lunes, 6 de mayo de 2024

Raquel Lanseros

Raquel Lanseros (Jerez de la Frontera, 1973) es una poeta y traductora española a la que conocía de oídas, pero no de leídas. El otro día me refugié en una librería de la lluvia (que volvió a la ciudad después de mucho tiempo) y salí con su libro "Matria" y con ganas de leerla y saber más de su poética. Al iniciar esta entrada en el blog, he descubierto que acaba de publicar "El sol y las otras estrellas" y lo he conseguido el mismo día a través de las librerías virtuales. Esto nos demuestra que lo físico y lo virtual no son enemigos y cada uno cumple su función. 

Vamos a leer varios poemas suyos y os haré algunos comentarios. Empezamos con uno de su último libro:


OBITUARIO

Mi corazón murió.
¡Qué extraño caso!
Solo me desperté y ya no latía.
Por las calles dijeron por las plazas 
preguntaron ¿usted tomó cuidado?
Mi pajarillo inmóvil
¿tanto te aventuré por la intemperie?

Déjame que te abrace contra el pecho
soñar por un instante que me habitas.
Ya sé que aunque quisieras
no puedes palpitar
ya sé que ahora estás muerto.
¡Pero me duele tanto
vivir sin corazón!

Raquel Lanseros (El sol y las otras estrellas, 2024)

Nota: En este poema echo a faltar algunas comas que facilitarían la lectura.

Dice la reseña oficial de este libro: Profundiza en el concepto de amor, construyendo un recorrido íntimo por los diversos matices, nociones y perspectivas que comprende el amor humano, desde el erotismo y la sensualidad hasta la admiración, la ternura, la solidaridad o la exaltación materno-filial. Acabo de hacer una lectura rápida del libro y es eso, una exaltación del amor que tengo que paladear con más calma. El poema que os he copiado tiene una perfecta armonía, mezclando versos endecasílabos, heptasílabos y un pentasílabo.

Dice Enrique Vilagrasa en Librújula: Creo que El sol y las otras estrellas es un viaje iniciático, de transformación emocional de la inteligencia, diríase. Creo que es un libro revelador, místico y contundente, de indiscutible unidad temática. Leer a esta poeta es ver de nuevo lo que es el amor, pues este poemario lo textualiza, sin ir más lejos. Poemas donde habitan esas reliquias, esos gestos y esos guiños de la realidad para ser testimonio del ayer, hoy y mañana, para seguir creyendo como solo se cree antes de haber creído.


ETERNAMENTE NO PODRÁS AUN SUFRIR

No era cierto, por más que lo jurase,
que yo tu amor jamás olvidaría.
En cuanto el tiempo me ofreció un atajo
te malvendí sin arrepentimiento.

Felicidad obliga. Hay quien lo llama
de la necesidad hacer virtud.
Difícil de asumir, pero innegable.
De barro son las ganas. Cuántas veces
se miente aunque se diga la verdad.

Raquel Lanseros (de Matria, 2018)

Dice en su web: Matria se sumerge en las raíces personales y colectivas para indagar sobre el concepto de identidad y establecer nuevas perspectivas sobre la trascendencia de origen. La mirada literaria recorre el universo humano, dando cuenta de los matices que conforman la propia esencia. Me ha gustado mucho este libro, aunque le pongo un pero. Siendo básicamente un poemario de ritmos métricos, me han extrañado algunos versos fuera de ritmo, como los que luego os comentaré. Y más cuando ella escribe buenos sonetos, como el que os copio a continuación de este mismo libro:


FUEGO MUTILADO (con alguna coma añadida por mí)

Me prometo a diario descuidarte,
pues me corre el pesar por cuenta ajena,
tan extensa trinchera abrió esta pena
que muero porque vivo para amarte.

Tu piel es la membrana de una estrella,
no te logro alcanzar, por más que intento
se multiplica el ansia del momento
y malvendo mi ardor en la querella.

Tan caras tus caricias por goteo
agridulce suplicio de mi antojo,
tan lejano tu puerto a mi deseo,
tan vuelva usted mañana, trampantojo.
Alíviame esta cruz, mi cirineo
o firma del afán mi desalojo.

Raquel Lanseros (de Matria, 2018)


Es una buena sonetista y en su último libro incorpora otros dos sonetos. A mí me gusta que los poetas, aunque apuesten por la libertad del verso, dejen algún soneto en cada libro, ya que es un contrapunto y una referencia al ritmo que no debe descuidar un poeta, por más que sus versos habituales sean de formato más libre. 

Raquel Lanseros, ha publicado otros cinco poemarios en español, además de los dos citados: Las pequeñas espinas con pequeñas (2013) (vídeo de la autora sobre este libro), Croniria (2009), Los ojos de la niebla (2008), Diario de un destello (2006), Leyendas del promontorio (2005) y varias antologías. Además, están traducidos algunos de sus libros al ingles, francés e italiano, y ella ha traducido al español poesía de otros autores, tema siempre muy difícil. en este enlaces tenéis acceso a algunos de esos libros, antologías y traducciones en Amazon o en la Casa del libro.

En su web hay numerosa información acerca de sus libros, poemas y traducciones. Y aquí tenéis vídeos donde recita sus poemas. Esta es su biografía resumida en su web.

En "JotDown", Javier S. Burgos le hace una entrevista extensa y muy interesante. Os copio esta reflexión: Hay gente que dice «me cansa la poesía». Porque la poesía requiere un esfuerzo por parte del lector. El lector añade su propia biografía, su propio prisma, su propia sensibilidad, su propia visión de las cosas, su propia imaginación, sus propios paisajes personales, y eso junto con lo que el escritor escribe da lugar a algo que nunca es lo mismo en caso de cada lector. Y esta otra cita sobre la inspiración del poeta: Las musas, fíjate, son por un lado amigas y por el otro traidoras. Arremeten cuando menos te lo esperas y cuando las invocas no vienen, ni por equivocación. Tienen su propia voluntad. Esa es la magia de la poesía, que uno nunca puede planear: «voy a escribir un poema esta tarde». No funciona así. Uno puede poner voluntad, y nada.

Me ha encantado la lectura de esos dos libros de Raquel Lanseros, a los que voy a volver con más clama. Pero os he de hacer unos apuntes sobre el formato que usa en los versos. Un poema, al menos para mí, es fondo y forma (texto y su estructura fonética) que es lo que lo distingue de la prosa. En la forma de sus poemas, que es armónica por su buen ritmo y metro, alguna vez hay versos que se salen de esa armonía, lo que me extraña y no sé si es descuido o intención de romper a veces esa armonía. Os pongo como ejemplo este poema cuyo contenido me gusta mucho:


2059

He imaginado siempre el día de mi muerte.
Incluso en la niñez, cuando no existe.
Soñaba un fin heroico de planetas en línea.
Cambiar por Rick mi puesto, quedarme en Casablanca
sumergirme en un lago junto a mi amante enfermo
caer como miliciana en una guerra
cuyo idioma no hablo.
Siempre quise una muerte a la altura de la vida.    

Dos mil cincuenta y nueve.
Las flores nacen con la mitad de pétalos
ejércitos de zombis ocupan las aceras.
Los viejos somos muchos
somos tantos
que nuestro peso arquea la palabra futuro.
Cuentan que olemos mal, que somos egoístas
que abrazamos
con la presión exacta de un grillete.

Estoy sola en el cuarto.
Tengo ojos sepultados y movimientos lentos
como una tarde fría de domingo.
Dientes muy blancos adornan a estos hombres.
No sonríen ni amenazan: son estatuas.
Aprisionan mis húmeros quebradizos de anciana.
No va a doler, tranquila.
Igual que un animal acorralado
muerdo el aire, me opongo, forcejeo,
grito mil veces el nombre de mi madre.
Mi resistencia choca contra un silencio higiénico.
Hay excesiva luz y una jeringa llena.

Tenéis suerte, -mi extenuación aúlla-,
si estuviera mi madre
jamás permitiría que me hicierais esto.

Raquel Lanseros (de Croniria, 2009)

Aquí os dejo un video el que recita este poema que me sirve para hacer algunos comentarios de algunos versos:


Este poema tiene una estructura rítmica de silva de impares, o sea de versos de longitud impar (heptasílabos, endecasílabos, alejandrinos y algún dodecasílabo compuesto de 7+5 sílabas), versos armónicos en un recitado. Pero hay varios que se escapan levemente de ritmo, como se puede comprobar en el recitado. Ello tiene su importancia cuando la estructura de un poema no es libre y sigue una pauta armónica (por su métrica) que se rompe en esos casos.

Ante todo os indico que varios de los versos los corta al recitar. Por ejemplo, los dos primeros en que transforma los alejandrinos en dos heptasílabos, haciendo de la cesura un salto versal. Ello mantiene la armonía, pero siempre es deseable que la estructura del texto ayude al recitado dando pistas al lector de la intención del autor. 

En cambio en el verso que os copio (en texto y en cómo lo recita) se rompe algo la armonía: (separo las sílabas con "-", los hemistiquios con "/", las separaciones versales encubiertas con "//" y las sílabas tónicas las pongo en negrita. Luego indico entre paréntesis las sílabas de cada verso o hemistiquio, y cuando es preciso la posición de las sílabas tónicas)

Siempre quise una muerte a la altura de la vida.  
Siem-pre- qui-se u-na- muer-te / a- la al-tu-ra- de- la- vi-da. (7+8)

Al segundo hemistiquio le sobra una sílaba (es un octosílabo) para que el verso sea un alejandrino, y esa falta de armonía se nota al recitarlo. Por ejemplo, si el segundo hemistiquio dijese "como fuera la vida" sería un heptasílabo más armónico.

Otro verso especial es este, que al leerlo sin referencias podríamos recitar:
No sonríen ni amenazan: son estatuas.
No- son--en- ni a-me-na-zan:- son- es-ta-tuas   12(3.7.11)

Se trataría de un dodecasílabo cuaternario (tonicidad cada 4 sílabas) que tensaría un poco el recitado, frente al resto de versos de metro impar. 

En cambio la autora recita:
No- son--en- // ni a-me-na-zan: // son- es-ta-tuas  (4+4+4). 

O sea, tres versos tetrasílabos que por su brevedad fónica se adaptan a la armonía del ritmo general. Pero eso, leyendo, lo tenemos que averiguar y a mí me gusta poner las cosas más fáciles al lector.

El verso final también presenta alguna anomalía, recitado de corrido:
jamás permitiría que me hicierais esto.
ja-más- per-mi-ti--a- que- me hi-cie-rais- es-to.  13(2.4.10.12)

Es un verso de 13 sílabas, que se podría recitar bastante bien de corrido al apoyarse en acentos en sílabas pares. Sin embargo, la autora lo recita de forma sintácticamente más correcta:

ja-más- per-mi-ti--a / que- me hi-cie-rais- es-to.   (7+6)

lo que rompe algo el ritmo por ese hemistiquio final de 6 sílabas que tensa el verso, al no ser armónico con los de metro impar. Comprobad la diferencia fonética si terminase: que me hicierais maldades (que es un heptasílabo completamente armónico con el patrón general).

En el poema hay otros versos dodecasílabos: 
Las flores nacen con la mitad de pétalos  //  Dientes muy blancos adornan a estos hombres // grito mil veces el nombre de mi madre. Estos versos son armónicos con el resto, ya que se recitan como compuestos, con hemistiquios de 5 y 7 sílabas, armónicos con el resto de impares.

Hay ejemplos similares en otros poemas de la autora, por ejemplo el primer poema de Matria "La loca más cuerda" esta formado por endecasílabos, alejandrinos u otros versos compuestos impares, versos totalmente armónicos, pero hay algún verso que no encaja:

¿Quién traspasa el espejo? ¿Quién es el espejo?
¿Quién- tras-pa-sa el- es-pe-jo? / ¿Quién- es- el- es-pe-jo? (7+6)

Este segundo hemistiquio se queda corto y la autora cuando lo recita se detiene y dice ¿Quién es / el espejo? . Así al romper ese hexasílabo en dos facilita la armonía, pero eso también lo debe descubrir el lector. O este otro verso:

¿Quién para con su mano los relámpagos de un Dios?
¿Quién- pa-ra- con- su- ma-no / los- re-lám-pa-gos- de un- Dios_? (7+8)

En que el segundo hemistiquio se nos queda un poco largo al acabar en palabra aguda.

Son pequeños detalles y me queda la duda de si son intencionados para romper algo el ritmo, son descuidos o la autora no les da importancia. Tendremos que preguntarle a ella.

Mi recomendación es que la leáis, vale la pena. 

Posdata: Raquel me contesta sobre esas pequeñas distorsiones el el ritmo poético que eran intencionadas: "Y me ha fascinado el modo en que has descubierto cómo en mis lecturas acompaño los toques rupturistas que a veces dejo caer en una estructura métrica por lo demás muy meditada. Este tipo de pequeños guiños a la improvisación casi jazzística obedecen quizá a un impulso libertario que aspira a salir de vez en cuando de los márgenes (ya por sí deconstruidos) de este verso libre occidental que sin embargo es tan deudor no solo de la métrica subyacente sino de la prosodia." 

Gracias por tus aclaraciones y por la rapidez en contestar en tu perfil de Facebook




Nota técnica: Si os interesa profundizar en los estudios métricos de los versos que nos explican su ritmo y armonía, y los porqués de cuando no nos suenan bien, podéis consultar alguno de los buenos manuales de métrica que existen.  Yo, como autor, os recomiendo el mío "Métrica poética del idioma español", ya me diréis si lo encontráis interesante.






1 comentario:

J.R.Infante dijo...

Muchas gracias, Ricardo, por tan rica y profusa recomendación. Es un placer conocer a tantos poetas que andan por nuestro suelo y que no sabemos de ellos. Un abrazo