viernes, 7 de febrero de 2025

Lola Irún

Lora Irún nació en Barcelona, es filóloga y poeta y viene a este blog a consecuencia de su último libro Cabaña mínima / Cabañas escritas. Libro que se lee y se disfruta del derecho (poemas sobre el vuelo de los pájaros, el cuerpo, el amor, las casas de la vida, árboles y nichos vacíos) y del revés (textos en prosa sobre esas cabañas y los personajes que las habitan), ya que se puede leer abriéndolo por delante y por detrás. Es un libro muy bien editado que precisa de una lenta lectura y varias relecturas, para extraer toda su riqueza poética y los detalles sobre los personajes citados, sus libros y las casas que habitaron.

Dice Jesús Aguado en el prólogo: Lola Irún hace habitable el mundo, lo cobija y pone a salvo, y es una gran arquitecta (…) Para hacer habitable el mundo, primero lo sobrevuela (…) Escribe con el cuerpo; no hay verso suyo que no haya brotado del cuerpo ni se dirija al cuerpo (…) Las casas. Una para cada cual. Imposible no sentirse interpelado o invitado por alguna de ellas (…) un inventario de los modos de ser y estar en el mundo.


GANÍMEDES

Te lo ruego: no me mires así.

No endulces tus palabras,

Ni caminen tus ojos ni caminen
tus ojos por mis pechos.
Ni derrames tus labios como copas de vino
en un mantel de seda adamascada.

No sonrías, no juegues a tenerme.

Me da miedo que Júpiter codicie
(licuando su deseo imaginario)
la vendimia en tu rostro.
Y que tus garras de águila
capturen el feraz torso convulso,
el néctar de tu boca.

Que no te rapten, no, bello Ganímedes.

Huyamos enseguida a la maleza
de un barranco perdido,
al baño de un café,
al vestidor de una tienda de ropa,
a la zona industrial de los suburbios.

Subamos
a un ascensor en marcha
y atascado
en la alarma temprana de tu cuerpo.

Fuguémonos por dios a nuestra casa.

Lola Irún
de Cabaña mínima (2024). El cuerpo, el amor


Este poema quedó finalista en 2024 en el Premio de Poesía Lorenzo Gomis de la Revista El Ciervo. 

Respecto al texto, solo decir que lo encuentro muy bello, que juega con las referencias mitológicas para evitar el rapto de Ganímedes con la dosis justa de erotismo. Para ayudaros en las referencias mitológicas, en este enlace a Wikipedia podréis acceder a un artículo sobre el mito de Ganímedes.

Respecto a la forma del poema, su estructura métrica es una silva blanca de impares sin asonancias, en que autora muestra su dominio del ritmo sin que este la encadene. En el poema hay endecasílabos binarios, heptasílabos, un alejandrino y dos versos cortos de enlace en la penúltima estrofa. Os indico unos versos sobre los que reflexionar acerca del ritmo:

Te lo ruego: no me mires así. 

Este verso recitado de corrido sería un endecasílabo ternario (3.7.10), pero no se nota el cambio de ritmo respecto a los otros binarios de arte mayor, por ser el verso inicial, seguido de un heptasílabo, o también porque puede recitarse con una parada fónica tras los dos puntos que lo convierte en un (4+7).

capturen el feraz torso convulso, (...)

Que no te rapten, no, bello Ganímedes.

Estos dos versos recitados cada uno de corrido son endecasílabos con tonificación en 6ª y 7ª sílaba, lo que yo llamo "heroicos tensos" que requieren una breve parada fónica entre dichas sílabas o una más larga que los convierta en dodecasílabos 7+5, ambas soluciones son buenas para mantener el ritmo y quedan, para mí, a criterio del lector.

al vestidor de una tienda de ropa,        11(4.7.10)
a la zona industrial de los suburbios.    11(3.6.10)

Leídos de corrido el primero parece un endecasílabo ternario y el segundo un melódico, que en teoría no combinan muy bien, pero con dos leves paradas fónicas tras vestidor e industrial se convierten en dodecasílabos (5+7) y (7+5) de muy buena consonancia rítmica con el resto.

Aquí tendríamos que pedir a la autora un audio sobre cómo los recita ella, ya que me consta que recita muy bien tras haberla escuchado en el Racó poètic que organiza 
Francisco Javier Solé Ribas. En cualquier caso no se rompe el buen y variado ritmo de este poema en que el fondo y la forma (texto y ritmo) suman como ocurre en los buenos poemas.

En resumen, respecto a la estructura rítmica, se trata de unos versos blancos de longitudes silábicas impares (los versos o sus hemistiquios) que mantienen un buen ritmo armónico variado y en que la autora ha cuidado que no existan asonancias que perturben la ausencia de rimas del poema.

Os copio unos haikús de este libro, de su apartado "Y casas simultáneas, sucesivas"

CASA GIRATORIA (Paul Klee, 1921)

Sin perspectiva,
las ventabas son astas
de tres molinos.

Caligrafía,
colores musicales,
arte moderno.

Las conexiones
cine, pintura y verso
nos emocionan.

Trazos de niños,
la humana geografía:
una metáfora.

No reproduce
el arte lo visible,
lo hace visible.

La poesía,
imágenes y espacios,
charcos y ranas.

Lola Irún
de Cabaña mínima (2024).Y casas simultáneas, sucesivas.

Aquí tenéis el cuadro de Paul Klee en que se inspira esta écfrasis.



Os dejo un vídeo poético de este libro “ Cabaña mínima/ Cabañas escritas”, producido por María Ángeles Diemand-Hartz. Y aquí tenéis acceso al libro Cabaña mínima / Cabañas escritas


Lola Irún ha participado, además, en varias antologías, en el libro artístico Entremés (2022) y ha publicado otros dos libros de poemas: Habitar la incertidumbre (2018), Sombras fugitivas (2021). Os dejo dos poemas de esos libros:


HABITAR LA INCERTIDUMBRE

En lo esencial merece la pena indagar. Sandor Marai

La humildad camina lentamente,
te espía sigilosa en las derrotas.
Una noche de Reyes, Guillem duerme,
la soledad desploma las piezas de cubierta,
no se izan las velas de aquel barco pirata.

La sombra anónima del sauce
devuelve el agua mis secretos.
El destino es un espejo íntimo
lo que puede decirse con el eco.

Hasta llegar al silencio,
la certidumbre declina en la memoria.

Me acerco a lo sutil, la leve esencia,
una gruta invisible se alberga en mis maletas,
y un asombro juvenil despunta al alba.

Entre las ramas desnudas,
el cielo sopla una leve certeza,
el verde despertar, las hojas nuevas.

Lola Irún (de Habitar la incertidumbre, 2018)


DERIVA

Tu vida la sostiene, / si acaso esta extrañeza. José Corredor-Matheos

Desde un anhelo frágil
andamos en busca 
del saber
con los ojos de asombro 
de la niña 
que aún no ha visto el mar.

A media travesía
el océano se vuelve inabordable.

Expertos nadadores repiten la deriva.

La ceguera los sume en el naufragio
si olvidan que los brazos 
que los brazos no bastan
para surcar el todo que no
que no puede alcanzarse.

En días venideros
el mar esquivará oleajes vanos.

Sin apenas deseos, pensamientos,

tal vez la soledad
y un gozo ya callado
hallen la indetenible quietud

la ventura del ser

en la ignorancia.

Lola Irún (de Sombras fugitivas, 2021)






Nota sobre metros y ritmos poéticos: Si os interesa profundizar en las estructuras métricas esbozadas en el primer poema que he copiado, podéis consultar alguno de los buenos manuales que existen en el mercado. Los conocimientos de métrica facilitan la escritura de poemas, aunque el autor quiera ser versolibrista, por aquello de que "hasta para saltarse las normas hay que conocerlas previamente, si no queremos que el salto sea al vacío". Además, también facilitan una buena lectura de los poemas, descubriendo esa armonía de los versos que los distinguen de la prosa. Yo, como autor, os recomiendo mi tratado "Métrica poética del idioma español"; en el enlace anterior os explico de qué va y lo podéis encontrar en Amazon, ya me diréis si os parece interesante y os ha ayudado.




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