sábado, 24 de noviembre de 2012

El Egeo, camino en el azul

Este poema quiere ser un homenaje al Egeo y a su semántica. En Grecia también se denomina Archipíelago (Arjipélagos) al Egeo, y a los mares en general Pontos, que en el lenguaje indoeuropeo de los invasores aqueos del siglo XVIII a.C. significaba el camino. De ahí es fácil sacar conclusiones sobre el origen del significado de las palabras.

El Egeo, de cabo Sunion al Dodecaneso pasando por las Cícladas

EL EGEO, CAMINO EN EL AZUL

Si cruzas el Egeo en un velero

descubres la semántica del mar;
las islas no son nombres, son abrigos,
son alto en el camino, son descanso,
son pedazos de tierra en el azul
que ofrecen acogida al navegante. 

Para los griegos siempre son sinónimos
decir el mar Egeo y Archipiélago.
Pélagos es genérico de mares
y Arjí prefijo de algo principal,
¿y para un hombre heleno cuál, si no,
merece ser llamado con tal nombre?

También le llaman Pontos, "el camino"
en el precoz lenguaje indoeuropeo
de un pueblo ajeno a discurrir azules.
Los Aqueos llegaron desde el norte,
desde tierras adentro, y en la orilla
trocaron el andar por navegar.

¿Cómo ser transeúnte de las islas
sin hollar los caminos de la mar?
Sólo el mar une islarios, sólo el mar.

Islario de pasiones
Ricardo Fernández Esteban ©

Despotikó, Andíparos, Paros y Naxos

Según dicen algunos lingüístas, y "se non è vero, è ben trovato", los aqueos, pueblo de tierra adentro, no tenían una palabra específica para designar al mar; por eso al descubrir el Egeo, y darse cuenta que su camino hacía las islas tenía que proseguir a través del mar, lo denominaron "pontos" (πόντος) que en su lengua quería decir camino. En esa época, los antiguos griegos denominaban al mar "zálasa" (θάλασσα) palabra que se ha mantenido y es la usual para denominarlo.

También se denominaba al Egeo archipiélagos, del griego "arjipélagos" (αρχιπέλαγος), como ahora se denomina a un grupo numeroso de islas, porque su significado en griego es principal "arji" (αρχή) más 
mar "pélagos" (πέλαγος). La etimología de las palabras nos conduce a su creación, a la importancia del mar (con tres palabras para denominarlo en griego) y a cómo se asociaba ese mar con las numerosísimas islas que lo pueblan.


Adenda de abril de 2023: Este poema pertenece a mi libro Islario de Pasiones, que ha sido magníficamente traducido al griego por Maira Fournari y publicado por la editorial cretense "Παράξενες Μέρες". 

Si queréis seguir las singladures de algunas de mis travesías a vela por el Egeo aquí tenés las que discurren por el Dodecaneso, por las Cícladas y la de un viaje desde España hasta el Dodecaneso. Y si queréis saber más de las islas y mis recomendaciones personales, aquí tenéis el enlace a mi libro Por las islas griegas, ampliado en 2023, que resume 25 años de viajes y más de 70 islas visitadas (aquí lo podéis conseguir en Amazon).


domingo, 18 de noviembre de 2012

Rafael Alberti. Lo que dejé por ti. Ángel desconocido

Rafael Alberti (Puerto de Santa María, Cádiz, 1902-99) es uno de los grandes poetas del siglo XX. Su poesía supera su adscripción a una generación concreta, en su caso la del 27 que es cuando se dió a conocer, por los diferentes estilos que cultivó a lo largo de su dilatada vida que se han clasificado como Populista, Gongorino, Surrealista, Político y Nostálgico.


Este soneto que os reproduzco pertenece a su madurez, y es de su época nostágica del exilio, unos años antes de regresar por fin a España:

LO QUE DEJÉ POR TI

Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío,
dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.


Roma, peligro para navegantes, 1968. Rafael Alberti



La generación del 27. Alberti es el primero por la izquierda.

La época surrealista de Alberti es una de sus cimas poéticas, y considero que su poemario Sobre los ángelesPoeta en Nueva York de Lorca, son los máximos exponentes de esta vanguardia en castellano. Os dejo una crítica del Centro Virtual Cervantes   y un poema:

EL ÁNGEL DESCONOCIDO

¡Nostalgia de los arcángeles!
Yo era...
Miradme.
Vestido como en el mundo,
ya no se me ven las alas.
Nadie sabe como fui.
No me conocen.

Por las calles, ¿quién se acuerda?
Zapatos son mis sandalias.
Mi túnica, pantalones
y chaqueta inglesa.

Dime quién soy.

Y, sin embargo, yo era...
Miradme.


Sobre los ángeles, 1928. Rafael Alberti


Además, también fue un buen pintor y a quienes os gusten ambas artes os recomiendo su poemario A la pintura. Para  información general sobre el autor podéis ir a su fundación   y para una antología de poemas a A media voz .


Por último, pero no menos importante, aquí lo tenéis interpretando a sus 90 años A galopar al alimón con Paco Ibañez  y a Serrat cantando La paloma  





viernes, 9 de noviembre de 2012

La infanta Margarita con traje azul, de Velázquez

En este poema, de mi poemario digital De museos por Madrid, dialogo con ese  retrato de Velázquez que vi en la temporal El retrato español en su hogar, "El Prado", del 2004 y que pertenece al Kunsthistorisches de Viena.


  A la infanta Margarita con traje azul. (Velázquez, 1660)

Velázquez inspiró a Picasso y Manet,
¿y tú, lo conseguiste con el destinatario
de este bello retrato, tu futuro marido?

Muy difícil lo veo, infanta Margarita;
demasiado ropaje, demasiada distancia
para inspirar deseo antes de conocerte.
A mí, sí que me inspiras con ese traje azul,
con la suave armonía de la composición,
con tus ojos de niña y labios de mujer.
Pero yo te contemplo con otra perspectiva...
no voy a conocerte, y menos “carnalmente”.


De museos por Madrid. Ricardo Fernández Esteban ©


La infanta Margarita (1651-73), hija de Felipe IV y de Mariana de Austria, fue prometida en su infancia al emperador Leopoldo I de Austria, y estos retratos se enviaban a Viena para que el novio estuviese al tanto de desarrollo de su futura esposa. La infanta también es la figura central de Las Meninas, cuadro que inspiró otros de Picasso y de Manet.

Fragmento de las Meninas de Picasso y Velázquez

En este artículo se habla del descubrimiento de la pintura española en Francia en el XIX y de la admiración que sintió Manet por Velázquez. Y en este otro de la influencia de la pintura española en Manet.


Adenda de 2023: Este poemario digital De museos por Madrid, revisado y ampliado este enero, permite ver los cuadros que inspiraron cada uno de los poemas y lo podéis descargar clicando aquí.





domingo, 4 de noviembre de 2012

Agustín García Calvo "In memoriam". Tú, cuya mano...

Agustín García Calvo (Zamora 1926 -2012), que fue lingüista, filósofo, traductor, dramaturgo, ensayista y "last but not least" poeta, nos acaba de dejar en su juvenil inconformismo a los 87 años. Habría mucho que decir, pero nos referiremos sólo a su poesía, aunque no la podremos desligar de su constante rebeldía.


TÚ, CUYA MANO...

Tú, cuya mano me ha bañado
de un fuego transparente las espaldas,
cuyos ojos en claros naufragios hundieron
algunos principios elementales de mi alma,
tú eres mi patria.

Tú, que no tienes apellido,
que no sé si eres pájaro o si alcándara,
que de todos tus brazos las letras de plomo
cayéndose han ido, como si fueran nueces vanas,
tú eres mis padres
y mi patria.

Tú, que ni tú te acuerdas dónde
tendiste a orear las nubes blancas,
que de tantos amores que tienes confundes
el nombre de todos los días de cada semana,
tú eres mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Tú, que tan dulcemente besas
que el cielo bocabajo se volcaba,
y que no se sabía de quién ya la lengua,
de quién la saliva, de puro sabrosa y templada,
tú eres mis leyes
y mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Tú, que apacientas calaveras
por las praderas de la verde África
y a los rojos leones les echas de pasto
las rosas de leche de aquella luna de Sumatra,
tú eres mi ejército
y mis leyes
y mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Eres mi ejército y mis leyes
y mi Dios y mis padres y mi patria,
y el ejército y Dios y las leyes y todas
las patrias y padres se creen que tú no eres nada:
que no eres nada.

Agustín García Calvo


Aquí lo podéis  ver y escuchar cantado por Amancio Prada



Y aquí Amancio canta Libre te quiero. En este enlace podéis oír a García Calvo interpretando 23 poemas suyos, aunque su forma de recitar es algo demasiado solemne para mi gusto. Por último, un obituario de "El Mundo" que sobrevuela su "vida y milagros"