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sábado, 3 de mayo de 2014

"Barcelolandia", un parque temático turístico

En el verano del 2014, me fui de vacaciones a mi propia ciudad y no la reconocí, luego repetí la experiencia en 2019, con resultado similar, y lo he vuelto a comprobar en 2023. Aquella Barcelona que se dejaba disfrutar, se ha convertido en la "Barcelolandia" que vende su alma por ser pasto turístico de masas.


"BARCELOLANDIA", UN PARQUE TEMÁTICO TURÍSTICO

Me fui de vacaciones a mi propia ciudad.
No la reconocí, no era la mía,
era un parque temático.

Ciudad que vives de venderte hasta el alma
y olvidas tus raíces, las que te hicieron única.
en una desmesura del culto a lo banal,
será mejor llamarte "Nueva Barcelolandia".
Más cruceros que nadie, hoteles llenos,
orgullosa proclamas ser líder en turistas;
ya son quince millones y de ellos doce "guiris", (*)
el ochenta por ciento del público en las Ramblas
y casi el cien por cien en las tiendas de lujo
o en los bazares de souvenirs horteras.
Pero hay otra visión más pesimista:
barrios desertizados por los pisos turísticos,
mantas en cada esquina, "manguis" que hacen su agosto,
borracheras y drogas, okupas y navajas,
un "Bronx mediterráneo"
que está ganando fama de ser "ciudad sin ley"
Vas a morir de éxito o fracaso;
sí, sí… ya sé que hay crisis y que así
vamos tirando y consumiendo, ¡vale!,
el pan del hoy va a ser el hambre del futuro,
y si no al tiempo que las hordas bárbaras,
cual caballo de Atila, a otros pastos se irán
cuando los nuestros se hayan agostado.

¿Es el “turismo sostenible”, una utopía?,
¿se puede regenerar esta ciudad?
Vaya preguntas que haces a un escéptico.
Yo prefiero decir que me encanta quien viaja,
sabiendo diluirse en el entorno
para ser mucho más que un mero transeúnte;
y que la "ley y el orden"

no es tema de derechas ni de izquierdas,
sino de mera convivencia.
Pero mejor me callo, sigo de vacaciones
que con este discurso me van a mirar mal
los que viven del cuento, o se lo inventan
de modo que el final siempre suene feliz.

Vuelaplumas (2014- 2019). Ricardo Fernández Esteban ©

(*) Hay informes recientes en que el número de visitantes supera los 25 millones.


En este artículo de 2017 podréis ver los riesgos que se abaten sobre las ciudades que en la cima del éxito turístico han perdido su identidad. Como se dice: cuanto más alto se está más dura puede ser la caída. Y en este otro de julio de 2023, se ratifica que hemos vuelto y posiblemente superado las situaciones prepandémicas con una absoluta masificación.










Para que tengáis una referencia a otra época de la ciudad, preolímpica y preturística, os remito a mi poema Barcelona, Ciudad canalla, acerca de la ciudad entre los sesenta y los ochenta del pasado siglo.


Adenda de agosto de 2019: Pues, cuatro años después de escribir la primera versión del poema, las cosas van de mal en peor. La presión turística está encareciendo los alquileres, ya que son más rentables los pisos turísticos alquilados por días que expulsan a los ciudadanos de sus barrios de siempre. Por otra parte la inseguridad ciudadana y la venta ambulante aumentan en esta ciudad desnaturalizada. ¡Mal vamos!


Adenda de julio de 2023: La pandemia, que nos trajo tantas cosas malas, nos compensó al menos con una buena: bajó la masificación turística en Barcelona. Pero por desgracia en 2022 y sobre todo este año, hemos vuelto a la situación anterior y estamos sometidos a esa invasión turística, agravada por la dificultad de trasladarse a través de la ciudad, a causa de las obras, la disminución de carriles de circulación y el mal servicio del transporte público. 

La ciudad va a dejar de ser una unidad de servicios y convertirse en una suma de barrios mal comunicados. Es una pena porque la oferta de una ciudad ha de ser facilmente accesible para sus ciudadanos, y entre turistas y barreras de comunicación cada vez estamos más aislados en nuestro barrio. 

Me diréis que hay unos magníficos ejes verdes. Serán magníficos para los que viven allí de propiedad, porque los alquileres se han disparado y van a expulsar a sus residentes para caer en manos de inversores y turistas de altos vuelos, y además se han congestionado otras calles vecinas.

Al menos, parece que ha disminuido la venta ambulante (excepto en las playas) y se han eliminado los bicitaxis. ¡Qué dure!

domingo, 20 de abril de 2014

El poeta se toma vacaciones

Un poema a vuelapluma sobre la conveniencia de dar prioridad a vivir sobre escribir y transitar más por los mundos reales que por los virtuales. Creo que este tema ya lo he tratado otras veces y habrá que practicar con el ejemplo.



EL POETA SE TOMA VACACIONES

Con ocasión del día de Sant Jordi     
patrón de los que escriben      
y muestran más valor que quien mata a un dragón,   
el poeta se toma vacaciones.                 
¿Se lo merece o no, que crees? Si me contestas 
sabré que me has leído, cosa rara    
porque poco se vende cuando consigues publicar,   
pero leerte: algún amigo y la familia,  
y eso si tienes suerte y son letrados.
Pues como te decía, después de mucho tiempo   
currando como un negro
y lo digo sin ánimo racista, 
las palabras no tienen culpa de su origen   
ya me toca un descanso y me lo tomo.  

El blog se queda al pairo y el poeta                              
se va a vivir la inspiración.          
No surge el verso del oficio,                       
el Parnaso y sus musas han sido desahuciados,       
con la piratería sus ingresos                               
no daban para cuotas de hipotecas.              
Pero ahora, nuevamente, soy feliz,                 
porque cuando me pidas un poema                
lo volveré a escribir sobre tu piel;                 
y si se trata de volver, vuelvo a la vida, 
y observo el mar si pinto sus azules            
o al cielo si le cuento las estrellas.            

¿Sabrás de mí? Quizás…      
No sé cuán largo es el camino,     
y si la Ítaca no espera, hay otras islas   
donde escribir cuando flaqueen las piernas   
y los recuerdos les hagan de muletas.                          
Disfrútalo conmigo, carga pilas,         
abandona los mundos virtuales                       
que el verso sólo vuela si está vivo.    

Vuelaplumas (2014). Ricardo Fernández Esteban ©


Para los interesados en ritmos y métricas, esta vuelapluma juega con ritmos de metro impar y tiene versos de 5, 7, 9, 11 y 13 sílabas, solos o combinados en hemistiquios, entre ellos por ejemplo algunos tetradecasílabos formados por grupos de 9 y 5. Aunque no es algo muy habitual, a mí me gusta esta combinación de ritmos y me gustaría tener vuestras opiniones al respecto.


Adendas de Mayo 2014, Abril 2016 y Julio 2019: Pues el poeta se tomó vacaciones pero resulta que escogió su propia ciudad, como contó al poco en Barcelonandia. Dos años después en Abril de 2016 volvió a declarar sus intenciones de tomarse la vida con más calma, y en eso sigue en el verano del 2019. Veremos en qué queda definitivamente el tema.

sábado, 1 de marzo de 2014

El poeta atribulado

Un poema sobre la dificultad de inspirarse para eso mismo, para escribir un poema y, una vez superado este primer escollo, los obstáculos para publicarlo dignamente. Hay algo de ironía, pero también unas cuantas verdades. Juzgad vosotros, compañeros de afición.




EL POETA ATRIBULADO

"¡Has de escribir un libro y publicarlo,
un poeta no puede jubilarse!"


Difícil me lo pones, que las musas

no visitan mi casa y el salir
en busca de aventuras que me inspiren
es cada día meta más lejana;
¡con lo bien que se está viendo la tele
o, subiendo el listón, leyendo un libro!

Pero, en rapto de honor, voy y me lanzo,
y me bebo los bares, ya sin humo,
y me suena la flauta, ligo ligue,
y le escribo en su piel un buen poema,
que es el hilo que teje un poemario.
¡Ya tenemos producto!, ¿quién lo compra?

Pues resulta que yo. Coedición
—palabreja que indica que tú pagas—
es de uso frecuente en estos días:
"Trescientos ejemplares, poca cosa,
seguro los colocas entre amigos",
te dice un ¿editor?, que de editor
sólo tiene tarjeta de visita.

Y piensas, pues entonces me autoedito.
Pero es el mismo rollo, dar la lata
cual vulgar vendedor de enciclopedias
(se me nota en el léxico la edad,
que con la red y wiki no se venden).
¡Claro, tenemos red! ¿Por qué no un blog?

Me animo, pongo en marcha la bitácora,
y no entra nadie a verme. "¿Qué te piensas,
que esto se mueve solo?, promociona”,
me dice un enterado. Y aquí estoy,
descubriendo que en “tuiter” y en “feisbúk”
todo el mundo publica y nadie lee.

Concluyo ya, que el verso ha de ser corto
de no más de una página, o aburre
en épocas de “tuits” y “whasapeos”.
Me guardo el poemario, queda inédito
y vosotras, las musas del Parnaso,
¡dejad de molestarme, por favor!

Ricardo Fernández Esteban ©


Denomino vuelaplumas a estos poemas, porque fueron escritos de corrido, aunque es verdad que han tenido algún retoque posterior. Aquí tenéis otras vuelaplumas de temática variada que voy publicando en el blog.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Sombras que fueron luces

Versos escritos a vuela pluma, sin demasiada reflexión ni corrección que pueden llegar a ser un poemario o quedarse en poemas sueltos. De momento los dejo en espera, por si el tiempo y los cuidados consiguen hacer de ellos un buen vino o es mejor gastarlos en la cocina. Como siempre, vuestra opinión será bien recibida.

Respecto al contenido de este no hagáis demasiado caso. Os recuerdo que para mí  la poesía no tiene por qué ser veraz, basta con que sea verosímil. Aquí lo explico en otro poema.



SOMBRAS QUE FUERON LUCES

Tantas luces que se volvieron sombras:
Las novietas, las juergas, los amigos,
las noches que acababan siendo día,
el tabaco, las copas, la existencia
desperdiciada en una empresa absurda,
pensar que cambiaríamos el mundo
cuando al final el mundo nos cambió.
Querer iluminar esas tinieblas,
recobrar lo perdido en el camino,
parar, darse la vuelta y descubrir
que no se puede, que la vida es río
y falta poco para oler el mar.

Una luz que apagué sigue encendida:
La música brotando en tus caderas,
dos cuerpos que buscaban con premura
la afinidad en lo desconocido;
los roces, las caricias y los besos,
en ruta al esplendor del gozo mutuo.
No pregunté tu nombre al día siguiente
y dejé que te fueras sin pedirte
ni siquiera el teléfono, ¿por qué?;
quizá porque pensé que era mejor
un magnífico verso que un poema
de mil rimas en círculo vicioso.

Unas sombras que inundan el presente:
El tiempo que se agota, la impotencia
de no poder leer miles de libros
ni viajar a cien fotos que seducen.
Ansia de conocer que se cercena,
horizonte a la vista, singladura
que te lleva a la Ítaca maldita,
maldita porque piensas que aún es pronto
para ese purgatorio de la espera.
Queremos que el camino sea eterno
y no lo es, el hombre es finitud,
su sino: ser un ser que no será.

Sombras que fueron luces nos persiguen,
—no hay unas sin las otras— es la vida.

Ricardo Fernández Esteban ©



Adenda de agosto del 2021: Unos años después unas cuantas vuelaplumas se ha unido a esta inicial. Los temas son muy variados, pero todas se escribieron por impulso, porque en ese momento necesitaba escribir. Aquí las tenéis.