He imaginado siempre el día de mi muerte.
Incluso en la niñez, cuando no existe.
Soñaba un fin heroico de planetas en línea.
Cambiar por Rick mi puesto, quedarme en Casablanca
sumergirme en un lago junto a mi amante enfermo
caer como miliciana en una guerra
cuyo idioma no hablo.
Siempre quise una muerte a la altura de la vida.
Dos mil cincuenta y nueve.
Las flores nacen con la mitad de pétalos
ejércitos de zombis ocupan las aceras.
Los viejos somos muchos
somos tantos
que nuestro peso arquea la palabra futuro.
Cuentan que olemos mal, que somos egoístas
que abrazamos
con la presión exacta de un grillete.
Estoy sola en el cuarto.
Tengo ojos sepultados y movimientos lentos
como una tarde fría de domingo.
Dientes muy blancos adornan a estos hombres.
No sonríen ni amenazan: son estatuas.
Aprisionan mis húmeros quebradizos de anciana.
No va a doler, tranquila.
Igual que un animal acorralado
muerdo el aire, me opongo, forcejeo,
grito mil veces el nombre de mi madre.
Mi resistencia choca contra un silencio higiénico.
Hay excesiva luz y una jeringa llena.
Tenéis suerte, -mi extenuación aúlla-,
si estuviera mi madre
jamás permitiría que me hicierais esto.
Raquel Lanseros (de Croniria, 2009)
Este poema tiene una estructura rítmica de silva de impares, o sea de versos de longitud impar (heptasílabos, endecasílabos, alejandrinos y algún dodecasílabo compuesto de 7+5 sílabas), versos armónicos en un recitado. Pero hay varios que se escapan levemente de ritmo, como se puede comprobar en el recitado. Ello tiene su importancia cuando la estructura de un poema no es libre y sigue una pauta armónica (por su métrica) que se rompe en esos casos.
Ante todo os indico que varios de los versos los corta al recitar. Por ejemplo, los dos primeros en que transforma los alejandrinos en dos heptasílabos, haciendo de la cesura un salto versal. Ello mantiene la armonía, pero siempre es deseable que la estructura del texto ayude al recitado dando pistas al lector de la intención del autor.
En cambio en el verso que os copio (en texto y en cómo lo recita) se rompe algo la armonía: (separo las sílabas con "-", los hemistiquios con "/", las separaciones versales encubiertas con "//" y las sílabas tónicas las pongo en negrita. Luego indico entre paréntesis las sílabas de cada verso o hemistiquio, y cuando es preciso la posición de las sílabas tónicas)
Siempre quise una muerte a la altura de la vida.
Siem-pre- qui-se u-na- muer-te / a- la al-tu-ra- de- la- vi-da. (7+8)
Al segundo hemistiquio le sobra una sílaba (es un octosílabo) para que el verso sea un alejandrino, y esa falta de armonía se nota al recitarlo. Por ejemplo, si el segundo hemistiquio dijese "como fuera la vida" sería un heptasílabo más armónico.
Otro verso especial es este, que al leerlo sin referencias podríamos recitar:
No sonríen ni amenazan: son estatuas.
No- son-rí-en- ni a-me-na-zan:- son- es-ta-tuas 12(3.7.11)
Se trataría de un dodecasílabo cuaternario (tonicidad cada 4 sílabas) que tensaría un poco el recitado, frente al resto de versos de metro impar.
En cambio la autora recita:
No- son-rí-en- // ni a-me-na-zan: // son- es-ta-tuas (4+4+4).
O sea, tres versos tetrasílabos que por su brevedad fónica se adaptan a la armonía del ritmo general. Pero eso, leyendo, lo tenemos que averiguar y a mí me gusta poner las cosas más fáciles al lector.
El verso final también presenta alguna anomalía, recitado de corrido:
jamás permitiría que me hicierais esto.
ja-más- per-mi-ti-rí-a- que- me hi-cie-rais- es-to. 13(2.4.10.12)
Es un verso de 13 sílabas, que se podría recitar bastante bien de corrido al apoyarse en acentos en sílabas pares. Sin embargo, la autora lo recita de forma sintácticamente más correcta:
ja-más- per-mi-ti-rí-a / que- me hi-cie-rais- es-to. (7+6)
lo que rompe algo el ritmo por ese hemistiquio final de 6 sílabas que tensa el verso, al no ser armónico con los de metro impar. Comprobad la diferencia fonética si terminase: que me hicierais maldades (que es un heptasílabo completamente armónico con el patrón general).
En el poema hay otros versos dodecasílabos: Las flores nacen con la mitad de pétalos // Dientes muy blancos adornan a estos hombres // grito mil veces el nombre de mi madre. Estos versos son armónicos con el resto, ya que se recitan como compuestos, con hemistiquios de 5 y 7 sílabas, armónicos con el resto de impares.
Hay ejemplos similares en otros poemas de la autora, por ejemplo el primer poema de Matria "La loca más cuerda" esta formado por endecasílabos, alejandrinos u otros versos compuestos impares, versos totalmente armónicos, pero hay algún verso que no encaja:
¿Quién traspasa el espejo? ¿Quién es el espejo?
¿
Quién- tras-
pa-sa el- es-
pe-jo? / ¿
Quién-
es- el- es-
pe-jo? (7+6)
Este segundo hemistiquio se queda corto y la
autora cuando lo recita se detiene y dice
¿Quién es / el espejo? . Así al romper ese hexasílabo en dos facilita la armonía, pero eso también lo debe descubrir el lector. O este otro verso:
¿Quién para con su mano los relámpagos de un Dios?¿
Quién-
pa-ra- con- su-
ma-no / los- re-
lám-pa-gos- de un-
Dios_? (7+8)
En que el segundo hemistiquio se nos queda un poco largo al acabar en palabra aguda.
Son pequeños detalles y me queda la duda de si son intencionados para romper algo el ritmo, son descuidos o la autora no les da importancia. Tendremos que preguntarle a ella.
Mi recomendación es que la leáis, vale la pena.
Posdata: Raquel me contesta sobre esas pequeñas distorsiones el el ritmo poético que eran intencionadas:
"Y me ha fascinado el modo en que has descubierto cómo en mis lecturas acompaño los toques rupturistas que a veces dejo caer en una estructura métrica por lo demás muy meditada. Este tipo de pequeños guiños a la improvisación casi jazzística obedecen quizá a un impulso libertario que aspira a salir de vez en cuando de los márgenes (ya por sí deconstruidos) de este verso libre occidental que sin embargo es tan deudor no solo de la métrica subyacente sino de la prosodia." Gracias por tus aclaraciones y por la rapidez en
contestar en tu perfil de Facebook
Nota técnica: Si os interesa profundizar en los estudios métricos de los versos que nos explican su ritmo y armonía, y los porqués de cuando no nos suenan bien, podéis consultar alguno de los buenos manuales de métrica que existen. Yo, como autor, os recomiendo el mío
"Métrica poética del idioma español", ya me diréis si lo encontráis interesante.