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domingo, 22 de octubre de 2017

Rodrigo Olay

He descubierto a Rodrigo Olay (Noreña, Asturias, 1989) en la Antología de la joven poesía española "Nacer en otro tiempo". Es un poeta joven con dos libros publicados y recorrido futuro delante que habrá que ir siguiendo. Una característica interesante es que además de poemas blancos o libres, le he encontrado unos cuantos sonetos y poesía rimada entre sus poemas. Yo suelo decir que hay que conocer las normas para romperlas y que por tanto un poeta debe escribir un buen soneto antes de lanzarse al verso aparentemente libre. Aquí tenéis uno de Olay de su primer libro "Cerrar los ojos para verte"


UN DORADO TEMBLOR

En la orilla, ante ti, se postra el mar
mientras vuelves despacio. En tu piel grita
un perlado sabor que exacto excita
el rítmico dolor de ver andar

tus músculos precisos. Arde, tenso,
tu bañador finísimo, mojado.
Como un sueño, te tumbas a mi lado
esperando con ímpetu el intenso

momento en que la playa vaya lenta-
mente entonces quedándose vacía
y un dorado temblor de arena y viento

esconda en su calor la geometría
secreta de la música violenta
de un cuerpo de dos cuerpos sin aliento.

Rodrigo Olay (de "Cerrar los ojos para verte")

Un buen soneto que permite superar la prueba para lanzarse a otras aventuras poéticas. Aquí os dejo otro poema de Rodrigo Olay, cuyo título ya lo define.


POÉTICA

El programa es sencillo
y a la vez exigente.
Tanto, incluso,
que solo a algunos pocos les será
dado alcanzar cumplirlo
un puñado de veces en una vida entera.

Para muchos será imposible, a secas.

Yo no sé si lo habré logrado aún
ni si lo haré algún día.

Se trata de poder reconocer
cómo cada poema que en ti ocurra
merece o no merece ser escrito.
La regla es infalible, pero cruel.

Un poema es un poema
si puede acompañar  –si recordarse–
a quien sabe que ya es breve su tiempo.

Si pudieran tus versos ser los últimos.

Rodrigo Olay 

Y por último otro poema de su segundo libro

NEPHENTES

En la Odisea, Homero nos descubre
la imprevista existencia de una planta
que en las manos precisas es capaz
de dar un jugo antiguo con que puede
adormecerse la melancolía.
Es la planta Nephentes. El olvido
cuya infusión bebía cada luna
Helena, la de los hermosos pechos,
herida de nostalgia para siempre.
Dónde estará esta noche ese licor.

Rodrigo Olay (de "La Víspera")



A través de este enlace podréis descargaros su primer poemario entero "Cerrar los ojos para verte" y acceder a 8 poemas del segundo "La víspera". También os dejo dos reseñas sobre ese segundo libro, una de Martín López-Vega y otra de José Luis García Martín.

Aquí tenéis acceso a la compra de "La víspera"  y a esa antología Nacer en otro tiempo que me ha permitido descubrir a unos cuantos poetas jóvenes.














Comentarios al soneto "Un dorado temblor"

La 
realización de esta entrada me ha permitido mantener una breve correspondencia con el autor sobre dos pequeños aspectos de este soneto.

El primero es un tema fónico métrico. En mi criterio en el 2º verso, si se quiere recitar manteniendo el sentido del texto, el punto y seguido rompe la sinalefa. Eso no es grave, y se nota poco, ya que el verso se convierte en un dodecasílabo 7+5 que es armónico con el resto de endecas. El autor, como muchos tratadistas, opina que no se rompe la sinalefa y "...despacio. En tu piel..." puede recitarse uniendo las sílabas "des-pa-cioEn-tu-piel".

Este tema, de si se puede mantener la sinalefa cuando hay un signo de puntuación intermedio, creo que está poco desarrollado en los manuales de métrica y que depende de si ese signo de puntuación obliga a una pausa, o no, para mantener el sentido del texto. En mi tratado "Métrica poética del español" trato este asunto con más profundidad.

El segundo aspecto es sobre el adverbio "entonces" del verso 10º. A mí me parecía mal situado o innecesario, y colocado para cuadrar métrica y rima, ya que está pospuesto a otro adverbio "lentamente" y en mi criterio el orden lógico sería el contrario "entonces, lentamente". Otra posibilidad sería suprimir el "entonces" y para cuadrar la métrica sustituirlo por un "por fin," que añadiría cierta impaciencia lógica por estar solos en la playa.

El autor me indica que: buscaba subrayar la homofonía derivada de la aparición de la vocal e y de consonantes dentales y nasales, siempre postnucleares estas últimas: "meNTe eNToNces queDáNDose" (y "momeNTo" y "leNTa" en el verso anterior; vieNTo en el siguiente). Es cierto lo que dice, ya que se crea una aliteración que da una música especial a esos versos. Como un poema es la suma de contenido y continente, y los poetas disponemos de unas cuantas licencias, lo dejo a vuestro criterio como receptores de la obra. 

Como ya he indicado al inicio, estos dos temas son de pequeña importancia, y sólo los indico aquí para que los interesados en profundizar podáis reflexionar sobre ellos.


Adenda de marzo de 2021

Rodrigo Olay ha publicado el pasado año su tercer libro de poemas "Saltar la hoguera". Aquí tenéis una reseña del mismo y uno de sus poemas:

QUE EL VIENTO SOPLE SIEMPRE A NUESTRA ESPALDA

Aunque duela la noche, aunque estés lejos,
aunque fuera que sí lo que temía,
aunque qué pronto nos haremos viejos,
            que dure la alegría.

Aunque el adiós le ponga sitio al hoy,
aunque estemos más solos cada día,
aunque dude quién soy y a dónde voy,
           que dure la alegría.

Aunque olvidemos dónde regresar,
aunque me lama la melancolía,
aunque nos quede tanto que llorar,
           que dure la alegría.

Porque si estoy contigo, sigo vivo,
porque puedo querer lo que quería,
porque no importa nada lo que escribo,
           que dure esta alegría.

Rodrigo Olay (de Saltar la hoguera)






domingo, 24 de septiembre de 2017

Antonio Cabrera

Antonio Cabrera nació en Medina Sidonia, Cádiz, en 1958, pero vive en la Comunidad Valenciana. Es un poeta de este siglo ya que se dio a conocer en 1999 cuando ganó el Premio Loewe con "En la estación perpetua", que también obtuvo el Premio nacional de la crítica al año siguiente.


LA ESTACIÓN PERPETUA

El invierno se fue. ¿Qué habré perdido?
¿Qué desapareció, con él, de mi conciencia?

(Esta preocupación -seguramente absurda-
por conocer aquello que nos huye,
me obliga a convertir el aire frío
en pensado cristal sobre mi piel pensada,
y a convertir la gloria entristecida
de los húmedos días invernales
en la imposible luz que su concepto irradia;
esta preocupación, en fin, tiene la culpa
-y qué confuso y dulce me parece-
de que duerman en mí los árboles dormidos.)

El invierno se fue, pero nada se lleva.
Me queda siempre la estación perpetua:
mi mente repetida y sola.

Antonio Cabrera, de "En la estación perpetua" (2000)


Y de un poemario posterior, Con el aire, de 2004

LUGAR DE RUISEÑORES

Está junto a una fuente. No es secreto.
Un barranco con zarzas, con aliagas,
con rosales silvestres, con adelfas.
Es un espacio donde el tiempo esculpe
un bronce vegetal exacto y limpio.
A ese lugar retornan por abril
los ruiseñores, y abren de inmediato
en la floresta su diálogo nocturno
sobre intactas verdades misteriosas,
en un idioma lleno de razones
que son un raro compromiso y son
al mismo tiempo hipnosis y soberbia.

No he vuelto a ese lugar. Lo guardé un día
en el firme paisaje de mi mente
donde el cielo pensado está cubriendo
la misma luz difícil, el prodigio
de la fidelidad que lo impalpable
a veces establece con lo grávido,
con lo real, con lo que el aire mueve.

Allí también puedo escuchar el canto,
la conjetura ardiente que medito.

Antonio Cabrera, de "Con el aire" (2004)
Aquí tenéis una reseña que publicó José Luis García Martín en el Cultural del ABC, sobre En la estación perdida, y en A media voz acceso a una antología de sus poemas.

Os dejo las carátulas de tres de sus libros, porque hay que intentar leer a los poetas dentro de un conjunto de obra.




Por último, aquí lo tenéis recitando El alrededor de Piedras al agua (2010)



Adenda: Una vez realizada esta entrada me entero de que Antonio Cabrera sufrió un accidente hace unos meses que lo ha dejado tetrápléjico. Aquí está la entrevista que le dedica El Mundo el 5.11.17

domingo, 13 de agosto de 2017

José Asunción Silva

Del poeta y escritor José Asunción Silva (Bogotá 1865 - 1896) se dice que fue precursor del modernismo, aunque también hay quien lo ha calificado de "iniciador y luego disidente" de esa corriente poética cuyo más conocido miembro fue Rubén DaríoHoy en día la poesía del XIX nos puede parecer alejada de los gustos de estos tiempos, pero siempre es bueno acudir a las fuentes para ver los porqués de los ríos poéticos actuales, sobre todo si proceden de buenos manantiales como éste.


NOCTURNO IV

Oh dulce niña pálida, que como un montón de oro
de tu inocencia cándida conservas el tesoro;
a quien los más audaces, en locos devaneos
jamás se han acercado con carnales deseos;
tú, que adivinar dejas inocencias extrañas
en tus ojos velados por sedosas pestañas,
y en cuyos dulces labios —abiertos sólo al rezo—
jamás se habrá posado ni la sombra de un beso...
Dime quedo, en secreto, al oído, muy paso,
con esa voz que tiene suavidades de raso:
si entrevieras en sueños a aquél con quien tú sueñas
tras las horas de baile rápidas y risueñas,
y sintieras sus labios anidarse en tu boca
y recorrer tu cuerpo, y en su lascivia loca
besar todos sus pliegues de tibio aroma llenos
y las rígidas puntas rosadas de tus senos;
si en los locos, ardientes y profundos abrazos
agonizar soñaras de placer en sus brazos,
por aquel de quien eres todas las alegrías,
¡oh dulce niña pálida!, di, ¿te resistirías?...

José Asunción Silva



Pero el poeta también tiene otros registros más sarcásticos y distanciados de los parámetros modernistas de la época, como éste que pertenece a Gotas Amargas, conjunto de 15 poemas del que os dejo un enlace a un comentario de Mª Dolores Jaramillo


EL MAL DEL SIGLO 

El paciente:
- Doctor, un desaliento de la vida
en lo íntimo de mí se arraiga y nace,
el mal del siglo..., el mismo mal de Werther,
de Rolla, de Manfredo y de Leopardi.
Un cansancio de todo, un absoluto
desprecio por lo humano... un incesante
renegar de lo vil de la existencia
digno de mi maestro Schopenhauer;
un malestar profundo que se aumenta
con todas las torturas del análisis...

El médico:
- Eso es cuestión de régimen: camine
de mañanita, duerma largo, báñese;
beba bien; coma bien; cuídese mucho:
¡Lo que usted tiene es hambre!...


José Asunción Silva


Si queréis más información encontraréis en Cervantes un amplio apunte biobibliográfico y una cronología del autor efectuado por Remedios Mataix, y también una amplia selección de su obra poética.

Por último, aquí tenéis un programa de Lecturas compartidas donde se entrevista a Enrique Santos, biógrafo del autor, y se leen poemas de Silva.





lunes, 17 de julio de 2017

Teresa Fernández Ros

Poco antes de la fecha de esta entrada, en verano de 2017, descubrí en facebook a Teresa Fernández Ros, una poeta de raza, con una increíble facilidad para versar y que me alegra el día al encontrar sus poemas por las redes. Teresa cuelga todo tipo de poemas del soneto al haiku con o sin rima. Voy a empezar con unos sonetos que nos obsequió en esa época. Luego seguimos con otros poemas y os añadiré otro que acaba de publicar hace unos días, ahora que repaso esta entrada en noviembre de 2020.


ME ACARICIÓ LA LÍRICA

Me acarició la lírica, atrevida,
como un beso de lluvia evanescente,
mas su aroma, su música envolvente,
trastornaron de súbito mi vida.

Se acomodó a mi voz, vendó la herida
que se abría y cerraba, intermitente,
y penetró en mi pálpito indolente
susurrándome versos de suicida.

Y, desde entonces, vuelo ilusionada
inmersa en una eufórica cadencia
capaz de trasladarme al infinito,

porque siento, al llegar la madrugada,
que se impone inalámbrica su esencia
con su verbo alegórico, erudito.


Teresa Fernández


Otro soneto más, este en alejandrinos:

SI SUPIERAS, QUERIDO,...

Si supieras, querido, que en mis versos palpitas
enredado en las voces que revientan de excesos;
que recreas conmigo las palabras y besos
rebosantes de amores en las letras escritas.

Que te ocultas furtivo tras la piel que me habitas,
sugiriendo festones a mis hados aviesos;
y te asomas, perdido, entre cánticos presos,
por el amor del hombre, al que tú resucitas.

Y voy brotando etérea, desgranando el idioma
a través de tus ojos; escribiendo amparada
en la mera presencia que despide tu aroma.

Y escribo sin estorbos, tanteando, intrigada,
el tic-tac de las teclas, alterando el genoma
de los ecos sonoros de la lengua versada.

Teresa Fernández


Y ahora unas liras que ella llama delirantes...

LIRAS DELIRANTES

Porque te quiero, amor,
con el furor de mil alunizajes,
necesito el temblor
de tus labios salvajes
requebrando mi boca de lenguajes.

Porque quiero, mi vida,
que arrastres por mi piel tu gen maldito,
que me cierres la herida
con tu pálpito escrito:
un verso y otro verso, despacito.

Porque quiero sentir
el calambre imprevisto, la tensión
que eclosiona al latir
mi loco corazón,
obstinado en rendirse a tu invasión.

Porque adoro tus besos
que estimulan mi cuerpo estremecido
con hábitos perversos,
y el vértigo, el vahído
que escandaliza intrépido el sentido.

Teresa Fernández


Aquí tenéis un homenaje que hizo Teresa al soneto de Miguel Hernández Yo sé que ver y oír a un triste enfada que cierra El silbo vulnerado (1934). Teresa escribió una "corona" de 14 magníficos sonetos que se inician y cierran con dos versos del poema de Miguel Hernández, de forma que recorre todo el soneto. No os los perdáis.

Que yo sepa, Teresa no tiene ningún libro publicado y hay que buscar su obra en su muro de Facebook  Sí que tiene un blog oculto, cuyo nombre de momento no puedo revelar, aunque si lo pedís en comentarios no creo que pueda negarse a que lo demos a conocer

Hay que animar a Teresa a que dé más visibilidad a su obra porque se lo merece, ella y su obra. De momento, lo mejor es irla siguiendo y disfrutando en Facebook y alguna otra red social como Twitter.

Os copio unos sencillos haikus 
y las fotos con los que los acompaña, porque con Teresa nunca se sabe con lo que nos va a sorprender próximamente.



Entre el verdor
los colores naranja
de los geranios 






Rayos de sol
iluminan las flores
y al gato blanco 






Hojas y ramas
se agitan en la noche
bajo la luna


Teresa Fernández

Este último soneto alejandrino lo acaba de publicar hace unos días en octubre de 2020. Como siempre un impecable ritmo y un magnífico contenido. Gracias, Teresa, por seguir deleitándonos con tus poemas.


NO SABRÍA
Esta especie de aurora que acontece a mi edad,
que, según la contemplo, me parece increíble;
este vértigo dulce, este sueño imposible
que jamás barrunté que se hiciese verdad…

Este estado de gracia, de sutil levedad
que se agita por dentro de manera invisible,
esta insólita lluvia que me envuelve, apacible,
recorriéndome el cuerpo con sumisa bondad…

No sabría augurar cuánto tiempo me queda
de sentir lo que siento, ni lo quiero saber.
Mi pregunta respuesta, si es posible tal cosa,

la mantengo alejada, al albur de la rueda
que trajina sin pausa su obligado deber.
Y prosigo gozando de esta dicha asombrosa.

Teresa Fernández

martes, 4 de julio de 2017

Quevedo. "Amor constante más allá de la muerte"

Francisco de Quevedo (Madrid, 1580 - Villanueva de los infantes, 1645) es uno de nuestros mejores poetas, si no el mejor, del siglo de oro. Ya le dediqué una entrada hace 6 años en la que comentaba su poema Dichoso puedes, Tántalo, llamarte... Hoy trato de su conocido soneto, Amor constante más allá de la muerte, y comento su contenido y continente. O sea, qué creemos que quiso decir el poeta y cómo lo dijo, porque los poemas de esa época suelen requerir de algunas explicaciones para desentrañar su texto.


AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE

Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;

mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.


Francisco de Quevedo


Significado del poema:

Este poema recrea la pervivencia del amor más allá de la muerte, como indica su nombre, tema de inspiración petrarquista y que ya trató Garcilaso en nuestra lengua. El amante se imagina en la otra vida después de la muerte y manifiesta que su amor será eterno. Hay que tener en cuenta que en esta época el "yo poético", que protagoniza la obra, es una máscara enamorada, no el sentimiento real de quien escribe.

El primer cuarteto describe el momento de la muerte: La muerte (la postrera sombra) cerrará mis ojos ese día en que comienza la eternidad (el blanco día) y esa hora feliz (hora lisonjera) liberará mi alma de la ansiedad (afán ansioso) por alcanzar el amor que desea. (Ese tópico de la dama, Lisi en este caso, cuyo amor es inalcanzable, es muy usual en la poesía amorosa de la época)

El segundo cuarteto detalla el viaje del alma hasta alcanzar la inmortalidad (en la otra ribera de la laguna Estigia y el río Leteo) y la persistencia de la memoria del amor: Pero mi alma no dejará la memoria de la amada en este mundo de los vivos (la otra parte de la ribera) en la que ardía enamorada, sino que sabe cruzar sin temor (nadar sabe mi llama la agua fría) y saltarse las leyes del más allá (perder el respeto a ley severa) que imponen el olvido de la vida anterior a quienes cruzan el Leteo para entrar en los Campos Elíseos.

Los tres versos del primer terceto explican la relación entre el cuerpo y el alma y el lugar que ocupó la pasión. Y los tres del segundo terceto, en paralelismo con cada uno de los primeros, exponen su idea esencial del amor y su victoria final sobre la muerte: Mi alma, encarcelada por el dios del amor (Eros), dejará mi cuerpo pero no el cuidado de mi amor. / Mis venas que han dado vida (la sangre como "humor") a mi pasión amorosa desaparecerán, pero han cumplido (tendrá sentido) su cometido de alimentar el fuego del amor en el corazón. / Mis médulas (huesos) que han ardido en ese fuego del amor serán polvo, pero ese último resquicio del cuerpo será "polvo enamorado".


Figuras retóricas:

El primer cuarteto esta cuajado de hipérbatos, ya que se altera el orden normal de la frase (sujeto + verbo + complementos) que sería: La postrera sombra podrá cerrar mis ojos el blanco día que me llevare, y esa hora lisonjera podrá desatar esta alma mía de su afán ansioso. Tanto "postrera sombra", como "blanco día" u "hora lisonjera" son metáforas de la muerte que se presenta aquí como un descanso liberador de la vida. "Desatar esta alma mía" describe la separación del alma y el cuerpo. Se destaca el quiasmo (ordenar de forma cruzada dos grupos de palabras) de "cerrar podrá mis ojos" con "podrá desatar esa alma", metáforas de la separación de cuerpo y alma; y la antítesis (contraposición de dos palabra o frases) "hora a su afán ansioso lisonjera" en que la hora de la muerte en vez de ser pesarosa es feliz.

Ese primer cuarteto expresa una posibilidad que es rebatida por una argumentación el segundo cuarteto que manifiesta la persistencia del amor. En este segundo cuarteto se presenta el amor con metáforas relacionadas con el fuego "en dónde ardía", "mi llama" que se sobreponen a la muerte y sus reglas "nadar el agua fría" y "ley severa", en esa mitológica representación del Hades (el más allá griego) que imponía beber el agua del olvido en el río Leteo, lo que no hace el amante.

En los tercetos se muestra la victoria del amor sobre la muerte efectuando un paralelismo entre sus versos, con tres oraciones copulativas coordinadas con tres oraciones adversativas (verso 9º con el 12º, 10º con el 13º y 11º con el 14º) y, además, los versos 9º y 10º se presentan en forma de hipérbaton para realzar la expresión. El dios Eros (o Cupido) ha aprisionado metafóricamente al alma que ahora se libera. El fuego representa al amor que convierte a las venas en ceniza (además, existe una antítesis entre el fuego y el líquido, la sangre, que corre por las venas) y a los huesos en polvo, pero siguen teniendo sentido porque mantienen el amor. Amor que es una victoria ante la muerte.

Hay que destacar que J.M. Blecua enmendó un error de copia histórico que indicaba en el 11º verso "dejaran" en vez del "dejará" y que es lo que da lugar al paralelismo de esos versos. Paralelismo que antes quedaba desdibujado ya que se leía como si el segundo terceto afectase globalmente a todo el primer terceto.


Si queréis profundizar en el comentario de este texto os recomiendo el artículo publicado por Pablo Jauralde en Cervantes Virtual "Cerrar podrá mis ojos la postrera..."


Estructura métrica:

Respecto al continente, el poema es un soneto de endecasílabos que riman en ABBA ABBA CDC DCD. Señalo a continuación 
 las sílabas tónicas, aparte de la principal obligada en la 10ª, el tipo de verso y las sinalefas existentes.

Cerrar podrá mis ojos la postrera
(2,4,6 heroico) (único encabalgamiento del poema con el verso siguiente "postrera sombra")
sombra que me llevare el blanco día,

(1,6,8 enfático, apoyo secundario en 4ª) (sinalefa obligada "llevare el")
y podrá desatar esta alma mía

(3,6,8 melódico) (sinalefa "est'alma en que la tonicidad de "alma" elimina la anterior "a")
hora a su afán ansioso lisonjera;

(1,4,6 sáfico enfático, apoyo secundario en 8ª) (sinalefa obligada "hora a")

mas no, de esotra parte, en la ribera,

(2,4,6 heroico, apoyo secundario en 8ª) (sinalefa obligada "de esotra", sinalefa que obliga a suprimir la pausa fónica de la coma "parte, en")
dejará la memoria, en donde ardía:

(3,6 melódico, apoyo secundario en 8ª) (sinalefa que obliga a suprimir la pausa fónica de la coma "memoria, en", sinalefa obligada "donde ardía")
nadar sabe mi llama la agua fría,

(2,(3),6,8 heroico con ténue antirritmo melódico en 3ª) (sinalefa "l'agua" en que la tonicidad de "agua" elimina la anterior "a")
y perder el respeto a ley severa.

(3,6,8 melódico) (sinalefa obligada "respeto a")

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
(1,4,6,8 enfático heroico) (sinalefa "alma a" un poco compleja para que se escuchen las dos aes y no se pierda la semántica de la frase) 
venas que humor a tanto fuego han dado,

(1,4,6,8 enfático heroico) sinalefas obligadas por atonicidad "que humor" y "fuego han" 
médulas que han gloriosamente ardido,

(1,(4),6,8 enfático heroico) (con leve tonicidad en 4ª en la sinalefa "que han" casi obligada) Hay tratadistas que defienden la acentuación grave de "medulas" indicando que era la habitual en la época, pero yo estoy de acuerdo con Jauralde, que defiende la fuerza de los tres versos enfáticos e indica que la tonicidad en la época también podría ser esdrújula "médulas".

su cuerpo dejará, no su cuidado;
(2,6.7 heroico tenso por el antirrítmico en 7ª, apoyo secundario en 4ª)
serán ceniza, mas tendrá sentido;

(2,4,8 sáfico, apoyo secundario en 6ª)
polvo serán, mas polvo enamorado.

(1,4,6 enfático heroico con apoyo secundario en 8ª) (sinalefa obligada "polvo enamorado")


La armonía del verso la marca su longitud y la tonicidad de sus sílabas. Aquí todos los endecas excepto uno (el 13º) son "a maiori" o sea apoyados en una tonicidad fuerte en 6ª y todos conviven muy bien. Además, unos cuantos enfáticos, sobre todo los del primer terceto, dan mayor fuerza a la expresión de esos versos.

Si estáis interesados en saber más de esa armonía versal, que distingue al poema de la prosa y que se explican a través de los principios métricos, podéis consultar mi tratado "Métrica poética del idioma español". En esta entrada del blog os dejo una sinopsis del libro.





Y ya que hemos hablado tanto de este soneto vamos a escucharlo recitado magníficamente en este vídeo por José Luis Gómez.




Respecto a más información sobre Francisco de Quevedo y su obra, en este link a la Fundación Francisco de Quevedo podéis acceder su poesía y a mucha más información, y Cervantes virtual también le dedica un apartado.

Como libros sobre la poesía de Quevedo puedo recomendar "Poesía varia" en edición crítica de James O. Crosby por Cátedra y "Poesía selecta" en edición crítica de Lía Schwartz e Ignacio Arellano de Ediciones 10, además del clásico "Poemas escogidos" de José Manuel Blecua en Castalia.

miércoles, 24 de mayo de 2017

Hilario Barrero

Conocí a Hilario Barrero (Toledo, 1948) en la presentación de su libro de poemas, Educación Nocturna, en El Laberinto de Ariadna (tertulia que recomiendo a los que vivís por Barcelona). Los protagonistas del libro son, según su prologuista J. L. García Martín, el tiempo y el deseo y añade: Pocos poetas han sabido describir con tanta minuciosa sensualidad, la aparición de los primeros deseos eróticos, su gozosa realización en la juventud y el ultraje de la vejez. Este es el poema que cierra el libro:



















PLAZA DE SAN MARCOS, VENECIA.

Sentados en un banco, bajo los soportales,
dos jóvenes se miran incendiados de la misma manera
que el agua veneciana se estremece cuando la mira el sol.
Son dos cuerpos en armas: ligeros de equipaje,
coraza de algodón, pantalones vaqueros
y la fresca insolencia de sus escasos años.
Tienen todo el día y la noche para amarse por plazas y pensiones,
toda Venecia para mostrar su amor.
Uno de ellos se tumba
y apoya la cabeza en el regazo amigo
como un cristo yacente ofrecido y vivísimo
coronada de luz la cabeza rapada.
Se inclina el compañero y le besa
mordiéndole en los labios como quien come una fruta madura.
Curva la espalda, tensado el cuello, la barbilla encajada
y las bocas unidas, se quedan un momento sin moverse:
gloriosa imagen en mármol de Carrara.
Los contemplan dos viejos sorprendidos,
mil palomas, un bosque de miradas
y una tarde gloriosa de septiembre.
A uno de los viejos se le corta la sangre
y siente un navajazo en las entrañas
al recordar que hace ahora casi cincuenta años
en esta misma plaza, una mochila por toda compañía,
alguien que al preguntarle “Vai solo”?
le enseñó el camino hacia lo oscuro.
Cuando volvió a su casa no le reconocieron
y tuvo que marcharse lejos de su ciudad a vivir en tinieblas.

Educación nocturna. Hilario Barrero


Este otro poema es uno de los preferidos de Hilario: 

ELVIRA 
                 Ove andò Elvita? Ove andò? Ove andò? I Puritani

Perdóname, Elvira, por esconderte
la caja de cerillas
y cambiarte las cosas de su sitio;
Elvira solitaria,
vieja Elvira enredados tus ojos
en una telaraña de luto y abandono,
te perdías, olvidándote
del nombre de tus muertos, del sonido
del tiempo, y yo, apenas siete años,
descubría tu rostro, comenzaba mi vida
(que ahora se acaba un tanto a la carrera)
sin entender qué era lo que me sucedía
cuando la luz me ahogaba mi tragaluz de niño.
Era la vida, Elvira, lo que llaman poesía,
lo que empieza a diario y nunca cesa,
que una vez es espada, otra vez es incendio,
siempre guerra, cilicio que desgarra la piel
de la razón, oscura cicatriz de sombra y sexo.
Años más tarde, cuando tú eras ceniza,
un navajazo, Elvira, me traspasó mi pecho,
y desde entonces vivo afilando
la cuchilla que rasga a diario mis sentidos.
Para poder amarnos sin que la inquisición
de tu mirada nos mandara a la hoguera
tuvimos que huir por siempre desterrados
a países de pestes, confusión y abandono.
¿Qué habrá sido de aquella golondrina
que oscureció los ojos de mis huesos
cuando se reflejó la aguja de su vuelo
en mi última tarde de inocencia?
Yo sé de ti, Elvira, yo sé que estás
reseca, cosida de silencio, esperando
mis flores que nunca te he llevado.
Yo no sé donde vives ahora, Elvira Muerte,
quién te esconde la vasija del alba,
o quién te pone de barro tus pupilas.
Yo sólo sé que ahora la noche está cavando
con su azada de acero raíces en lo oscuro
mientras la Bestia va ordenando
las cosas en su sitio y apagando la luz
y no puedo encontrar la llama de la vida,
que tú, Elvira Love, me ocultas en venganza.

Educación nocturna. Hilario Barrero

Para ir conociendo más a Hilario, os recomiendo su blog "Por hache o por be" y aquí tenéis en Wikipedia una bio y bibliografía suya. Si queréis leer más poemas aquí hay unos cuantos en Círculo de poesía .

Pero como siempre, lo mejor es acudir al original, a este libro del poeta a la vez antología y libro nuevo, Educación Nocturna o al resto de su obra.



Adenda de septiembre de 2020:

No tengo noticias de que Hilario Barrero haya publicado en este periodo ningún libro de poesía propia. Pero sí ha publicado en 2019 otro tomo de sus diarios: "Prospect Park : Diarios, 2014-2015"; y en 2018 "A quien pueda interesar" una antología de poesía en inglés traducida por él al español. Esperemos que no tarde mucho en ofrecernos otro poemario propio.




Adenda de octubre de 2021

Hilario Barrero ha publicado este año "Tiempo y deseo. Poesía 1971 - 2021" Su poesía completa, aquí tenéis la entrada que le he dedicado nada más recibir el libro.



miércoles, 26 de abril de 2017

Juan Boscán

Imagen atribuida en  Internet
Conocemos a Juan Boscán (Barcelona, 1492 - Perpiñán, 1542), además de por su obra, por haber introducido la lírica italianizante en la poesía en castellano y haber animado a Garcilaso a esa misma tarea que incorporó definitivamente el endecasílabo en nuestra lengua.

Aunque sus poemas no tienen la altura lírica de los de Garcilaso, muestran ya esa nueva estructura al tratar los tópicos de la poesía de la época. Además, hay que agradecer a su viuda que publicase prontamente a ambos, permitiendo su difusión.


SI LAS PENAS QUE DAIS (Soneto LXV)

   Si las penas que dais son verdaderas,                  
como muy bien lo sabe el alma mía,                     
¿por qué ya no me acaban, y sería                        
sin ellas mi morir muy más de veras?                   

   Mas si por dicha son tan lisonjeras                      
que quieren retozar con mi alegría,                      
decid, ¿por qué me matan cada día                      
con muerte de dolor de mil maneras?                 

   Mostrarme este secreto, ya, señora,                
y sepa yo de vos, pues por vos muero,                
si aquesto que padezco es muerte o vida;                         

porque siéndome vos la matadora,                      
mayor gloria de pena ya no quiero                        
que poder yo tener tal homicida.

Juan Boscán 


SONETO LXXXV

   Quien dice que la ausencia causa olvido
merece ser de todos olvidado.
El verdadero y firme enamorado
está, cuando está ausente, más perdido.

   Aviva la memoria su sentido;
la soledad levanta su cuidado;
hallarse de su bien tan apartado
hace su desear más encendido.

   No sanan las heridas en él dadas,
aunque cese el mirar que las causó,
si quedan en el alma confirmadas,

que si uno está con muchas cuchilladas,
porque huya de quien lo acuchilló
no por eso serán mejor curadas.

Juan Boscán 

Nota técnica: En el verso 13º de este soneto en" ...porque huya..." no hay sinalefa y es un endecasílabo, lo que nos lleva a confirmar que en esa época la "h" aún se aspiraba.

En la entrada que dediqué a Garcilaso comento estos "argumentos de amor" de nuestra poesía clásica y su carácter ficticio que no suele relatar vivencias personales. 

En Cervantes virtual, tenéis una biografía y cien de sus sonetos. Y en el portal Sonferrer otra reseña biográfica y varios poemas del autor.

miércoles, 12 de abril de 2017

Manuel Altolaguirre

Manuel Altolaguirre (Málaga, 1905 - Burgos, 1959) fue poeta, guionista y cineasta. Miembro de la generación poética del 27 es uno de los que ha pasado más desapercibido, quizás porque le ha perseguido su fama de simpático, pícaro y embaucador. He seleccionado unos poemas de amor, género donde creo que destaca y en que su poesía se mantiene fresca pese al paso de los años. Dijo él que: su poesía se sentía hermana menor de la de Salinas. Y algo hay de ello, pero es que la comparación con Salinas siempre es muy difícil.



















AMOR OSCURO

Si para ti fui sombra
cuando cubrí tu cuerpo,
si cuando te besaba
mis ojos eran ciegos,
sigamos siendo noche,
como la noche inmensos,
con nuestro amor oscuro,
sin límites, eterno...
Porque a la luz del día
nuestro amor es pequeño.

Manuel Altolaguirre

AMOR, SÓLO TE MUESTRAS...

Amor, sólo te muestras
por lo que de mí arrancas,
aire invisible eres
que despojas mi alma
manchando el limpio cielo
con suspiros y lágrimas.
Al pasar me has dejado
erizado de ramas,
defendido del frío
por espinas que arañan,
cerradas mis raíces
el paso de las aguas,
ciega y sin hojas la desnuda frente
que atesoró verdores y esperanzas.

Manuel Altolaguirre


En el Instituto Cervantes, podéis encontrar su biografía y bibliografía, y en la web de la Residencia de estudiantes una selección de sus poemas. En el Cultural de El Mundo, José Luis García Martín publicó un artículo Manuel Altolaguirre, 100 años de soledades que os recomiendo.

Por último, esta conocida foto donde aparecen en 1937 de izquierda a derecha: Víctor María Cortezo, Blanca Pelegrín, Luis Cernuda, María del Carmen García Lasgoity, Manuel Altolaguirre y María del Carmen Antón.





viernes, 17 de marzo de 2017

Romance de la doncella guerrera

Conviene de tanto en tanto volver a los orígenes de nuestra poesía. Este es un "Romance viejo", anónimo, del siglo XV, del que circulan muchas versiones. Ésta es la que recoge la Antología Española e Hispanoamericana de Jose Mª Valverde y Dámaso Santos. Trata del tema de la doncella que va a la guerra disfrazada de hombre, de las pruebas a que la somete el enamorado hijo del rey para descubrir si es hombre o no, de su huida y del presumible final feliz cuando éste la sigue.



ROMANCE DE LA DONCELLA GUERRERA

    —Pregonadas son las guerras
de Francia con Aragón,
¡cómo las haré yo, triste,
viejo y cano, pecador!
¡No reventaras, condesa,
por medio del corazón,
que me diste siete hijas,
y entre ellas ningún varón!—
    Allí habló la más chiquita,
en razones la mayor:
—No maldigáis a mi madre,
que a la guerra me iré yo;
me daréis las vuestras armas,
vuestro caballo trotón.
—Conocerante en los pechos,
que asoman bajo el jubón.
—Yo los apretaré, padre,
al par de mi corazón.
—Tienes las manos muy blancas,
hija no son de varón.
—Yo les quitaré los guantes
para que las queme el sol.
—Conocerante en los ojos,
que otros más lindos no son.
—Yo los revolveré, padre,
como si fuera un traidor.—
    Al despedirse de todos,
se le olvida lo mejor:
—¿Cómo me he de llamar, padre?
—Don Martín el de Aragón.
—Y para entrar en las cortes,
padre ¿cómo diré yo?
—Bésoos la mano, buen rey,
las cortes las guarde Dios.—
    Dos años anduvo en guerra
y nadie la conoció
si no fue el hijo del rey
que en sus ojos se prendó.
—Herido vengo, mi madre,
de amores me muero yo;
los ojos de Don Martín
son de mujer, de hombre no.
—Convídalo tú, mi hijo,
a las tiendas a feriar,
si don Martín es mujer,
las galas ha de mirar.—
Don Martín como discreto,
a mirar las armas va:
—¡Qué rico puñal es éste,
para con moros pelear!
—Herido vengo, mi madre,
amores me han de matar,
los ojos de Don Martín
roban el alma al mirar.
—Llevárasla tú, hijo mío,
a la huerta a solazar;
si don Martín es mujer,
a los almendros irá.—
Don Martín deja las flores,
una vara va a cortar:
—¡Oh, qué varita de fresno
para el caballo arrear!
—Hijo, arrójale al regazo
tus anillas al jugar:
si don Martín es varón,
las rodillas juntará;
pero si las separase,
por mujer se mostrará.—
Don Martín muy avisado
hubiéralas de juntar.
—Herido vengo, mi madre,
amores me han de matar;
los ojos de don Martín
nunca los puedo olvidar.
—Convídalo tú, mi hijo,
en los baños a nadar.—
    Todos se están desnudando;
don Martín muy triste está:
—Cartas me fueron venidas,
cartas de grande pesar,
que se halla el Conde mi padre
enfermo para finar.
Licencia le pido al rey
para irle a visitar.
—Don Martín, esa licencia
no te la quiero estorbar.—
    Ensilla el caballo blanco,
de un salto en él va a montar;
por unas vegas arriba
corre como un gavilán:
—Adiós, adiós, el buen rey,
y tu palacio real;
que dos años te sirvió
una doncella leal!—
    Óyela el hijo del rey,
tras ella va a cabalgar.
—Corre, corre, hijo del rey
que no me habrás de alcanzar
asta en casa de mi padre
si quieres irme a buscar.
Campanitas de mi iglesia,
ya os oigo repicar;
puentecito, puentecito
del río de mi lugar,
una vez te pasé virgen,
virgen te vuelvo a pasar.
Abra las puertas, mi padre,
ábralas de par en par.
Madre, sáqueme la rueca
que traigo ganas de hilar,
que las armas y el caballo
bien los supe manejar.—
    Tras ella el hijo del rey
a la puerta fue a llamar.

Anónimo (siglo XV)


Estos romances se transmitieron oralmente hasta que fueron recogidos en algún cancionero y como os he indicado hay de ellos numerosas versiones. Como ejemplo este vídeo del grupo Mansaborá en que cantan otra de ellas. 


O esta otra canción sefardí, inspirada en este romance, que ha recorrido el mundo con los judíos expulsados de España.


Estos romaces son estructuras poéticas sencillas, dado su origen popular. Versos octosílabos con rima (normalmente asonante, aunque en este hay bastantes consonantes) en los versos pares. Si estáis interesados en saber más de Métrica, o sea de los principios y porqués de esa armonía versal que distingue al poema de la prosa, podéis consultar mi tratado "Métrica poética del idioma español", ampliado en diciembre de 2023, que los explica de una forma sencilla, pero rigurosa. Aquí os dejo una sinopsis del libro.