Estos versos pertenecen a una obra de lenta elaboración sobre la navegación hacia las Ítacas de cada uno. El poema en concreto se refiere al recuerdo de los viajes cuando las fronteras entre lo real y lo mítico se diluyen.
LA MÍTICA DEL VIAJE
(Anclado en la ciudad, tan lejos de mi mar...)
Cuando la travesía se aleja en la memoria
y los puentes de plata que unían los islarios
ya solo unen recuerdos y nostalgias vividas
en las que se diluyen los detalles concretos,
entonces ese viaje comienza a ser un mito.
y los puentes de plata que unían los islarios
ya solo unen recuerdos y nostalgias vividas
en las que se diluyen los detalles concretos,
entonces ese viaje comienza a ser un mito.
Como en todos los mitos, sobre algunas verdades
se exageran perfiles, los personajes crecen
y lo que fue un relato comienza a ser leyenda.
De tanto repetirlo ya nadie se cuestiona
qué tuvo de real y qué le fue añadido.
Pero, qué nos importa, no ha de ser inventario
de fehacientes hechos, ni racional bitácora,
lo que quede en la mente, lo que perdure en ti.
Cuando lucha el olvido con la memoria fiel,
la historia se convierte en mucho más que un viaje.
No desdeñes los mitos, olvida la razón,
deja volar tus alas como el viento las velas,
contempla el horizonte, busca tu rayo verde
en cada atardecer, disfruta recordando,
y nunca te cuestiones si es mítico o verídico.
deja volar tus alas como el viento las velas,
contempla el horizonte, busca tu rayo verde
en cada atardecer, disfruta recordando,
y nunca te cuestiones si es mítico o verídico.
Ricardo Fernández Esteban
©
Aquí tenéis la crónica del viaje que inspiró este poema, en el que durante todo Mayo de 2012 atravesé el Mediterráneo hasta llegar al Dodecaneso Griego.
Y aquí otras pequeñas bitácoras poéticas de dos travesías por el Dodecaneso en 2017 y 2018 y otra por las Cícladas en 2018.
Y aquí otras pequeñas bitácoras poéticas de dos travesías por el Dodecaneso en 2017 y 2018 y otra por las Cícladas en 2018.