Un soneto alejandrino de mi libro Pensando en ti y en vosotras que busca una sonrisa o la complicidad, en aquel lugar del tiempo antiguo en que los sueños se entremezclan con las realidades y donde no sabemos cuánto hay de verdad y cuánto hay de lo que pudo haber sido y no fue.
Me encanta que sigamos discutiendo, eso quiere decir que no nos aburrimos. Si nos ponemos de acuerdo o no, es lo de menos; ya congeniamos en otras cosas.
Me gusta discutir contigo de política
aunque no nos pongamos casi nunca de acuerdo,
perdona que te diga que vas de monolítica,
no atiendes a razones, enloqueces a un cuerdo.
Y hablando de locura, a fe que apocalíptica,
la que siento por ti. Cariño no recuerdo
alguien mejor que tú, ¿cómo hacer una crítica
a tu razón de cama con la que siempre pierdo?
Piensas siempre que el fin justifica los medios,
y a mí ya me va bien, me encanta discutir
por llevarte la contra en nuestros intermedios.
como vibra tu piel cuando sientes mi asedio,
cuando bajas la guardia, cuando escoges vivir.
Cielo mío, te vuelvo a repetir:
Discutir de política me parece magnífico,
si hace que lo carnal sea excelso y prolífico.
Ricardo Fernández Esteban ©
Ya que he escrito un tratado de métrica, "Métrica poética del español", tengo que indicar que la rima del 5º verso (íptica) es levemente pobre al no coincidir totalmente con las otras en (ítica).
Adenda de marzo de 2023: Aquí tenéis más información de mi libro "Pensando en ti y en vosotras" que acabo de publicar y que está disponible en Amazon en papel y digital. Si lo leéis me gustaría recibir vuestros comentarios; un libro debería ser un camino de comunicación entre autor y lector.
1 comentario:
Yo renuncié a discutir con las mujeres: siempre llevo las de perder.
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