unos poemas de amor en estado de desprejuiciada ebullición, henchidos de poesía, reventando amor sin freno." No sé si será fácil encontrarlo porque se editó en 2005 en la colección Fugger Libros de Sial Ediciones y ya sabéis lo mal que se distribuyen y se mantienen los libros de poesía. Pero años después os lo sigo recomendando porque la buena poesía, como ésta, mejora con el tiempo. 


PRECIPITARSE

Estoy en esa delgada frontera
cuando las manos dibujan
gemidos en el aire
y las palabras que no te digo
se ahogan en las sombras del verano.

Camino hacia ese dulce precipicio
al que me doy
cayendo entre tus dedos y mis sueños
con todos los sentidos al vuelo,
esperándote.

Versos de perra negra
Pura Salceda

Imagen: Roy Stuart


Otro poema de Pura, éste de su serie Versos para ser recitados y tirados. Para ser recitados sí, y si es posible en la voz de Pura, para ser tirados no.

A rodajas
a rodajas
tallaré mi corazón
en rodajas
porque no siente
mi corazón no siente
no
presiente
no
señala nortes
no

a tacos
a taquitos
en juliana
mi corazón vegetal
la sopa de nadie
sin sustancia

objeto inanimado
corazón-objeto de quita y pon
de quita y pon
pon
pon
pon-pon
pon
pon
pon-pon.

Pura Salceda

Imagen: Elle von Unwert


En 2104 le dediqué otra entada en el blog, cuando publicó El amante circunstancial. Y el año pasado publicó su último libro de poemas Un lobo estraño del que os dejo este poema:

Y digo a veces lo que no quiero decir
encadenada a la forma,
al vacío de una incierta belleza
como otra manera de traición.

El Lobo finge que no se da cuenta,
cierra los ojos en nombre de no se sabe qué,
y vuelvo a empezar a oscuras

sacrificando palabras que hablan de ti.

Pura Salceda


Pura Salceda nació en Méjico en 1961, hija de emigrantes gallegos, y vive en Barcelona desde los tres años de edad. Además de ser una buena poetriz (como ella prefiere que la denominen), lo es en tres lenguas (castellano, calalán y gallego). En este enlace a su web podréis encontrar información sobre su obra.

Si queréis leer más poemas suyos, en su blog Sintagma in blue hay una buena muestra. Pero lo mejor es escucharla en la voz de la autora recitando Doma  y Tormento


Este año Pura Salceda acaba de publicar una novela, Alicia en penumbra, que sigue la estela de su primer poemario que os he citado y explica la historia de la Perra Negra y el porqué de sus versos, su origen y significado.





martes, 14 de agosto de 2018

Jorge Drexler

Jorge Drexler (Montevideo, 1964) es un famoso cantautor que nos sirve para mostrar lo cercanas que están poesía y canción, y lo bien que pueden colaborar la letra y la música en la expresión artística. El poema que os copio es la letra de una de sus canciones, está escrito en décimas y tiene una curiosa historia: se lo propuso escribir Joaquín Sabina, cuando Drexler no sabía ni lo que era un décima, y él reconoce que su inexperiencia se nota en la primera estrofa.


MILONGA DEL MORO JUDÍO

Por cada muro un lamento
en Jerusalén la dorada
y mil vidas malgastadas
por cada mandamiento.
Yo soy polvo de tu viento
y aunque sangro de tu herida,
y cada piedra querida
guarda mi amor más profundo,
no hay una piedra en el mundo
que valga lo que una vida.

Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé qué dios es el mío
ni cuáles son mis hermanos.

No hay muerto que no me duela,
no hay un bando ganador,
no hay nada más que dolor
y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela,
no importa el disfraz que viste,
perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.

Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé qué dios es el mío
ni cuáles son mis hermanos.

Y a nadie le di permiso
para matar en mi nombre,
un hombre no es más que un hombre
y si hay dios, así lo quiso.
El mismo suelo que piso
seguirá, yo me habré ido;
rumbo también del olvido,
no hay doctrina que no vaya,
y no hay pueblo que no se haya
creído el pueblo elegido.

Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé qué dios es el mío
ni cuáles son mis hermanos.

Jorge Drexler. Estribillo de Chicho Sánchez Ferlosio.



Y para unir poema, música y voz, aquí tenéis la Milonga del moro judío cantada por Jorge Drexler:



Además, Drexler comenta en este otro interesante vídeo, que os recomiendo, la gestación de esta canción, la importancia de la décima espinela en Latinoamérica y las relaciones entre las músicas y poemas populares del mundo; y al final, también canta la Milonga 



Estas fueron sus primeras décimas y reconoce que la primera tiene unos defectos técnicos, lo que pasa es que al cantarlas puede modular su voz de forma que se corrijan las longitudes versales, que recitadas mostrarían una cierta falta de armonía.

Para los interesados hay dos versos que se salen del metro octosílabo habitual en la décimas o espinelas que inventó Vicente Espinel a finales del XVI. Veamos:

"en Jerusalén la dorada": recitado de corrido sería un verso de nueve sílabas que resultaría poco armónico con los otros. Drexler lo canta con una parada tras "Jerusalén", de esa forma en verso se divide en dos: "en Jesulalén / la dorada" y al ser aguda la palabra "Jerusalén" se prolonga el sonido en una sílaba virtual y resulta un verso de 6+4 sílabas, o sea un decasílabo compuesto bastante armónico con los octosílabos.

"por cada mandamiento": éste es un heptasílabo y Drexler amplía la longitud del verso estirando la "a" de mandamiento, o sea cantando "mandaamiento". Es una solución que un recitador no podría utilizar, pero sí un cantante. De todas formas a mi me gustaría más otra solución como la que he escuchado a algún versionista de la canción: "por cada mal mandamiento" que se justa bien en armonía y contenido al resto de la canción.

En cualquier caso, el autor decide, y si decide mantener lo que escribió sus razones tendrá, porque Drexler es un cantante y un poeta excelente.

sábado, 7 de julio de 2018

Adrià Ibáñez Pelegrí

Adrià Ibáñez Pelegrí (Tremp, Lleida, 2000) es un joven polifacético que escribe poesía y prosa (en castellano y catalán), compone e interpreta sus obras al piano y las ilustra.

A pesar de su juventud tiene numerosos premios literarios. Lo he conocido porque acaba de ganar el XI Concurso de poesía Fundación Jesús Serra con Calendario en la categoría de hasta 18 años. Esta obra constituye un fragmento de un poema en elaboración mucho más largo inspirado en las vivencias de un año.

Habrá que seguir la obra de este artista que demuestra mucha más madurez que la que cabría esperar por su edad.



CALENDARIO

MARZO

La familia bien.
Los amigos muy bien.
Bien también los compañeros y los profesores.
Los enemigos mal, lo cual está bien.
De los amores diremos que progresan adecuadamente.
Los versos, ya lo ves, se cuelgan de donde quieren
y, cuando quieren, brotan, bien según la hora.
El tiempo mal: se engorda y adelgaza con desprecio,
y, cuando menos me lo espero, se me come.
Mal también el sueño: lo poco que duermo es un infierno;
Incluso allí lo malo insiste en perseguirme.
La salud bien. No tengo nada malo dentro,
al menos nada que se pueda ver con aparato.
Nada bien los años. A mis espaldas, recién empezada,
una última oportunidad de juventud amenaza suicidio.
Nada mal Dios. A veces le pido cosas, así por probar.
Le pido que me cambie los males por los bienes
sólo para verme igual de triste, pero al revés.
Llevo bien lo de aceptar lo que está mal,
aunque lo bueno siempre me sabe a poco.
La soledad, mira, no sé. Viene cuando me viene bien
y cuando me viene mal también.
De la muerte ni me hables. Sigue allí, no se ha movido.
Parece que le está bien eso de hacer siempre el mal.
Y la vida, como ves, se me las arregla.
La maldigo y la bendigo a tiempo completo.
De todo, lo mejor que tengo es un lugar donde caerme muerto
y amigos y padres que me lloren.
Lo peor es no tener nada mejor que eso.
[…]

El agua parece ahogarse en ella misma.
Paseo junto al río siguiendo el camino de los juncos.
En la orilla dos amantes se besan entre risas
y juegan con los pies a entrelazarse con la hierba
manchándose los dedos desnudos de verde.
Cada mañana lo mismo, sólo cambian los amantes.
Me cansa verte, amor, con tantas caras diferentes.
[…]

ABRIL

Abril sigue siendo el mes más cruel
aunque ya no engendre ni despierte
lilas y raíces de la tierra muerta.
A la nieve olvidadiza se le antoja recordar
y el invierno ya no abriga, nos entierra
bajo el frío que produce la distancia entre dos cuerpos.
Bajo la lluvia a mediodía te sentía tan mío...
pero las gotas se escurren entre mis manos y el suelo.
No crecerán las ramas de entre estos pétreos desperdicios
pero sí haremos nacer algo entre estos dos cuerpos baldíos. 


Bailar hasta la muerte en la Rusia más antigua
no es la única manera de consagrar la primavera.
Como una bailarina primitiva ante la hoguera
me entrego al sacrosanto rapto cruel y sacrificio
troglodítico suicidio del salvaje en la botella.
Stravinski nunca supo que estaría en mi poema
yo no paro de encontrarme en su festín de viento y cuerda.
En el último redoble del tambor entre la orquesta
consagraremos la locura sobre el reino de esta tierra.
[…]

MAYO

Mayo amanece con una muerte en la familia;
Los que nos quedamos caminamos en silencio
alrededor del cuerpo inerte de la fallecida tía.
Nos toca recoger los momentos que nos deja
y hacer de ellos una fuente en el jardín de la memoria.
Esconderemos su figura entre los pétreos pasadizos
de esta isla atemporal de cipreses y gaviotas
y la cubriremos con cemento, rosas blancas y recuerdos,
no vaya a ser que la descubran, tan llena de vida
entre tanto muerto.
Nos queda su ternura, su elegante forma
de no tener que despedirse, nunca.
[...]

Adrià Ibañez Pelegrí 
©


De momento, Adrià no dispone de un blog o una web donde se muestre el conjunto de su obra artística, ni hay antologías de sus poemas en las redes, pero si tiene unos archivos de sonido en YouTube donde adelanta algo se su obra musical Frente al acantilado, como éste que denomina "El observatorio"



Creo que Adrià tiene un prometedor futuro artístico que habrá que ir siguiendo para ver por qué caminos concretos se desarrolla, pero sea por los que sea tiene calidad y madurez suficientes para desarrollar una consistente obra artística.

martes, 1 de mayo de 2018

Andrés Catalán (act. II-22)

Andrés Catalán (Salamanca, 1983), además de poeta, es filólogo, traductor y crítico literario. Ha publicado los libros de poemas: Composiciones de lugar (2010), Mantener la cadena del frío (2012) en coautoría con Ben Clark y Ahora solo bebo té (2013) y el pasado año Variaciones romanas (2021). Además, ha traducido a muchos autores de poesía. Comienzo con un poema donde se recrea en la visión de una taza:




ANÉCDOTA DE LA TAZA (A la manera de W.S)

En la mesa la puse, un fuselaje
de cerámica y bordes. Piel de nada.
El agua circular ya no, ya no la espera
a que se enfríe un poco, a que la boca
la toque sin sufrir, a que el sabor
despierte en la pupila claridad o señuelo.
No la rodea más que la madera
de la mesa. Nada le dice al cuarto
pero de alguna forma —a pesar de lo rojo
tan escueto, del sencillo motivo
que la adorna— algo de lo que calla
me parece escritura
del azar de los dioses que nunca escriben nada.

Andrés Catalán. Ahora sólo bebo té (2013)


Aquí tenéis una reseña de este libro escrita por Carlos Alcorta. Respecto al poema, y como en otros que he leído del autor, observo un ritmo métrico subyacente a veces disimulado por el corte en versos. Al final de la entrada os hago un pequeño análisis métrico.

Este otro poema lo he obtenido de la web "La nube habitada" donde se recogen 9 poemas sobre pintura del autor. La écfrasis (descripción de un objeto artístico) es algo que me me interesa mucho en la poesía y en este género tengo un poemario mío "De museos por Madrid"


















GRAN VÍA, 1974-1981
(de Antonio López)

Indiferente al lienzo, la luz que busca
no acaba de acudir esta mañana.

Tiene veinte minutos. Después
un tono diferente tomará
el baile de los grises, las aceras,
el juego de fachadas. La distancia.

Es paciente.
Ha dispuesto su lienzo en la mediana.
Algunos coches pasan.
Es temprano.
Enciende un cigarrillo. Comprueba
de nuevo la textura, lo aceitoso
del óleo en la paleta.

La noche que se arrastra va dejando
los colores. Quitando sus andamios,
dejando que la luz
descifre los perfiles, inunde la distancia
y sus huecos de humo y de carteles.

Un guardia pasa.
El silencio lo rompe una sirena.

Andrés Catalán. De Composiciones de lugar (2010)

No he encontrado ninguna antología del autor en la red que os pueda enlazar, salvo esta de "Círculo de poesía" con varios poemas. Aquí os cuelgo un vídeo donde recita unos poemas.



Aquí tenéis mi Análisis métrico de "Anéctota de la taza". Como prueba, he cortado los versos de otra forma que el autor, eliminando los encabalgamientos que ocultaban la estructura rítmica y dificultaban que las paradas versales se correspondiesen con las sintácticas.

En la mesa la puse,                                      7
un fuselaje de cerámica y bordes.                  5 + 7
Piel de nada.                                                4 
El agua circular ya no,                                  9(2,6,8)
ya no la espera a que se enfríe un poco,         5 + 7
a que la boca la toque sin sufrir,                    5 + 7
a que el sabor                                              5
despierte en la pupila claridad o señuelo.        7 + 7
No la rodea más                                           7
que la madera de la mesa.                            9(4,8)
Nada le dice al cuarto                                   7
pero de alguna forma                                   7
—a pesar de lo rojo tan escueto,                   11(3,6,10)
del sencillo motivo que la adorna—               11(3,6,10) 
algo de lo que calla me parece escritura                 7 + 7
del azar de los dioses que nunca escriben nada.      7 + 7

A esta estructura la denomino "silva blanca de impares". Silva de impares: porque los versos o sus hemistiquios son de distintas longitudes, pero impares que armonizan bien entre sí (el 3º es de 4 sílabas, pero por ser corto armoniza con los impares). Blanca: porque no tiene rima ni asonancias entre sus versos (este poema tiene una asonancia al final entre "forma" y "adorna"). 

Esta estructura, que no es versolibre, es muy utilizada por los poetas que quieren mantener el ritmo de sus versos, pero sin sujetarse a métricas con rima o con longitudes versales iguales que pueden llegar a encorsetar el poema. 

La métrica no es matemática, y son posibles otros análisis, pero creo que así se muestra mejor la real estructura acentual que soporta el poema y es más fácil recitarlo. No sé por qué el poeta ha preferido ocultar la estructura mediante con otro corte de versos, con algunos encabalgamientos abruptos difíciles de recitar. Se lo tendríamos que preguntar y posiblemente habrá tenido sus razones, que espero que sean otras que las de ocultar una estructura métrica, por aquello de las modas.

Me gusta este poema y por ello he efectuado este análisis métrico. Si este post llega al autor querría conocer su opinión, y también la vuestra, porque siempre se aprende de la controversia. Si estáis interesados en profundizar un poco en temas métricos os dirijo a mi tratado Métrica poética del idioma español que está disponible con un clic en Amazon



Adenda de febrero de 2022: Andrés Catalán ha publicado en 2021 otro libro suyo de poesía "Variaciones romanas". Aquí tenenéis uno de sus poemas.


Abraza el aire limpio como un pino de Roma:
con dedos o con vidrios. Igual que un mirlo
no vuelve más azul de los cielos, tampoco
somos nosotros dioses en miniatura.

Nuestra felicidad es nuestra insignificancia.
La distancia, la altura, desdeña los hemistiquios
de la piel. El cuerpo es un espacio invertido, por mucho
que pedalees no importa. Es la misma razón

de nuestra infelicidad. Mejor desabrocharse
la camisa, apoyarse en la sombra de un pórtico,
posar un antebrazo contra la piedra fría, mirar
cómo va hundiéndose el sol tras los jardines, cómo

el agua –que agasajó otros huesos– se vierte
desde bocas de herrumbre, un bostezo de cráneos
que arregaza a las piérides, a la ninfa que insiste
en hacer de un labio un filo de verdín en el mármol.

Andrés Catalán. Variaciones romanas (2021)


No entiendo el morivo del corte de muchos de los versos de este poema. Para mí hay dos opciones: o cortar los versos de forma que se mantenga un ritmo métrico entre ellos o escribir un verso libre de ritmos métricos (sustentado por imágenes poéticas) que se corte por motivos sintácticos que faciliten una parada fónica. Creo que el texto anterior quedaría mucho mejor escrito en prosa, que con esos ficticios cortes versales. Esta es mi opinión, pero estoy abierto a dialogar con vosotros sobre otras formas de verlo. 



martes, 20 de marzo de 2018

Ana Gorría

He descubierto a Ana Gorría (Barcelona, 1979) en la antología de Luis Antonio de Villena de la generación poética del 2000 "La inteligencia y el hacha". Sus libros publicados son: Clepsidra (2004), Araña (2005), El presente desnudo (2011), La soledad de las formas (2013) y Nostalgia de la acción (2016). De lo poco que he sabido encontrar, me han gustado sobre todo los poemas de Araña, tendré que investigar más.


ARIADNA OLVIDA EL MAR

El rostro reclinó. Desde la orilla
todo era paz. Olor. Inmensidades.
Verdades concedidas al espacio,
suavemente oscilando entre las ramas.
Aspiró el aire frío que se abría
como un sol de papel en los pulmones.
Saber del mar su luz, su pasadizo.
Atrás dejar la sal. Volver a casa.


Ana Gorría. Araña. (2005)


CRISTALES

Oscurece. El cielo está temblando
en sus añicos como una barca rota.

Carne y silencio. La roca en el pantano.
La mano que se aleja.

Vibrando, las estrellas acarician el suelo
con su lengua de sábana o asfixia.

La fiebre es el incendio que naufraga
debajo de las puertas.

Ana Gorría. Araña. (2005)

Dos poemas en los que nos deja potentes imágenes, dentro de unos versos con una estructura rítmica que no pesa sino que eleva las palabras. 


Es difícil encontrar en la red antologías de sus poemas. Os dejo algunas: en Google con su nombre Ana Gorría y el de Las razones del aviador





Adenda de diciembre 2021: en 2018 la autora publicó una recopilación "De la supervivencia. Poemas 2006-2016" que es la última obra que le conocemos. Aquí la tenéis disponible



lunes, 19 de febrero de 2018

Constantino Molina

Constantino Molina (Albacete, 1985) consiguió en 2016 el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Poesía Joven por Las ramas del azar que ya había ganado en 2014 el Premio Adonais. Ello ya es suficiente presentación para que indaguemos en la poética de este autor, que tambien ha publicado otro poemario: Silbando un eco extraño. Os dejo un poema de cada uno de estos dos libros.


MONEDA AL AIRE
Mientras se lanza y gira
al aire la moneda,
de mis manos, la suerte
cargada de palabras,
ya ha partido al humilde
encuentro con las cosas:
Si pronuncio la lluvia, lloverá.
Si digo sur, vendrá la calidez.
Y, si mantengo oculta
la palabra final entre mis labios,
es para que te acerques
a recogerla entre los tuyos.
Créeme cuando digo que en tus ojos
aúlla la belleza de este mundo,
que el afán que sostiene
nuestra simple existencia
brillará más sincero
si obedece a un lenguaje
hecho de voluntad.
Porque, antes de caer,
las dos caras que giran en el aire
serán ya nuestras.


Las ramas del azar (2014). Constantino Molina

TAMBIÉN ACANTILADOS

No siempre acaba el mar
en apacibles playas arenosas.
También acantilados
delimitan las líneas de la costa.
No siempre
el que contempla el mar
obedece al sereno pensamiento
de la docilidad y de la mansedumbre.
Ya que también el vértigo
entiende de placeres y armonías.

Silbando un eco extraño (2016). Constantino Molina

No es fácil encontrar poemas en la red de este autor, aquí tenéis tres más en la revista Fronterad y otros tres publicados por Anton Castro. Y esta es un reseña de sus libros publicada en ABC por Andrés García Cerdán.


Adenda de septiembre 2021: Constantino Molina ha publicado a fines de 2020 otro libro de poemas, Cingla. Aquí os dejo un enlace a una reseña y cinco poemas del libro.

Pero, como siempre lo mejor es acudir a las fuentes, o sea a los libros del poeta. Aquí os dejo sus carátulas

.























martes, 26 de diciembre de 2017

Víctor Peña Dacosta (act. VII-21)

(entrada act. en VII-21) Víctor Peña Dacosta (Plasencia, 1985). Es Filológo y profesor de lengua y literatura española. En 2014 publicó su primer libro de poemas, La huida hacia delante, en 2016 el segundo, Diario de un puretas recién casado y el 2019 el tercero Obsolescencia programadaLeamos un poema de cada uno de esos dos libros de este joven poeta, que algunos clasifican entre los más prometedores del panorama poético español. 



LO PEOR DE TODO

pudo ser un amor del montón,
pero todo el montón era mío.

Sr. Chinarro
Lo peor no ha sido que te marcharas
como te fuiste (y los dos sabemos
que te fuiste de muy malas maneras),
ni que te marcharas cuando te fuiste
(y sabes que no pudo haber momento más inoportuno),
sino que, vengas cuando vengas
vengas como vengas, y lo hagas
cuantas veces estimes oportuno
regodearte con mi amor pazguato,
yo seguiré esperándote de brazos
y pecho abiertos, abjurando
de partículas interrogativas
y pretéritos que no pueden
entender, imbéciles, que has vuelto,
que al fin has vuelto y que esta vez
quizá sea para siempre.

Víctor Peña Dacosta. La huida hacia delante


GARCIA CASADO
                                               A Pablo García Casado

Soy un García casado de la vida.

Un hombre cualquiera, como tantísimos,
en una relación hetero sin aspavientos,
que arrastra su apellido y lo prolonga
más allá de lo estrictamente necesario.

Soy el terror de los buffets libres.

El que se queda callado en la sala de espera
cuando la enfermera repite su nombre.

Un godot que manda un whatsapp avisando
de que no le esperen si llega tarde.

Aunque no me llame así y otros
sean mi nombre y apellidos,
soy Fulano de Tal, j´est un autre,
un número impar emparejado, otra
cifra móvil motivo de disputa
entre políticos y sindicatos.

Soy el vecino de un quinto que delega
su voto en el presidente del bloque.
Alguien que espera que pasen las firmas
sin intervenir ni escuchar en los claustros.

Barrilete tragicómico, dime:
¿de qué planeta te caíste?

El que siempre da dinero a los mendigos
por miedo a encontrarse un día pidiendo
y que, por motivos parecidos, nunca protesta
demasiado a los camellos. Un afiliado
al escepticismo que a veces rompe
el carné en arrebatos de esperanza.

Soy otro García cansado de la vida
que paga una cuota fija de pretéritos
y otra variable de futuros simulados.

Un viejoven que remulga, otro
puñado añadido a la olla a tiempo
de estropear la sobremesa familiar
de un domingo cualquiera y piscinero.

Seré padre algún día mientras tanto
soy un hijo de puta moderado.

Víctor Peña Dacosta. Diario de un puretas recien casado.


AUTORRETRATO

Tengo 1400 seguidores
en Instagram, 1214
en Twitter, 3813
amigos en Facebook y nadie
que me acompañe esta madrugada
a lanzar ebrio por las calles
absurdas proclamas trasnochadas
o a gritar que todavía te quiero.

Víctor Peña Dacosta. Obsolescencia programada.


Como habréis leído, un poeta con textos que no nos dejan indiferentes y con un ritmo poético muy personal que podríamos calificar como semi-libre, ya que subyacen estructuras métricas basadas sobre todo en el endecasílabo (bastantes con acento en 5ª o 7ª) y el eneasílabo, pero mezclados con otros de distintas armonías. El conjunto creo que es atractivo y con un ritmo que no se enfrenta con sus textos. Un ejemplo de unos de los caminos que puede tomar la poesía en nuestros tiempos.

Os dejo un amplio comentario a la Huida hacia delante que efectúa David Pérez Vega. Y una reseña de Obsolescencia programada de Manu López Marañón. Y este es el blog del autor Arrebatos alíricos, donde podréis leer sus preferencias poético literarias. Habrá que ir siguiendo la evolución de este poeta dentro de esta nueva poesía del siglo XXI que busca la renovación, pero no puede olvidar a la tradición.




domingo, 22 de octubre de 2017

Rodrigo Olay

He descubierto a Rodrigo Olay (Noreña, Asturias, 1989) en la Antología de la joven poesía española "Nacer en otro tiempo". Es un poeta joven con dos libros publicados y recorrido futuro delante que habrá que ir siguiendo. Una característica interesante es que además de poemas blancos o libres, le he encontrado unos cuantos sonetos y poesía rimada entre sus poemas. Yo suelo decir que hay que conocer las normas para romperlas y que por tanto un poeta debe escribir un buen soneto antes de lanzarse al verso aparentemente libre. Aquí tenéis uno de Olay de su primer libro "Cerrar los ojos para verte"


UN DORADO TEMBLOR

En la orilla, ante ti, se postra el mar
mientras vuelves despacio. En tu piel grita
un perlado sabor que exacto excita
el rítmico dolor de ver andar

tus músculos precisos. Arde, tenso,
tu bañador finísimo, mojado.
Como un sueño, te tumbas a mi lado
esperando con ímpetu el intenso

momento en que la playa vaya lenta-
mente entonces quedándose vacía
y un dorado temblor de arena y viento

esconda en su calor la geometría
secreta de la música violenta
de un cuerpo de dos cuerpos sin aliento.

Rodrigo Olay (de "Cerrar los ojos para verte")

Un buen soneto que permite superar la prueba para lanzarse a otras aventuras poéticas. Aquí os dejo otro poema de Rodrigo Olay, cuyo título ya lo define.


POÉTICA

El programa es sencillo
y a la vez exigente.
Tanto, incluso,
que solo a algunos pocos les será
dado alcanzar cumplirlo
un puñado de veces en una vida entera.

Para muchos será imposible, a secas.

Yo no sé si lo habré logrado aún
ni si lo haré algún día.

Se trata de poder reconocer
cómo cada poema que en ti ocurra
merece o no merece ser escrito.
La regla es infalible, pero cruel.

Un poema es un poema
si puede acompañar  –si recordarse–
a quien sabe que ya es breve su tiempo.

Si pudieran tus versos ser los últimos.

Rodrigo Olay 

Y por último otro poema de su segundo libro

NEPHENTES

En la Odisea, Homero nos descubre
la imprevista existencia de una planta
que en las manos precisas es capaz
de dar un jugo antiguo con que puede
adormecerse la melancolía.
Es la planta Nephentes. El olvido
cuya infusión bebía cada luna
Helena, la de los hermosos pechos,
herida de nostalgia para siempre.
Dónde estará esta noche ese licor.

Rodrigo Olay (de "La Víspera")



A través de este enlace podréis descargaros su primer poemario entero "Cerrar los ojos para verte" y acceder a 8 poemas del segundo "La víspera". También os dejo dos reseñas sobre ese segundo libro, una de Martín López-Vega y otra de José Luis García Martín.

Aquí tenéis acceso a la compra de "La víspera"  y a esa antología Nacer en otro tiempo que me ha permitido descubrir a unos cuantos poetas jóvenes.














Comentarios al soneto "Un dorado temblor"

La 
realización de esta entrada me ha permitido mantener una breve correspondencia con el autor sobre dos pequeños aspectos de este soneto.

El primero es un tema fónico métrico. En mi criterio en el 2º verso, si se quiere recitar manteniendo el sentido del texto, el punto y seguido rompe la sinalefa. Eso no es grave, y se nota poco, ya que el verso se convierte en un dodecasílabo 7+5 que es armónico con el resto de endecas. El autor, como muchos tratadistas, opina que no se rompe la sinalefa y "...despacio. En tu piel..." puede recitarse uniendo las sílabas "des-pa-cioEn-tu-piel".

Este tema, de si se puede mantener la sinalefa cuando hay un signo de puntuación intermedio, creo que está poco desarrollado en los manuales de métrica y que depende de si ese signo de puntuación obliga a una pausa, o no, para mantener el sentido del texto. En mi tratado "Métrica poética del español" trato este asunto con más profundidad.

El segundo aspecto es sobre el adverbio "entonces" del verso 10º. A mí me parecía mal situado o innecesario, y colocado para cuadrar métrica y rima, ya que está pospuesto a otro adverbio "lentamente" y en mi criterio el orden lógico sería el contrario "entonces, lentamente". Otra posibilidad sería suprimir el "entonces" y para cuadrar la métrica sustituirlo por un "por fin," que añadiría cierta impaciencia lógica por estar solos en la playa.

El autor me indica que: buscaba subrayar la homofonía derivada de la aparición de la vocal e y de consonantes dentales y nasales, siempre postnucleares estas últimas: "meNTe eNToNces queDáNDose" (y "momeNTo" y "leNTa" en el verso anterior; vieNTo en el siguiente). Es cierto lo que dice, ya que se crea una aliteración que da una música especial a esos versos. Como un poema es la suma de contenido y continente, y los poetas disponemos de unas cuantas licencias, lo dejo a vuestro criterio como receptores de la obra. 

Como ya he indicado al inicio, estos dos temas son de pequeña importancia, y sólo los indico aquí para que los interesados en profundizar podáis reflexionar sobre ellos.


Adenda de marzo de 2021

Rodrigo Olay ha publicado el pasado año su tercer libro de poemas "Saltar la hoguera". Aquí tenéis una reseña del mismo y uno de sus poemas:

QUE EL VIENTO SOPLE SIEMPRE A NUESTRA ESPALDA

Aunque duela la noche, aunque estés lejos,
aunque fuera que sí lo que temía,
aunque qué pronto nos haremos viejos,
            que dure la alegría.

Aunque el adiós le ponga sitio al hoy,
aunque estemos más solos cada día,
aunque dude quién soy y a dónde voy,
           que dure la alegría.

Aunque olvidemos dónde regresar,
aunque me lama la melancolía,
aunque nos quede tanto que llorar,
           que dure la alegría.

Porque si estoy contigo, sigo vivo,
porque puedo querer lo que quería,
porque no importa nada lo que escribo,
           que dure esta alegría.

Rodrigo Olay (de Saltar la hoguera)