pero todo el montón era mío.
como te fuiste (y los dos sabemos
que te fuiste de muy malas maneras),
ni que te marcharas cuando te fuiste
(y sabes que no pudo haber momento más inoportuno),
sino que, vengas cuando vengas
vengas como vengas, y lo hagas
cuantas veces estimes oportuno
regodearte con mi amor pazguato,
yo seguiré esperándote de brazos
y pecho abiertos, abjurando
de partículas interrogativas
y pretéritos que no pueden
entender, imbéciles, que has vuelto,
que al fin has vuelto y que esta vez
quizá sea para siempre.
Víctor Peña Dacosta. La huida hacia delante
Soy un García casado de la vida.
Un hombre cualquiera, como tantísimos,
en una relación hetero sin aspavientos,
que arrastra su apellido y lo prolonga
más allá de lo estrictamente necesario.
Soy el terror de los buffets libres.
El que se queda callado en la sala de espera
cuando la enfermera repite su nombre.
Un godot que manda un whatsapp avisando
de que no le esperen si llega tarde.
Aunque no me llame así y otros
sean mi nombre y apellidos,
soy Fulano de Tal, j´est un autre,
un número impar emparejado, otra
cifra móvil motivo de disputa
entre políticos y sindicatos.
Soy el vecino de un quinto que delega
su voto en el presidente del bloque.
Alguien que espera que pasen las firmas
sin intervenir ni escuchar en los claustros.
Barrilete tragicómico, dime:
¿de qué planeta te caíste?
El que siempre da dinero a los mendigos
por miedo a encontrarse un día pidiendo
y que, por motivos parecidos, nunca protesta
demasiado a los camellos. Un afiliado
al escepticismo que a veces rompe
el carné en arrebatos de esperanza.
Soy otro García cansado de la vida
que paga una cuota fija de pretéritos
y otra variable de futuros simulados.
Un viejoven que remulga, otro
puñado añadido a la olla a tiempo
de estropear la sobremesa familiar
de un domingo cualquiera y piscinero.
Seré padre algún día mientras tanto
soy un hijo de puta moderado.
AUTORRETRATO
Tengo 1400 seguidores
en Instagram, 1214
en Twitter, 3813
amigos en Facebook y nadie
que me acompañe esta madrugada
a lanzar ebrio por las calles
absurdas proclamas trasnochadas
o a gritar que todavía te quiero.
Como habréis leído, un poeta con textos que no nos dejan indiferentes y con un ritmo poético muy personal que podríamos calificar como semi-libre, ya que subyacen estructuras métricas basadas sobre todo en el endecasílabo (bastantes con acento en 5ª o 7ª) y el eneasílabo, pero mezclados con otros de distintas armonías. El conjunto creo que es atractivo y con un ritmo que no se enfrenta con sus textos. Un ejemplo de unos de los caminos que puede tomar la poesía en nuestros tiempos.
Os dejo un amplio comentario a la Huida hacia delante que efectúa David Pérez Vega. Y una reseña de Obsolescencia programada de Manu López Marañón. Y este es el blog del autor Arrebatos alíricos, donde podréis leer sus preferencias poético literarias. Habrá que ir siguiendo la evolución de este poeta dentro de esta nueva poesía del siglo XXI que busca la renovación, pero no puede olvidar a la tradición.