domingo, 27 de diciembre de 2020

Jesús Aguado

Jesús Aguado (Madrid, 1961), poeta, traductor, periodista y crítico literario. Comenzó a publicar en los 80's y ganó el premio Hiperión de 1990 con Los amores imposibles. Vivió en la India y ha publicado unos diarios y antologías sobre la poesía de ese país.


ALGO DICE DE MÍ...

Algo dice de mí
la labor del orfebre,
el arcoiris doble, los anzuelos,
las diecisiete formas que tiene el esquimal de nombrar
                 a la nieve y el tibetano a la conciencia,
los pechos comparados con cúpulas o cántaros,
la barra de los bares, las películas,
los cables de la luz parcelando el paisaje,
las etimologías inventadas,
la tala de las selvas, las bombas nucleares,
la estupidez, el odio, la mentira,
el mal gusto, el dolor, las equivocaciones,
las hambrunas, las guerras,
el asombro, el camino, la retama,
la piedad, la emoción, la fiebre de un bebé,
el aguardiente, el sol, la desmemoria,
los delfines, el saxo.

(Algo dice de mí cada ser, cada cosa
que ocurre, todo dice
un aspecto de mí
                                   y lo señala,
y quiere despertarlo y que yo aprenda
a llegar hasta el nido donde incuba sus ojos,
y me invita a probarme
                                                        esos ojos,
a mirar de otro modo lo que soy.)

Algo dice de mí
el ruido, el brutal ruido
que hace casi imposible escuchar lo que dicen
de mí las cataratas o el silencio.

Jesús Aguado. "Lo que dices de mí" (2002)


NO LAMENTO TU AUSENCIA...

No lamento tu ausencia‚ no me alegro tampoco:
esta paz de tenerte como siempre en las manos
es parte de mi amor‚
de este nuevo sentido que has puesto en mis sentidos‚

y no es que estés muy lejos‚
es que madura lento lo que más nos importa
y el tiempo y el espacio son frutas delicadas·

Jesús Aguado. "Semillas para un cuerpo" (1988)


Esta es una antología de sus poemas publicada en A media voz. Además, tenemos la suerte de complementar los textos del poeta con su voz en el archivo de poetas de la ACEC. Aquí tenéis sus opiniones sobre la poesía y su poética y aquí los once poemas que recita. Como muestra el primero de ellos "El viaje7".


Como siempre, mi recomendación es ir a las fuentes, a los libros del poeta. Aquí los tenéis en todos tus libros y os dejo unas muestras de carátulas.



domingo, 20 de diciembre de 2020

Jesús Royo. Sonetos de Navidad

(entrada actualizada en diciembre de 2023) Jesús Royo Arpón (Barcelona, 1949), además de muchas cosas más, es un buen y satírico sonetista, pero que sabe ponerse serio cuando quiere, como en estos sonetos de Navidad que suele enviarnos. Aquí tenéis cinco, comenzando con el de este año. 



Por el mismo cielo que surcaron los ángeles de la Buena Nueva
hoy circula la impunidad de los misiles

“Gloria a Dios”, dijo el Ángel, “en el cielo,
y paz entre las gentes de la tierra”.
Hoy, ¿qué vemos en ese cielo? Guerra,
misiles, drones de certero vuelo.

Gaza es la patria del horror y el duelo,
es el miedo sin fin (que al miedo aterra),
es la maldad (que todo el mal encierra),
donde el llanto es la ley, y el desconsuelo.

Gaza, Jerusalén, Jenín, Belén,
por vosotras van estas Navidades
de champán triste y tristes villancicos.

Brindaremos por no sabemos quién,
que vuelva la alegría a las ciudades
y el mundo no se vaya a hacer añicos.

Jesús Royo Arpón (2023)


NAVIDAD DE PANDEMIA (2020)

Los abrazos que NO nos hemos dado, 
las canciones que nadie nos ha oído, 
los besos que se nos llevó el olvido 
y las citas que habríamos tramado, 

los retozos soñados sobre el prado, 
lo que, juntos, habríamos reído, 
los sofocos que hubiéramos sentido 
y los bailes que hubiéramos bailado, 

todo eso, acuérdate, nos lo debemos. 
No sé yo si lo recuperaremos, 
o se lo irá a tragar el sumidero. 
Nuestras carnes reclaman ya venganza: 
montaremos saraos de risa y danza 
sin fin, cuando salgamos del "aujero". 

Jesús Royo Arpón


NAVIDAD 2018

El caótico azar nos trajo aquí
y al final el misterio nos espera.
Todo rueda, en estúpida carrera
y se entrecruza en loco frenesí.

Nos preguntamos ¿qué será de mí,
qué razón hubo de que yo existiera?
Si todo es al final nada y quimera,
¿por qué me late el corazón así?

Dicen que han visto, no sé qué pastores,
ángeles, cantos, luces de colores
-alguna cosa, creo, se metieron-
y que un bebé al nacer les sonreía,
y que la noche más que el sol lucía,
y que, muy dentro, algún calor sintieron...

Jesús Royo Arpón


NAVIDAD 2016

En esta cueva oscura que es el mundo,
un punto entre infinitas soledades,
un instante en el cúmulo de edades,
sumidos en lo inmenso y lo profundo,

de pronto, este planeta vagabundo
se detiene y enciende las ciudades.
Nos decimos “Felices Navidades”
y nuestro abrazo es cálido y rotundo.

Un niño nace en medio del escombro.
La Galaxia lo observa con asombro
llorar, reír, mover ojos y manos.

Todo se mueve a base de sonrisas:
cerrad los ojos, suspended las prisas
y celebrad el ser seres humanos.

Jesús Royo Arpón


MEDITACIÓN DE UN PASTORCILLO ANTE EL PESEBRE, CON EL CALVARIO AL FONDO (2013)

Nada hay más débil que un recién nacido.
Nada hay más ruin que un hombre ejecutado.
Uno no es nada, el otro es demasiado.
Aquel entra en el mundo, este ha salido.

Ambos comparten lágrima y gemido,
pues duele por igual cambiar de estado,
el todo-por-hacer y el consumado,
el nada-aún y el todo-ya vivido.

Queremos que Dios sea omnipotente,
eterno, infinito y providente,
y resulta que llora y tiene frío.

Y es que Dios, por lo visto, es poca cosa,
pues nace pobre, en una noche hermosa,
y muere en un crepúsculo vacío.

Jesús Royo Arpón


Como os he dicho en general la obra poética de Jesús Royo es satírica, pero es difícil encontrarla. Que yo sepa, ni la ha publicado en ningún libro ni mantiene un blog, y sólo circula por algunos caminos restringidos de la red en la que van apareciendo sus sonetos satíricos. Aquí tenéis como muestra algunos sonetos de Jesús Royo de 2014 junto con la noticia que los inspiró.

Yo he ido publicando algunos en la página de este blog dedicada a los poemas de tema humorístico y satírico, donde los podréis encontrar junto a los de otros maestros del género.

lunes, 14 de diciembre de 2020

Poema de Navidad, 2020

Llegan los tiempos navideños y con ellos el poema que dedico cada año a mis amigos y conocidos. No intenta ser un poema al uso y este año está mediatizado por esta pandemia que nos ha hecho replantearnos muchas cosas. Como siempre, puede pecar de utópico, pero estoy seguro de que si hay pecados, la utopía no estará en el catálogo.


POEMA DE NAVIDAD, 2020

En esta cura de humildad de descubrir
que la fragilidad del hombre es mucha,
quien se creyó que dominaba al mundo
ha sido golpeado por algo microscópico,
que se duda posea vida propia,
pero es capaz de eliminar la ajena.
En este año atípico y difícil,
las navidades lo van a ser también.

En mis poemas, hablando de estas fiestas,
he criticado mucho
al consumismo y otros “ismos”,
y a las falsas y buenas intenciones
que se quedan en poco,
en fuegos de artificio que se queman sin lumbre,
sin hogar que reúna toda la raza humana,
sin conseguir pasar de palabras a hechos.

Pero este año difícil, reconozco
que añoraré las fiestas familiares,
y el brindar con amigos cuando se acabe el año.
En este año difícil, cuando no estemos juntos,
ni compartamos uvas, ni cava, ni turrones,
y los besos y abrazos no puedan ser reales,
este año las promesas serán mucho más firmes.

Cuando le has visto al virus las múltiples orejas,
piensas en lo que importa, y en que la vida es breve
y no vale la pena quemarla en tonterías.
La lucha será dura y también será larga,
pero se hace camino soñando en el destino;
si no alcanzas la meta no debes preocuparte,
esto es una carrera de relevos,
busca otro corredor y cédele el testigo.

¡Felices navidades, aunque sean virtuales!

Ricardo Fernández Esteban ©


Aunque este años muchos brindis y abrazos deban ser virtuales, repito este con vosotros y ojalá que el próximo año nos sea mejor que éste.

Brindemos por nosotros, por la gente querida,
por familia y amigos, por los que ya no están, 
por los desconocidos, por los que no vendrán 
y porque la utopía haga mejor la vida. 



Un fuerte abrazo virtual que añora la normalidad.