Mostrando entradas con la etiqueta Vídeos y Audios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Vídeos y Audios. Mostrar todas las entradas

domingo, 12 de junio de 2016

Barcelona, "Ciudad canalla"

Este poema dedicado a la Barcelona preolímpica y preturística de los de los sesentas a los ochentas tiene muchos guiños, unos más fáciles y otros más difíciles de reconocer. Tienen ventaja quienes vivieron en esta ciudad y en esa época, por si acaso os perdéis os los desvelo al final. Por si os apetece más escuchar, en este vídeo recito el poema.


Foto: Xavier Mirerachs

HUBO UNA VEZ UNA CIUDAD CANALLA

Hubo una vez una ciudad canalla
que mojaba la pluma en el alcohol
para escribir directamente en vena:
"como todos los jóvenes yo vine
a llevarme la vida por delante";
una ciudad en la que el bardo
rechazaba el papel e improvisaba:
"versos de amor nunca serán literatura
si no me dejas escribir sobre tu piel";
una ciudad en la que ella,
adivinad su nombre, unos años atrás:
"abriéndose su blusa — Neno, no digas nada—
le ofreció los durísimos botones de sus pechos".

Hubo una vez una ciudad canalla
en que un tono del azul era más que un color
era un templo pagano celestial
donde un gato argentino
maullaba en clave de rumba catalana
y un cantautor galáctico
consiguió hacer salir el sol a medianoche.

Hubo una vez una ciudad canalla
donde la sexta flota, en vez de hacer la guerra,
hizo el amor en territorio chino;
izas, rabizas y colipoterras
en traje de faena les tiraban los tejos
mientras agujereaban mármoles a golpes de tacón.

Hubo una vez una ciudad canalla,
mucho antes del turismo y de los juegos,
donde la izquierda se divinizó
bebiéndose las noches en la “boite”
de rojos terciopelos, de copas infinitas,
de taburetes que aún dominan escenarios;
una ciudad que hacía equilibrios sobre sus propias luces,
mientras un pijoaparte montaba un viejo Cadillac.

Hubo una vez una ciudad canalla
con cabaret travesti como playa de río,
con Piaf y la Carme recordando a su hombre,
con los niños terribles, con molinos sin viento,
con local de voyeurs en tacita de plata,
con el baile del tigre entre chulos y arrugas,         
con el arco kiosco en que el anís ardía,                  
con aquella bodega donde el arte era eterno         
y una cava de jazz que por suerte aún resiste,
porque el otro el frontón, que era pista de baile,
ya pasó a mejor vida y es un sano gimnasio.

Hubo una vez una ciudad que hoy
merece nuevo nombre: Barcelolandia eres
pasto turístico de masas, puro producto Disney.
Perdiste tus raíces, te has vendido hasta el alma,
y de canalla nada, opositas a cursi.
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
No sé.. O es la ciudad, o es que nosotros
ya no podemos aguantar el canalleo.
Abierto queda el tema, se aceptan opiniones,

yo acabo con canción, como empecé,
y disculpad que desafine:
…jóvenes…, éramos tan jóvenes…

Ricardo Fernández Esteban ©



Aquí tenéis otro poema dedicado a la Barcelolandia actual, pasto turístico que nos alimenta, pero que muchos digerimos mal. 

Y respecto al poema canalla, para no desafinar al final , aquí está Jóvenes cantada por Los Mustangs y unas cuantas fotos de aquellos años.









Posdata: Pasados unos días, os aclaro los guiños que no hayáis sabido desvelar. Aunque algunos habéis desvelado bastantes.


1ª Estrofa: Unos versos de No volveré a ser joven de Jaime Gil de Biedma. Un fragmento de la canción de Joan Manuel Serrat Míramé y no me toques y otros versos de Conchita era su nombre del poemario Poeta en Barcelona de José Agustín Goytisolo. Los tres fueron piezas importantes de la canallesca literaria barcelonesa de esa época.

2ª Estrofa: Zeleste era la mítica discoteca de la calle Platería, donde actuaron muchos canallas entre ellos el Gato Pérez, argentino que renovó la rumba catalana y Jaume Sisa, también conocido como Ricardo Solfa, el galáctico cantautor de Qualsevol Nit Pot Sortir El Sol.

3ª Estrofa: Los buques de la 6ª flota norteamericana fondeaban en Barcelona y los marineros se solazaban en el "barrio chino" con las profesionales del sexo. Hay un libro de la época "Izas, rabizas y colipoterras" (título sacado de un soneto de Quevedo) con fotos de Joan Colom y textos de Camilo José Cela, sobre la actividad sexual del barrio. En el restaurante Amaya de las Ramblas se conservan los umbrales de mármol del portal del edificio, que tienen unos agujeros producidos por el taconeo de las prostitutas mientras esperaban clientes en la puerta de la "Casa de Habitaciones María". 

4ª Estrofa: La "Gauche divine" fue un grupo, denominado así por Joan de Segarra, de intelectuales y artistas de izquierdas, la mayoría pertenecientes a familias burguesas y un típico lugar donde se reunían era Bocaccio, la emblemática "boite" de ojos terciopelos, altas copas y característicos taburetes como el que sigue utilizando Serrat en sus conciertos.
    Más tarde se abrió otra disco Equilibrio, en la ladera del Tibidabo sobre las luces de la ciudad, frente a otro local emblemático, el Merbeyé donde sitúa Sabino Méndez, letrista de Loquillo su canción Cadillac solitario, cuyo protagonista podría ser otro pijoaparte venido a más en un guiño a las Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé.

5ª Estrofa: El cabaret de travestis, extrañamente tolerado en la época, era el Copacabana.
    En el bar Pastís, Carme la propietaria ponía música de Piaf mientras recordaba a su marido Quimet al que Josep Maria Espinàs (uno de los fundadores de Els Setze Jutges) le dedicó una canción.
    Les enfants terribles era otra típica disco junto a la calle Conde del Asalto y el también emblemático bar London.
    El teatro cabaret El Molino, reinaba en el Paralelo con Johnson y Mary Mistral.
    El Cádiz era un local especial, bar en la planta baja, baile en el sótano y en el primer piso una cama rodeada de sillas donde se representaban espectáculos pornográficos.
    La Paloma en la calle del Tigre era un baile clásico con sillas alrededor de la pista y "macarras" que sacaban a bailar a profesionales ya entradas en años.
    El diminuto kiosco La Cazalla en el Arco del Teatro servía y sirve copas de ese licor de anís.
   La Bodega Bohemia, "donde el arte era eterno" porque quienes actuaban hacía ya mucho que habían pasado su buena época artística.
    La cava de jazz Jamboree aún resiste en la plaza Real los embates de turismo que ha hecho naufragar su sala contigua flamenca Los tarantos a pasto de masas.
    Cerca del final de las Ramblas el Jazz Colon (junto al frontón Colón) era él local con la mejor música disco de la época, frecuentada por "progres" de zona alta, marinos americanos y gente de toda ralea amante de la buena música para bailar.

Por último, cierro el poema con Los Mustangs y su "Jovenes", un icono de los que recuerdan esas épocas.

Bueno, creo que ya os he desvelado los guiños del poema que contando me suman 27. Había muchos más lugares y personajes "canallas" en aquella Barcelona que se me han quedado en el tintero, mejor así para que si os apetece me los recordéis. Y por aquello de que la oralidad es tan importante como la palabra escrita, aquí me tenéis recitando este poema



martes, 3 de mayo de 2016

Pablo García Baena

Pablo García Baena (Córdoba, 1923 - 2018) poeta que perteneció al grupo Cántico, con una amplia e importante obra parte la cual tenemos la suerte de poder ver y escuchar en el Archivo de Poetas de la ACEC (Asociación Colegial de Escritores de Cataluña)



SÓLO TU AMOR Y EL AGUA...

Sólo tu amor y el agua... Octubre junto al río
bañaba los racimos dorados de la tarde,
y aquella luna odiosa iba subiendo, clara,
ahuyentando las negras violetas de la sombra.
Yo iba perdido, náufrago por mares de deseo,
cegado por la bruma suave de tu pelo.
De tu pelo que ahogaba la voz en mi garganta
cuando perdía mi boca en sus horas de niebla.
Sólo tu amor y el agua... El río, dulcemente,
callaba sus rumores al pasar por nosotros,
y el aire estremecido apenas se atrevía
a mover en la orilla las hojas de los álamos.
Sólo se oía, dulce como el vuelo de un ángel
al rozar con sus alas una estrella dormida,
el choque fugitivo que quiere hacerse eterno,
de mis labios bebiendo en los tuyos la vida.
Lo puro de tus senos me mordía en el pecho
con la fragancia tímida de dos lirios silvestres,
de dos lirios mecidos por la inocente brisa
cuando el verano extiende su ardor por las colinas.
La noche se llenaba de olores de membrillo,
y mientras en mis manos tu corazón dormía,
perdido, acariciante, como un beso lejano,
el río suspiraba...
Sólo tu amor y el agua...

Pablo García Baena.



DÍA DE LA IRA

Desnúdame, no tengo ya otra cosa.
El labio casi helado de besar tanta muerte.
Sájame la mirada, deja el ojo sin lágrimas
como una carne mísera, tibia para las moscas.
Sobre tu piedra estoy, no vencido, ligado:
hiere y al turbio caño de la sangre el impuro
animal de vagido caliente perezca,
pues que amó la carne y su comercio
y fue carnal el llanto para él, como un miedo
cobarde de pichones en las manos
y la oración un pétalo manchado entre los dientes.
Raspa, rae de mi lengua su nombre, si aún tienes
en el día del rigor panales de dulzura
y opera con tu largo bisturí de clemencia
el corazón, la entraña que no tuvo cansancio
ni olvido en el sopor del vino y de las noches
y que implacablemente perseguías
por las angostas calles de la antigua tristeza.
Rebana de los dedos su urdimbre de caricias
y deja que mis manos palpen ciegas y ajenas
la larga tela fría del desengaño.
Inerme sobre el mármol escucho el viento tuyo
de las trompas alzadas a la luna postrera,
cuando el ángel apaga la lucerna del tiempo
y remueve las vendas,
el sombrío aposento de las urnas,
el agujero oscuro, el cenotafio...
Porque desnudo estoy ante ti y te temo.

Pablo García Baena. Óleo (1958)

Y aquí tenéis este poema recitado por el autor


En el Archivo de poemas de la ACEC, hay información sobre la biógrafía y bibliografía del autor, una entrevista y diez poemas recitados por él. En A media voz encontraréis una antología de sus poemas ; y en el Instituto Cervantes amplia información sobre su obra.


jueves, 21 de abril de 2016

José Costero (actualizado X-21)

Acaba de fallecer José Costero (Barcelona, 1935-2021), poeta, novelista, ensayista y sobre todo una magnífica persona. Todos los que fuimos sus amigos le recordaremos por sus obras literarias y por sus cualidades personales; yo tuve la suerte de poder hablar telefónicamente con él hace pocos días y la conversación me sonó a despedida. Descanse en paz.

Respecto a su obra, por la temática del blog, me centro en su más de medio siglo de actividad poética desde su primera publicación, Con sed y con miedo (1968) que sostiene en una foto que os cuelgo. Desgraciadamente, no tengo ese libro, pero sí el segundo Prohibida palabra (1970) del que extraigo este poema, ese Requiem personal escrito en su juventud.



REQUIEM PERSONAL

Sin lágrimas,
sin jaculatorias,
sin homilía de ninguna clase,
voy a desmentir una quimera más.

Un poema puede ser un buen féretro,
hecho a la medida de un latido,
y cada verso un cálido sudario
para esta voz sin estirpe ni eternidad.

Hay que exhumar la palabra
que repose en la fosa común, 
llevar un crespón en torno a la herida
y decir esta cotidiana letanía.

Sin horario fijo para un dolor,
me diagnostico una incurable esperanza.

José Costero. Prohibida la palabra (1970)




Y ahora vamos a su último libro de poemas, Ambiguo Arlequín, del que me ha costado escoger, ya que copiaría muchos. Extraigo uno que toma el título de una cita de José Emilio Pacheco, poeta mejicano fallecido en el 2014.


YA SOMOS TODO AQUELLO
Ya somos todo aquello
contra lo que luchamos a los veinte años.
José Emilio Pacheco
Qué hacer cuando cada palabra
                        o cada silencio
es otra nueva impostura.

Cómo roer
ese hueso duro que es tu propio presente.

Ningún manual de instrucciones
te servirá de ayuda.
Ni siquiera consultando tu horóscopo más favorable
o buscando la obscena complicidad
del olvido.

Uno tras otro
tendrás que asumir el cotidiano descalabro,
mientras te afeitas ante el espejo,
sagaz delator de tu indolencia,
en el frugal desayuno de cada día,
en el café con los amigos,
leyendo a Camus o a Vallejo,
embriagado por una melodía de Cole Porter
                 o por un frívolo bolero,
cruzando travesías sentimentales
con semáforos siempre en rojo,
en tu condición de ciudadano del asfalto,
bajo la intemperie del invierno de tu memoria,
sordo a las beatas admoniciones,
republicano sin república,
cofrade de la camada de perdedores,
metamorfosis de jacobino irredento
a sutil fariseo.

Como tantos otros.
Reconócelo.
Amargo y falaz consuelo es.

José Costero. Ambiguo Arlequín (2014)


Como os he indicado escogería muchos poemas de este libro. Podéis probar en el enlace de su editor Parnass  por si aún está disponible.

No hay, que yo sepa, antologías disponibles de sus poemas en la red. Pero comparto con vosotros un regalo que he recibido: cuatro poemas de Costero en la magnífica voz de Jesús Gutiérrez: A mi generación, Para Anna, cuando me vaya, De un viejo retrato y Obituario (que cierra Ambiguo Arlequín).

Os he dicho al inicio que José Costero dominaba otros géneros literarios, además de la poesía, a mí me han gustado mucho sus ensayos, esos apuntes literarios de los que tanto he aprendido, y disfruto leyendo las andanzas del jubilado policía Ruano, protagonista de su serie de novela negra. Pero para saber más de su bibliografía en los distintos géneros, lo mejor es que os lleve a su entrada en Escritores recónditos, blog que ya os recomendé hace tiempo.



Os dejo unas espinelas que le dediqué, en nombre de la tertulia literaria del Laberinto de Ariadna de la que fue fundador, cuando le hicimos un homenaje en 2013 y nos dijo que quería jubilarse de sus actividades literarias.


A PEPE COSTERO (Poeta, escritor y magnífica persona)

Espinelas a un amigo
que se quiere jubilar.
Pues sabéis lo que os digo:
no lo vamos a dejar.

Querido amigo Costero
no acepto una despedida
ni que digas que cumplida
está tu obra, tu sendero.
Tu verso vuela ligero,
le queda mucho camino
para llegar al destino
enseñando a los demás
cómo se lleva el compás,
cómo se es un torbellino.

Por eso, en el Laberinto
no te vamos a dejar,
nos tienes que acompañar
versando en este recinto.
No digo más, que sucinto
es mejor que sea el mensaje,
quede claro el vasallaje 
y la amistad más sentida.
Por tus obras y tu vida
mereces este homenaje.

Ricardo Fernández. Barcelona, doce de Julio de 2013

Descanse en paz.

Adenda de mayo 2022: El 27 de mayo presentamos el libro póstumo de relatos de José Costero "Mémora de voces". En este enlace a la entrada que acabo de publicar tenéis uno de los relatos.


viernes, 1 de abril de 2016

Juan Antonio González Iglesias

Juan Antonio González Iglesias (Salamanca, 1964). Dice de su poética Luis García Jambrina: En sus libros convergen y se igualan, en importancia y dignidad, lo clásico y lo posmoderno, lo sagrado y lo profano, lo pagano y lo cristiano, la carne y el espíritu, la realidad y el deseo, el refinamiento y la animalidad, lo instintivo y lo racional, la seriedad y la risa, la acción y la contemplación, el lecho y la palestra, la referencia erudita y el lenguaje coloquial, "los libros y los músculos", el gimnasio y la biblioteca...  


EXCESO DE VIDA

Desde que te conozco tengo en cuenta la muerte.
Pero lo que presiento no se parece en nada
a la común tristeza. Más bien es certidumbre
de la totalidad de mis días en este
mundo donde he podido encontrarme contigo.
De pronto tengo toda la impaciencia de todos
los que amaron y aman, la urgencia incompartible
de los enamorados. No quiero geografía
sino amor, es lo único que mi corazón sabe.
En mi vida no cabe este exceso de vida.
Mejor, si te dijera que medito las cosas
(fronteras y distancias) en los términos propios
de la resurrección, cuando nos alzaremos
sobre las coordenadas del tiempo y el espacio,
independientemente del mar que nos separa.
Sueño con el momento perfecto del abrazo
sin prisa, de los besos que quedaron sin darse.
sueño con que tu cuerpo vive junto a mi cuerpo
y espero la mañana en la que no habrá límites.

Juan Antonio González Iglesias


En "A media voz" encontraréis una antología de sus poemas. En la revista poética Poesía en el Campus encontraréis una antología de sus poemas con prólogos de Luis García Jambrina, Pablo García Baena y Luis Antonio de Villena. 

Adenda de mayo de 2023:

Posteriormente ha publicado Del Lado del amor. Poesía reunida (1994 - 2009),y Confiado y en 2019 Jardín Gubelkiam. Os dejo una entrevista en "El Cultural" sobre sus últimos libros publicados.






















Y aquí lo podéis ver recitando su poema Centauro, Premios del Tren 2014



viernes, 25 de marzo de 2016

Javier Egea

Javier Egea (Granada 1952 - 1999), poeta que, junto a Luis García Montero y Álvaro Salvador, firmó en 1983 el manifiesto La nueva sentimentalidad que dio origen a la corriente de la Poesía de la experiencia, tan comentada a favor y en contra en los cenáculos poéticos. Yo no soy mucho de corrientes ni generaciones, y soy más de la poesía que me llega y penetra como la de Javier Egea.


NOCHE CANALLA

Yo no sé si la quise pero andaba conmigo,
me guiaba su risa por la ciudad tan gris.
Ella tenía en su boca colinas de Ketama
y el cielo de sus ojos me pintaba de añil.
Yo vi tantas estrellas como ella puso siempre
en aquel cielo raso como un paño de tul.
Ella llevaba el pelo como la Janis Joplin
y los labios morados como el Parfait-Amour.
La he perdido en un bosque de jeringas brillantes
por donde nos decían que se llegaba al mar;
se fue sobre un caballo de hermosos ojos negros,
por más que yo me muera no la podré olvidar.
Bajo el cielo ceniza me conducen mis piernas.
Esta noche no tengo ni esperanza ni amor.
Sólo queda el calor de mi pobre navaja.
Hoy me he visto la cara de un retrato-robot.
A pesar de sus ojos he salido a la calle,
a pesar de sus ojos me ha tocado vivir .
En un barrio de muertos me trajeron al mundo.
Esta noche canalla no respondo de mí.


Javier Egea


¿QUÉ LUZ EXTRAÑA, DIME, HA POBLADO ESTE CUERPO...

¿Qué luz extraña, dime, ha poblado este cuerpo
repetido en portales, escaparates, brumas,
ingenuo paseante de la ciudad, hermano,
caminante del mismo aturdimiento
que estos siglos de expolio pusieron en los ojos,
qué luz extraña, dime,
hay en la soledad y en la memoria?

Así nos fuimos viendo nítidamente fríos,
enfrentados,
de una margen a otra de la calle en ruinas,
con la clarividencia de los obreros viejos
que abanderan los pasos del taller a la muerte
aprendiendo el futuro.

Sobre nosotros pasan los balcones cerrados,
las farolas con frío,
los aleros mellados y este viento,
como un enjambre inhóspito,
y la piel de la tierra huele a ropa quemada,
mas tiritan los huesos
y hay tan sólo el calor de la sangre que alumbra
desde el abrazo grande de tu fuerza y la mía.

Es cierto que la historia
nos condenó a las calles ateridas
y no el azar que llega maldito restallando.

¿Qué luz extraña, dime,
hay en la soledad y en la memoria?
Hoy supimos, mirándonos las manos,
a pesar del estrago y las ojeras mustias,
al fin reconocidas,
que siempre es tarde, siempre, para volver a casa
como se vuelve al sitio de las túnicas rotas,
de las máscaras frías,
del polvo atrincherado,
de los andrajos de la luz.


Javier Egea


En la pagina web dedicada a Javier Egea encontraréis información sobre su vida y obra, y una selección de sus poemas. Este año se acaba de publicar su antología poética "A pesar de su ojos"y aquí tenéis cómo adquirirlo.



Aquí tenéis Noche canalla cantada por Raúl Alcover. Un poema recitado y cantado no expresa siempre lo mismo, pero en cualquier caso es otra visión de la obra del artista y en este caso el poema es una magnífica letra de canción.



sábado, 12 de marzo de 2016

Manuel Padorno y el mar

Manuel Padorno (Santa Cruz de Tenerife, 1932 - Madrid, 2002) pintor y poeta, dos artes muy próximas. Ya dijo Simónides (V a.C) La pintura es poesía muda y la poesía pintura hablante y lo podréis comprobar en la obra de Padorno, quien decía que son caminos paralelos que marchan juntos, pero cada uno por su lado.

Ya que escribió y pintó mucho sobre el mar, amor que yo comparto, me centraré en esta temática.


SOY QUIEN PONE EN MARCHA LA MAÑANA

Así que pongo en marcha la mañana
atlántica, con todo su engranaje,
las compuertas se abren, estruendosas,
los grandes portalones celestiales,
levantados paneles invisibles,
émbolos infinitos que remueven
los espacios cerrados, los desplazo
ahuyentando las sombras, con violencia
hacia zonas azules, que penetre
en grandes cantidades oceánicas
la luz por todas partes cada día.
Un inmenso trabajo, indescriptible.
Aparte de cumplir todos los pasos
soy también quien los goza, pues me entrego
a su contemplación, su turbulencia,
la cantidad más grande concebida,
inmensa maquinaria puesta a punto
cada mañana, desde mi ventana.
Insólito espectáculo. Para luego
dejar que todo marche, que transcurra
según los apetitos espaciales.

Manuel Padorno

Padorno, en sus caminos paralelos, unió pinturas a poemas. Como ejemplo:

CARRETERA DEL MAR 



El mar es una larga carretera.
Comienza aquí, debajo de mi casa;
arranca desde aquí, sobre la orilla
y va, como una larga cinta echada

desde mi puerta al infinito, afuera.
Se pierde allá en la espesura. Mírala
lejos. Corre asfaltada por la espuma
y se remonta encima de la línea
azul del horizonte, por arriba
para seguir llevada de la niebla
(sin que termine nunca en ningún sitio)
hasta el final que desaparecía.
Es una larga carretera azul;
comienza aquí, sobre la orilla misma.
Caminaré por ella. Iré por ella
hasta el final del día, el estrellado
día. Hasta el final, en donde encuentre
sobre las aguas, nómada del sueño
la claridad distinta, la otra luz.

Manuel Padorno. La Guía. Antología poética personal 

En su web oficial encontraréis amplia información sobre su poesía, su pintura, su biografía, bibliografía, reseñas críticas, etc. Y aquí os dejo una antología de sus poemas.

Por último, el poeta recitando Mi casa el mar



viernes, 4 de marzo de 2016

Jorge Manrique

Jorge Manrique (¿Paredes de Nava, Palencia 1440? - Santa María del Campo, Cuenca,  1479). ¿Quién no recuerda algunos versos de sus coplas por la muerte de su padre? Ese poema, una magnífica elegía sobre la fugacidad de la vida, y la muerte que a todos iguala, el tópico del "Ubi sunt", tiene ya más de cinco siglos y conviene releerla de tiempo en tiempo. Os invito a acompañarme:


COPLAS POR LA MUERTE DE SU PADRE

     Recuerde el alma dormida,                       
avive el seso y despierte                            
contemplando                
cómo se pasa la vida,                   
cómo se viene la muerte                           
tan callando,                    
   cuán presto se va el placer,                    
cómo, después de acordado,                   
da dolor;                            
cómo, a nuestro parecer,                          
cualquiera tiempo pasado                         
fue mejor.                        

    Pues si vemos lo presente                     
cómo en un punto se es ido                     
y acabado,                        
si juzgamos sabiamente,                            
daremos lo no venido                  
por pasado.                      
   No se engañe nadie, no,                         
pensando que ha de durar                        
lo que espera                  
mas que duró lo que vio,                           
pues que todo ha de pasar                       
por tal manera.                               

    Nuestras vidas son los ríos                     
que van a dar en la mar,                             
que es el morir,                              
allí van los señoríos                       
derechos a se acabar                   
y consumir;                       
   allí los ríos caudales,                  
allí los otros medianos                 
y más chicos,                    
y llegados, son iguales                 
los que viven por sus manos
y los ricos.

(.../...)


Jorge Manrique


Aquí podéis leer las coplas completas y en Cervantes Virtual hay una antología completa de sus obras editada por Augusto Cortina. Os dejo otro poema, una canción, de Manrique. 


ES UNA MUERTE ESCONDIDA

Es una muerte escondida                          
este mi bien prometido,                            
mas no puedo ser querido                        
sin peligro de mi vida.                  

   Mas sólo porque me quiera                   
quien en vida no me quiere,                    
yo quiero sufrir que muera                       
mi vivir, pues siempre muere;                 
    y en perder vida perdida                        
no me cuento por perdido,                       
pues no puedo ser querido                      
sin peligro de mi vida.   

Jorge Manrique

Y dos maneras distintas de enfocar sus coplas musicalmente. Una más compleja y reciente de Amancio Prada en el concierto de 2011 en el Teatro de La abadía de Madrid en que durante casi una hora canta acompañado por músicos y coro los 480 versos de las coplas.




Y el clásico resumen de Paco Ibañez, quien tanto ha hecho por dar a conocer la poesía española.