Andíparos es una pequeña isla griega separada de su isla madre, Paros, por un canal de sólo una milla de amplitud. Pero, más que una milla, es (o era, porque todo se va perdiendo) la diferencia entre un lugar turístico y otro que recuerda lo que en nuestras costas perdimos hace mucho.
CRUZANDO EL CANAL
Un canal de una milla es más que suficiente
para que aísle —nunca mejor dicho—
Andíparos de su isla madre Paros,
para reencontrar al mundo de otra época
para sentir crecer deseos de quedarse,
para cambiar el transitar por residir
y para enraizarse contemplando
como atardece el sol frente a Despotikó.
Ricardo Fernández Esteban (2001)©
Al sur de Andíparos hay otra isla, Despotikó, también separada por un canal pero éste sólo de poco más de cien metros, que era un paso más hacia el paraíso. Tanto que en su día no la quise pisar, por aquello de ser pronto para las Ítacas.
Despotikó al fondo, tras la capilla de Aghios Georgios |
PIEDRA Y CONCHA
En el canal de Despotikó
se mecen dos barcos.
Hago saltar piedras sobre el mar
y me guardo una.
Han plantado un par de tamariscos,
la taberna es nueva
y un cartel anuncia travesías.
Recorro la playa
y cojo una concha de la orilla.
Piedra y concha para recordar
que nunca pisé Despotikó.
Entre esos dos poemas median pocos años de distancia por los alrededores del cambio de siglo, pero los cambios son rápidos y las oportunidades hay que cogerlas al vuelo. Volví a Andíparos en 2009 y tampoco pisé Despotikó, esperé hasta 2019 para llegar al momento de hollar mi "Ítaca".
PONGO PIE EN DESPOTIKÓ
Devuelvo piedra y concha al mar
en el embarcadero de mi Despotikó.
Dieciocho años después cruzo el canal
y pongo pie en mi Ítaca,
que como todas las islas deseadas
solo ha sido una excusa, que el camino
siempre es más importante que el destino.
Cumplida la promesa, ya es momento
de buscar buen amarre
olvidando el rosario de fondeos,
la rosa de los vientos
y los puentes de plata en el azul.
Ricardo Fernández Esteban (2019) ©
Acabo de publicar en octubre de 2021 "Por las islas griegas", una guía poética por más de 70 islas y sus mares, con mis recomendaciones de los lugares que prefiero, fruto de mis más de 20 años viajando por ese islario. Aquí la tenéis disponible a un clic en varios formatos en Amazon.
Una playa de Andíparos |
Creo que tienes un ¿problema? con las islas griegas. Yo que tú me iba a pasar el resto de mi vida a ese islote, hijo de Paros. Pero no me hagas caso, estás, y muy bien, en Barcelona.
ResponderEliminarPreciosos poemas, Ricardo, me han encantado, transparentes como esas aguas mediterráneas que bañan Andíparos y Despotikó. Yo sí que no pisé Despotikó, jajaja, ni ninguna otra isla griega, aunque sí estuve en Atenas, y ya es casualidad, porque justamente hoy preparé “salsiki” para acompañar la comida, y recordé aquel breve viaje de una semana invernal en el 2010 que me dejó con tantas ganas de volver y de visitar todo lo que pudiese del resto de Grecia. Al final, el verano de aquel año acabé recorriendo Marruecos de sur a norte (el destino, que siempre va “a su bola”), y las islas griegas se quedaron en stand by, pero deseo no tardar mucho en visitar alguna, de hecho, me muero de ganas. Pensaba en Santorini, porque mi nombre, Teresa, significa “habitante de la isla de Tera”, y esa tontería parece que me “tiraba”, jeje, pero quizás comience por alguna menos conocida, en cuyo caso te consultaré, sin duda.
ResponderEliminarTe va a parecer raro, pero esta temporada apenas dispongo de tiempo por motivos laborales, y ya no leo los blogs que antes leía (ninguno), incluso avisé de ello para evitar “mosqueos”, pero cuando veo tus entradas (y eso que ahora entro muy poco en internet), me apetece leerlas, y lo cierto es que no defraudan para nada. Con ésta me quedo aún más contenta, porque si algo me gusta, aparte de la poesía y del arte, es viajar, y aquí poesía y viaje son maridaje perfecto.
Tengo poemas dedicados a lugares que visité, pero ninguno dedicado siquiera a Atenas, por eso te voy a pasar uno que creo te gustará y servirá como colofón a este comentario. Por supuesto, no es de mi humilde persona, sino de una gran poeta andaluza que quizás conozcas, Aurora Luque. Con él me despido deseándote una buena e inspiradora semana (perdona que duplique el comentario, es que sé, por experiencia, de cuando tenía habilitados los comentarios en mis blogs, que a veces no se quedan fijados cuando hay moderación de comentarios. Espero que no te importe, puesto que al ver dos desecharás uno de ellos).
GEL
Preparo la toalla. Me descalzo. Esa esponja
porosa y amarilla que compré en un mercado
obsceno de turistas en la isla de Hydra
qué dócil bajo el agua cotidiana
tantos meses después, en el exilio.
De pronto el gel recuerda -su claridad lechosa,
su consistencia exacta- el esperma del mito,
el cuerpo primitivo y trastornado de Urano,
un susurro de olas mar adentro
y una diosa que aparta
los restos de otra espuma de sus hombros.
Me punza una emoción tan anacrónica,
un penoso latir, hondo y absurdo,
por ese mar. Por ese sólo mar. Busco una dosis
de mares sucedáneos.
Cómo podría desintoxicarme.
Dependo de por vida
de una droga. De Grecia.
Carpe noctem (1994). Aurora Luque
Tu amor por esas islas brota en forma de hermosas letras, se palpa la nostagia. Gracias Ricardo, por hacernos vivir tan bellos sentimientos!!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Mayte, y por el magnífico poema de Aurora Luque. Ese es uno de mis poemas preferidos y ya le dediqué una entrada en mi blog: http://lapalabraesmagica.blogspot.com.es/2011/03/aurora-luque-gel.html
ResponderEliminarAdemás, el final de ese poema inspiró uno mío.
Cuando viajes a las islas dímelo y te daré alguna pista de lugares interesantes.
Un abrazo
Como no se puede acceder por hipertexto, si te interesa la entrada de Aurora Luque la puedes encontrar por su nombre en el "Índice de poesía ajena". Mi poema inspirado en el final del suyo esta en "Índice de poesía propia" > "Adendas del Dodecaneso" > "Cuando se llevan tantas playas..."
ResponderEliminarUn abrazo
El mejor comentario un poema de Cazzoas, titulado "Las islas griegas":
ResponderEliminarDicen que,
tras un festín de los dioses,
Hera extendió el mantel
para tirar las migas
y éstas fueron las islas de Grecia.
¡Ah, mis amadas islas!
Cícladas, Creta, Dodecaneso...
Cuando muera, he dispuesto
que mis cenizas os sean entregadas
para manjar del viento
Cícladas, Creta, Dodecaneso...
Cielo y mar unidos,
un espejo y otro espejo.
Enhorabuena por el blog.
José Elgarresta
Pues ya es casualidad lo del poema de Aurora Luque, porque no había visto tu entrada ni sabía que te había inspirado un poema, y además todavía no tengo nada suyo en el blog donde publico poemas y biografías de otros poetas. Sólo recordé ese poema al leer los tuyos porque coincidía en temática y en esa fascinación que ambos sentís por Grecia (a la que me sumo aunque sólo conozca su capital). Tuve que buscar el poema por internet, porque el poemario que lo contiene, "Carpe noctem", lo había sacado en su día de la biblioteca pública (de donde obtengo gran parte de mis lecturas) junto con otro, "Carpe mare", que también incluye poemas memorables.
ResponderEliminarEste verano me he quedado sin vacaciones porque no pude decirle que no a un trabajo extra, pero por supuesto que cuando pueda visitar alguna isla griega te consultaré, ya que te veo muy experto en el tema.
Sobre la isla de Paros recuerdo haber visto hace años un documental, si mal no recuerdo de los que presentaba Juan Goytisolo (incluso creo que debo de tener grabada aquella serie, he de buscarla).
Muchas gracias y espero que ese poemario, "Islario de pasiones", vea pronto la luz y sea todo un éxito. ¡Saludos!