En Mayo de 2012 zarpé desde Valencia en el Pandora Lys, un velero de 54 pies, con rumbo al Dodecaneso, el archipiélago situado en el confín del Egeo griego junto a Turquía. Durante todo un mes crucé el Mediterráneo de isla en isla hacia levante y el Blog, sin abandonar su pasión por la palabra poética, recuperó su significado en el Cuaderno de Bitácora que escribí. Tras Mallorca, Cerdeña y Sicilia, llegamos a las islas Jónicas, entramos el Egeo por Corinto y cruzamos las Cícladas hasta alcanzar y disfrutar de nuestro destino, el Dodecaneso. Este poema se escribió antes de la partida y la realidad lo superó.
TRAVESÍA RUMBO AL DODECANESO
Atravesar a vela el Mare Nostrum
saltando de isla en isla hasta el confín.
Hacer al dios Eolo una hecatombe
en busca del buen viento que nos lleve
sobre crestas de azul, rotas en blanco.
Buscar la compañía de las luces
cuando gira el zodiaco sobre el cielo,
en las noches de guardia solitaria
sin costa que acompañe. Despertar
cuando el sol enrojece el horizonte,
ir hacia él sin alcanzarlo; ver
como se oculta un día más pintando
las nubes del poniente, mi morada.
Dejar por popa mucho: Baleares,
Cerdeña, las Eolias, y Sicilia.
Burlar el paso de Escila y de Caribdis,
y dirigir la caña rumbo a Grecia.
Seguir hacia levante y en el Jónico
poner el pie en Ítaca, por fin,
pero no es un destino que el camino
prosigue por Corinto hacia el Egeo.
Mirar de lejos Sunion y la Akrópolis,
Cerdeña, las Eolias, y Sicilia.
Burlar el paso de Escila y de Caribdis,
y dirigir la caña rumbo a Grecia.
Seguir hacia levante y en el Jónico
poner el pie en Ítaca, por fin,
pero no es un destino que el camino
prosigue por Corinto hacia el Egeo.
Mirar de lejos Sunion y la Akrópolis,
redescubrir las Cícladas, la luz
y el viento de Meltemi omnipresente.
Sacar las cartas y pedir las tres
que faltan en mi escala de azulones. (*)
Cambiar de mesa, pero no de juego
por buscar la docena del confín,
y contar que son más, son dieciséis
las habitadas del Dodecaneso.
Fondear frente a Furni, en la antesala,
con el deber cumplido y muchas millas
de estela blanca en popa. El archipiélago
nos espera flotando en el azul,
singladuras más cortas nos aguardan.
Vagar por el islario, contemplar
de norte a sur, de Patmos hasta Kárpazos,
los horizontes rotos por perfiles
de las islas que cuajan esos mares,
de las islas unidas por destellos
que traza el sol en el atardecer,
puentes de plata, sin pontífice,
que cruzamos a vela hacia el ocaso.
Y no querer volver, buscar morada
rotando en este círculo virtuoso
a expensas de los vientos y corrientes
en el confín del mar, del Mare nostrum
que en este último mes ha sido mío.
Ricardo Fernández Esteban ©
Vagar por el islario, contemplar
de norte a sur, de Patmos hasta Kárpazos,
los horizontes rotos por perfiles
de las islas que cuajan esos mares,
de las islas unidas por destellos
que traza el sol en el atardecer,
puentes de plata, sin pontífice,
que cruzamos a vela hacia el ocaso.
Y no querer volver, buscar morada
rotando en este círculo virtuoso
a expensas de los vientos y corrientes
en el confín del mar, del Mare nostrum
que en este último mes ha sido mío.
Ricardo Fernández Esteban ©
Como he indicado al inicio, llevé un Cuaderno de bitácora de ese viaje que os puede ayudar a comparar la magnífica realidad de la travesía con el deseo expresado en el poema previo.
Adenda de mayo de 2024: En 2017, 2018 y 2021 he vuelto a navegar por el Dodecaneso en un velero, 10 días de Kos a Samos, otros 10 de Rodas a Kárpazos y 12 de Samos a Kárpazos, aquí tenéis unos comentarios y unos poemas sobre esos viajes. En 2019, 2022 y 2023 volví a navegar en singladuras de 12 días por las Cícladas y también dejé unas bitácoras y algunos poemas. Este junio de 2024 vuelvo al Dodecaneso y aquí se recogerá mi bitácora poética
En 2023 he actualizado mi libro "Por las islas griegas" que recoge más de 25 años y más de 70 islas visitadas, con mis anotaciones sobre mis playas, restaurantes, hoteles y otros lugares preferidos. Aquí lo podéis conseguir en Amazon; si preferís las librerías físicas, hay ejemplares en Altaïr (Gran Vía 616, Barcelona).
Adenda de mayo de 2024: En 2017, 2018 y 2021 he vuelto a navegar por el Dodecaneso en un velero, 10 días de Kos a Samos, otros 10 de Rodas a Kárpazos y 12 de Samos a Kárpazos, aquí tenéis unos comentarios y unos poemas sobre esos viajes. En 2019, 2022 y 2023 volví a navegar en singladuras de 12 días por las Cícladas y también dejé unas bitácoras y algunos poemas. Este junio de 2024 vuelvo al Dodecaneso y aquí se recogerá mi bitácora poética
En 2023 he actualizado mi libro "Por las islas griegas" que recoge más de 25 años y más de 70 islas visitadas, con mis anotaciones sobre mis playas, restaurantes, hoteles y otros lugares preferidos. Aquí lo podéis conseguir en Amazon; si preferís las librerías físicas, hay ejemplares en Altaïr (Gran Vía 616, Barcelona).
Buen viaje Ricardo. Cuando pases por las Cícladas, suspira, coge aire y desea suerte para el pueblo griego. Hace muchos años estuve el Paros y nunca lo olvidaré.
ResponderEliminarQue experiencia más interesante escribir desde el mar como cuál poeta mediterráneo perdido en la inmensidad de la cuna de la cultura europea.
Buen viaje!!!!!
Hasta pronto Ricardo, buen viento y buena mar, abrazos
ResponderEliminarEspero que disfrutes de esta aventura.:)
ResponderEliminarUn verso tras otro como lass islas encadenadas, cual Ulises moderno...Enhorabuena desde azpeitia
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