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lunes, 26 de abril de 2021

Decíamos ayer...

Después de cuatro meses Facebook ha desbloqueado los enlaces a mi blog "La palabra es mágica" y ha restituido todas las entradas de los últimos 10 años que habían borrado, reconociendo que ese "castigo" se trataba de un error. No ha sido fácil, no han atendido mis reclamaciones como partícipe y cliente de esa red social, y he tenido que recurrir a influencias para que me hicieran caso. "Decíamos ayer...", pero esto debe de servirnos como ejemplo de una mala política de atención al cliente y de resolución de conflictos.



DECÍAMOS AYER…

No duró mi condena cuatro años,
ni mi destierro siete de la cátedra,
ni mucho menos soy Fray Luis o Don Miguel,
ni tampoco ocurrió la afrenta en Salamanca,
pero fue bloqueada cuatro meses
en Facebook “La palabra es mágica”.

Ahora reconocen que lo fue sin motivo,
aunque tuve que usar todas mis armas,
ya que como partícipe no me hicieron ni caso 
y obtuve por respuesta: “la callada”.
Hubo que utilizar mis influencias,
dejé de reclamar por la pantalla
y acudí a conocidos con contactos
en las altas esferas de la red mentada.

Conseguí promover una investigación interna,
y una sentencia absolutoria fue dictada:
“un falso positivo”, que en cristiano
es el reconocer que metieron la pata
en sus ciento cuarenta acusaciones
y de "spam" no hubo nada.

Pero sigo pensando que el motivo,
fue un censor puritano a cuyas enseñanzas
ofendió la escultura del gran Antonio López;
no peca lo desnudo, sino la vil mirada
de quien en vez del arte ve lascivia,
pensando que son todos de su mala calaña.
Fuese por lo que fuese, ya no hay caso,
ya puedo publicar los “links” de la bitácora
y se han vuelto a aparecer en mi perfil
los diez años de entradas que me fueron borradas.

Pasemos página: Decíamos ayer...
han vuelto los enlaces a “La palabra es mágica”.
Mas, como lo cortés no quita lo valiente,
este bardo declara que no aceptó la trágala
de la anfitriona que lo desahució,
la retó en duelo, presentó batalla
y David doblegó al gigante Goliat,
a la gran red social, la “Gran hermana”.

Ricardo Fernández Esteban ©


En la entrada que publique el 10 de enero, Facebook censura "Hombre y mujer" de Antonio López, ya denuncié este hecho y el motivo aparente que lo produjo, ya que el bloqueo y el borrado de mis entradas anteriores se produjo horas después de publicar un enlace a mi blog en que se mostraba una imagen de esta escultura de Antonio López (un desnudo de una pareja que se exhibe en el Museo Reina Sofía de Madrid). En el enlace anterior os explico con más detalle lo que ocurrió.

Facebook no me indicó específicamente por qué bloqueaba la colocación de enlaces a este blog en mis entradas, sino que eso ocurrió a la vez que me enviaba en un día 140 mensajes diciendo que diferentes entradas mías "infringían sus normas sobre spam", pero me seguía permitiendo efectuar entradas sin enlaces al blog. O sea, que lo castigado parecía ser el blog.

Intenté pedir aclaraciones a través de los conductos que tiene establecido Facebook para resolver incidencias, pero se me dio "la callada" por respuesta a todos mis mensajes. El único paso posible era apelar al "Consejo asesor de contenido" de Facebook que es un organismo mundial formado por expertos, independiente de Facebook, que puede tomar decisiones independientes y vinculantes; pero para ello era preciso "haber solicitado que Facebook revise su decisión de contenido y haber recibido una decisión final" y Facebook no contestaba a mis reclamaciones. Como veis una situación kafkiana y sin solución a través de los conductos establecidos por Facebook.

Por suerte, recordé que un conocido tenía relaciones con altas instancias europeas de esta red, le aporté documentación y le pedí el favor de que la hiciese llegar y les explicase la situación. Se inició una investigación interna y el resultado fue que había sido un error de Facebook (un "falso positivo") y que yo "no había violado nunca sus políticas"; por lo que me pidieron disculpas y el pasado 22 de abril desbloquearon mi blog y restituyeron las miles de entradas de los últimos diez años que contenían enlaces al blog y que habían desaparecido de mi perfil.

Todo ha vuelto a la normalidad y ya puedo publicar en Facebook con enlaces a este blog, pero se ha demostrado que esa red social no tiene los canales ni controles de calidad precisos para resolver las incidencias con sus partícipes y clientes. Yo he tenido que batallar infructuosamente por los canales habituales y recurrir a contactos directos para resolver esta injusta situación.

"Decíamos ayer...", pero que conste en acta. Y como a uno le gusta poner en verso todo tipo de temas, he escrito esos polimétricos arromanzados, con alguna consonancia de más. Todo sea por las licencias poéticas y la satisfacción de haber conseguido hacer valer la verdad.



7 comentarios:

  1. Pues, "El-guante-de-Rita" tu comentario no me pareció relacionado con la entrada, pero no lo ignoré, simplemente creo que no aportaba nada al tema. Decía usted ayer... Lo de la paja y el ojo, hay que ver lo que molesta que te censuren, siendo a su vez un censor, el alguacil alguacilado

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  2. "Guante de Rita", no sé a qué te refieres, pero estoy dispuesto a comentarlo. Lo primero sería que nos viésemos las caras, porque la mía está expuesta y la tuya oculta tras esa prenda de la adorable Rita (Carmen) Hayworth (Cansino) y reconozco que envidio tu proximidad a la diosa.

    En el último año te he ido publicando tus comentarios, algunos críticos, y no recuerdo si no publiqué alguno. Pero si lo fue no sería por la crítica, sino por ser absolutamnete ajeno al tema.

    Aquí se trata de la censura de Facebook, disimulada como spam, y de que tuve que utilizar canales privilegiados para que se me absolviese del pecado y se me pidiese perdón. Y no me parece bien que no se nos haga caso cuando utilizamos las vías normales de reclamación a Facebook.


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  3. Me retracto en el acto y hago el pacto en abstracto de no ser inexacto

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  4. Me disculpo y me culpo de injusto ante el mundo

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  5. Pues acepto tus disculpas,
    pero, en vez de hablar de culpas,
    prefiero hablar con razones
    si tus motivos expones.

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  6. No soy yo hombre de razones sino de emociones

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  7. Interesante. A mí hace tres años o así me ocurrió algo parecido. Facebook no me dejaba publicar mis entradas del blog. Yo llevaba apenas un año en tal red. Como no entendí nada y la red social nunca me gustó, eliminé mi cuenta. (No he vuelto, ni lo haré). Desde entonces puedo publicar en el blog y hasta me han dado algún premio mis lectores.
    Admiro tu paciencia porque al final conseguiste justicia, y la disculpa.
    Saludos.

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