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viernes, 3 de abril de 2015

Teresa de Cepeda y Ahumada (Santa Teresa de Jesús)

En 2015 se conmemoraron los cinco siglos del nacimiento de Teresa de Cepeda y Ahumada (Ávila, 1515 - Alba de Tormes 1582) más conocida como Santa Teresa de Jesús, y este blog quiere recordarla como poeta. Copio su célebre glosa al poema popular Vivo sin vivir en mí, tema que también trató su compañero de fatigas San Juan de la Cruz













VIVO SIN VIVIR EN MÍ

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero.

Esta divina prisión,
del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué vida tan amarga
do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga:
quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo el vivir
me asegura mi esperanza;
muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;
vida, no me seas molesta,
mira que sólo me resta,
para ganarte perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
que es la vida verdadera,
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva:
muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios que vive en mí,
si no es el perderte a ti,
para merecer ganarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.

Teresa de Cepeda y Ahumada (sobre 1571-73)


Parece que el poema del mismo título de San Juan de la Cruz se escribió entre 1572-78, pero los expertos no se han puesto de acuerdo sobre las influencias o contaminaciones entre los dos.


En la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes encontraréis completa información sobre su vida y obra y aquí un facsímil de Poemas de Santa Teresa publicado en 1861. En este otro enlace a la web Los poetas hay una antología de su obra poética

viernes, 9 de enero de 2015

Francisco de Figueroa

Francisco de Figueroa (Alcalá de Henares 1530-1588) fue llamado el Divino por lo que debió de ser un poeta muy apreciado en su tiempo. Por sus estancias en Italia se familiarizó con la poesía y cultura transalpina. Ya que no he encontrado su imagen os dejo la de otros poetas-soldados.


SONETO XVII

Perdido ando, señora, entre la gente,
sin vos, sin mí, sin ser, sin Dios, sin vida;
sin vos, porque no sois de mí servida;
sin mí, porque no estoy con vos presente;

sin ser, porque de vos estando ausente
no hay cosa que del ser no me despida;
sin Dios, porque mi alma a Dios olvida
por contemplar en vos continuamente;

sin vida, porque ya que haya vivido,
cien mil veces mejor morir me fuera
que no un dolor tan grave y tan extraño.

¡Que preso yo por vos, por vos herido,
y muerto yo por vos d'esta manera,
estéis tan descuidada de mi daño!


Francisco de Figueroa

MADRIGAL.

Triste de mí que parto, mas no parto,
que el alma, que es de mí la mejor parte,
ni partirá, ni parte,
de quien jamás el pensamiento aparto:
Si parte el cuerpo triste, el alma queda
gozosa, ufana y leda:
Sí; mas del alma el cuerpo parte, y temo,
(¡o doloroso estremo!)
que en esta de los dos triste partida,
por fuerza he de partirme de la vida.

Francisco de Figueroa

Aquí podéis leer su biografía y una recopilación de 76 poemas que se le atribuyen

sábado, 26 de julio de 2014

Juan de Tassis, Conde de Villamediana

Juan de Tassis, Conde de Villamediana (Lisboa 1582, Madrid 1622) fue persona de azarosa vida. Lo he recordado al releer la excelente antología de Luis Alberto de Cuenca Las cien mejores poesías de la lengua castellana en que dice de él que fue un poeta maldito avant la lettre. Hoy este soneto se consideraría políticamente incorrecto, pero refleja bien las descripciones poéticas de la mujer en los siglos de oro.


DEFINICIÓN DE LA MUJER

Es la mujer un mar todo fortuna,
una mudable vela a todo viento;
es cometa de fácil movimiento,
sol en el rostro y en el alma luna.

Fe de enemigo sin lealtad ninguna,
breve descanso e inmortal tormento,
ligera más que el mismo pensamiento,
y de sufrir pesada e importuna.

Es más que un áspid arrogante y fiera;
a su gusto, de cera derretida,
y al ajeno, más dura que la palma;

es cobre dentro y oro de por fuera,
y es un dulce veneno de la vida
que nos mata sangrándonos el alma.

Juan de Tassis. Conde de Villamediana



Para su azarosa biografía y su bibliografía os dirijo a Wikipedia . Aquí tenéis una amplia antología de su poesía y en este otro enlace diez de sus sonetos.

Como otro ejemplo de la poesía de esa época, os coloco un soneto atribuido a Villamediana (de lo que hay muchas dudas) que trata de la proyectada boda boda de Carlos Estuardo, Príncipe de Gales, y la Infanta María, hermana de Felipe IV, en edición efectuada por  Rafael Iglesias. (1)


A LA VENIDA DEL PRINCIPE DE GALES A CASARSE CON LA INFANTA DOÑA MARÍA. Del dicho Conde. (2)

En hombros de la pérfida herejía (3)
ved, Lisardo, que Alcides, (4) o que Atlante, (5)
el de Gales pretende (y su Almirante) (6)
llegar al cielo hermoso de María. (7)

El príncipe bretón, (8) sin luz ni guía, (9)
alega, aunque hereje, que es amante, (10)
y que le hizo caballero andante (11)
la hermosa pretensión de su porfía. (12)

Juntos se han visto el lobo y la cordera, (13)
y la paloma con el cuervo anida,
siendo palacio del diluvio el arca. (14)

Confusión de Babel en esta era (15)
donde la fe de España está oprimida
de una razón de Estado (16) que la (17) abarca.

Atribuido al Conde de Villamediana

Aquí podéis consultar las Notas marginales incluidas en la Biblioteca Cervantes virtual, donde también donde se recoge más información y varios audios sobre la obra de Villamediana .

sábado, 24 de mayo de 2014

San Juan de la Cruz. Noche oscura


San Juan de la Cruz (Fontiveros 1542, Úbeda 1591) es sin duda el mejor de nuestros poetas clásicos místicos. He seleccionado unas liras tituladas: Canciones del alma que se goza de haber llegado al alto grado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual.


NOCHE OSCURA

En una noche oscura
con ansias en amores inflamada,
¡oh, dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡oh, dichosa ventura!,
a oscuras y encelada,
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquesta me guiaba
más cierto que la luz de mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh, noche que guiaste!
¡Oh, noche amable más que la alborada!
¡Oh, noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

En mi pecho florido,
que entero para él solo guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire de la almena
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

Quedeme y olvídeme, 
el rostro recliné sobre el Amado.
Cesó todo y déjeme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

San Juan de la Cruz

 
Aquí tenéis el poema cantado por Amancio Prada (La Habana, 2009):



Si buscáis amplia información sobre su vida y obra la encontraréis en el Instituto Cervantes y en su biblioteca virtual. Aquí tenéis una antología de su obra poética
Dos interpretaciones más de Amancio Prada. Llama de amor viva  y Oh ninfas de Judea de su Cántico espiritual. 
Por último, como edición crítica os recomiendo Poesías de San Juan de la Cruz, edición de Paola Elia en Clásicos Castalia.

sábado, 12 de octubre de 2013

Fray Luis de León. Oda a Francisco de Salinas

Fray Luis de León (Belmonte, 1527 - Madrigal de las Altas Torres, 1591) es uno de los grandes escritores del renacimiento al que aquí trataré en su vertiente poética. Comienzo con las quintillas que escribió al salir de la cárcel, donde estuvo cinco años por traducir libros sagrados sin licencia eclesiástica.


Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
¡Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y, con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso,
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa,
ni envidiado, ni envidioso!


Y cuando volvió a su cátedra de Salamanca pronunció el famoso Como decíamos ayer... Hablando de cátedras y Salamanca, las magníficas liras que dedicó a su compañero catedrático, el músico Francisco de Salinas.

ODA A FRANCISCO DE SALINAS

El aire se serena  
y viste de hermosura y luz no usada,  
Salinas, cuando suena  
la música extremada  
por vuestra sabia mano gobernada

A cuyo son divino  
el alma, que en olvido está sumida,  
torna a cobrar el tino  
y memoria perdida  
de su origen primera esclarecida. 

Y como se conoce,  
en suerte y pensamiento se mejora;  
el oro desconoce  
que el vulgo vil adora,  
la belleza caduca engañadora. 

Traspasa el aire todo  
hasta llegar a la más alta esfera  
y oye allí otro modo  
de no perecedera  
música, que es la fuente y la primera. 

Ve cómo el gran Maestro,  
a aquesta inmensa cítara aplicado,  
con movimiento diestro  
produce el son sagrado,  
con que este eterno templo es sustentado. 

Y como está compuesta  
de números concordes, luego envía  
consonante respuesta;  
y entre ambos a porfía  
se mezcla una dulcísima armonía. 

Aquí el alma navega  
por un mar de dulzura, y finalmente,  
en él así se anega,  
que ningún accidente  
extraño y peregrino oye o siente. 

¡Oh desmayo dichoso!  
¡Oh muerte que das vida! ¡Oh dulce olvido!  
¡Durase en tu reposo,  
sin ser restituido  
jamás a aqueste bajo y vil sentido! 

A este bien os llamo,  
gloria del apolíneo sacro coro,  
amigos, a quien amo  
sobre todo tesoro,  
que todo lo visible es triste lloro. 

¡Oh, suene de continuo,  
Salinas, vuestro son en mis oídos,  
por quien al bien divino  
despiertan los sentidos,  
quedando a lo demás adormecidos! 

Fray Luis de León

Un breve apunte sobre cada  estrofa. : Salinas tocando el órgano nos acerca a Dios. : Origen divino del alma. : El alma desprecia los bienes mundanos. : Vía iluminativa. Música de las esferas celestes. :Trascendencia. El alma en presencia de Dios, origen del movimiento del universo y la música celestial. : Unión del alma y Dios. Números como origen y fundamento.: Plenitud del amor por la unión intelectual del alma a Dios. : Busca de la plenitud del clímax unitivo. :Ánimo a los amigos a compartir ese bien espiritual. 10ª: Llegar a Dios a través de la música de salinas. En esta página encontraréis un comentario del poema que desarrolla estos apuntes.

Si os interesa más información sobre la vida y obra de Fray Luis os dirijo a Cervantes Virtual. 

sábado, 22 de junio de 2013

Francisco de Aldana

Francisco de Aldana (¿Nápoles 1537? - Alcazarquivir, 1578) fue militar y uno de los más importantes poetas del siglo XVI. Su poesía fue muy estimada por otros grandes autores de la época. Cervantes lo denominó El Divino, Quevedo Doctísimo español, y Lope le dedicó estos versos: Tenga lugar el Capitán Aldana / entre tantos científicos señores, / que bien merece aquí tales loores / tal pluma y tal espada castellana. Como muestra su docena de magníficos tercetos encadenados que, como su título indica, nos saben a poco.




















POCOS TERCETOS ESCRITOS A UN AMIGO

Mientras estáis allá con tierno celo,
de oro, de seda y púrpura cubriendo
el de vuestra alma vil terrestre velo,

sayo de hierro acá yo estoy vistiendo,
cota de acero, arnés, yelmo luciente,
que un claro espejo al sol voy pareciendo.

Mientras andáis allá lascivamente
con flores de azahar, con agua clara
los pulsos refrescando, ojos y frente,

yo de honroso sudor cubro mi cara
y de sangre enemiga el brazo tiño
cuando con más furor muerte dispara.

Mientras que a cada cual con su desiño (1)
urdiendo andáis allá mil trampantojos,
manchada el alma más que piel de armiño,

yo voy acá y allá, puestos los ojos
en muerte dar al que tener se gloria
del ibero valor ricos despojos.

Mientras andáis allá con la memoria
llena de las blanduras de Cupido,
publicando de vos llorosa historia,

yo voy acá de furia combatido,
de aspereza y desdén, lleno de gana
que Ludovico al fin quede vencido.

Mientras cual nuevo sol por la mañana
todo compuesto andáis ventaneando (2)
en haca, sin parar, lucia y galana, (1)

yo voy sobre un jinete acá saltando
el andén, el barranco, el foso, el lodo,
al cercano enemigo amenazando.

Mientras andáis allá metido todo
en conocer la dama, o linda o fea,
buscando introducción por diestro modo,

yo reconozco el sitio y la trinchea (1)
deste profano a Dios vil enemigo,
sin que la muerte al ojo estorbo sea.

Francisco de Aldana


(1) Palabras en desuso. Desiño: Designio; Haca: Jaca; Trinchea: Trinchera
(2) A mi entender, ventaneando se refiere a que el amigo va montado en una jaca bien cuidada y adornada para ver y que le vean las damas, mientras el autor debe cabalgar en la batalla.
Aquí tenéis un artículo que apareció en el ABC sobre Aldana , y en este otro enlace unos cuantos poemas suyos 

sábado, 6 de abril de 2013

Pedro Calderón de la Barca

Con Pedro Calderón de la Barca (Madrid 1600-1681) se alcanza la culminación del teatro barroco del siglo de oro español en verso. Calderón escribió unas 200 obras entre tragedias, comedias y autos sacramentales. He seleccionado el conocido Monólogo de Segismundo, del drama La vida es sueño, escrito en espinelas y un soneto de la tragedia El principe constante que trata del tópico del Carpe Diem.



MONÓLOGO DE SEGISMUNDO

Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!


Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.


Pedro Calderón de la Barca

En esta escena Segismundo ha sido devuelto a su encierro narcotizado, después de ser llevado al palacio de su padre el rey, y se pregunta si esa experiencia ha sido sueño o realidad. El final de estos versos es una excelente muestra de la expresión del desengaño en la época barroca.


ESTAS QUE FUERON POMPA Y ALEGRÍA...

Estas que fueron pompa y alegría
despertando al albor de la mañana,
a la tarde serán lástima vana
durmiendo en brazos de la noche fría.

Este matiz que al cielo desafía,
Iris listado de oro, nieve y grana,
será escarmiento de la vida humana:
¡tanto se emprende en término de un día!

A florecer las rosas madrugaron,
y para envejecerse florecieron:
cuna y sepulcro en un botón hallaron.

Tales los hombres sus fortunas vieron:
en un día nacieron y expiraron;
que pasados los siglos, horas fueron.

Pedro Calderón de la Barca

Este soneto se basa en el tópico del "Carpe diem" (toma el día) entendido como aprovechar el momento y no malgastar el tiempo ante la brevedad de la vida. Es un tema recurrente en el siglo de oro muy bien tratado por Calderón, que compara la vida tan corta de la flor más bella con la humana observada desde la lejanía del tiempo.

Si queréis más información sobre el autor y sus obras. os dirijo a este completo enlace del Instituto Cervantes 

domingo, 5 de agosto de 2012

Vicente Espinel. Espinelas y un soneto.

Vicente Espinel (Ronda 1550, Madrid 1624), es conocido por hacer creado la décima octosílaba, llamada Espinela a raíz de una cita de Lope de Vega: Pues de Espinel es justo que se llamen / y que su nombre eternamente aclamen. Sólo se le conocen diez décimas y su obra principal es Diversas rimas en la que incluye las formas estróficas de la época. Famoso músico, publicó novela picaresca, tradujo a Horacio, corrió mundo como soldado, tuvo tratos con Cervantes, Quevedo y Góngora, y Lope lo reconocía como su maestro. Todo un personaje:





No hay bien que del mal me guarde,
temeroso y encogido,
de sinrazón ofendido
y de ofendido cobarde.
Y aunque mi queja, ya es tarde,
y razón me la defiende,
más en mi daño se enciende,
que voy contra quien me agravia,
 
como el perro que con rabia
a su mismo dueño ofende.

Ya esta suerte, que empeora,
se vio tan en las estrellas,
que formó de mí querellas
de quien yo las formo ahora.
Y es tal la falta, señora,

de este bien, que de pensallo,
 confuso y triste me hallo,
que si por vos me preguntan
los que mi daño barruntan,
de pura vergüenza callo.


Diversas Rimas. Vicente Espinel.


Las décimas o espinelas, tanto las más populares en octosílabos como las de endecasílabos, se usan a menudo para poemizar sobre temas jocosos y los autores van contestándose iniciando la suya con el último verso de la anterior. Como me gusta esta poesía viva y divertida he incluido una página específica en el blog titulada "El rincón de la espinela" 

Si queréis más información sobre Espinel y su obra os dirijo a un enlace de Poetas Andaluces donde encontraréis su biografía y sus poemas . Os dejo con un soneto suyo.


No hay en mis males hora de descanso
ni algún alivio en mi dolor inmenso:
y si por descansar alguno pienso,
do lo pensé hallar menos descanso.

Si con imaginar mis fuerzas canso,
discurriendo en mis males por extenso,
vengo a quedar atónito, y suspenso,
mas no por eso mi tormento amanso.

Si la imaginación algo se esfuerza
por darme un bien fantástico, y esquivo,
huye ligero por diversos modos.

Mirad cuán flaca, y miserable fuerza,
y en cuán desesperado estado vivo,
pues que me falta lo que sobra a todos.


Vicente Espinel.



domingo, 1 de julio de 2012

Carrillo y Sotomayor. Lloras, ¡oh solitario!...

Luis Carrillo y Sotomayor (Baena, 1583; Puerto de Santa María 1610) fue coetáneo de nuestros grandes poetas del Siglo de Oro, y tiene una obra bastante abundante a pesar de su temprana muerte. Transcribo y comento uno de sus sonetos y, como la lectura de este tipo de poesía se facilita con unas explicaciones, me apoyo en unas notas que tomé en una clase de mi excelente profesora Rosa Navarro:

Imagen obtenida en internet. No es fiable que represente al autor

LLORAS, ¡OH SOLITARIO!...

Lloras, ¡oh solitario!, y solamente
tu llanto te acompaña, que, lloroso,
el eco usurpa deste valle umbroso
y triste oficio desta dulce fuente. (1)

¡Ay cómo en escucharte alivio siente
mi pecho, en sus diluvios caudaloso!
A no ser natural tu son quejoso,
mereciera una ausencia tu corriente. (2)

Lloremos juntos, pues, y dure tanto
que al brío desta fuente presurosa
le dilate sus términos el llanto. (3)

Mas vencerá mi ausencia querellosa,
pues de una ausente ingrata el dulce encanto
es causa a más efectos poderosa. (4)

Luis Carrillo y Sotomayor

(1) El yo poético se habla a sí mismo, lamentándose de un desengaño, en este lugar ameno en que la fuente cumple su triste oficio de manar agua.

(2) El "yo" habla a la fuente y los diluvios son sus lágrimas. "A no ser" significa: "Si no fuera", por lo que, "si no fuera natural, merecería que el murmullo del sonido de la fuente fuese debido, también, a lágrimas por alguien ausente".

(3) El "yo" se une a la fuente y las orillas se desbordan con el llanto conjunto.

(4) El "yo poético" se declara vencedor de la fuente en cuanto a llanto, ya que su razón "la ausencia de la ingrata dama" es más poderosa. En los poemas de esta época hemos de considerar el distanciamiento entre "yo poético" y autor, y el tema recurrente de la dama ingrata y desdeñosa con ese "yo poético".

En este enlace encontraréis una amplia antología de poemas de Carrillo y Sotomayor, que también fue autor de un tratado sobre la erudición poética.





lunes, 12 de diciembre de 2011

Luis de Góngora. "Con diferencia tal, con gracia tanta..." Comentario de texto y métrico

La poesía amorosa del siglo de oro precisa una explicación mitológica para disfrutarla más. Si no, nos perdemos mucho de su argumento, que suele llevar a un "epifonema" o conclusión sobre la crueldad de las damas con sus rendidos enamorados. Para explicar este soneto de Góngora cuento con la ayuda de los apuntes que tomé en una clase de mi mejor catedrática de Filología, Rosa Navarro, y apuntes de su libro "Mitos del mundo clásico".


Con diferencia tal, con gracia tanta
aquel ruiseñor llora, que sospecho
que tiene otros cien mil dentro del pecho
que alternan su dolor por su garganta;

Y aun creo que el espíritu levanta
—como en información de su derecho—
a escribir del cuñado el atroz hecho
en las hojas de aquella verde planta.

Ponga, pues, fin a las querellas que usa
pues ni quejarse ni mudar estanza
por pico ni por pluma se le veda;

y llore sólo aquel que su Medusa
en piedra convirtió, porque no pueda
ni publicar su mal ni hacer mudanza.

Luis de Góngora y Argote


El rey Pandión de Atenas ofreció en matrimonio al rey Tereo de Tracia a una de sus hijas, Progne o Filomela, en agradecimiento por su ayuda en una batalla. Él escogió a Progne y tuvo un hijo con ella, pero Himeneo (dios del matrimonio) no asistió al casamiento lo que era signo de desgracia. Al cabo de 5 años, Procne añorada de su hermana, consiguió que Tereo fuese a buscarla. Pero de regreso  la hermosura de Filomela hizo que la desease y la violó en un apartado caserío. Luego, para evitar que lo denunciase, le cortó la lengua, la dejó encerrada allí, y le dijo a Procne que había muerto en el viaje. Filomela, aunque no podía hablar, dibujó unos signos en un tejido de hojas para explicar su desgracia y consiguió que una esclava, lo llevase a su hermana. Ésta fue a rescatarla y la llevó en secreto a su palacio.

Era tal el odio de Progne por la felonía de Tereo, que al ver el parecido que tenía su hijo con él, lo mató, lo troceó y lo cocinó para su marido. Sin sospecharlo, éste comió hasta saciarse. Cuando Tereo pidió ver a su hijo, le dijo como culminación de su venganza: “Tienes dentro al que llamas, te lo has comido”. Tereo enfureció y persiguió a las hermanas para matarlas, entonces los dioses convirtieron a los tres en pájaros: Tereo en una abubilla, Progne en una golondrina y Filomela en un ruiseñor. La otra referencia mitológica del soneto es a la “Medusa”, una Gorgona que tenía serpientes por cabellos y que petrificaba a quien la mirase.

Procne y Filomela.
E. J. Gardner

El banquete de Tereo de Rubens



El primer cuarteto se refiere a la pena que atenaza al ruiseñor (Filomela). En el segundo cuarteto, Filomela consigue describir su desgracia sobre unas hojas. En el primer terceto, el narrador le indica a Filomela que debe poner fin a las quejas que canta (que usa), ya que al menos el ruiseñor puede quejarse cantando (por pico) y moverse (mudar estanza) volando (por pluma). Y en el terceto final concluye diciendo que, en cambio, a un enamorado sólo le queda la posibilidad de llorar cuando su dama (su medusa) lo desprecia y petrifica (en la mitología las piedras podían llorar sometidas a grandes sentimientos, como cuando Orfeo tocaba su lira), no pudiendo ni lamentarse ni moverse. Por tanto el enamorado aún está en peor situación que el ruiseñor Filomela.

Es una clásica estructura de soneto creciente. Los cuartetos describen la situación, en el primer terceto se recomienda algo de una forma imperativa (ponga, pues), y el mensaje principal o “epifonema” llega en el terceto final, cuando aparece el “yo poético” (aunque en este caso esté disfrazado en un “aquel”). Este mensaje de la crueldad de las damas con sus enamorados es uno de los más típicos de la poesía amorosa del siglo de oro.

Para complementar estas notas, aquí tenéis un magnífico y completísimo comentario métrico de Francisco Acuyo . Me permito, modestamente, indicar al maestro Acuyo una pequeña errata, ya que en el verso noveno no hay una dialefa final (que-u-sa) sino una sinalefa (queu-sa) forzada sobre el acento principal. Góngora se lo podía permitir.

Y, por último, aquí tenéis otra entrada del blog dedicada a Góngora y su poema "Ciego que apuntas y atinas" que tan bien cantó Paco Ibáñez


Adenda de noviembre de 2023:

Un lector de mi blog que responde al alias de "El guante de Rita" me hace unos comentarios en otra entrada a dos versos de un poema de Góngora que parecen heptasílabos dentro de un contexto de octosílabos. Traslado aquí el tema.

Se trata del romance "Diez años vivió Belarra" y los versos dentro de sus respectivas estrofas son:

Y hallándola muy triste
sobre un estrado de luto,
con los ojos que ya eran
orinales de Neptuno, (...)

Volved luego a Montesinos
ese corazón que os trujo,
y enviadle a preguntar
si por gavilán os tuvo (...)

Con nuestros criterios actuales normativos, se trata de dos versos heptasílabos dentro de un contexto versal de octosílabos, lo que rompería la armonía, ya que la conjunción inicial y la siguiente vocal se pronuncian siempre unidas por la sinalefa.

El primero lo separaríamos silábicamente: 
Y ha-llán-do-la- muy- tris-te, o sea 7 sílabas con la sinalefa inicial "y ha". La explicación que encuentro es que el verbo "hallar" proviene de "fallar" y en esas épocas de los siglos de oro aún se podían aspirar esas "h" lo que imposilitaba la sinalefa (algo que he visto en Garcilaso, pero no tenía constancia en Góngora)

El segundo verso, lo separaríamos normalmente: "y en-viad-le a- pre-gun-tar_" o sea 7 silabas con la compensación por la aguda final. Dado que Góngora es un poeta que mantiene bien las armonías, creo que aquí hace diéresis en "envïadle" cosa que tambien vemos en otros poetas de la época y en algunos actuales de hablas propensas a esta rotura de diptongos. Así el verso quedaría: "y en-vi-ad-le a- pre-gun-tar_". Os dejo otro verso endecasílabo que he encontrado con diéresis en Góngora: No sólo en plata o vïola troncada (vi-o-la)

Hay otros dos versos del poema que también empiezan por la conjunción "y" seguida de vocal y en los que no se presentan problemas de agrupaciones silábicas, lo que refuerza la explicación anterior.

y a-ho-ga-rá- vues-tros- gus-tos

y os- le-van-táis- más- a-yu-nos

En estos temas métricos no es bueno pontificar, sino intentar razonar, por eso dejo el tema a otras interpretaciones que me podéis hacer en comentarios a esta entrada.


Si estáis interesados en temas de métrica poética, en la armonía y musicalidad de los versos, podéis consultar mi tratado "Métrica poética del idioma español", revisado y ampliado en diciembre de 2023, que lo explica de una forma accesible. Hay que tener en cuenta que un poema es contenido y continente, y conocer las normas de los continentes armónicos (la métrica) ayuda a poetas y lectores a descubrir por porqués de los ritmos armónicos.



martes, 19 de abril de 2011

Quevedo: Dichoso puedes, Tántalo, llamarte...

La entrada está dedicada a Francisco de Quevedo (1580 - 1645), uno de los grandes poetas (si no, el mejor) del siglo de oro. Este es un soneto amoroso que precisa, como muchos de esa época, de una descodificación que efectuaré con la ayuda de los comentarios de la magnífica profesora Rosa Navarro. El soneto alcaza con Quevedo su plenitud formal y conceptual, y cuatro siglos después sigue siendo un placer leer esos endecasílabos.



DICHOSO PUEDES, TÁNTALO, LLAMARTE...

Dichoso puedes, Tántalo, llamarte,
tú, que, en los reinos vanos, cada día,
delgada sombra, desangrada y fría,
ves, de tu misma sed, martirizarte.


Bien puedes en tus penas alegrarte
(si es capaz aquel pueblo de alegría),
pues que tiene -hallarás- la pena mía
del reino de la noche mayor parte.

Que si a ti de la sed el mal eterno
te atormenta, y mirando l'agua helada,
te huye, si la llama tu suspiro,

yo, ausente, venzo en penas al infierno;
pues tú tocas y ves la prenda amada;
yo, ardiendo, ni la toco ni la miro.

D. Francisco de Quevedo Villegas


Estos sonetos amorosos, no responden a una situación emocional real del "yo poético" (el autor / narrador), sino a unos juegos de estilo que siempre suelen mostrar a la amada desdeñosa con el poeta.

En este poema el narrador enamorado se compara con el personaje mitológico Tántalo (castigado por robar el nectar y la ambrosia divina) que a pesar de tener a su alcance el agua no podía saciar su sed, y en los cuartetos lo considera más dichoso que él. En los tercetos explica que al menos Tántalo puede ver y tocar lo que codicia (el agua) aunque no pueda beberla, mientras que él, ausente de su dama, no tiene ni ese consuelo. En este soneto no se indica explícitamente, pero se supone en estos juegos literarios que esas ausencias se debían al poco interés que ponían las desdeñosas damas en sus caballeros.

En este link a la Fundación Francisco de Quevedo podéis acceder su poesía y a mucha más información sobre el autor y su obra. Cervantes virtual también le dedica un apartado.

Y no podía faltar un enlace a un poema, Es amarga la verdad,  cantado por Paco Ibáñez, que tanto ha hecho para dar a conocer la poesía a través de sus letras musicadas (y de propina canta también Si tu vienes a la romería de Lorca). 



Adenda de noviembre de 2021: 

Durante el tiempo trascurrido desde esta entrada, he dedicado otra a Quevedo donde analizo su famoso soneto Amor constante más allá de la muerte tanto en cuanto a su significado y figuras retóricas, como a su estructura métrica. Creo que son muy útiles estos análisis para disfrutar más de los contenidos de los poemas del siglo de oro (bastante crípticos si no se conocen las referencias mitológicas y otras típicas de la época), y para saber por qué nos suenan tan armónicamente sus versos.

Tambien he dedicado otra entrada a Quevedo y otros poetas que han tratado del mito de Apolo y Dafne en sus versos. Creo que es un buen ejercicio comparar dos sonetos de los siglos de oro de Quevedo y Garcilaso, con dos poemas recientes de Carlos Clementson y Ramón Bascuñana.

lunes, 14 de febrero de 2011

Garcilaso y la poesía amorosa de los "siglos de oro"

La poesía amorosa de los "siglos de oro" precisa una descodificación para poder profundizar en el sentido de su contenido. Sirva como ejemplo el Soneto XII de Garcilaso de la Vega. Cuento con la ayuda de apuntes tomados de la profesora Rosa Navarro para descifrarlo y comentarlo. Garcilaso, amigo de Boscán que introdujo el soneto italiano en España, fue quien primero dominó esta nueva forma de versificar en endecasílabos.

Retrato de Garcilaso (atribuido)













SONETO XII


Si para refrenar este deseo
loco, imposible, vano, temeroso
y guarecer de un mal tan peligroso,
que es darme a entender lo que no creo,

no me aprovecha verme cual me veo,
o muy aventurado o muy medroso,
en tanta confusión que nunca oso
fiar el mal de mí que lo poseo,

¿qué me ha de aprovechar ver la pintura
d'aquel que con las alas derretidas,
cayendo, fama y nombre al mar ha dado,

y la del que su fuego y su locura
llora entre aquellas plantas conocidas,
apenas en el agua resfrïado?

Garcilaso de la Vega (hacia1534)



El poema muestra el clásico "argumento de amor" a partir del "yo poético" (una máscara enamorada, no el sentimiento real de quien escribe) y de "su dama" (siempre bella, cruel y desdeñosa con su enamorado); y contiene dos alusiones mitológicas para refrendar esa crueldad y desdeño.

Los cuartetos reflejan el estado anímico del "yo poético" enamorado, que no puede refrenarse ni guarecerse ante la confusión que le produce su deseo amoroso, y no se atreve a confiar a sí mismo su mal de amores. 

Los tercetos citan ejemplos de males que el sol (la dama y su luz) le puede causar. El primero, "Ícaro" cuyas alas de cera se derritieron al acercarse demasiado al sol (desestimando los consejos de su padre "Dédalo"), lo que ocasionó su caída y muerte en el mar. El segundo, "Faetón" que consiguió que su padre "Febo" (Apolo) le dejase conducir la cuádriga del sol, y al desoír sus consejos de prudencia, provocó tal desastre que tuvo que ser fulminado por el rayo de Zeus, cayendo al río Erídano donde le velan eternamente sus hermanas (las Helíades) convertidas en álamos. 

La caída de Ícaro. J.P Gowy
La caída de Faetón. Jack van Eyck













 Este soneto es una buena muestra de ese "argumento de amor" que impregnó la poesía de los siglos de oro, pero que no debe confundirnos; el poeta suele ser un gran ficcionador, que se deja llevar por el placer estético y no refleja vivencias personales. Hay ejemplos contrarios (sobre todo a partir del romanticismo) aunque nunca debemos fiarnos del todo, porque amparado en sus licencias el poeta puede jugar en cada momento a la carta que más le interese.

En esta entrada del blog, Garcilaso, Quevedo y dos poetas actuales Clementson y Bascuñana, recrean el mito de Apolo y Dafne

Continuando con Garcilaso, su Soneto V (en el que, para llevar la contraria, no aparece ni el desdeño ni la crueldad de la dama) en la preciosa voz de  Andrea Navas. Este enlace proviene del blog Sumando voces, de Enrique Gracia Trinidad y Andrea Navas, que os recomiendo visitar y donde encontraréis poesía, teatro y mucho más... 

Para profundizar en la obra de Garcilaso os recomiendo su "Poesía Completa", editada en Austral por Juan Francisco Alcina, y para conocer de forma sencilla e instructiva la mitología clasica: "Mitos del mundo clásico" (versión libre de las Metamorfosis de Ovidio) de Rosa Navarro, publicada en Alianza Editorial.

Aquí tenéis unos enlaces a su vida y obra: La web de Garcilaso y su entrada en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Sor Juana Inés de la Cruz

Sor Juana Inés de la Cruz, que nació y vivió en Méjico en la segunda mitad del siglo XVII, es sin duda la literata más importante del barroco en lengua castellana y una feminista "avant la lettre". No obstante, su valía no es muy conocida en España, tema que deberíamos intentar solucionar entre todos.

Adenda de 2023: El próximo 28 de abril de 2023 dedicamos una sesión a hablar de su vida y su obra literaria en Barcelona. Al final del este artículo os pongo más información. Si no podéis venir y queréis saber más de ella, he publicado tres artículos en la web cultural "Las nueve musas", uno biográfico, otro sobre su teatro y su prosa, y el tercero sobre su poesía que es lo que la ha hecho más famosa. 



Hay que recordar que Sor Juana escogió la vida conventual por su amor a la cultura, ya que en esa época la vida matrimonial le habría impedido continuar con sus estudios y publicaciones. Sus versos más conocidos son aquellos que comienzan:

Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

(...)

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.


(...)

Aquí tenéis un enlace a estas redondillas recitadas completas.



Como ejemplo de su poesía amorosa (que hay que recordar que en el barroco no correspondía a una situación emocional real sino a un juego de estilo), un soneto sobre el tema del desinterés del amado por el amante, si éste le hace caso y a la inversa. Este asunto lo trata en varias de sus poemas, que destacan por ese "yo poético femenino", en aquella época en que era notoria la dificultad de la mujer por expresar sus sentimientos.


AL QUE INGRATO ME DEJA, BUSCO AMANTE

Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.

Al que trato de amor, hallo diamante,
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata,
y mato al que me quiere ver triunfante.

Si a éste pago, padece mi deseo;
si ruego a aquél, mi pundonor enojo:
de entrambos modos infeliz me veo.

Pero yo, por mejor partido, escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que, de quien no me quiere, vil despojo.

Juana Inés de Abaje "Sor Juana Inés de la Cruz" (1648-95)


Si deseáis más información sobre la completa obra literaria de Sor Juana, que además de distintos tipos de poesía abarca dramaturgia y prosa religiosa, os dirijo a su página en la Biblioteca Cervantes Virtual y al portal A media voz donde hay una antología de sus poemas

Un grupo de amigos decidimos hacer un homenaje a uno de nuestros sonetistas preferidos, manteniendo las palabras finales de uno de sus sonetos y cambiando el texto, pero de forma que fuese un contrapunto al tema original. Yo escogí este soneto de Sor Juana Al que ingrato me deja... y aquí podréis leer Quise que fueras mi mejor amante   


Adenda de 2023: Como os he dicho el próximo 28 de abril a las 18 horas en la 5ª planta del Ateneu Barcelonès, el grupo literario del "Laberinto de Ariadna" efectuará una charla sobre su vida y obra a la que os invitamos.