Mario Obrero (Madrid, 2003) se dio a conocer poéticamente por sus premios Jesús Serra de la categoría infantil y juvenil de 2015, 2017 y 2019. Además, ha ganado los premios de poesía joven Félix Grande (2018) y Loewe (2021) y el Nacional de Juventud de Cultura (2023). También ha colaborado en muchas actividades culturales, entre ellas la presentación del programa "Un país para leerlo" en la segunda cadena de TVE.
Este es el poema con el que ganó el premio Jesús Serra categoría infantil en 2015, y tengo que destacar la gran labor que la Fundación Occident está haciendo para promocionar la poesía y atraer a ella a la infancia y la juventud.
Hoy el día está lleno de pájaros
que charlan sobre música en las plazas.
Voy al colegio haciendo canciones
con la cremallera de mi abrigo.
En el recreo acaricio a las hormigas con mi bufanda,
guardan niebla en sus ojos
y lluvia en las patas que cruzan charcos.
Como pensando en árboles llenos de guitarras
que tocan sus cuerdas
cuando se mueve el viento.
Por la tarde juego a trenzar ideas y las dejo columpiarse
en mis rizos.
Las telarañas crecen en las canciones que ya no cantan
los gorriones.
Ya es de noche,
los gatos van a los tejados.
Hace frío,
bajo mi manta, arropo las palabras que usaré mañana
Mario Obrero
Este es un poema de su último libro, Tiempos mágicos, publicado este año.
TODO TIENE TANTAS PALABRAS
tanto dice en sus arrugas
habla todo y murmulla tanto
también lo que no sabe
con tactos los labios andan su destino
el cielo y las almohadas
la raigambre meñique de los sucesos
todo parlotea en alta y baja voz
inconmensurables sus lenguas
invisibles los habitamos.
tanto dice en sus arrugas
habla todo y murmulla tanto
también lo que no sabe
con tactos los labios andan su destino
el cielo y las almohadas
la raigambre meñique de los sucesos
todo parlotea en alta y baja voz
inconmensurables sus lenguas
invisibles los habitamos.
Mario Obrero de Tiempos mágicos (2024)
Carpintería de armónicos (2018).
Este otro poema pertenece a su libro Peachtree City (2021), escrito en parte durante su estancia en Estados Unidos gracias a una beca de estudios.
SUENA LA «SONATA GALLEGA» EN UN CENTRO COMERCIAL DE ATLANTA
sobre el musgo español que cae de las encinas unos ángeles románicos discuten el color del cielo en el estado de Georgia casa del faro de Tybee y de las cacerolas de gambas con papas y salchicha
aquí como en los charcos de las carreteras caen peces de terciopelo y claveles rojos
dos novios comen pizza californiana en el suelo de las tiendas
yo escucho a las madres probándose bañadores y escucho a las niñas con trenzas de hilo negro
toda esta luz el sabor a nueces de los escaparates la suciedad dormida bajo la uña de una cajera las cajas de fresas mohosas poco tienen que ver con la arela arela es una palabra gallega que significa o desexo moi
forte dunha cousa
pero la arela no es escuchar al camarero del Starbucks decir Meriou por megafonía
no discutiré si las armas son un derecho de seres humanos libres o si la sanidad pública es básica para un país de cowboys que se hace llamar democracia
yo solo vine aquí a buscar unas flores que alguien guardó bajo las sudaderas rosas
yo solo vine aquí a afeitarme la barba ignota de algún arquitecto sumerio
vine con una foto de mi bisabuelo y las Cartas a un joven poeta
y en la séptima planta del garaje todas gritan I, too, sing America
y los hombres en tacones esparcen canela y sal del Himalaya a las cuberterías de segunda mano
mi madre es poeta y mujer
mi madre descorona a las estatuas y da miel con limón a los niños afónicos
al ver estas estrellas pienso en qué verá ella desde su habitación
la curvatura ha hecho un sendero de amapolas machacadas
quizá esté yo en la piel de todos los esclavos y en el encefalograma que enmarcan las floristas y en las máscaras que venden a los niños en la feria
quizá esté yo en los que dormidos maquillan la margarina del desayuno y se alistan a la armada en el cumpleaños de Abraham Lincoln
quizá esté yo en el Teatro Campesino de Luis Valdez o en un lago pescando truchas
ese yo que como una sábana recién lavada ondea a las puertas del granero
el que sentado en la jura de bandera se hace una falda con mandarinas y plumas de albatros
América transcurre en mí y yo coso aurículas de lana y todas las jóvenes de Sweet Apple Ohio y los que con una sonata de guitarra atada al culo cruzan el pasillo del motel se sientan en el jardín los días cálidos y aprenden español mientras los recolectores bailan ballet a la sombra
así mi corazón crece y mis ojos en el olivar como un mochuelo en las manos del muerto
América transcurre en mí y yo encuentro a Ginsberg subido a los coches de golf
encuentro a León Felipe mirando al mar con un perrito caliente y una caja de música
encuentro a Antonio José exprimiendo limones delante de la escuela cian de la aldea
encuentro a los dos brigadistas taiwaneses cantando el «Himno de Riego» con una corona de gardenias
me encuentro y hablo a esa yo tumbada de lluvia suave
como el lomo de los corderos
con millones de preguntas y una cerilla
escribiendo ensayos de acceso a la universidad y velando la legaña de los muertos
mi corazón tiene una lengua donde los herreros acuden sin darse cuenta
allí las caracolas solo suenan a desierto lleno de peces
desde los acantilados enciendo un poema.
Mario Obrero de Peachtree City (2021)
Algunos poetas jóvenes, como Mario Obrero, experimentan en sus poemas en busca de nuevas formas de expresión poética con las que podemos estar de acuerdo o no, pero es bueno que se haga porque de los intentos surgen las renovaciones artísticas y si no surgen, peor habría sido no intentarlo. Ese es el motivo de exponeros este último poema, mezcla de versos y prosa poética, que se aleja de lo que suele publicar este blog. Aquí tenéis una crítica literaria de Librújula a "Peachtree City".
En este vídeo lo tenéis a los once años cuando ganó premio infantil Jesús Serra, recitando ese primer poema que os he copiado.
En estos "Diálogos on line" Álvaro Colomer lo entrevista a raíz de la publicación de su último libro Tiempos mágicos y el poeta nos explica con enfoca su poética y cómo escribe.
Aquí tenéis los libros que ya ha publicado Mario Obrero, un joven poeta al que conviene seguir y ver hacia dónde dirige su obra poética.
Carpintería de armónicos (2018).
Ese ruido ya pájaro (2019).
Peachtree City (2021).
Cerezas sobre la muerte (2022).
1 comentario:
Pues me pierdo con la prosa poética y más con esta que no dice nada, mas allá de algunas frases de un cierto interés lírico.
La experimentación está bien, pero cuando es críptica deja poco lugar al lector para disfrutar del poema o hacer suya la historia.
Me extrañan los premios que ha obtenido, ya que hay mucho poetas que creo que ofrecen más.
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