Ramón de Campoamor (Navia, 1817 - Madrid 1901) fue un poeta con textos realistas, pero con un cierto deje irónico, muy famoso en su tiempo y rara avis en la poética de la época. Se le ha acusado de prosaísta porque no practicó los excesos románticos ni la lírica desbordada muy común en la época. Sus textos suelen ser amenos, narrativos y utilizaba un lenguaje común. No obstante, comienzo con un soneto de reminiscencias barrocas.
Campoamor por Joaquín Espalter |
LA VIDA HUMANA
vuela mi pobre corazón al viento
y encuentra, en lo que alcanza, su tormento,
y espera, en lo que no halla, su ventura,
viviendo en esta humana sepultura
engañar el pesar es mi contento,
y este cilicio atroz del pensamiento
no halla un linde entre el genio y la locura.
¡Ay!, en la vida ruin que al loco embarga,
y que al cuerdo infeliz de horror consterna,
dulce en el nombre, en realidad amarga,
sólo el dolor con el dolor alterna,
y si al contarla a días es muy larga,
midiéndola por horas es eterna.
Ramón de Campoamor
y encuentra, en lo que alcanza, su tormento,
y espera, en lo que no halla, su ventura,
viviendo en esta humana sepultura
engañar el pesar es mi contento,
y este cilicio atroz del pensamiento
no halla un linde entre el genio y la locura.
¡Ay!, en la vida ruin que al loco embarga,
y que al cuerdo infeliz de horror consterna,
dulce en el nombre, en realidad amarga,
sólo el dolor con el dolor alterna,
y si al contarla a días es muy larga,
midiéndola por horas es eterna.
Ramón de Campoamor
Unos octosílabos que destilan esa fina ironía ya comentada
LA OPINIÓN
¡Pobre Carolina mía,
nunca la podré olvidar!
Ved lo que el mundo decía
viendo el féretro pasar:
Un clérigo: ¡Empiece el canto!
El doctor: ¡Cesó el sufrir!
El padre: ¡Me ahoga el llanto!
La madre: ¡Quiero morir!
Un muchacho: ¡Qué adornada!
Un joven: ¡Era muy bella!
Una moza: ¡Desgraciada!
Una vieja: ¡Feliz ella!
¡Duerme en paz! -dicen los buenos-.
Un filósofo: ¡Uno menos!
Un poeta: ¡Un ángel más!
nunca la podré olvidar!
Ved lo que el mundo decía
viendo el féretro pasar:
Un clérigo: ¡Empiece el canto!
El doctor: ¡Cesó el sufrir!
El padre: ¡Me ahoga el llanto!
La madre: ¡Quiero morir!
Un muchacho: ¡Qué adornada!
Un joven: ¡Era muy bella!
Una moza: ¡Desgraciada!
Una vieja: ¡Feliz ella!
¡Duerme en paz! -dicen los buenos-.
Un filósofo: ¡Uno menos!
Un poeta: ¡Un ángel más!
Ramón de Campoamor
En la Biblioteca Cervantes virtual, podréis tener amplia información sobre su vida, su obra y ensayos sobre la misma. Y en A media voz una antología de sus poemas, os recomiendo el célebre "El tren expreso" ...al arrancar el tren
subió a mi coche, / seguida de una anciana, / una joven hermosa, / alta, rubia, delgada y muy graciosa, / digna de ser morena y sevillana... y el poema dialogado "Quién pudiera escribir" -Escribidme una
carta, señor cura. / -Ya sé para quien es. / -¿Sabéis quién es, porque una noche oscura / nos visteis juntos? -Pues...
Un poeta neoclásico. No es raro que se le calificara de prosaísta pues participaba del pensamiento iluminista que tantos detractores tuvo en España
ResponderEliminarSaludos
Buena idea Ricardo , la de rememorar a Don Ramón, el poeta ciudadano, como le llamó alguno. Cuando ando bajo de moral acudo a un viejo libro, de amarillentas paginas "Humoradas, Doloras y Pequeños Poemas", de Campoamor, y siempre hallo solaz y hasta a veces consuelo
ResponderEliminar" Y es que,en perdiendo el mortal
la fe, juventud y amor,
¡ se mira al espejo, y ...mal!
¡ se ve en el alma, y...peor!"
Un abrazo
Quien no ha leído alguna vez algún poema de Campoamor, Gracias por los enlaces Ricardo.
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