José de Espronceda (Almendralejo, 1808; Madrid, 1842) es uno de nuestros mejores poetas románticos. A pesar de su agitada y corta vida (periodista, político, miliciano, parlamentario, exiliado y muchas más cosas), tiene una obra poética considerable, con ese estilo que hoy nos parece algo grandielocuente, pero que es ameno y se lee muy bien. No me resisto a copiar la primera parte de su Canción del Pirata, de la que todos recordamos algunos versos. El resto y otros poemas suyos los encontraréis en A media voz
CANCIÓN DEL PIRATA (primera parte)
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Istambul:
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
(.../...)
José de Espronceda
Otro de sus poemas más famosos es la elegía Canto a Teresa dedicada a su amante Teresa Mancha y escrita en octavas reales después de su muerte. Os cuelgo un enlace a la Biblioteca Cervantes donde os podéis descargar el PDF de una edición de 1909
Y para quienes queráis leer algo muy distinto de Espronceda os recomiendo su Poesía licenciosa editada por Visor que recoge poemas escritos por él, o a cuatro manos con amigos, con textos soeces, pornogáficos, blasfemos, escatológicos y misóginos, vamos lo que hoy diríamos políticamente incorrectos, pero que nos permite hacernos una idea de la otra cara de los románticos.
Con diez
cañones por banda,
viento en
popa, a toda vela,no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en
el mar riela
en la lona
gime el viento,y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Istambul:
Navega,
velero mío
sin temor,que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte
presas
hemos hechoa despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
Que es mi
barco mi tesoro,
que es mi
dios la libertad,mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
(.../...)
5 comentarios:
Como siempre, Ricardo, poniendo excelentes aportaciones literarias. Muchas gracias. Aprovecho para señalar uno de los muchos detalles: Esa expresión de "... es mi dios la libertad, /mi ley la fuerza y el viento..." es el no va más de un espíritu libertario (de los libertarios de entonces) absolutamente blasfema para los cutres de la época (y los de ahora porque no se fijan) No es tanto lo que hoy, edulcorado, se entiende como romanticismo (enamoramiento las más de las veces cursi, sino el romanticismo auténtico de independencia, viaje, pasión desaforada, lucha por la libertad contra el antiguo régimen, exageración; todo reflejado perfectamente en el pirata fantaseado y con ritmos poéticos cambiantes, eufónicos y perfectos. Por eso gusta tanto. No me enrollo más, pero podríamos hablar mucho, ¿verdad, Ricardo? Un abrazo
Era un maestro de la elegía:
¿Quien a parar alcanza la carrera
del mundo hermoso que al placer convida?
Brilla radiante el sol,la primavera
los campos pinta en la estación florida;
truéquese en risa mi dolor profundo
Que haya un cadaver más, ¿qué importa al mundo?
Se me eriza el vello al declamar estas restrofas.
Jesus
Me gusta pasar por aquí, las sorpresas son infinitas y excelentes, refrescar la memoria y seguir aprendiendo.
Gracias por ello, saludos
La canción del pirata se la hago aprender a mis alumnos. Les encanta representarla.
La Canción del pirata también es el titulo de la novela del gaditano Fernando Quiñones, ganadora del Premio Planeta.
Me ha encantado lerete, Ricardo. Saludos
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