sábado, 22 de noviembre de 2014

Examen de conciencia

La falta de tiempo y los agobios no dependen del tiempo que se tiene, todos tenemos el mismo, sino de las obligaciones y de las devociones que se buscan. No creo que sirva de mucho hacer "exámenes de conciencia" en busca de soluciones, pero por si acaso me autoexamino y os lo escribo en verso. Ya veremos si iba en serio o solo era por hacer mano.



EXAMEN DE CONCIENCIA

Escribo a vuelapluma en un plis-plas
ante la obligación —que no la devoción—
de hacer público un verso a la semana,
De pronto, me reboto y me pregunto:
¿por qué esa prontitud?;
y es que un poema no debería escribirse
como un artículo de prensa a fecha fija.

Entonces hago examen de conciencia,
por ver si en todas mis actividades
voy igual de agobiado, cosa mala
cuando ya liberado —más por mayor que rico—
trabajas por placer, no por cobrar.
Y caigo en cuenta que es verdad, y es grave
el saltar de oca en oca sin disfrutar del juego,
sin el "dolce far niente" en que asimiles
los nuevos inputs, que desbordan mi mente.

Ante tal maremagnum, y temiendo al naufragio,
decido priorizar y autodoctrino:
"Distingue entre lo urgente y lo importante,
no es elástico el tiempo
y si te obstinas en cubrirlo con urgencias
no vas a acabar nunca lo que importa de veras".


Pero es sólo un instante, porque al pronto
vuelve el desequilibrio y soy feliz.
Bendito es el desorden y las prisas,
que para orden y calma tendré la eternidad.

Ricardo Fernández Esteban ©



Estas vuelaplumas presumen de escribirse rápidas e inspirarse en lo que me rodea, aunque no os fiéis demasiado porque el poeta tiene muchas licencias, entre ellas decía Pessoa la de gran fingidor. Aquí tenéis las que he ido colgando últimamente . Os dejo con unas imágenes de felices agobios.





4 comentarios:

Marga Iriarte dijo...

Una buena reflexión. A todos nos cuesta disfrutar de lo que hacemos sin anticipar el final con fecha de calendario. Dicen que en el presente, la consciencia del segundo, encierra la sabiduría de vivir.

Jesus Pardo dijo...

Yo prefiero la formulación de "sentirse uno feliz" a la de "ser feliz", esta última me parece utópica , no así la primera... y con ello me vienen al recuerdo aquellos versos de Bartrina:

Si al ser feliz creo serlo,
sufro en mi dichoso estado,
pues me hace desgraciado,
sólo el miedo de perderlo.
Y si estoy bien sin saberlo,
pues no lo sé, no lo soy;
así mañana como hoy,
ser feliz nunca podré;
pues si lo soy, no lo sé,
y si lo sé, ya no lo soy.

Un abrazo


Ricardo Fernández dijo...

Gracias Jesús por recordarme a Bartrina, habrá que dedicarle una entrada.
Para ser precisos, en el último verso de la espinela de la versión que has colgado hay una sílaba de más:
Yo he encontrado otra versión sin "y":
"si lo sé... ya no lo soy" pero le quita fuerza al final.
Por eso, remendando a Bartrina (y espero que no me lance un rayo celestial o infernal) diría:
"...pues si lo soy, no lo sé,
y si lo sé, no lo soy"
Un abrazo

Lumy Quint dijo...

Me gusta este examen de conciencia, este poema que nos traes. Debo volver a leerlo porque ha sido una lectura rápida, pero debo ir a trabajar por placer, por amor al arte que se dice, porqué me gusto digo yo.
al igual que escribir un poema cada semana al menos. Un beso, compañero.