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martes, 18 de febrero de 2020

Poesía, pintura y fotografía

Mi poemario "De Museos por Madrid", sobre obras de arte vistas en los museos madrileños que se pueden contemplar por enlaces en el texto, acaba de ser republicado revisado y ampliado en enero de 2023. Os dejo aquí unos poemas inspirados en la temporal del Thyssen "Los impresionistas y la fotografía" que vi el pasado enero de 2020.

Reunión familiar. Frédéric Bazille. Musée d'Orsay

Reunión familiar en foto fija,
los unos miran al fotógrafo, los más,
y los otros, los menos, no le dan importancia.
Tú le miras con cara
de enfrentarte a un rival
que iba a cambiar la forma y hasta el fondo

Porque lo dices tú, eso son olas,
porque a mí me parecen tirabuzones de la mar.
Aquí intentaste
no ser fotografía y no lo fuiste,
pero tampoco eres
el mar que rompe en las orillas.
En todo caso, te salva el horizonte,
ese que no mencionas en el título,
el que distingue las aguas de los cielos.
Pero salvar, tú salvas mucho más
porque abres la visión
más allá de la cámara que copia
y ayudas a que viva la pintura.



Como hábil precursor del photoshop
estilizas al hombre y a su perro,
los dos contemplan indolentes
otra escena ocultada.
No sé por qué mantienes la sombrilla
si está parado en una sombra,
probablemente, sea un recurso
para que el rostro y el sombrero
no se confundan y se apaguen
entre los verdes y amarillos del follaje.

De museos por Madrid. Ricardo Fernández Esteban ©


Esta exposición temporal ya ha cerrado sus puertas, pero en la web de Museo Thyssen todavía podéis efectuar una visita virtual y recorrer las salas de esa magnífica muestra sobre la influencia de la fotografía en los impresionistas.




Espero que este libro "De museos por Madrid" os guste por los poemas, pero sino, seguro que os gustan los cuadros. Pintura y poesía siempre han sido dos artes hermanadas, ya en el siglo V a.C. el lírico griego Simónides de Ceos dijo que “la poesía es pintura que habla y la pintura poesía muda”. Pues este quiere ser mi granito de arena para que la pintura hable prestándole mi voz poética. Aquí os dejo un vídeo donde recito otros dos poemas de ese libro.






lunes, 22 de enero de 2018

Se acabó lo de golfo y zalamero

Unas rimas con formato de soneto con estrambote que anuncian la retirada de la "mala vida" del protagonista de "Pensando en ti y en vosotras". Él, que tanto abusó de ser poeta y regaló sus versos por doquier, cae feliz gritando: "Soy sincero, se acabó lo de golfo y zalamero". Creedlo o no, porque quién se puede fiar de un poeta...



SE ACABÓ LO DE GOLFO Y ZALAMERO

Yo que tanto abusé de ser poeta
y engatusé con versos por doquier,
al verte decidí cambiar de meta 
en mi loco camino del querer.

Prometo que esto es cierto, no una treta,
te aseguro que nada has de temer,
este golfo que actuó como un veleta
aspira sólo a ser tu “chevalier”.

Eres mi única musa, mi estandarte,
y me rendí ante ti, cuando impotente
evité utilizar zalamerías
como señuelo para conquistarte.

Caigo del pedestal para esa gente
que ya no elogiará mis correrías
con malas compañías.

Caigo feliz gritando: “Soy sincero,
se acabó lo de golfo y zalamero”

Ricardo Fernández Esteban ©


Hay libros que nunca querríamos acabar de escribir. Pero todo ha de tener su fin y por eso acabo de publicar en marzo de 2023 "Pensando en ti y en vosotras" revisando y ampliando el antiguo libro "Pensando en vosotras" publicado en 2011. Aquí lo podéis conseguir en Amazon en papel o en digital.



Pero como la palabra escuchada es muy importante, aquí me tenéis recitando este poema , y en el vídeo hay otros cuatro más del libro 




martes, 17 de enero de 2017

Mi "Poética"

Este poema mío, Poética, quiere explicar que lo significa para mí la poesía y los distintos temas o géneros poéticos que trato en mi Poliedro poético, título que guardo para una futura "poesía reunida" que no sé cuándo me animaré a publicar. De momento, podéis consultar en el índice de mi poesía de este blog bastantes poemas organizados por temas o por libros.


POÉTICA

En esta tentativa de “poética”
intentaré explicar con brevedad
qué implica para mí la poesía,

pues creo bueno que el lector conozca
el arcano que rige mi escritura.

Cuido la forma métrica, envoltorio
que debe realzar al contenido,
pero a veces me siento heterodoxo
y evito depender de la aritmética
cuando existe un conflicto con la estética.
Si hay que rimar se rima y no desdeño
un cierto soniquete en el poema,
pero también practico el verso libre
si el ritmo lo distingue de la prosa.

Toco variados temas, pues la lírica
no es el único género poético;

discurro por la épica o dramática,
la elegía que duele publicar,
la écfrasis de un cuadro o de un paisaje,

la busca de mi “islario de pasiones”
dudando entre el camino y el destino,
el pensar en vosotras, las reales
o aquellas que inventé por escribir,
la crítica al político mendaz

mezcla de posverdad y consumismo,
la "metapoesía", tan ególatra
que se cita a sí misma "verso a verso",
o cualquier otro asunto que "me ponga".

Rechazo ser dogmático. La duda
reafirma la condición humana,
pero si toca seriedad se tiene,
y si se tiene que gritar se grita.
Como Celaya, creo que el poema
es un arma cargada de futuro:

hay disparos directos hacia el alma
en que los versos rompen los blindajes,
y otros, más terrenales, van al cuerpo
disfrazados de sátira o de humor.

Siempre creeré que “La palabra es mágica”
—al transformar sonido en sentimiento—,
pero nunca es autónoma, le manda
esa voz que la crea, la del bardo.
Todo puede valer, si quien lo hace
no engaña y es honesto al escribir,
por más que use el sarcasmo o la invención
describiendo vivencias no vividas.
¿Por qué ha de ser veraz la poesía,
si con ser verosímil ya se basta
para hacernos sentir y emocionarnos
con lágrimas, con risas o con gozos…?

Y ya que no fui breve, en penitencia
os resumo el poema en sólo un verso:

Pasión, es para mí la poesía.

Ricardo Fernández Esteban ©


En este metapoema (que trata de sí, de mi poesía) está la teoría, la práctica la encontraréis en mis libros o en este propio blog. Como guía puede serviros la página dónde explico cómo navegar por los contenidos del blog, otra que incluye el índice de mi poesía, o en las etiquetas que la clasifican situadas en la parte baja de columna derecha .

Y por aquello que la palabra debe de ser escuchada, aquí me tenéis recitando este poema. Y en este enlace podéis a acceder a otros vídeos en que recito mis poemas
.


Y ya que os he dicho que "cuido la forma métrica", si estáis interesados en saber más de Métrica, o sea de los principios y porqués de esa armonía versal que distingue al poema de la prosa, podéis consultar mi tratado "Métrica poética del idioma español", ampliado en diciembre de 2023, que los explica de una forma sencilla, pero rigurosa. Aquí os dejo una sinopsis del libro. Recordad, si sois partidarios del verso libre, que “hasta para saltarse las normas hay que conocerlas previamente, si no queremos que el salto sea al vacío”. Vuestras críticas positivas o negativas serán siempre bien recibidas.



domingo, 12 de junio de 2016

Barcelona, "Ciudad canalla"

Este poema dedicado a la Barcelona preolímpica y preturística de los de los sesentas a los ochentas tiene muchos guiños, unos más fáciles y otros más difíciles de reconocer. Tienen ventaja quienes vivieron en esta ciudad y en esa época, por si acaso os perdéis os los desvelo al final. Por si os apetece más escuchar, en este vídeo recito el poema.


Foto: Xavier Mirerachs

HUBO UNA VEZ UNA CIUDAD CANALLA

Hubo una vez una ciudad canalla
que mojaba la pluma en el alcohol
para escribir directamente en vena:
"como todos los jóvenes yo vine
a llevarme la vida por delante";
una ciudad en la que el bardo
rechazaba el papel e improvisaba:
"versos de amor nunca serán literatura
si no me dejas escribir sobre tu piel";
una ciudad en la que ella,
adivinad su nombre, unos años atrás:
"abriéndose su blusa — Neno, no digas nada—
le ofreció los durísimos botones de sus pechos".

Hubo una vez una ciudad canalla
en que un tono del azul era más que un color
era un templo pagano celestial
donde un gato argentino
maullaba en clave de rumba catalana
y un cantautor galáctico
consiguió hacer salir el sol a medianoche.

Hubo una vez una ciudad canalla
donde la sexta flota, en vez de hacer la guerra,
hizo el amor en territorio chino;
izas, rabizas y colipoterras
en traje de faena les tiraban los tejos
mientras agujereaban mármoles a golpes de tacón.

Hubo una vez una ciudad canalla,
mucho antes del turismo y de los juegos,
donde la izquierda se divinizó
bebiéndose las noches en la “boite”
de rojos terciopelos, de copas infinitas,
de taburetes que aún dominan escenarios;
una ciudad que hacía equilibrios sobre sus propias luces,
mientras un pijoaparte montaba un viejo Cadillac.

Hubo una vez una ciudad canalla
con cabaret travesti como playa de río,
con Piaf y la Carme recordando a su hombre,
con los niños terribles, con molinos sin viento,
con local de voyeurs en tacita de plata,
con el baile del tigre entre chulos y arrugas,         
con el arco kiosco en que el anís ardía,                  
con aquella bodega donde el arte era eterno         
y una cava de jazz que por suerte aún resiste,
porque el otro el frontón, que era pista de baile,
ya pasó a mejor vida y es un sano gimnasio.

Hubo una vez una ciudad que hoy
merece nuevo nombre: Barcelolandia eres
pasto turístico de masas, puro producto Disney.
Perdiste tus raíces, te has vendido hasta el alma,
y de canalla nada, opositas a cursi.
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
No sé.. O es la ciudad, o es que nosotros
ya no podemos aguantar el canalleo.
Abierto queda el tema, se aceptan opiniones,

yo acabo con canción, como empecé,
y disculpad que desafine:
…jóvenes…, éramos tan jóvenes…

Ricardo Fernández Esteban ©



Aquí tenéis otro poema dedicado a la Barcelolandia actual, pasto turístico que nos alimenta, pero que muchos digerimos mal. 

Y respecto al poema canalla, para no desafinar al final , aquí está Jóvenes cantada por Los Mustangs y unas cuantas fotos de aquellos años.









Posdata: Pasados unos días, os aclaro los guiños que no hayáis sabido desvelar. Aunque algunos habéis desvelado bastantes.


1ª Estrofa: Unos versos de No volveré a ser joven de Jaime Gil de Biedma. Un fragmento de la canción de Joan Manuel Serrat Míramé y no me toques y otros versos de Conchita era su nombre del poemario Poeta en Barcelona de José Agustín Goytisolo. Los tres fueron piezas importantes de la canallesca literaria barcelonesa de esa época.

2ª Estrofa: Zeleste era la mítica discoteca de la calle Platería, donde actuaron muchos canallas entre ellos el Gato Pérez, argentino que renovó la rumba catalana y Jaume Sisa, también conocido como Ricardo Solfa, el galáctico cantautor de Qualsevol Nit Pot Sortir El Sol.

3ª Estrofa: Los buques de la 6ª flota norteamericana fondeaban en Barcelona y los marineros se solazaban en el "barrio chino" con las profesionales del sexo. Hay un libro de la época "Izas, rabizas y colipoterras" (título sacado de un soneto de Quevedo) con fotos de Joan Colom y textos de Camilo José Cela, sobre la actividad sexual del barrio. En el restaurante Amaya de las Ramblas se conservan los umbrales de mármol del portal del edificio, que tienen unos agujeros producidos por el taconeo de las prostitutas mientras esperaban clientes en la puerta de la "Casa de Habitaciones María". 

4ª Estrofa: La "Gauche divine" fue un grupo, denominado así por Joan de Segarra, de intelectuales y artistas de izquierdas, la mayoría pertenecientes a familias burguesas y un típico lugar donde se reunían era Bocaccio, la emblemática "boite" de ojos terciopelos, altas copas y característicos taburetes como el que sigue utilizando Serrat en sus conciertos.
    Más tarde se abrió otra disco Equilibrio, en la ladera del Tibidabo sobre las luces de la ciudad, frente a otro local emblemático, el Merbeyé donde sitúa Sabino Méndez, letrista de Loquillo su canción Cadillac solitario, cuyo protagonista podría ser otro pijoaparte venido a más en un guiño a las Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé.

5ª Estrofa: El cabaret de travestis, extrañamente tolerado en la época, era el Copacabana.
    En el bar Pastís, Carme la propietaria ponía música de Piaf mientras recordaba a su marido Quimet al que Josep Maria Espinàs (uno de los fundadores de Els Setze Jutges) le dedicó una canción.
    Les enfants terribles era otra típica disco junto a la calle Conde del Asalto y el también emblemático bar London.
    El teatro cabaret El Molino, reinaba en el Paralelo con Johnson y Mary Mistral.
    El Cádiz era un local especial, bar en la planta baja, baile en el sótano y en el primer piso una cama rodeada de sillas donde se representaban espectáculos pornográficos.
    La Paloma en la calle del Tigre era un baile clásico con sillas alrededor de la pista y "macarras" que sacaban a bailar a profesionales ya entradas en años.
    El diminuto kiosco La Cazalla en el Arco del Teatro servía y sirve copas de ese licor de anís.
   La Bodega Bohemia, "donde el arte era eterno" porque quienes actuaban hacía ya mucho que habían pasado su buena época artística.
    La cava de jazz Jamboree aún resiste en la plaza Real los embates de turismo que ha hecho naufragar su sala contigua flamenca Los tarantos a pasto de masas.
    Cerca del final de las Ramblas el Jazz Colon (junto al frontón Colón) era él local con la mejor música disco de la época, frecuentada por "progres" de zona alta, marinos americanos y gente de toda ralea amante de la buena música para bailar.

Por último, cierro el poema con Los Mustangs y su "Jovenes", un icono de los que recuerdan esas épocas.

Bueno, creo que ya os he desvelado los guiños del poema que contando me suman 27. Había muchos más lugares y personajes "canallas" en aquella Barcelona que se me han quedado en el tintero, mejor así para que si os apetece me los recordéis. Y por aquello de que la oralidad es tan importante como la palabra escrita, aquí me tenéis recitando este poema



miércoles, 25 de marzo de 2015

A Rogelio Oficialdegui, in memoriam

Ayer cayó un avión en el que viajaba un buen amigo. Estos pobres versos se enriquecen al recordarlo. A uno le gustaría poder hacer mucho más que escribir un soneto en recuerdo de quien siempre le pareció una persona ética y excelente, de quien aprendió mucho y de quien siempre quiso aprender más. A uno le gustaría ponerle alas de pájaro a ese avión. Estés donde estés, descansa en paz Rogelio.


A ROGELIO OFICIALDEGUI, IN MEMORIAM

Siempre llega la muerte tras la vida,
pero a veces nos roba de repente
sin dejarnos siquiera despedida,
desvelando lo duro del presente.

Rogelio, buen amigo, quién pudiera
ponerle alas de pájaro a ese avión,
no dejar que cruzases la frontera,
volver a oír tu voz y tu razón. 

Nos queda tu nobleza, tu bondad,
esa fina ironía, esa prestancia;
buscando mitigar la soledad,
queriendo hacer cercana la distancia.

Lo que nos queda es mucho, compañero,
el recuerdo de todo un caballero.

Ricardo Fernández Esteban


Rogelio Oficialdegui viajaba en el vuelo de Germanwigs de Barcelona a Düsseldorf el 24 de marzo de 2015. El copiloto del avión se encerró en la cabina y lo estrello deliberadamente contra las montañas de los Alpes muriendo las 150 personas que viajaban a bordo. Todos los accidentes y las muertes que conllevan son terribles, pero éste además da mucho que pensar sobre la razón y la sinrazón humana. 


Aquí (a partir de 1':38'' de este vídeo) me tenéis recitando este poema con unas palabras que nunca hubiera querido pronunciar.




domingo, 28 de septiembre de 2014

Cálder. Mis poemas a Constelación y a Carmen.

Me encantan las esculturas de Alexander Cálder (1898 - 1977); especialmente sus móviles que se agitan y toman vida con el viento o los más ligeros cuando los soplamos levemente. En mis visitas al museo Reina Sofía de Madrid les he dedicado unos poemas. Este a una pequeña obra que lleva por título Constelación.


Constelación de Cálder,
pintura de Miró en tres dimensiones.
Añádele una cuarta: ¡Sóplala!,
y verás cómo adquiere movimiento

Ricardo Fernández Esteban © 

En este vídeo recito este breve poema y luego otros dos del mismo poemario.


Por desgracia, o por incompetencia, no siempre es posible ver en movimiento esos móviles. En el patio del Museo hay uno de gran tamaño, de título Carmen, que siempre he visto inmóvil porque está muy resguardado del viento. ¿Es ningún responsable tiene la sensibilidad de indultarlo y colocarlo al viento libre? Estos son los poemas que le he escrito en varias visitas:



2003, MI ENCUENTRO CON CARMEN.

¿Quién colocó en el patio del Sofía
este impotente móvil, este Cálder
que, sin viento, está quieto todo el día?


2008, MI RECLAMACIÓN: No veo a Carmen en el patio y creo ingenuamente que se ha decidido su traspaso a un lugar más adecuado. Pues no, la habían llevado a restaurar. Indignado presenté una reclamación al Museo pidiendo su colocación al aire libre.

Salgo a verte y no estás, se te han llevado
y me digo ¡qué bien, lo has conseguido!
ojalá que disfrutes viento libre,
que se agiten tus hojas y que rías
rescatada del patio de esta cárcel.

Por si acaso pregunto: decepción,
según parece está en restauración,
y a través de formal reclamación
proclamo mi total indignación.

Y lo expreso con esta burda rima,
porque no se merece más poética
quien decide que un móvil esté inmóvil


2011, MI PROMESA: Carmen vuelve a estar quieta en su prisión habitual sin viento.

¡Te han vuelto a confinar!
En la quieta mañana de este otoño,
ni siquiera se mueven las hojas de los árboles,
y las tuyas de hierro lloran lágrimas
—que te dejó el rocío— porque añoras
bailar al son del viento que nunca llega aquí.

En mi próximo viaje, cuando vuelva al museo
te sacaré a pasear al aire libre
donde habitan las brisas que tú ansías.
Nos abrirán las puertas, nadie lo impedirá,
todos saben que sufres de tristeza.
Creada como móvil, algún jefe burócrata
decidió condenarte a ser inmóvil
y ya es hora de verte sonreír
girando sobre ti, Carmen de Cálder.


Ricardo Fernández Esteban ©


Aparte de estas visitas, he hecho muchas más al museo y sólo un día de mucho viento conseguí verla en ligero movimiento. Si es mala suerte, debo de tener mucha, yo y la mayoría de visitantes del Museo.

Estos poemas pertenecen a mi poemario digital De museos por Madrid, revisado y ampliado en 2023, que permite ver las obras a que se refieren los poemas. En este enlace os explico más sobre ese libro digital.



sábado, 6 de septiembre de 2014

Ese mar...

A ese mar del recuerdo lo hemos cambiado tanto que para reencontrarlo hay que ir a buscarlo a los recónditos litorales donde aún habita.


ESE MAR…

Ese mar de otros tiempos,
de las barcas de pesca, de las playas tranquilas,
del horizonte nítido, de la sal en la cara,
de mi lejana infancia con recuerdos de azul.

Ese mar que matamos
cambiándolo por otro más formal
con boyas, con corcheras, torres de la cruz roja
y banderas parlantes en un montón de lenguas.

A ese mar que recuerdo
lo encuentro refugiado en una isla
-de la que olvido el nombre y el lugar-
al arribar aquí de singladura.

A ese mar, mar de baño,
de transparentes aguas, de estrellas y de conchas,
de calas sin un alma que no venga contigo,
le ofrezco mi amistad y me la acepta.

A mi mar, rescatado
de cárceles turísticas y puertos deportivos,
me entrego  y lo navego con la vela latina
que guardé en el desván de lo que pudo ser.

A mi mar, que ya es mío como yo lo soy suyo,
todo se lo consiento y todo me lo entrega
si fondeo en sus golfos o cruzo su horizonte;
porque el mar es camino, pero también hogar.

Ricardo Fernández Esteban ©

Fotos del autor cuando reencuentra a su mar.



















Adenda de 2023:

Se puede acceder en 
"The Booksmonie. Poesía recitada" a un fichero con mi voz y los textos de tres poemas míos de "Islario de pasiones", éste, Cuando muera que no me repatríenEl navegante de islas.



Este poema pertenece a mi libro "Islario de pasiones" que contiene poemas que tratan de mares, de islas y de la pasión por navegarlos o habitarlas. Las islas son griegas, como lo son los mares que las circundan. La pasión es de quien escribe, de quien navega y de quien habita, que se intercambian las voces en el relato dudando entre el camino y el destino (aquí lo podéis conseguir en Amazon). Además, he tenido la suerte de que Maira Fournari, me haya traducido al griego bastantes de esos poemas y se hayan publicado en una edición bilingüe "Islario de pasiones/ Νησολόγιο παθών".

Si os interesan las islas griegas, mi libro "Por las islas griegas", ampliado en 2023, recoge más de 25 años y más de 70 islas visitadas, con mis anotaciones sobre mis playas, restaurantes, hoteles y otros lugares preferidos. Aquí lo podéis conseguir en Amazon; si preferís las librerías físicas, hay ejemplares en Altaïr (Gran Vía 616, Barcelona), donde también está disponible "Islario de pasiones".


sábado, 31 de agosto de 2013

Cuando el día ya sea casi noche...

Normalmente mis versos no suelen tratar de temas tristes, pero éste salió así con la dura pregunta de si tenemos que tomar las decisiones difíciles cuando aún podemos, no sea que luego ya no recordemos de que desearíamos. 



CUANDO EL DÍA YA SEA CASI NOCHE…

Cuando ya no recuerde ni el sabor de tus besos
ni el tacto de tu piel, amada mía,
cuando llegue ese día
de pensamiento fútil  y quebradizos huesos,

en que ya casi es noche y el futuro es presente,
si observas que te miro y mi mirada
se pierde por la nada
y mi rostro denota una expresión ausente,
 
te pido que te vayas, no quiero preguntarme
cómo se llama el ángel que me cuida
en lo que ya no es vida.
No me digas que no, déjame que me alarme

cuando puedo sufrir pensando lo que quiero,
que luego no sabré ni ser sincero.

Ricardo Fernández Esteban ©


Este poema es un soneto polimétrico con versos de 7, 11 y 14 sílabas y con estructura inglesa, o sea tres cuartetos de rima independiente y un pareado final. Pero aquí lo importante no es la forma, sino si he conseguido transmitiros, más que palabras, sentimientos.

Como un poema debe ser más que un texto, aquí me tenéis recitándolo, a partir de los 42 segundos de este vídeo.


Adenda de 2023: Este poema está incluido en mi libro "Pensando en ti y en vosotras” en que el narrador recuerda a las mujeres reales o imaginarias que han cruzado por la senda de su vida. Aquí lo podéis conseguir en Amazon en papel y en digital. Si lo adquirís, espero vuestros comentarios, la publicación de un libro ha de ser un camino compartido por autor y lector.