Esta pleitesía es un juego de rimas que escribí hace mucho, rimando por derecho y por revés, por hacer mano o por retar en un quiebro a tanto ripio que corre por el mundo. Quizá, buceando entre la niebla del olvido y el deseo de lo que pudo ser y no fue, tuvo otro origen y quiso recuperar lo perdido con palabras en vez de con hechos. Pero, ¡qué importa ya!, aquí está y que cada uno lo juzgue o critique como le parezca.
DECLARACIÓN DE PLEITESÍA
Me pides poesía y yo, tu servidor,
te rindo pleitesía y empiezo la labor,
¡ojalá que mis ripios se conviertan en versos!
Después de tantos sitios que me fueron adversos,
me refugio en tus ojos, en toda tu hermosura,
y acato tus antojos, tu paz y tu locura.
que ya no es como antes cuando tanto lo hacía;
y yo, que cada día soy de ti más cautivo,
con palabras galantes te hago una pleitesía
que a mí me encantaría que fuese de recibo:
Hay poemas brillantes de estructura vacía,
pero que ganaría si escribiese a lo divo
mil versos arrogantes, si con ello —alma mía—
con premios te perdiera y aunque me dieran fama
tú —mi amor— me olvidaras, tú que eres la primera,
mi luz, mi primavera, la reina de mi cama.
Si tú ya no me amaras, tan sólo te pidiera
que me fueras sincera. ¡Siempre serás mi dama,
y en oscuras o claras, la mejor compañera!
Ya ves, harto de rima, te pido ser querido
luchando por tu estima, temiendo por tu olvido.
y yo, que cada día soy de ti más cautivo,
con palabras galantes te hago una pleitesía
que a mí me encantaría que fuese de recibo:
Hay poemas brillantes de estructura vacía,
pero que ganaría si escribiese a lo divo
mil versos arrogantes, si con ello —alma mía—
con premios te perdiera y aunque me dieran fama
tú —mi amor— me olvidaras, tú que eres la primera,
mi luz, mi primavera, la reina de mi cama.
Si tú ya no me amaras, tan sólo te pidiera
que me fueras sincera. ¡Siempre serás mi dama,
y en oscuras o claras, la mejor compañera!
Ya ves, harto de rima, te pido ser querido
luchando por tu estima, temiendo por tu olvido.
Ricardo
Fernández Esteban ©
Respecto a este poema, se aceptan y piden comentarios, tanto de las fronteras entre el ripio y la rima, como lo que cito de "hacer mano rimando", de la vigencia de los poemas rimados en el siglo XXI, de la realidad o ficción en los contenidos poéticos, etc.
Se trata de un poema de versos alejandrinos compuesto por una entradilla de tres pareados y un soneto que tiene un pareado final como estrambote. En la entradilla existen rimas internas en los hemistiquios de los pareados. En los serventesios la rima (-ia) alterna en los hemistiquios, además de en los finales de versos. En los tercetos lo hace (-era) y en el pareado la rima interna es (-ima).
Se trata de un poema de versos alejandrinos compuesto por una entradilla de tres pareados y un soneto que tiene un pareado final como estrambote. En la entradilla existen rimas internas en los hemistiquios de los pareados. En los serventesios la rima (-ia) alterna en los hemistiquios, además de en los finales de versos. En los tercetos lo hace (-era) y en el pareado la rima interna es (-ima).
Adenda de marzo de 2023: Este poema está incluido en mi libro Pensando en ti y en vosotras que acabo de publicar, revisando y ampliando otro libro de hace 12 años. Lo podéis conseguir en Amazon en papel o en digital.
4 comentarios:
En mi opinión, la forma rimada exige un contenido específico a transmitir con el poema. Cuando a las palabras que han de rimar se las fuerza en su significado el ripio estalla en el oído lector. En los poemas líricos esto suele ocurrir con demasiada facilidad. Quizá por eso se han abandonado las rimas para cantar los deleites amorosos.
Rubén Darío. Eso es lo que me suena en este soneto con estrambote. Hay un poema que R.D. escribió a la esposa de Leopoldo Lugones, que mantiene esa asonancia, aunque es en alejnndrinos y formado por pareados. Pero muy bien. Juegas cada vez más con el lenguaje.
Ricardo, eres un maestro de las letras!
Bonitas letras de salón . . Siempre es mágico leer pensamientos nacidos del corazón . . . El ripio me gusta suena bien . . . Gracias por compartir un abrazo . . .
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