Mostrando entradas con la etiqueta Buscando la polémica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Buscando la polémica. Mostrar todas las entradas

miércoles, 23 de julio de 2025

¿Qué diferencia al poema de la prosa?

En este artículo, que etiqueto como “Buscando la polémica” porque la polémica y la crítica constructivas son imprescindibles para analizar un tema, trataré de lo que diferencia a la “prosa” del “poema”, y digo poema y no poesía, ya que “prosa” y “poema” son formatos de escritura, mientras que “poesía” es un género literario normalmente lírico, épico o dramático.


Un género literario tiene que ver con el contenido del texto, por ejemplo: novela negra, romántica, de aventuras, de ciencia ficción, lírica, épica, humor, sátira, artículos técnicos, entrevistas periodísticas, autoayuda, etc. Por otra parte, un formato de escritura se basa en cuál es la estructura de un texto determinado del género que sea. Así, llamamos “prosa” a los textos corridos separados por signos de puntuación y párrafos sintácticos, y “poemas” a los textos cortados en versos. Estos cortes versales, que suelen corresponderse con estructuras sintácticas, salvo que haya encabalgamientos (lo que trataré en otro artículo) dan lugar a “versos” que tienen un ritmo generado por el número de silabas fonéticas y la distribución de las tonicidades de dichas sílabas que denomino "ritmo métrico". En otras ocasiones ese corte versal lo realiza el autor para resaltar su mensaje, prescindiendo del citado ritmo poético en versos que se denominan "versos libres" no deben confundirse con los "versos blancos" que no tienen rima, pero están sujetos al ritmo métrico.

Esta clasificación se complica ya que la palabra “poesía” tiene un significado polisémico ya que a veces se la identifica con “poema”, otras veces va más allá de los versos o aún de un texto escrito. Es verdad que la mayor parte de la poesía se materializa en poemas formados por versos, pero hay textos de prosa poética que se consideran poesía, aunque no estén partidos en versos y se publican en libros de poemas. Sin llegar a lo escrito por Bécquer: “¿Qué es poesía? (…) Poesía eres tú”, se denomina poesía a objetos que suscitan profundos sentimientos líricos, como por ejemplo poemas visuales con más imágenes que textos.

Volviendo a lo habitual, la poesía se suele escribir en versos, aunque si te trata de versos libres están en una zona de frontera entre los poemas y la prosa poética. Del verso libre también pienso tratar en otros artículos, pero si queréis adelantar os dejo lo que escribí en la revista “Las nueve musas”: El verso blanco y el verso libre y El versolibrismo más allá de la métrica poética, o sobre Los encabalgamientos versales ya citados anteriormente.

Como consecuencia de lo anterior, hay una cierta confusión entre “poesía” y “poema”, y no siempre queda clara la distinción entre “verso” y “prosa”. Vayamos al Diccionario de la Real Academia para ver si nos ayuda a aclarar estos conceptos:

Poesía: 1. Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa. / 2. Cada uno de los géneros en que se dividen las obras literarias. Poesía épica, lírica, dramática. / 3. Por antonomasia, poesía lírica. / 4. Poema, composición en verso. / 5. Poema lírico en verso. / 6. Idealidad, lirismo, cualidad que suscita un sentimiento hondo de belleza, manifiesta o no por medio del lenguaje. /7. Arte de componer obras poéticas en verso o en prosa.

Prosa: Forma de expresión habitual, oral o escrita, no sujeta a las reglas del verso.

Verso: Palabra o conjunto de palabras sujetas a medida y cadencia, o solo a cadencia. Usado también en sentido colectivo, por contraposición a prosa. Comedia en verso.

Verso libre: (Métrica) Verso que no está sujeto a rima ni a metro fijo y determinado.

En resumen: Respecto a “poesía” hay muchas acepciones, por la citada polisemia de la palabra (por ejemplo, en la 4 le da el significado de poema), pero en general la RAE la califica como género poético, sobre todo de contenido lírico.

Respecto a “verso”, “prosa” y “verso libre” el diccionario es mucho más conciso con las definiciones de las palabras.

Yo intento ser cuidadoso diferenciando “poesía” de “poema”. Reservo “poema” para las obras concretas poéticas escritas en verso, y a veces añado “poemas métricos” para que quede claro que se trata de versos sujetos a medida y cadencia, como ya apunta la R.A.E. Respecto a la “poesía”, intento reservar la palabra para los géneros literarios líricos que, como dice la RAE, “manifiestan por medio de la palabra la belleza o el sentimiento estético”, o también para géneros dramáticos o épicos. Si estos textos están escritos en versos los denomino, asimismo, “poemas”. Por ello, prefiero llamar “poemas”, y no “poesías”, a las composiciones en verso del género humorístico, satírico, de denuncia o de otros géneros no relacionados con los anteriores.

Volvamos al título de este artículo: ¿Qué diferencia al poema de la prosa? Queda claro que es el formato de la escritura, porque los poemas se escriben en versos (en general sujetos a medida y cadencia) y la prosa es la escritura normal en la que nos guiamos por las normas gramaticales. En cambio, el contenido del texto no es el condicionante y un texto lírico puede estar escrito como un poema lírico o como prosa poética.

Veamos dos ejemplos del poemario de Juan Ramón Jiménez “Diario de un poeta recién casado” (1916), titulados “El amor en el mar” y “Soledad”


El amor en el mar

¡Va a nacer también aquí y ahora! Vedlo. Nácares líquidos. Las sedas, las caricias, las gracias todas, hechas olas de espuma. ¡Ya!… ¡Allí!… ¿No?… ¿Será culpa del fraile?

¡Da ganas de llorar que el barco, ¡el oso este!, pese así, negro y sucio, sobre el agua, esa espalda de ternura! ¡A ver! ¡Que quiten de aquí el barco, que va a nacer Venus! -¿Y dónde lo ponemos? ¿Y dónde lo ponemos?

¡Apolo, amigo solamente de la diosa, que vas mientras tocan aquí el rosario, con tu ramo grana –blanco en la aurora, de oro al mediodía-, a tu casa del poniente! ¡Apolo, amigo solamente mío; Venus murió sin nacer, por culpa de la Trasatlántica!


Soledad

En ti estás todo, mar, y sin embargo,
¡qué sin ti estás, qué sólo,
qué lejos, siempre, de ti mismo!

Abierto en mil heridas, cada instante,
cual mi frente,
tus olas van como mis pensamientos,
y vienen, van y vienen,
besándose, apartándose,
con un eterno conocerse,
mar, y desconocerse.

Eres tú, y no lo sabes,
tu corazón te late y no lo siente...
¡Qué plenitud de soledad, mar sólo!



Son dos realizaciones poéticas, o sea dos poesías, la primera como texto corrido en prosa y la segunda como poema de versos blancos que combina versos de 5, 7, 9 y 11 sílabas de ritmos acentuales armónicos. Esto, junto a la coincidencia de los finales versales con estructuras sintácticas (lo que facilita las pausas versales), justifica que este texto se parta en versos como un poema.

No obstante, hay algunos poetas contemporáneos que parten los textos en versos que no se sostienen ni por motivos sintácticos ni armónicos, ni tampoco por la descripción de las supuestas imágenes poéticas que contienen estos textos. Esto es algo que desmerece al verso, aunque pretenda ser “verso libre”, ya que el verso libre no sujeto a una cadencia rítmica debe tener, además de un contenido calificable como poético, un sostén sintáctico que no corte los “sirremas” gramaticales.

Antonio Quilis, uno de los mejores tratadistas métricos, define el “sirrema” como “la agrupación de dos o más palabras que constituyen unidad gramatical perfecta, unidad tonal, unidad de sentido, y que además forman la unidad sintáctica intermedia entre la palabra y la frase.” La ruptura del “sirrema” entre dos versos consecutivos es algo muy difícil y solo es posible en algunos “encabalgamientos”, con un sostén de rima o metro silábico, pero no es posible si se trata de un “verso libre”.

Quilis cita los “sirremas” típicos del español: sustantivo y adjetivo: la casa blanca; sustantivo + complemento de nombre: la casa de Juan; verbo + adverbio: vive bien; tiempos verbales compuestos: él había vivido; perífrasis verbales: tenía que venir; palabras con complemento preposicional: salir con Juan; y pronombre átono, preposición, conjunción con su elemento siguiente: lo siguió; por casa; aunque vino.

Pongo como ejemplo algunos cortes versales de Carlos Pardo; buen poeta, pero que a veces corta sus versos por donde no toca.

Aunque mi predisposición
era la de quien ora al cuchicheo
de la grava, me distraían dos
souvenirs
y recordé un hogar minimalista (…)

(…) Cambio de tema. No
te conocí.

Para mí queda claro que: “era la de quien ora al cuchicheo /de la grava, me distraían dos / souvenirs” y “Cambio de tema. No / te conocí.”, se trata de versos mal cortados. ¿Qué sentido tiene separar “dos” de “souvenirs”, o “No” de “te conocí”?


Otro ejemplo de otro poeta conocido, Javier Rodríguez Marcos:

Recuerda el paraíso. Era un lugar sin agua
caliente. Una cortina
partía en dos la casa (el horno de carbón
a este lado —sin funcionar—
y al otro aquel televisor en blanco y negro)


Este primer corte versal creo que no aporta nada, sino todo lo contrario: “Recuerda el paraíso. Era un lugar sin agua / caliente. Una cortina”. ¿Qué sentido tiene cortar en dos versos el sustantivo “agua” y el adjetivo “caliente”? Si lo que quiere el poeta es escribir versos con ritmo métrico, les tiene que dar alguna consistencia sintáctica, ya que aquí no la hay, y además un buen recitado debería eliminar la pausa versal.

Conclusión

Prosa y poema son formatos de escritura. La “prosa” regida por las normas sintácticas y el “poema” por las normas métricas y la división en versos. De estas normas pueden escaparse los “versos libres”, pero siempre que los sustenten imágenes poéticas y estructuras sintácticas

La “poesía” es un género literario asociado a lo lírico (o épico y dramático), pero hay una cierta polisemia de la palabra que la asimila a “poema”. Todos los poemas líricos son poesías, pero hay poemas humorísticos o de denuncia que no todo el mundo considera poesía. 

La "prosa" abarca géneros muy variados y los influidos por el “lirismo” se consideran “prosa poética”, pero no poemas. Por último, los "poemas" deben estar divididos en “versos” que son más que renglones de escritura, ya que deben tener un cierto ritmo o cadencia, salvo que sean “versos libres” soportados por imágenes poéticas y por una estructura sintáctica.

No sé si habrán parecido claras a todos estas explicaciones, ya que son términos que a veces en la práctica se utilizan mal, se solapan o se confunden. Por eso, quedo a la disposición de los lectores para todas las aclaraciones o dudas que se presenten.

Ricardo Fernández Esteban ©


Si después de la lectura de este artículo os interesa profundizar más en la estructura rítmica de los poemas, que distingue los versos blancos o con rima de los libres, deberíais consultar algún libro didáctico de "métrica poética". La métrica está injustamente desprestigiada u olvidada por los críticos en estos tiempos en que lo poético parece que debe basarse solo en la inspiración del texto y no en su estructura, pero la mayoría de los  mejores poetas siguen escribiendo con un ritmo métrico, más o menos visible en sus poemas. Además, "hasta para quienes quieren saltarse las normas, es preciso que las conozcan previamente, si no quieren que el salto sea al vacío". Yo, como autor os recomiendo mi tratado: "Métrica poética del idioma español" que pretende ser sencillo y la vez riguroso, oxímoron que intento romper con la exposición gradual de los temas y los múltiples ejemplos de versos y poemas.


miércoles, 30 de octubre de 2013

El libro digital, Autoedición y nuevas tecnologías en la literatura

Cree esta página inicialmente para hablar del libro digital en cuanto a su era una amenaza o una oportunidad, donde me hacía una serie de preguntas, en busca de respuestas, sobre los cambios que van a afectar al proceso entre la creación de la obra literaria y su lectura a causa de la digitalización del libro.


Este tema parece más técnico que literario, pero no es así ya que los cambios a que nos enfrentamos son de tal magnitud que van a afectar profundamente en las formas y contenidos de lo que leeremos. Por eso, merece la pena reflexionar conjuntamente sobre esta pregunta. Los nuevos soportes van a provocar cambios muy importantes en los hábitos del lector y en todo el proceso de producción, distribución y venta del libro. Y no sólo eso, sino que puede variar la actividad creativa del autor, más allá del formato, influyendo en el contenido y su interacción con quien le lee.

¿Son peligrosos los cambios? Desde luego que lo son para aquellos que no los analizan previamente, por lo que quedan expuestos a novedades para las que no están preparados. Sin embargo, pueden ser beneficiosos para quienes se posicionan y aprovechan las nuevas oportunidades, y los huecos de mercado dejados por los primeros. Cuando los dinosaurios desaparecieron otras especies ocuparon sus hábitats y disfrutaron de sus alimentos. La frase de escuela de negocios: En el cambio está la oportunidad y en el statu quo la dificultad para mejorar, tiene mucho de verdad en todos los ámbitos incluido el literario. El cambio está ahí, nos guste o no nos guste, no escondamos la cabeza debajo del ala y aprendamos a volar es ese nuevo espacio.

Posteriormente he ampliado los temas de la página a la Autoedición y las Nuevas tectologías. Aquí encontraréis numerosas conferencias en vídeo sobre el asunto.


martes, 13 de septiembre de 2011

¿Ha de ser veraz la poesía?

Este es un "metapoema", o sea un poema que trata de lo poético, de si un poeta ha de ser veraz en lo que expresa o basta con que sea verosímil (que lo parezca). ¿El tema poético puede ser ficción o por el contrario debe ser real o autobiográfico? Lo digo porque muchos lectores piensan lo último: que todo lo que expresa el poeta son sus pensamientos íntimos.

Dante pintado
por Sandro Botticelli
¿HA DE SER VERAZ LA POESÍA?
   
Impúdicos pedís ver desnudo al poeta
pensando, erróneamente, que sus mil cicatrices
son marcas de la vida que en sus poemas sangran.
Exigís que se exhiba como fiera de circo,
que sus versos destilen todos sus sentimientos.
Aplaudís cuando grita, cuando llora o suspira,
y decís “¡qué poeta!” porque os hacen sufrir
sus desgracias, sus dudas, sus amores perdidos...

Detrás del maquillaje el poeta sonríe,
no importa que use máscara, que vaya con disfraz
de astuto embaucador, vendiéndoos mentiras
consiguió su propósito que era haceros sentir.
Eso es la poesía, desengáñate amigo,
y la veracidad algo poco importante;
nos basta para el juego que suene a verosímil,
que esté escrita con garra y nos haga vibrar.

¿O es que existió ese amor, que glosaron los clásicos,
por Laura, por Beatriz, por Giulietta o por Litsi?
Pues yo pienso que no, mas perduran sus versos,
y en lo alto del Parnaso los bardos son felices:
Petrarca, Dante, Shakespeare, Quevedo y muchos más
cortejan a sus musas que se dejan querer;
aquí ya no hay engaño, “todos están al loro”,
aquí todos disfrutan creando poesía
y nadie se cuestiona si es verdadera o no.

Ricardo Fernández Esteban ©


Shakespeare por
John Taylor
Quevedo, atribuido a 
Van der Hamen o Velázquez

Petrarca por
Andea del Castagno



Y porque la palabra hablada importa en un poema, en este vídeo lo recito


Pues ya sabéis lo que pienso, pero cuidado que quizá sea también ficción lo que he escrito. De verdad, creo que todo cabe en la poesía y que no hemos de exigir al poeta que desnude sus sentimientos; todo lo más le podemos pedir que parezca real lo que cuenta, y aún tampoco porque hay maravillosa poesía de ficción, sarcástica o humorística. La poesía es un género literario en el que caben muchas cosas siempre que no se caiga en la cursilería o la zafiedad. Me gustaría saber qué pensáis, porque este blog nació, además de para difundir la poesía, para conocer vuestras opiniones.

Como he dicho al inicio, esto es un "metapoema" o sea un poema que trata del tema poético. Me gustan este tipo de composiciones y aquí tenéis las que he ido publicando en el blog.

jueves, 26 de agosto de 2010

Rumiando: La poesía en el siglo XXI (3)

Aprovecho el comentario de Anna, a la entrada primera de esta serie, para plantear si la poesía necesita renovar su envoltorio y abrirse a contenidos complementarios (música, imágenes, enlaces a internet, etc.) más allá del "negro sobre blanco" de los clásicos poemarios, o de recitales que son una simple lectura de esos versos. Sobre los recitales, se podría añadir que mucha poesía moderna soporta bastante mal la oralidad y requiere una lectura más reposada y, en mi opinión, más información que no solemos tener.

Sí ya sé que me podréis decir que esto ya se ha hecho, que hay muchos "experimentos" en ese sentido, pero son eso experimentos y la línea general sigue los derroteros tradicionales. Yo mismo he intentado en el poemario digital "De museos por Madrid" colocar enlaces que permitan ver las obras que se comentan en los poemas (si alguien está interesado le enviaré el "pdf" por mail), y me parece que esta línea nos abre nuevas posibilidades de expresión poética.

Es verdad que proliferan los blogs y webs poéticos, y que algunos experimentan nuevas formas de expresión, pero mi impresión es que con tanto árbol muchas veces no vemos el bosque y de tanto camino que hacemos (surfeando por la red) no vemos el paisaje. Probablemente nos faltan guías, pero esa ya es otra cuestión, si hemos de descubrir por nuestra cuenta o nos tienen que enseñar el camino.

sábado, 14 de agosto de 2010

¿Es popular la poesía? Más parlantes que escuchantes

¿Es popular la poesía o se encierra en una críptica endogamia? Como ejemplo, os adjunto lo que escribí en el 2007 en un seminario poético en la Universidad en el que hubo "más parlantes que escuchantes". Tomadlo como una irónica burla de la situación y juzgadla conveniente o no. Por cierto, los organizadores no hicieron ningún comentario, ni autocrítica, sobre la escasa asistencia de público.



MÁS PARLANTES QUE ESCUCHANTES

(Aula Magna de la Universidad de Barcelona. Mayo de 2007)

¿Os habéis preguntado, por qué hoy

hay tan pocas personas en el Aula?
Os digo la verdad, y cuento más
arriba en la tarima en plan parlante
que debajo de "escuchantes" de poemas.
¿Será que los poetas —no su público—
se han alejado de la poesía?
¿Será que somos demasiado crípticos,
que no se nos entiende en absoluto,
que hace mucho olvidamos el lenguaje
en el que el pueblo “fabla” a su vecino?
O —dado dónde estamos— ¿no será
que la Universidad está lejana
de la vida real, del día a día?

Sí, ya sé que tenéis que renovaros
y no ser simples bardos populares,
que el poema ha de ser punta de lanza,
no manida repetición de versos
que no os aportan nada a los divinos;
mas permitidme un simple comentario
producto de experiencias terrenales:

El objeto de la investigación
es —más pronto o más tarde— producir,
ofrecer un objeto en un mercado
y conseguir que compren los clientes.
Los elitismos sólo son posibles
en mercados maduros y rentables
en los que puedes ofrecer un nicho
de selectividad —lo diferente—
para amantes de torres de marfil.

Por eso, os recomiendo retornar
al sencillo poema popular:
No os asusten los simples pareados
si con ellos copamos los mercados.
Cuando recuperemos nuestro público
y esta sala rebose de asistentes,
será el momento de investigaciones,
de liberar tendencias novedosas
y de volver a ser inconformistas.

Ricardo Fernández. Mayo de 2007 


Adenda de 2023: Han pasado dieciséis años desde que escribí este irónico poema, pero todo sigue más o menos igual. La mayoría de los recitales poéticos tienen poco público y siguen acogiendo sólo a amigos de los autores o a otros autores más interesados en que les dejen leer sus poemas (en eso que se llama micrófono abierto) que en escuchar lo que se recita. Las tiradas de las ediciones de los libros de poesía son de muy pocos ejemplares y la mayoría financiadas por los autores. Y en las redes sociales pues lo mismo, se cuelga bastante poesía, pero se lee poco y se comenta menos.

Amazon nos ha permitido a los autores editar con más facilidad y muchos menos costes, pero las ventas siguen siendo muy pequeñas. Algún motivo habrá y todos deberíamos hacer un poco de autocrítica antes de criticar a los demás. Barra abierta para las críticas a lo propio o a lo ajeno; el objetivo es el que nos une: el amor a la poesía y el intentar que tenga el reconocimiento que se merece.

Aquí os dejo un enlace a los metapoemas (poemas que tratan de la poesía) que he ido colgando en el blog y que son manifiestamente criticables.

Un abrazo

domingo, 8 de agosto de 2010

Rumiando: La poesía en el siglo XXI (1)

¿Cuál es el espacio de la poesía en el siglo XXI? Para empezar probablemente sea muy pretencioso decir que la poesía en estos tiempos tiene un “espacio”, todo lo más podríamos asignarle un “nicho” y estrechito. ¿Pesimista? No, creo que realista. Hemos de saber de dónde partimos y adónde queremos llegar, para que el viaje tenga posibilidades de éxito.

El ambiente poético se ha convertido en un entorno endogámico. En la mayoría de los recitales poéticos lo que más abunda son los poetas (y abundan poco porque suelen ser reuniones en “petit comité”, ya que he llegado a ver más ponentes que asistentes) y el público en general se asusta ante la palabra poesía a la que asocian con algo obsoleto, aburrido o cursi. Las tiradas de los poemarios suelen ser mínimas, y adquiridas por familiares, amigos y entidades culturales. Y aún más, se lee menos; es una suerte (para el “ego poético”) que los libros de poesía ya no se editen por pliegos que habría que rasgar, porque yo he encontrado bastantes poemarios, en bibliotecas y casa de amigos, pendientes de rasgado.

¿Estáis de acuerdo en que este es el punto de partida, o al menos la situación más general de la que se salvan pocas excepciones? Si es así, intentaremos desarrollar en otros comentarios, el porqué de esta situación y cómo la podríamos cambiar. Bueno, si es que todos la queremos cambiar, porque una de mis dudas es si todos la queremos cambiar o muchos se encuentran más a gusto en esa “torre de marfil”, donde refugiados en su elitismo no tiene que dar explicaciones, ni recibir críticas de disidentes o de clientes.

Continuará, y si es con polémica mejor....