Escribí este poema, a vuelapluma, en el jardín del Ateneu de Barcelona. Os los cuelgo porque es bueno decir lo que se siente, si aún creemos en la utopía y por más contradicciones que arrastremos.
JARDÍN DEL ATENEU
Invertir en cultura nunca es gasto, es construir futuro solidario.
(de las memorias de un utópico desconocido)
(de las memorias de un utópico desconocido)
Jardín del Ateneu. Tres palmeras
que escalan hacia el cielo, un limonero,
un estanque con peces, una fuente,
mesas entre parterres centenarios,
suave rumor de voces en la tarde
de un invierno que anuncia primavera.
Un oasis de paz en la ciudad,
en el patio trasero de un palacio
que es un Sancta Sanctorum de cultura.
Y en esta plenitud voy y me quejo,
este lugar es sólo para socios.
Férreo control de entrada, pon tu huella
para poder gozar del paraíso.
La cultura es de pago, me hago cargo,
La cultura es de pago, me hago cargo,
hay que cuadrar los números, hay crisis,
pero no lo comparto. La utopía
es un arma; la pluma del poeta,
el último reducto libertario.
Ricardo Fernández Esteban ©
sSí, Ricardo, cuando la cultura se vende y se compra y se quiere poner precio a la solidaridad, condenamos a la sensibilidad a una etiqueta. ¡Hasta muy pronton!!
ResponderEliminarEl slogan final, que sí que suena a slogan yo lo pondría como un epígrafe que diera entrada al poema, porque me gusta cómo termina la estrofa anterior con eso del último reducto libertario,tan contundente como cierto.
ResponderEliminarBuen poema, Ricardo.
Así es la sociedad, un cúmulo de crímenes... dónde la cultura vale dinero, comer vale dinero, "Vivir vale dinero". Pero no temas, algún día llegarán tiempos mejores.
ResponderEliminarRosa Lobo
Cruda realidad, un edificio creado para el pueblo y la cultura, pasado a manos de socios que solo pretenden monopolizar un derecho que debería ser de todos. Hermoso jardín, con su rincón de Lorca, que tantas tardes tembló con la emoción de los poetas.
ResponderEliminarNo temas Ricardo, el último reducto no tiene fin y quién sabe,si algún día, recupera su lugar en el jardín. Un abrazo poeta.
Es casi seguro que lo administrarán mal. Cuando caigan en ello, contratarán a un licenciado en "marketin" o en administración de empresas (titulejo que en mi país hasta habilita a ocupar un puesto en la burocracia del Estado); la cuota subirá; mas, a su vez, se abrirá al público para convenciones y fiestas privadas. En mi país a esto lo llamamos un "salón de fiestas", que los hay de barrio y de postín, estos últimos duran lo que el fugaz evo de su moda.
ResponderEliminarCreo recordar que los Ateneos, se suponía que servían para difundir algo relacionado con el fetiche de la cultura, en su lejana época fundacional. La biblioteca será saqueada, eso es inexorable. En mi país, los clubes señoriales, cayeron en manos de los descendientes venidos a menos, sin señorío ni desenvuelta actitud dispendiosa, pero inmensurablemente brutos -con ínfulas, claro-. Confiemos en que el jardín, que tan tristemente has querido mostrarnos, pueda persistir.
Ricardo, la cultura llega con tu pluma!!
ResponderEliminarMe encanta este poema, que bonito escribe Ricardo Fernández, de veras.
ResponderEliminarEse magnífico jardín del que he gozado por invitación en repetidas ocasiones está también sustentado por la Generalitat y el Ayuntamiento, de modo que debería ser de acceso gratuito a quienes tuvieran la sana intención de culturizarse.
ResponderEliminarPero ahí están los capitostes oficiales de la "cultura", desconociendo la mayoría de ellos que el Ministerio de Cultura fue una invención del propio Adolf Hitler.
Muy triste y cierto lo que relatas en el poema. Gracias por difundirlo, se está haciendo de la cultura un gran negocio más.🌻🍁🌾🌻🍁🌾Un saludo.
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