Entrada reelaborada en abril de 2019, cinco años después de la muerte de Adolfo Suárez y en plena precampaña electoral.
Cuando murió Suárez, todo fueron alabanzas, suerte que tenemos memoria histórica para recordar lo que hacían esos loadores en tiempos del gobierno de Suárez, personaje al que admiro (con sus luces y sus sombras) porque en buena parte gracias a él la transición política fue pacífica, y hoy en democracia podemos intentar cambiar las cosas, aunque el espectáculo que están dando los políticos en lamentable.
Cuando murió Suárez, todo fueron alabanzas, suerte que tenemos memoria histórica para recordar lo que hacían esos loadores en tiempos del gobierno de Suárez, personaje al que admiro (con sus luces y sus sombras) porque en buena parte gracias a él la transición política fue pacífica, y hoy en democracia podemos intentar cambiar las cosas, aunque el espectáculo que están dando los políticos en lamentable.
Suárez se enfrenta a Tejero para defender a Gutiérrez Mellado, el resto (menos Carrillo) escondidos debajo de los escaños. |
RESPINELA LAICA A SUÁREZ (1)
Todos le hacen panegíricos
cuando antes lo criticaban
o hasta lo despellejaban
pidiendo castigos píricos. (2)
En estos versos satíricos
quiero rendir homenaje
a Suarez, un personaje
que nunca fue de mi cuerda
—yo estaba más a la izquierda—
pero que tuvo coraje.
Se enfrentó al guardia civil
mientras todos los demáspor los suelos, que jamás
vi una actitud tan pueril. (3)
De esos con miedo al fusil,
un listillo que es un zote
se atrevió a ponerle el mote
“de tahúr del Misisipi”;
pues él “todo menos hippie”
porque aún chupa del bote. (4)
Suárez vino del franquismo,
pero cambiando de planta
en plena Semana Santa
legalizó el comunismo.
En cuanto al nacionalismo
creó las autonomías
—cosa buena aquellos días
cuando trajo a Tarradellas—
pero diecisiete estrellas
son olla de algarabías. (5)
Un ejemplo para hoy:
los pactos de la Moncloafueron muy dignos de loa
y toma nota Rajoy.
Una alta nota le doy,
aunque falló en varios temas
hay que ver en qué dilemas
le pusieron sus “amigos”,
el rey y sus enemigos:
por todas partes problemas. (2)
Y ahora añado una apostilla, (6) (escrita en abril de 2019)
los actores han cambiado:
Sánchez, Ribera, Casado
e Iglesias van por la silla.
Os sacaré la amarilla
o la roja de expulsión,
el hijo no es solución, (7)
tomad ejemplo del padre
y corregid el desmadre,
¡basta ya de confusión!
Descansa en paz, lo mereces,
el tiempo que todo aclarate hace figura preclara,
y te has ganado con creces
que te dedique estas preces.
(4) Alfonso Guerra, el autor del mote, es el único diputado que ha repetido en todas las legislaturas democráticas.
(6) En plena precampaña para las elecciones del 28 de abril de 2019. añado una última espinela para que tomen nota los candidatos actuales.
(7) Pablo casado, sucesor de Rajoy en el PP, lleva como segundo de su lista a Adolfo Suárez Illana, pero no me vale porque el hijo no ha heredado la genética de su padre y va desbarrando es sus declaraciones.
Además, con tanto panegírico, lisonja y loanza se ocupan los medios de comunicación, se tiende una cortina de humo y así nuestros responsables políticos no hablan de lo que tienen que hablar, pasa el tiempo y no se resuelven los problemas.
ResponderEliminarMuy buena respinela, te felicito.
Salud
Francesc Cornadó
Tu siempre grande Ricardo. Completamente de acuerdo contigo. Se ve la musicalidad de tus versos
ResponderEliminarExcelentes décimas, Ricardo. he tratado de seguirte en el blog, pero no he podido hacerlo. Algún problema con el servidor. Te sigo leyendo.
ResponderEliminarUn abrazo
Coincido con tu opinión, Ricardo. Tuvo su momento de gloria pero la desgracia personal y de salud le han acompañado repetidamente en su persona y seres queridos. Le envidio el talante , entrega y capacidad de asumir riesgos. No envidio su suerte como persona.
ResponderEliminarTu homenaje es sentido. Ya que no versifico, permiteme adherirme a tu décima.
Hola Ricardo. Sobre Adolfo Suarez, creo que lo he dicho todo en mi muro. Fue y será el padre de todos los españoles. Político como él no existe y ni existirá, porque no era un político para hacerse rico y burlarse del trabajador. Adolfo era, de raza, lo llevaba en la sangre, quería gobernar con elegancia y con respeto al pueblo. No reprimí ni una sola lagrima y tampoco quise. Ese era para mi Adolfo Suarez, mi padre de la democracia.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Por cierto espero que te agrade, te he puesto como amigo en mi bloc. Un abrazo.
ResponderEliminarhttp://clementeginerana.blogspot.com.es/
Xavier Prat, me transmite este comentario:
ResponderEliminarRicardo, excelente tu poema en recuerdo a la figura de Adolfo Suarez que, como bien señalas, fué criticado y más durante su eficaz y valiente actuación política y ahora ensalzado por muchos de los mismos. Creo servirá su muerte para solucionar quizás el complicado momento en que el Presidente Mas ha sumido a España.