Andrés García Cerdán (Fuenteálamo, Albacete, 1972) ha publicado poesía y ensayos desde 1997. Su poesía es dura, profunda e interesante. Os copio unos poemas suyos y su voz. Últimamente estoy analizando en los poemas si los versos se corresponden en sus cortes a cómo se recitan, porque encuentro versos mal cortados, y esta es mi única observación negativa de estos. Si no os interesan esos estudios os los podéis saltar y concentraros solo en los poemas, pero creo que una crítica poética también tiene que dedicar algo de tiempo a la estructura de los poemas, porque estos son contenido y continente, y ese continente debe ayudar a la lectura y recitado.
LÍNEA DE COSTA
La diferente longitud del versoy el lugar al que llega
cada vez que intentamos decir algo
esculpen una línea de costa imaginaria
en el poema. Ese
es el límite entre los mundos.
El litoral del tiempo y el lenguaje.
La erosión, la marea, las urbanizaciones
trazan un recorrido eléctrico
y una frontera sur,
un borde incandescente entre tú y el océano.
Algunos versos caen al poema
a plomo,
como caen los acantilados.
Otros versos extienden
sus blancas arenas con total docilidad,
hasta dejar de ser.
Se abre una bahía
en torno al verbo resistir.
Reconozco palabras que son puertos.
Las breves depresiones,
los accidentes,
las calas
ecualizan el canto. Vibra
sobre el papel el pulso
del viejo electrocardiograma lírico.
El corazón explota a diferentes
profundidades.
Si calla el horizonte, hay que callar.
No sé bien cómo, pero
voy a elegir contigo
una ensenada en esta costa,
un lugar que aún no haya sido invadido
por las excavadoras,
donde podamos estar solos
y bañarnos desnudos
y, en mitad de la noche, encender una hoguera
que arruine todos los satélites.
Lo comprobaréis en el segundo poema en que podremos comparar cómo lo escribe y cómo lo lee el autor, ya que tengo un audio del mismo.
Otro poema que teóricamente es otra silva blanca de impares (5, 7, 9, 11 y 7+7 sílabas), pero que se recita de otra forma. Aquí tenéis al autor recitándolo a partir del minuto y 25 segundos del audio
¿Por qué hacen esto algunos autores? ¿Por un aparente formalismo en mantener versos teóricamente armónicos que luego recitan de otra forma? No sé, porque en este caso la forma en que se recitan los versos también es en general armónica, por lo que aún encuentro menos sentido a esos cambios. Quizá sea por querer huir visualmente del poema métrico con esos cortes que producen encabalgamientos arbitrarios. Habrá que preguntarles a los autores.
Os dejo otro poema, este ya sin comentarios, para que simplemente lo podáis disfrutar.
Me ha resultado curiosa esta entrada porque en ella, respecto a la métrica escrita y a su interpretación a la hora de declamar, comentas algo que me ha resultado interesante, pues es justamente lo que hago yo, escribir de una manera y leer de otra. Creo que la forma clásica de leer el poema, con pausas a final de cada verso, cayó en desuso ya hace un tiempo, yo he escuchado interpretar a los autores del teatro del Siglo de Oro de otra manera y queda más natural, al mismo tiempo que no desluce para nada el texto, lo dota de toda si intención, porque al fin y al cabo el verso sujeto a métrica no deja de ser un artificio. Claro que admito que, casi como para todo, hay gustos y opiniones. A parte de eso, gracias por compartir este autor, me ha gustado; otro más merecedor de ser leído, destacable, de los que no tenía noticia y que gracias a tu página he conocido.
ResponderEliminarJordana
Jordana:
ResponderEliminarSe puede leer un poema como uno quiera, pero si no se efectúan pausas versales (en versos con ritmo) el poema se difumina y se acerca a la prosa. Si el poema es rimado esas pausas pueden disminuir y producirse encabalgamientos ya que el sosten del verso pasan a ser esos finales repetitivos.
Otra cosa es que el poeta corte los versos en unos lugares determinados y luego recite el verso cortando en otros que se corresponden con las pausas sintácticas. En este caso pienso que dificulta la tarea del lector y, al menos para mí, eso no ayuda a disfrutar del poema.
Un abrazo