Vanesa Pérez-Sauquillo (Madrid, 1978) es poeta, autora de literatura infantil y juvenil, y traductora. Como poeta ha publicado ocho libros desde 2001 a 2019, más una antología "El sueño intacto" en 2017. Su primer libro, del que os copio un poema ganó el premio Antonio Carvajal de Poesía Joven.
ESTA MAÑANA...
Esta mañana supe
mi extraña rendición a tus palabras,
mi irrevocable voluntad de náufrago
de sílabas,
de filóloga ahorcada en complementos
directos o indirectos
pero tuyos.
Esta mañana supe
que me visto en tus verbos,
desayuno tu nombre
y me quedo perdida, como tonta,
si me encuentro algún “no”
camino de la tarde,
camino de la noche.
Esta mañana supe
que muy frecuentemente
me vuelvo monosílabo
de sombra
agarrado al tobillo de tus frases,
que muy frecuentemente
quisiera ser prendida en tu nevera
como “nota importante”.
Esta mañana comprendí, aturdida.
Esta mañana supe, por fin vi
que me confundo en viento
cuando gritas mi nombre
y que basta un susurro,
un susurro de nada,
para dormirme en ti.
LA VIRGEN DE MODIGLIANI
Esa fui yo, una vez.
Convertía a los pintores cubistas en niñas de Renoir
y las oía maldecir toda la madrugada.
A los borrachos de París, en poetas místicos.
A poetas místicos, en cabras de Picasso.
En las noches de sangre y vidrios rotos
consolaba pinceles ateridos, niños del arrabal.
Para hacer sonreír a las modelos
desnudaba maestros,
y a los maestros de la academia de pobreza
les regalaba algún milagro de alcoba.
En mi época azul, me estuve apareciendo por los charcos.
Perdonaba pecados a los que no lloraban
al comprar cisne en la carnicería.
Salvaba a los perdidos de la mirada blanca,
a las cabareteras de mirada perdida
y a los que contemplaban su retrato hacia dentro,
canto de maldoror,
y le rezaban a Amedeo Modigliani,
a Amedeo Modigliani y a su Virgen,
a Amedeo Modigliani, que no pintaba vírgenes
y nunca me pintó.
Abro esta antología suya y no me resisto a incluir otro poema:
Atrévete conmigo.
Soy joven.
Tengo mucho deseo que perder.
. . .
Y fue cuando pusiste
definitivamente
mi mano en tu silencio.
Pero no me asusté.
Y arañé.
Y hallé tacto.
Te vas.
Ahora que estoy
con los dedos en flor.
Vanesa Pérez-Sauquillo de "Bajo la lluvia equivocada" (2006)