Quizás "me meto en un jardín" al tratar del tema de si los genéros gramaticales deben corresponderse con los biológicos, la necesidad de que una palabra acabe en "o" o "a" para ser políticamente correcta, o tener que duplicarla para que todos y todas se sientan citados. A mí me gustaría opinar como lingüista (o lingüisto) que soy, pero me contento en hacerlo como poeta (o poeto) con la licencia poética y el recurso al humor que siempre es bueno en estos casos. Por favor, que nadie se sienta ofendido u ofendida.
DE VOCALAS Y POETOS
Ante “vocalas”, “miembras”, ¡qué palabros!,este menda reclama ser “poeto”.
Y no me adviertas que me descalabro,
que entro en un mal jardín y me entrometo;
a estas alturas de la vida, creo
que hay que decir lo que se piensa, ¡leñe!
y si eso implica pelear, peleo,
y si a alguien no le gusta, que se empreñe.
Seré “atleto”, “lingüisto” y si es preciso
los votos tomaré para ser “curo”,
ya ves que no rechazo el compromiso,
y que defiendo la igualdad, lo juro.
Pero a mí, no me importa la palabra,
ni la “o”, o la “a”, en que termina,
cambiarla no será un abracadabra
y acabará olvidado en la rutina.
Lo que importa es tratarnos con respeto
en una sociedad más democrática,
y decir soy “vocala” o soy “poeto”
constituye violencia de gramática.
Ricardo Fernández Esteban ©
Como siempre lo que dice el poeta, que no sabe si acabará siendo denominado "poeto", está sujeto a crítica. Os he dado mi opinión ante ese intento de forzar la grámatica con excusa democrática, aunque solo sea por economía lingüística y por evitar el innecesario alargamiento de los discursos.
Respecto al formato, el poema se compone de cinco serventesios endecasílabos. Un agudo lector del blog me indica que he cometido algún desliz métrico. Es verdad y era consciente de ello, y más siendo autor de un tratado de métrica, pero la poesía satírica soporta algunas licencias por aquello de que el humor nos da un cierto margen. Concretamente, en la 1ª estrofa rima "palabros" con "descalabro" que es solo una cuasiconsonancia por la falta de una "s"; y entre la 1ª y 2ª estrofa hay una asonancia entre las rimas "eto" y "eo", lo que tampoco es digno de un poema clásico (por más que Garcilaso y otros poetas del siglo de oro lo hicieran alguna vez). En este último caso, la asonancia no es muy fuerte por la ausencia de consonante intermedia en la 2ª, pero es cierto que asuenan y que es mejor evitar las asonancias. Que quede constancia del apunte del lector y reproduciré sus observaciones en comentarios, ya que además ha tenido la delicadeza de enviarme una espinela sobre el asunto.
En esta página del blog recojo poemas míos de talante satírico ético o político, y en este enlace se accede a los que tienen entrada propia en el blog.