Mariluz Escribano Pueo (Granada, 1935 - 2019) fue poeta, profesora y narradora. Dice Pedro García Cueto que si hubiera que definir con dos palabras su obra estás serían "memoria y perdón", y creo que esto marca muy bien la trayectoria de la autora. El perdón por las represalias que sufrió su familia no deben hacer olvidar la memoria de los hechos, para que estos no se vuelvan a repetir.
GABO
Cruzan los teletipos los océanos azules;
ha muerto Gabo dicen, como si fuera un cuento,
allá en Colombia habita el buitre que cantaba
esa mala noticia que nos deja. tan huérfanos.
El eco lo repite: ha muerto Gabo,
y un profundo dolor deja en los ojos lágrimas.
Macondo está de luto, con sus callejas lóbregas
y sus hombres alzados sobre el polvo del tiempo.
Cien años de soledad son pocos
los que nos deja el hombre
que levantó una patria con nombre de Macondo,
habitada por hombres y por mujeres tristes
tan solos en un mundo ajeno a la aventura.
Sólo queda en Colombia un rincón ignorado,
Macondo se llamaba y Macondo se llama,
algún aventurero buscará con presteza,
aquellos peces de oro de Aureliano Buendía.
(de El corazón de la gacela, 2015). Mariluz Escribano
De uno de sus primeros libros, ya que no comenzó a publicar hasta 1991 a los 56 años.
Aquí está la tristeza.
No hay mar para abarcarla con latidos
de barcos por sus olas,
no hay albas más inciertas por sus bordes,
ni sueños que respiren
paisajes humanísimos y ocasos.
Porque está aquí y es sólo la tristeza
de saberme mujer como manzana
asomada a la lluvia del espejo,
a una historia desnuda de relatos
y un pasado sin nombre y consecuente
y justamente azul, como debiera,
como debe erigirse en la memoria.
Ahora tengo una mano de marfil
y otra de ausencia
y ejerzo de tristeza y de noviembre.
(de Canciones de la tarde, 1995). Mariluz Escribano
Tuya es mi voz y el hueco de mi mano,
mi cálida sonrisa intrascendente,
los suspiros que van, sencillamente,
de mi aliento a tu aliento tan lejano.
Nada vive en mi sangre tan cercano
como tu corazón. Serenamente
creces en mí, y en mí como simiente
te guardaré mañana. Y será en vano
que la tarde me llame a la tristeza,
con sus dorados tonos otoñales
porque te tengo a ti por centinela.
Y es tanta la ternura y la tibieza
que derraman tu gesto y tus modales
que tu sola existencia me consuela.
(de Sonetos del alba, 1991) Mariluz Escribano.
Os dejo accesos a algunos de sus poemas. En Zenda, en Círculo de poesía y en Proyecto patrimonio.
Es un tópico, pero también una realidad, que los escritores perduran en sus libros, estos son algunos: