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martes, 20 de febrero de 2024

Unos sonetos comentados de Lope de Vega

Félix Lope de Vega y Carpio (Madrid 1562 - 1635), es sin duda uno de los mejores dramaturgos y poetas de los siglos de oro. En los inicios de este blog, en 2010, ya dediqué una entrada a su soneto "Ausencia", pero creo que Lope se merece más atención y hoy voy a tratar de algunos de sus sonetos basándome para comentar sus textos en el libro de Antonio Sánchez Jiménez, publicado hace unos meses, que recoge y comenta sus "Poesías escogidas". Los temas de ritmo y métrico son de desarrollo propio.



RIMAS. SONETO CXXVI

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo;
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huïr el rostro al claro desengaño;
beber veneno por licor süave;
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un dulce engaño:
esto es amor: quien lo probó lo sabe.

Lope de Vega. Rimas (1604)

Este célebre soneto sobre el amor nos presenta una vorágine de sentimientos que conduce a considerarlo "un dulce engaño". Se dice que tiene influencias de Gutierre de Cetina y Petrarca, pero Lope construye un magnífico texto sobre esos tópicos soportados por un ritmo magnífico. Como en todos sus sonetos usa el verso endecasílabo, combinando ritmos melódicos, heroicos, sáficos y hasta un verso final que se recita mejor como dodecasílabo (5+7), si efectuamos la preceptiva parada fonético-sintáctica. También hay que tener en cuenta que Lope hace diéresis en "hu-ir" y su-a-ve". Todo un conjunto de ritmos armónicos en los que contenido y continente suman.


SONETO LXXXVII (de Europa y de Júpiter)

Pasando el mar el engañoso toro,
volviendo la cerviz, el pie besaba
de la llorosa ninfa, que miraba
perdido de las ropas el decoro.

Entre las aguas y las hebras de oro,
ondas el fresco viento levantaba,
a quien con los suspiros ayudaba
del mal guardado virginal tesoro.

Cayéronsele a Europa de las faldas
las rosas al decirle el toro amores,
y ella, con el dolor de sus guirnaldas,

dicen que, llenó el rostro de colores,
en perlas convirtió sus esmeraldas
y dijo: “¡Ay triste yo: perdí las flores!”

Lope de Vega. Rimas (1604)

Este soneto, mitológico con tono erótico, precisa de alguna información para entender bien el significado. Verso 1: el "toro" es Zeus disfrazado para raptar a Europa. Verso 2: en algunos cuadros o poemas de la época el toro besa el pie de la "llorosa ninfa" (Europa). Verso 5: "las hebras de oro" son los cabellos rubios de la ninfa. Versos 6-8: El viento ondeaba el mar y el pelo de la ninfa que lamenta la próxima pérdida de su virginidad. Verso 10: en el momento del rapto la ninfa tejía una guirnalda de rosas. Verso 13: sus ojos verdes, esmeraldas, se convierten en perlas al llorar. Verso 14: las "flores" simbolizan la virginidad perdida.

Respecto a la estructura de los versos se combinan heroicos, sáficos y enfáticos. Hay que destacar en el verso 9º:
Ca--ron-se-le a Eu-ro-pa- de- las- fal-das 11(2.6.10)
que la sinalefa de cuatro vocales "eaEu" se pronuncia bien por su estructura piramidal de abertura (creciente decreciente), con la vocal más fuerte (a) en el centro, lo que le da un ritmo heroico cuaternario, armónico con los demás. El último verso también tiene características especiales:
y- di-jo: “¡Ay- tris-te- yo:- per-dí- las- flo-res!” 11(2.4.6.8.10)
leído de esta forma con la sinalefa "jo:¡Ay" es un heroico pleno yámbico. Pero yo prefiero dar énfasis a la sintaxis de la frase y destacar la exclamación con una parada previa y otra tas los dos puntos:
y- di-jo:- / “¡Ay- tris-te- yo:-_ / per-dí- las- flo-res!” 13= 3(2)+5(1.2.4)+5(2.4)
O sea un verso compuesto por un hemistiquio trisílabo y dos pentasílabos que armoniza con los endecasílabos anteriores, y más al ser el cierre epifónico del poema.


SONETO XVIII Rimas sacras

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?;
¿qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno escuras?

¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi gratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el ángel me decía:
“Alma, asómate agora a la ventana;
verás con cuánto amor llamar porfía”!

¡Y cuántas, hermosura soberana,
“Mañana le abriremos”, respondía,
para lo mismo responder mañana!

Lope de Vega. Rimas sacras (1614)

Este conocido soneto místico religioso invoca al amado en los cuartetos con la reflexión en los versos finales del 2º. Los tercetos nos conducen al epifonema final en que el segundo terceto responde al primero.

La estructura del soneto tiene varios versos enfáticos producto de las interrogaciones y las exclamaciones. Puede destacarse la tonicidad contigua en el final del 2º verso "Jesús mío", que no lo tensa en demasía por ser un braquistiquio con leve pausa inicial. El 6º verso comienza con un encabalgamiento del anterior del final de la exclamación; este verso se recita mejor que de corrido con la pausa fónica entre exclamaciones que lo convierte en un dodecasílabo (5+7) armónico con el resto, ya que la menor longitud de los hemistiquios tensa menos las tonicidades contiguas:
pues- no- te a-brí! / ¡Qué ex-tra-ño- des-va--o, 5(4)+7(1.2.6)


A LA HERIDA DEL SERAFÍN CON EL DARDO 

Herida vais del Serafín, Teresa;
corred al agua, cierva blanca y parda,
que la fuente de vida que os aguarda
también es fuego, y de abrasar no cesa.

¿Cómo subís por la montaña espesa
del rígido Carmelo tan gallarda
que, con descalzos pies, no os acobarda
del alto fin la inaccesible empresa?

Serafín cazador el dardo os tira,
para que os deje estática la punta,
y las plumas se os queden en la palma.

Con razón vuestra ciencia el mundo admira
si el seráfico fuego a Dios os junta
y cuanto veis en él traslada el alma.

Lope de Vega. Triunfos divinos (1625)

Verso 1º: El éxtasis de Santa Teresa (a quien se dedica el soneto) se produce cuando ve a un serafín. Verso 7º: Santa Teresa era carmelita descalza. Verso 10º: "extática" de "éxtasis". Verso 11º: las plumas con que escribe. Verso 14º: "Copiar" en el sentido de trasladar en sus escritos lo que ve en el paraíso. La estructura rítmica combina heroicos, melódicos y un enfático sáfico , todos ellos versos perfectamente armónicos.

Para quien quiera más información, he publicado un artículo en Las nueve musas, donde amplío los comentarios de los textos y efectúo un análisis completo de la estructura de metro y ritmo de cada verso.

Se puede acceder a todos los sonetos de Lope recopilados en el Instituto Cervantes por Ramón García González. Esta recopilación incluye unos análisis rítmicos de los versos, pero no os los recomiendo ya que tienen muchos errores. Si queréis profundizar en la vida de Lope el mejor libro que conozco es "Biografía de Lope de Vega, 1562-1635" de José Florencio Martínez; lamentablemente este libro está agotado y es difícil de conseguir, probad en bibliotecas públicas o en vendedores de segunda mano. Para el estudio de sus sonetos ya os he comentado el libro de Antonio Sánchez Jiménez, publicado hace unos meses que recoge y comenta sus "Poesías escogidas"



Si os interesa profundizar en los estudios métricos de estos versos que explican su ritmo y armonía, que os he esbozado tras los sonetos, podéis consultar alguno de los buenos manuales de métrica que existen. Yo, como autor, os recomiendo el mío "Métrica poética del idioma español", ya me diréis si lo encontráis interesante.



lunes, 20 de noviembre de 2023

Andrés García Cerdán

Andrés García Cerdán (Fuenteálamo, Albacete, 1972) ha publicado poesía y ensayos desde 1997. Su poesía es dura, profunda e interesante. Os copio unos poemas suyos y su voz. Últimamente estoy analizando en los poemas si los versos se corresponden en sus cortes a cómo se recitan, porque encuentro versos mal cortados, y esta es mi única observación negativa de estos. Si no os interesan esos estudios os los podéis saltar y concentraros solo en los poemas, pero creo que una crítica poética también tiene que dedicar algo de tiempo a la estructura de los poemas, porque estos son contenido y continente, y ese continente debe ayudar a la lectura y recitado.


LÍNEA DE COSTA

La diferente longitud del verso
y el lugar al que llega
cada vez que intentamos decir algo
esculpen una línea de costa imaginaria
en el poema. Ese
es el límite entre los mundos.
El litoral del tiempo y el lenguaje.
La erosión, la marea, las urbanizaciones
trazan un recorrido eléctrico
y una frontera sur,
un borde incandescente entre tú y el océano.
Algunos versos caen al poema
a plomo,
como caen los acantilados.
Otros versos extienden
sus blancas arenas con total docilidad,
hasta dejar de ser.
Se abre una bahía
en torno al verbo resistir.
Reconozco palabras que son puertos.
Las breves depresiones,
los accidentes,
las calas
ecualizan el canto. Vibra
sobre el papel el pulso
del viejo electrocardiograma lírico.
El corazón explota a diferentes
profundidades.
Si calla el horizonte, hay que callar.
No sé bien cómo, pero
voy a elegir contigo
una ensenada en esta costa,
un lugar que aún no haya sido invadido
por las excavadoras,
donde podamos estar solos
y bañarnos desnudos
y, en mitad de la noche, encender una hoguera
que arruine todos los satélites.


Andrés García Cerdán de "Defensa de las excepciones" (2018)

Si midieseis estos versos veríais que su estructura es lo que llamamos una "silva polimétrica blanca de impares", fundamentalmente con versos de 5, 7, 9, 11 y 14 (7+7) sílabas que son longitudes armónicas para el recitado. Lo que pasa es que algunos de esos cortes teóricos de los versos son arbitrarios, ya que no corresponden con las paradas sintácticas que efectuamos al recitar o a leer.

Lo comprobaréis en el segundo poema en que podremos comparar cómo lo escribe y cómo lo lee el autor, ya que tengo un audio del mismo.


FRESAS

Amargan estas fresas. Las compramos
ayer en el mercado, en el local
de un mercader armenio. Deslizándonos
entre la gente, heridos
por el bullicio hermoso de la plaza,
llegamos a la tienda: el mundo
ardía en sus colores y en su encanto.
La dulzura del sol y de la fruta
bañaba la mañana. Mandarinas,
peras, melocotones, kiwis,
manzanas. La metáfora
de la fiesta del mundo: la explosión,
el júbilo, el trabajo de un hombre.
Las monedas pasaron de una mano a otra.
Se despidió en su lengua antigua,
bendiciéndonos, el tendero. Ahora,
ante la tele, mientras tomo
la cuchara y mezclo las fresas
con el yogur, ya antes de probarlas,
lo sé: amargas. Yacen boca abajo,
como lirios tronchados, cientos
de personas. Su sangre deja charcos
oscuros, regueros podridos, secos
en las aulas. En Kenya, 2015.
El hombre ha muerto y Dios también.
No están los organismos oficiales
para certificar tanta vergüenza.
Disfrutan de su cóctel en terrazas
con vistas a otro océano. No valen
nada estas vidas. Valen nada
los cuerpos. Vale nada este licor
sagrado que hoy escancian brutalmente,
desde el mayor odio posible,
los hijos de la nada y la barbarie.

Andrés García Cerdán de "Barbarie" (2015)

Otro poema que teóricamente es otra silva blanca de impares (5, 7, 9, 11 y 7+7 sílabas), pero que se recita de otra forma. Aquí tenéis al autor recitándolo a partir del minuto y 25 segundos del audio


Este recitado que efectua el autor, y que yo comparto, es el correcto del poema y bastante distinto al que sugieren los cortes versales.

Amargan estas fresas.
Las compramos ayer en el mercado,
en el local de un mercader armenio.
Deslizándonos entre la gente,
Heridos por el bullicio hermoso de la plaza,
llegamos a la tienda:
el mundo ardía en sus colores y en su encanto.
La dulzura del sol y de la fruta
bañaba la mañana.
Mandarinas, peras, melocotones, kiwis, manzanas.  
La metáfora de la fiesta del mundo:
la explosión, el júbilo, el trabajo de un hombre.
Las monedas pasaron de una mano a otra.
Se despidió en su lengua antigua, 
bendiciéndonos, el tendero. 
Ahora, ante la tele, 
mientras tomo la cuchara 
y mezclo las fresas con el yogur, 
ya  antes de probarlas, lo sé:
amargas.
Yacen boca abajo,
como lirios tronchados, 
cientos de personas. 
Su sangre deja charcos oscuros, 
regueros podridos, secos
en las aulas. 
En Kenya, 2015.
El hombre ha muerto y Dios también.
No están los organismos oficiales 
para certificar tanta vergüenza.
Disfrutan de su cóctel en terrazas
con vistas a otro océano. 
No valen nada estas vidas.
Valen nada los cuerpos.
Vale nada este licor sagrado 
que hoy escancian brutalmente,
desde el mayor odio posible,
los hijos de la nada y la barbarie.


¿Por qué hacen esto algunos autores? ¿Por un aparente formalismo en mantener versos teóricamente armónicos que luego recitan de otra forma? No sé, porque en este caso la forma en que se recitan los versos también es en general armónica, por lo que aún encuentro menos sentido a esos cambios. Quizá sea por querer huir visualmente del poema métrico con esos cortes que producen encabalgamientos arbitrarios. Habrá que preguntarles a los autores.

Os dejo otro poema, este ya sin comentarios, para que simplemente lo podáis disfrutar.

B MINOR  

En aquel tiempo, Kurt enchufó la guitarra,
se inclinó hacia su izquierda, habló
con el lenguaje de los ángeles
y, de un zarpazo,
cambió el curso del río Wishkah.
 
Cayeron catedrales. El mundo fue vendido
como si no importara nada.
 
Nosotros aprendimos a no pedir perdón,
a no tenerle miedo al ruido,
a revolcarnos en el suelo eléctrico.
Y aprendimos a enloquecer con calma
y a amar a aquella chica rubia
que –como todo– aún estaba por llegar
y ya se había ido.

Andrés García Cerdán de "Grunge" (2022)























A quienes os interesen estos temas métricos generales o este tema específico os recomiendo mi tratado, revisado en diciembre de 2023, "Métrica poética del idioma español" que lo explica de una forma accesible. Hay que tener en cuenta que un poema es contenido y continente, y conocer las normas de los continentes armónicos (la métrica) ayuda a poetas y lectores a descubrir los porqués de los ritmos armónicos o lo que es real verso libre.







lunes, 25 de septiembre de 2023

Rocío Acebal

Rocio Acebal (Oviedo, 1997) ha publicado dos poemarios, Memorias del mar (2016) e Hijos de la bonanza (2020) que ganó el premio Hiperión. Me centraré en este último libro que me ha permitido conocer la obra de una gran poeta, tanto por el contenido de sus textos, como por el formato con el que escribe, que mantiene un magnífico ritmo poético al que nos tienen poco acostumbrados los autores jóvenes. 


PROCESO LITERARIO

Acudir a tertulias de santones.
Escribir en un par de suplementos.
Llevar una revista o ejercer
de antólogo imparcial de tus amigos.
Actualizar el blog semanalmente.
Estudiar al dedillo las teorías de Dámaso
y el diario de Jaime.
Presentarse a concursos. Negar haberlo hecho.
Twittear al premiado: merecido,
qué ganas de leerlo
Quedarse con las caras del jurado.
Hacer generación como quien hace
encaje de bolillos.
Mantener buenos términos con todos los poetas
y odiar terriblemente a un compañero
de tertulia o revista.
Enviar manuscritos. Negar haberlo hecho.
Suplicar por un prólogo o, al menos,
una contraportada.
Enviar un WhatsApp a todos tus amigos:
El día ha llegado: mi libro ve la luz.
Os espero a las siete
en una librería. Me acompaña
un señor novelista o tertuliano.
Buscar el ángulo que muestre el gran
aforo del evento.
Invitar a café a un par de críticos.
Negar haberlo hecho.

¿Escribir un poema? Esa es la parte fácil.

de Hijos de la Bonanza. Rocio Acebal.

La autora describe con ironía que lo complejo del "Proceso literario" va mucho más allá de escribir un libro de poemas y que el marketing es imprescindible para esa "mujer orquesta debutante" que debe preocuparse para que su obra se conozca. Y escribe esta historia con un buen ritmo poético que mezcla bien endecasílabos, con heptasílabos y alejandrinos, que solo se tensionan algo en estos versos: "Estudiar al dedillo las teorías de Dámaso / y el diario de Jaime." con una sinéresis, "teo-rí-as", algo forzada, y más cuando le sigue una diéresis "di-a-rio" (esta para mí sin problemas, salvo que dificulta la sinéresis anterior).


Este otro poema tiene alguna influencia de Luis Alberto de Cuenca, pero cambiando el yo poético de masculino a femenino.

RUEGO EGOÍSTA

Si una tarde, a lo lejos, me descubres
cargando con la compra ensimismada,
no busques el saludo, ni me cuentes
que al final has sentado la cabeza:
trabajas en un banco,
tienes mujer, tres niños
y casa en propiedad en Castellana.

Disculpa este desplante, pero entiende
un poco mi egoísmo: no me importa
el hombre que eres hoy, sino el que fuiste
hace casi diez años, una noche,
cuando nosotros no éramos nosotros
ni este mundo —que pronto
se descubrió mezquino, inhabitable y cruel—
era este mundo aún,
cuando me amabas
y yo te amaba a ti y era bastante.

No me obligues a ver en quién te has convertido:
no me importa de ti sino el recuerdo.

de Hijos de la Bonanza. Rocio Acebal.


A continuación otro buen poema, aunque este no pertenece a "Hijos de la bonanza", en que he desglosado la longitud versal y las tonicidades de cada verso, para que veáis por qué suenan tan bien estos versos.

LA MAMPARA

En la estación de trenes de mi ciudad                    7+5
una mampara gris de metro y medio en el andén    7 + 9(2.4.8)
separa a los viajeros                                             7
de sus acompañantes.                                          7

Me gusta imaginar que el encargado                      11(2.6.10)
de esta compartimentación                                   9((1).(4).(6).8)
lo hizo con intenciones más humanas                    11(1.6.8.10)
que el control de billetes, el aprovechamiento         7 + 7
máximo de recursos                                             7
o simplemente por ahorrar espacio:                      11(2.4.8.10)

aquí las despedidas no pueden susurrarse              7 +7
con la cara escondida en el abrazo,                       11(3.6.10)
la arquitectura obliga                                           7
a levantar la voz y la mirada                                11(4.6.10)
para decir «te voy a echar de menos».                 11(4.6.8.10)

Bendito-condenado responsable                           11(2.6.10)
de esa mampara gris de metro y medio,               11(4.6.8.10)
gracias a ti miré a los ojos del amor                      7 + 7
una · última vez.                                                 7

Rocio Acebal.

Como veis todos los versos o hemistiquios son de longitudes silábico fonéticas impares y los de 9 o más sílabas de estructura rítmica binaria. Por eso este poema recitado tiene una clara musicalidad y armonía entre sus versos. Así mismo, no hay asonancias perceptibles entre los finales versales, lo que impide sonsonetes entre los versos blancos. En el tema de la bondad o maldad de las asonancias no todos los poetas están de acuerdo, pero si no hay asonancias tampoco hay esas rimas escondidas que a veces perturban la blancura del verso.

La única licencia métrica es que en el último verso hay que hacer un hiato para mantener el ritmo "u-na- úl-ti-ma- vez", como heptasílabo, o sea no pronunciar en una sola sílaba fonética las vocales de fin e inicio de las dos primeras palabras: “u-na úl-ti-ma”. Lo más normal al pronunciar sería hacer la sinalefa "u-na úl-ti-ma- vez", uniendo la “a” y la “ú” en una única sílaba fonética, pero esa pronunciación haría al verso hexasílabo y como par de una armonía diferente. La existencia de acento en la “ú” facilita algo esta división y, además, por otra parte al tratarse del verso de cierre del poema no es tan importante un cambio de ritmo por ser el colofón y no tener versos posteriores.

Si estáis más interesados en temas de métrica poética, en la armonía y musicalidad de los versos, o en que es realmente "verso libre", podéis consultar mi tratado "Métrica poética del idioma español", revisado en diciembre de 2023, que lo explica de una forma accesible. Hay que tener en cuenta que un poema es contenido y continente, y conocer las normas de los continentes armónicos (la métrica) ayuda a poetas y lectores a descubrir por porqués de los ritmos armónicos.



Aquí os dejo 5 de los poemas de Rocío Acebal publicados en Zenda y tres reseñas de Hijos de la Bonanza pubicadas en El Diario.es, Diario de Sevilla y Ahora que leo; y este otro artículo de Pedro J. Plaza, que incluye algunos poemas. Ahora, a esperar un nuevo libro de la autora que nos confirme su trayectoria poética. Estos son los dos ya publicados que podéis conseguir clicando encima.

He ampliado esta entrada en un artículo que he publicado en "La nueve musas" con más información sobre "Hijos de la bonanza"




lunes, 30 de enero de 2023

Ráfael Ávila

Rafael Ávila Cañizares (Melilla, 1962) es otro de los poetas que he descubierto surfeando por las redes. Rafael es filólogo, reside en Málaga y ha publicado ocho libros de poemas desde 1994, más algunos pliegos y cuadernos. Os recomiendo esos paseos por las redes porque, con suerte, se pueden descubrir buenos poetas.


ISLA EN EL PÁRAMO

¿Qué conocemos de otros sino gestos
o palabras que engañan con su brillo?
A veces el espacio no es un pozo
pero siempre dibuja laberintos.
Cada hombre, una torre solitaria
rodeada de bosques sin caminos.
Una isla remota indescifrable
oculta por los mares infinitos.
Se nos cansa la vida dando vueltas
al misterio que es uno y compartido.
¿Llegarán nuestros sueños tan callados,
tras el frágil viaje de los hilos,
a encontrarse desnudos, frente a frente,
ya rotas las distancias, los abismos?
¿O seremos en medio de los campos
ese árbol perdido entre los trigos,
el pájaro ausente de memoria
que olvida las señas de su nido?
Condenados nacemos a este juego
de hallar en los espejos el destino.
Cristales que jamás traspasaremos,
prisión tejida por nosotros mismos.

Dardos en la pared (2000) Rafael Ávila Cañizares. 

A Rafael le gustan los versos de rima arromanzada, como estos endecasílabos, ya que he descubierto unos cuantos entre sus poemas. De otro libro más reciente:

CORRIENTES ASCENDENTES

Me diste un empujón
cuando parado estaba en la rutina
más siniestra de todos los desiertos,
un empujón me diste
y aparecí en el aire
en un campo de nubes,
lugar que he marcado en mi memoria
con la cruz que señala los tesoros,
junto a mi pecho
guardo también el mapa que contiene
sus breves coordenadas:
si me voy o me echan
podré volver deprisa,
tal vez porque requieras mi presencia,
acaso en la esperanza
de que me des otro empujón y arriba
hallemos otro campo inexplorado,
que en las alturas siderales
sea más pura la dicha,
                        aún,
                        por encontrarnos.

La trama de los días (2020). Rafael Ávila Cañizares 

Rafael Ávila tiene una web, aunque no demasiado actualizada, en la que podéis encontar una antología de sus poemas e información sobre sus libros. En Fonoteca de poesía podéis encontar dos poemas de "La trama de los días" recitados por él, y otros dos de "Con terquedad de astro" en que para mi gusto amplía demasiado las pausas versales.



Para acabar os dejo otro poema suyo "Incógnitas" en que yo escandaría cinco versos de otra forma. Ya sabéis por otras entradas de este blog que para mí es muy importante la oralidad en un poema y que creo que las pausas versales deben ser acordes con las sintácticas, excepto en algunos poemas rimados con encabalgamientos. Si queréis profundizar en este aspecto os dirijo a mi tratado de métrica "Métrica poética del idioma español", revisado en diciembre de 2023. Leamos ese poema tal como lo divide versalmente el autor y cómo lo haría yo.

INCOGNITAS

Antes era un enigma irresoluble,            11(3,6,10)
una torpe ecuación condicionada,           11(3,6,10)
pero cuando viniste,                              7
me despejaste en pleno                         7
con tu sabiduría,                                   7
se ha vuelto una constante                    7
mi esperanza, una variable aleatoria      12(3,7,11) (*)
esta alegría. A falta de dudas                11(4,7,10)
que ofrecerte, ando                              6
buscando entre mis versos                    7
un axioma capaz de interesarte,            11(3,6,10)
los valores exactos de mi vida.              11(3,6,10)

Luz de mediodía (2021). Rafael Ávila Cañizares 

(*) También podría ser, haciendo hiato en la coma: 13(3,8,12)

Los versos en que yo cambiaría los cortes versales y las pausas son:

se ha vuelto una constante mi esperanza,   11(2,6,10)
una variable aleatoria esta alegría.             13(4,8,12)
A falta de dudas que ofrecerte,                  10(2,5,9) 
ando buscando entre mis versos                9(1,4,8)

Ya que de esta forma las pausas versales se corresponden mejor con las sintácticas y resultan unos versos más armónicos que los originales. Un endecasílabo, un tridecasílabo cuaternario que armoniza bien, un decasílabo (que también armoniza ya que su "periodo rítmico interior" (1,4,8) es binario y similar a los de los otros versos) y un eneasílabo tambien armónico y cuyo "periodo rítmico interior" coincide con el anterior. Esto os pueden parecer cuestiones técnicas, pero es lo que da un buen ritmo sonoro al poema y lo distingue del verso libre o de la prosa.

Pero como siempre lo mejor es ir a las fuentes, a los poemas del autor, y aquí os dejo dónde podéis conseguir dos de sus últimos libros "La trama de los días" y "Memoria de la herida"




lunes, 25 de enero de 2021

José Ángel Cilleruelo

José Ángel Cilleruelo (Barcelona, 1960) es poeta, narrador, traductor y crítico literario. Como poeta ha publicado 9 libros en los últimos 30 años, desde "Don impuro" (1989) a "Pájaros extraviados" (2019). Vamos a ver, escuchar y comentar algunos de sus poemas.


PINTURAS 1

La muchacha de ojos claros busca
encender el candil frente a las sombras.
Presiente ya el desorden de la noche
en la pereza de la luz gastada

Toma la vela con la mano izquierda
y dirige la llama hacia la mecha.
Un arco con arenas parpadea
y destierra lo oscuro a los rincones.

Recupera la aguja, su dedal
y los trapos que arrumba en el regazo
para zurcir los antiguos remiendos.

El canto de los pájaros se ahoga
tras la ventana abierta hacia el verano.
Aunque llegara, no hablaría el tiempo.

José Ángel Cilleruelo. (Formas débiles, 2004)

Como os he dicho, vamos a escuchar al poeta recitando sus poemas, porque no siempre los versos se corresponden con las paradas fonéticas que efectúa y existen versos encabalgados sin ninguna pausa fónica entre ellos, lo que es interesante de analizar. Para ello disponemos de las grabaciones efectuadas en 2017 en el Archivo de poemas de la ACEC (Asociación Colegial de Escritores de Cataluña). Escuchemos este primer poema


En este caso, las diferencias entre renglones versales y pausas fónicas no son muy grandes. Os indico como yo lo escucho y los encabalgamientos. Estas son las paradas leves (·) y estas las más marcadas (··):

La muchacha de ojos claros (·) busca
encender el candil frente a las sombras. (··)
Presiente ya el desorden de la noche (··)
en la pereza de la luz gastada. (··)

Toma la vela con la mano izquierda
y dirige la llama hacia la mecha. (··)
Un arco con arenas (·) parpadea
y destierra (·) lo oscuro a los rincones. (··)

Recupera la aguja, (··) su dedal (··)
y los trapos (·) que arrumba en el regazo (··)
para zurcir (·) los antiguos remiendos. (··)

El canto de los pájaros se ahoga (··)
tras la ventana (··) abierta hacia el verano. (··)
Aunque llegara, (··) no hablaría el tiempo. (··)

Hay encabalgamientos claros entre los versos 1º y 2º, 5º y 6º, y 7º y 8º. La armonía del verso no se resiente, pero los aparentes endecasílabos no siempre lo son. En el inicio, el primer verso es un decasílabo (aunque su anacrusis mantiene el ritmo binario), y los dos primeros versos, tal como los recita, a mí me parece que mantienen un ritmo bastante prosaico, diferente del resto. Los versos 5º y 6º se recitan como dos endecasílabos unidos, ayudados por el claro ritmo binario interno. Los versos 7º y 8º se recitan como tres heptasílabos. Y los dos últimos versos suenan a compuestos 5+7 de armonía similar a los endecasílabos.

Insisto en este tema porque la división en versos de un poema es más que una cuestión gráfica y opino que debería basarse en algún tipo de pausa fonética para que ese renglón se constituya en verso, salvo si existiese rima como condicionante de un final versal, que no es el caso. 

Os propongo un ejercicio práctico, escuchar este poema sin leerlo y tratad de escribirlo. Seguro que vuestra división en versos tiene que ver con las pausas fónicas del mismo y no con la representación que le da el autor. Hay que tener en cuenta que lo que manda en un poema y su cadencia de recitado no es sólo como está escrito sino sobre todo como se recita. La oralidad siempre ha sido un factor muy importante en la poesía.

Otro poema del mismo libro

TÚNELES 9

Un día escucharé hablar por radio
del amor, mientras limpio los pasillos
y gabinetes del gran edificio
de la Esperanza. Sonará la voz
desde el carro, entre paños, botes, cubos,
la voz que a todos habla del amor.
Mientras aspiro la moqueta y friego
las letrinas se alzarán las palabras
con su pequeño túnel de verdades,
con ese cosquilleo tan menudo
que da la felicidad. Y a mi hora
me iré a la calle como quien un día
sale de la maternidad y en brazos
lleva un hueco y en brazos mece un hueco. 

José Ángel Cilleruelo. (Formas débiles, 2004)

Y el poeta recitándolo.


Yo lo escucho así:

Un día (·) escucharé hablar por radio (·)
del amor, (··) mientras limpio los pasillos
y gabinetes (·) del gran edificio
de la Esperanza. (··) Sonará la voz (·)
desde el carro, (··) entre paños, (·) botes, (·) cubos, (··)
la voz (·) que a todos habla del amor. (··)
Mientras aspiro la moqueta y friego
las letrinas (··) se alzarán las palabras (·)
con su pequeño túnel de verdades, (··)
con ese cosquilleo tan menudo (·)
que da la felicidad. (··) Y a mi hora (··)
me iré a la calle (·) como quien un día (··)
sale de la maternidad (··) y en brazos (··)
lleva un hueco (··) y en brazos (··) mece un hueco. (··)

El poeta sigue escribiendo aparentes versos endecasílabos, pero los recita de otra forma. Por ejemplo "del gran edificio de la esperanza", tal como se recita, es un endecasílabo impropio (acento en 5ª) repartido en el escrito entre dos versos; y "Mientras aspiro la moqueta y friego las letrinas" es un verso muy largo que, para mí, recita como un pentadecasílabo de ritmo binario (4.8.10.14).

Un último ejemplo de recitado y el poema tal como yo le escucho:



CÓMODA CON INSECTOS

Una cisterna que gotea, (··)
el hollín de la luz (·) cuando traspasa
los cristales, (··) hedor a olvido, (··)
gorjeo de una radio (·) mal

sintonizada hace tiempo, (··)
desde cuando bailábamos los sábados (·)
por la tarde en el comedor, (··)
inmortales los dos, (··) la vida. (··)

Una ventana que no encaja, (··)
dejadez y abandono en todas partes
donde mire. (··) Las emisoras

de la ciudad (·) radiaban música
la noche entera. (··) Imaginábamos, (··)
insensatos, (··) que aquel era el final. (··)

José Ángel Cilleruelo. Tapia con mirlo (2014)

En este caso el poeta separa los versos en una mezcla de endecasílabos y eneasílabos, longitudes versales que normalmente mantienen una buena armonía. Pero el poeta no sigue esa armonía con pausas versales, sino que efectúa las pausas gramaticales usuales. Por ejemplo:  "cuando traspasa los cristales" es un eneasílabo (4.8); "dejadez y abandono en todas partes donde mire" es otro largo pentadecasílabo binario (3.6.8.10.12.14) con un leve inicio mixto y "radiaban música la noche entera" un endecasílabo (2.4.8.10)

En estos análisis de ritmo me he basado en la fonética del poema. Una obra poética es la suma de un texto y unos ritmos del sonido de las palabras y si no consideramos el ritmo estaríamos hablando de prosa, aunque esta sea poética. Este es un aspecto que suele descuidarse en los comentarios poéticos de los poemas, que se centran sólo en el texto. Yo doy importancia a ambas cosas, fondo y forma, o sea texto y ritmo, y a veces me centro en el ritmo, por el citado descuido en los análisis y porque me he especializado en los estudios métricos. Para seguir estos análisis sería bueno repasar algún tratado completo de métrica. En el mío "Métrica poética del idioma español", revisado en diciembre de 2023, que podéis conseguir en el enlace anterior o directamente en Amazon, encontraréis las explicaciones teóricas y prácticas que os permitirán analizar el ritmo de los poemas.



Cilleruelo es un poeta que me gusta y me interesa mucho, y espero pronto poder dialogar con él sobre su poesía, el ritmo que cree que hay que dar a los poemas y las divisiones versales. En wikipedia podéis ver sus libros publicados y los premios que ha obtenido y os recomiendo sus blogs: 

Sortilegio. Con una antología de su obra poética
El visir de Abisinia y su apartado poético
El balcón de enfrente. Cuaderno de crítica literaria
Ventanilla de vagón. Dietario (2019-20121)




miércoles, 3 de abril de 2019

Jorge Guillén y su libro "Cántico".

Jorge Guillén (Valladolid, 1893 - Málaga, 1984) es uno de los grandes poetas del 27 y quizá el más influido por la poesía pura de Juan Ramón Jiménez: Y se quitó la túnica, / y apareció desnuda toda… /¡Oh pasión de mi vida, poesía desnuda, mía para siempre!

"Cántico", su poemario más conocido, fue un libro reelaborado durante muchos años, desde los 75 poemas de la edición de 1928 y a los de 270 de la edición que se considera definitiva de 1950. Ha dicho Francisco Rico de esta obra: se concibió y culminó como un ejercicio extraordinariamente consciente de exaltación y estilización de la realidad y de entusiasmo ante el mundo.



He publicado un artículo en la web cultural "Las nueve musas" en que trato de uno de los poemas de Cántico, ¿Ocaso? y su división en versos.


¿OCASO? (tal como está escrito en Cántico)

Íntima y dúctil, la sombra aguardando aparece
sobre las piedras y sobre las brañas. Lo oscuro
se junta. ¿Fin? El silencio recibe en su alfombra
los sones menguantes del mundo. Pozo de ocaso,
nada se pierde. La tierra en su ser profundiza.

Jorge Guillén. Cántico. "El pájaro en la mano"

Nota: realmente el poema aparece escrito con mayúsculas iniciales en todos los versos, lo que es un anacronismo que dificulta la lectura. Las diviones versales no deben condicionar la mayúscula, sino las normas sintácticas según la puntuación previa.

En ese artículo analizo este poema y explico cómo es más fácil de recitar y descubrir su magnífica sonoridad cortando de otra forma los versos. Este es un tema interesante de debatir, ya que creo que todo lo que sea facilitar la lectura es bueno para la mayor difusión y disfrute de la poesía.

¿OCASO? (con diferente división versal)

Íntima y dúctil,
la sombra aguardando aparece
sobre las piedras y sobre las brañas.
Lo oscuro se junta.
¿Fin? El silencio recibe en su alfombra
los sones menguantes del mundo.
Pozo de ocaso, nada se pierde.
La tierra en su ser profundiza.


Me interesa mucho vuestra opinión como lectores y amantes de la poesía a lo que indico en el artículo, la razonada discusión siempre aclara dudas o nos plantea nuevas alternativas. He publicado un tratado de métrica donde analizo en profundidad todos los temas relacionados con la métrica, entre ellos ese de cortar los versos de una forma distinta para que se realce la musicalidad, y la opinión del lector es un "feed back" imprescindible. Aquí lo podéis conseguir en Amazon.



Otro poema de este magnífico libro de Guillén:

CIMA DE LA DELICIA

¡Cima de la delicia!
Todo en el aire es pájaro.
Se cierne lo inmediato
resuelto en lejanía.


¡Hueste de esbeltas fuerzas!
¡Qué alacridad de mozo
en el espacio airoso,
henchido de presencia!

El mundo tiene cándida
profundidad de espejo.
Las más claras distancias
sueñan lo verdadero.

¡Dulzura de los años
irreparables! ¡Bodas
tardías con la historia
que desamé a diario!

Mas, todavía más.
Hacia el sol, en volandas
la plenitud se escapa.
¡Ya sólo sé cantar!

Jorge Guillén. Cántico. "Al aire de tu vuelo"

Vicente Morales Ayllón ha escrito un comentario de textos de este poema (desgraciadamente desaparecido de internet) en el que cita, sin desvelar la razón, la diferencia de rimas entre la estrofa tercera y el resto. Estos versos son heptasílabos asonantados y en todas las estrofas la rima es abrazada, excepto en la tercera que es alternada (cuando hubiera sido fácil mantener la simetría del poema cambiado el orden de los versos 11º y 12º). No sé cuál fue el motivo por el que el poeta mantuvo esa excepción, quizá para romper la monotonía de ritmo abrazado, pero en cualquier caso es un magnífico poema. 

Como otro ejemplo final del buen trabajo poético de Guillén escojo otro breve poema con la explicación que da Mario Hernández en el prólogo de la Antología de Guillén publicada por El País. De ese poema se han encontrado 6 manuscritos escritos en 1924, 1928, 1932, 1943 y 1944 en diferentes lugares.

ALBA MARINA, SOL, TERRESTRE AURORA

Se nivela un claror: el alba por su mar.

Alondras, desgajándose de brumas y rumores
-¡cuánta avecilla enhiesta para el amanecer!-,
enlazan canto y vuelo por la luz que va al mundo.

Se ahínca entre raíces la aurora: huele a sol.

Jorge Guillén. Cántico. "El pájaro en la mano"

Dice Hernández que sólo en uno de esos lugares de ve el mar (en el país vasco francés) y que las alondras nos llevan tierra adentro a su paisaje castellano. El endecasílabo inicial define sintéticamente el paisaje enaltecido y los cinco alejandrinos lo evocan desde la memoria en la que entran en juego tres sentidos escalonados: vista, oído y olfato; yendo de la vasta amplitud de la mirada a la proximidad del canto y la extrema cercanía del olfato.

Clicando en el portal A media voz  encontraréis una antología de sus poemas, y en la web del Instituto Cervantes virtual   su biografía y blibliografía.  Y por último, un vídeo con imágenes de poetas del 27 y el recitado del último poema que escribió Guillén en 1984: El vídeo misterioso 




martes, 5 de marzo de 2019

Juan Vicente Piqueras

Juan Vicente Piqueras (Los Duques, Requena, Valencia, 1960) es un poeta que ha trabajado también como locutor, actor, guionista, profesor y en distintos destinos del Instituto Cervantes. Tiene una amplia obra publicada y en 2012 ganó el premio Loewe con su poemario Atenas. De ese libro es el primer poema que os copio:


SÚPLICA

Sigue tejiendo, amor, y destejiendo
jerseys y leguas para mi derrota,
bufandas para el viento que me lleva,
el frío de mi fuga
y el invierno que soy. Sigue tejiendo.

Sigue diciendo no
al desaliento y a tus pretendientes.
Y no les digas no, diles mañana,
y mañana también diles mañana.
lo mismo que yo a ti. Hasta que regrese.

Cuando cansado ya de derroteros,
harto ya de perderme y de morarme
en regazos de magas o en riesgos de sirenas,
regrese a ti, y no sepas
qué hacer con el quehacer de tanta espera
como ahora no sé qué hacer conmigo.

Me he convertido en nadie.
Tendré que regresar a tu regazo,
apoyar mi cabeza donde ahora está el ovillo
que guía mi retorno.

Y cuando llegue a ti ya no sabrás quién soy.
Cuando te abrace abrazarás el aire.

Juan Vicente Piqueras (Atenas, 2012)



Este otro poema es de un libro más reciente "Padre" y trata de las pequeñas aldeas, como el la que él nació, que van desapareciendo en esa desertización de lo rural.

AQUÍ YACE

La aldea no se acaba.

Se apaga, simplemente, brasa a brasa,
nombre a nombre se extingue.

Uno a uno, lo mismo que llegaron,
se van yendo los últimos.

Los últimos campesinos y las últimas madres.

No mueren empujados por los niños que nacen.
Aquí hace mucho tiempo que ya no nace nadie.
Mueren como llevados por el aire de arriba.

Cuando hayan muerto las últimas manos
que sabían hacer pleita
el mundo quedará en manos de aquellos
cuyas manos ya no sabrán qué hacer.

La aldea no se acaba.

Yace aquí, en lo que escribo.

Juan Vicente Piqueras (Padre 2016)


Y un tercera obra en que, de acuerdo con el título del libro, conjuga el verbo metapoéticamente.

MODOS Y TIEMPOS VERBALES

Soy, he sido y seré
el que podría irse si quisiera
pero acaba quedándose.

Es cierto que me he ido de demasiados sitios,
que fui más fugitivo que feliz,
que de todo con todo me fui yendo.
Ahora soy, sigo siendo,
el que podría irse si quisiera
pero ya no se va, ya ha decidido,
sin decidir, quedarse.

Soy el que fui y se fue pero también
soy el que no seré, el que nunca fui
y el que nunca se fue.

Vivir es conjugar todos los tiempos
y modos de los verbos ir y ser
que, pasados, remotos, son iguales.
Fue será mi epitafio monosílabo
como un soplo de fuelle
sobre una lumbre extinta.

Soy y seré tan sólo el que podría
ir, ser, irse, es decir: que no podrá.
Ahora comprendo que el condicional
parece ser hermano del futuro
pero es la latitud de sus caballos.

Soy, he sido y seré
tiempo de verbo, carne conjugada,
hijo de navegantes subjuntivos.

Juan Vicente Piqueras (Yo que tú: manual de gramática y poesía, 2012)


Ya que un poema es palabra, pero también es voz, aquí tenéis la voz del poeta recitando tres de sus poemas de Atenas en "Poesía recitada"  sobre los textos de dichos poemas. En este oro enlace hay cinco poemas de amor. Y aquí tenéis acceso a un dossier de “La biblioteca pública de Requena” lugar cercano al que nació donde se recogen todos sus libros y un poema de cada uno de ellos.

En este vídeo el poeta nos recita su poema "Nombres robados" y volvemos a comprobar la importancia de la voz en la transmisión poética.




Por último, os copio en primer poema que recita en "Poesía recitada" (y que podéis escuchar en el vídeo anterior) . Es un poema magnífico que me sirve para efectuar un pequeño análisis sobre cómo lo escribe y cómo lo recita el autor, según yo lo escucho. Este es el texto:


HERIDAS SIRENAS

Somos tú, somos carne de tu carne,
voz de tu alma. Somos lo que eres,
la mejor, la peor, la única prueba
de que estás vivo. Somos tus encantos.
Somos las vivas fechas del dolor
que te ha criado. No nos abandones,
cuídanos, riéganos, mantennos frescas.
Tú eres nuestro, sin ti no somos nada,
como tú sin nosotras
,  me suplican
las heridas piedad.

Heridas que me piden por favor,
como si fuesen quienes me rodean,
que no sea feliz, que las escuche:

¿Y qué harás sin nosotras cuando quieras
escribir un poema? ¿Qué dirás?
¿Qué que no duela puede interesar
a esa tribu de enfermos que da en leer poesía?


Tratan de convencerme de que soy
la causa del dolor que ellas me causan
más que las ganas de no padecerlo.
Sé que son mis sirenas y su canto
me seduce, me pierde
pero también me avisa, me despierta.

¡Lámelas, amor mío, haz que se callen,
haz que tu devoción las cicatrice
y siembre en ellas lo que no conocen!
 ,
podría suplicarle a la mujer que amo
pidiéndole piedad como si yo
fuese una herida suya.

Pero ella me diría:
No pidas al amor lo que el amor
no puede darte. Sánate a ti mismo. 


Y así me veo atado
al mástil de estas voces que son apenas mías,
ciego a fuerza de cielo, sordo a súplicas,
buscando entre la niebla
el rumbo que el asombro ha trazado en mi sangre.

Adiós, heridas, sé que os debo todo
lo que no soy. Ahora
debo irme, no puedo
quedarme aquí escuchando vuestras quejas
ni las mías. No quiero ser el mártir
de una fe que no tengo.

Me llamo Nadie, no San Sebastián.

Me espera el mundo, el mar y lo que amo,
la odisea feroz de ser feliz.

Juan Vicente Piqueras (Atenas, 2012)


A continuación, copio cómo lo escucho y cómo redistribuiría las pausas y los versos en función del recitado del autor. No dispongo de un aparato que mida esas pausas, por lo que el análisis es estimativo, pero creo que es interesante efectuarlo, lo que también podéis hacer escuchando aquí ese poema entre 0:22 y 2:28. He señalado con "·" una leve pausa y con "/" una pausa más larga hemistiquial, aparte de las pausas versales.

El objeto de este análisis es participar en la controversia sobre cómo debe leerse y escribirse un poema. Si como recomendaría la sintaxis, si efectuando pausas versales y las hemistiquiales, si como se escucha en la voz y pausas del autor, o si el autor puede cortar a veces los versos por motivos estéticos y dejar al lector su interpretación. Yo abogo porque los finales versales deben marcar cierta pausa (excepto en encabalgamientos en poemas con rima o isométricos), y los hemistiquios también, aunque más corta; ya que así se mantiene el ritmo que diferencia a poema y prosa. Pero este es un tema en discusión y la opinión de todos los interesados nos ayudará a tener más claras las ideas.

Para quienes estén interesados en profundizar sobre estos conceptos, he publicado un tratado de métrica "Métrica poética del idioma español", revisado en diciembre de 2023, que recorre los principios métricos y su aplicación práctica en todo tipo de composiciones poéticas. Creo que es muy conveniente conocer estos principios, que conforman el ritmo fonético de los versos, ya que "Hasta para saltarse las normas (en poemas versolibristas) hay que conocerlas previamente, si no queremos que el salto sea al vacío"



HERIDAS SIRENAS (tal como yo lo escucho)

Somos tú, / somos carne de tu carne, 
voz de tu alma. · Somos lo que eres,
la mejor, · la peor, / la única prueba de que estás vivo.
Somos tus encantos.
Somos las vivas fechas del dolor que te ha criado.
No nos abandones,
cuídanos, · riéganos, · mantennos frescas.
Tú eres nuestro, / sin ti no somos nada,
como tú sin nosotras
,  
me suplican · las heridas piedad.

Heridas que me piden por favor,
como si fuesen quienes me rodean,
que no sea feliz, · que las escuche:

¿Y qué harás sin nosotras · cuando quieras escribir un poema?
¿Qué dirás?
¿Qué · que no duela puede interesar · a esa tribu de enfermos

                                                                     que da en leer poesía?

Tratan de convencerme de que soy · la causa del dolor que ellas me causan
más que las ganas de no padecerlo.
Sé que son mis sirenas
y su canto me seduce, · me pierde
pero también me avisa, · me despierta.

¡Lámelas, ·  amor mío, ·  haz que se callen,
haz que tu devoción las cicatrice ·  y siembre en ellas lo que no conocen!
,
podría suplicarle a la mujer que amo
pidiéndole piedad como si yo fuese una herida suya.

Pero ella me diría:
No pidas al amor  lo que el amor no puede darte.
Sánate a ti mismo. 

Y así me veo atado al mástil de estas voces  que son apenas mías,
ciego a fuerza de cielo, /  sordo a súplicas,
buscando entre la niebla · el rumbo que el asombro ha trazado en mi sangre.

Adiós, · heridas,
sé que os debo todo lo que no soy.
Ahora debo irme,
no puedo quedarme aquí escuchando vuestras quejas · ni las mías.
No quiero ser el mártir de una fe que no tengo.

Me llamo Nadie, / no San Sebastián.

Me espera el mundo,  · el mar y lo que amo,
la odisea feroz · de ser feliz.

Juan Vicente Piqueras  (de su recitado)


Esta es mi forma de escuchar el poema, ¿cuál es la vuestra?


Para acabar os recuerdo que lo importante es acudir a las fuentes, a los libros completos que permiten dar una visión del poema integrado dentro de su poemario. Aquí os dejo tres.




Adenda de enero de 2023: Piqueras, publicó el pasado año "La habitación vacía". Aqui tenéis una reseña y cinco poemas de ese libro publicados por Zenda.