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sábado, 11 de enero de 2014

Enrique Díez-Canedo. A media voz.

A Enrique Díez-Canedo (Badajoz, 1879 - Cuernavaca, Méjico, 1944) intelectual, traductor, crítico y diplomático, se le suele catalogar como poeta postmodernista sobre todo en su primera época. Según Federico de Onís responde a un modernismo refrenado que se abre a tendencias reactivas a la propia retórica modernista: la sencillez expresiva, la tradición clásica, el romanticismo, el prosaísmo de lo urbano o la ironía sentimental. Quizá sea mejor dejar etiquetas y teoría, y disfrutar simplemente de su poesía.



















A MEDIA VOZ

Para que suavemente vibren en tus oídos
quiero rimar mis versos con asonancias sordas;
buscar semivelados acordes y pianísimos,
desnudar las ideas, enrarecer las formas;

sutilizarlas tanto que, tenues, las palabras
transparentes se tornen como velos nupciales
si conseguir no pueden la limpidez del agua; 
como el agua, si no pueden ser como aire.

Y entrecortarlas con silencios prolongados
para saborear todo su encanto íntimo:
silencios clamorosos, que serán como espacios
llenos por las miradas de puntos suspensivos.

Así podré quizá decirte mis eternas
ansias de ti, mis hondas ternuras inefables,
sin diluirlas en las palabras pequeñas;
conseguir que a tu alma desde la mía pasen

como pasa esta música de no sé qué piano
que a nosotros, lejana, viene de no sé dónde,
perdida... Nos parece que, oyéndola, escuchamos
el latir del inmenso corazón de la noche...

La sombra del ensueño (1910). Enrique Díez-Cañedo

Tres conocidos poemas suyos . Y si queréis profundizar sobre su obra esta es una tesis doctoral de Elda Pérez Zorrilla . 

sábado, 4 de enero de 2014

Dámaso Alonso


Dámaso Alonso (Madrid, 1898 - 1990), fue crítico literario, antólogo, editor, traductor, filólogo, director de la R.A.E, y uno de los grandes poetas de la generación del 27. Su poesía pervive, lo que es el mejor índice su calidad.


EN LA SOMBRA


Sí: tú me buscas.

A veces en la noche yo te siento a mi lado,
que me acechas,
que me quieres palpar,
y el alma se me agita con el terror y el sueño,
como una cabritilla, amarrada a una estaca,
que ha sentido la onda sigilosa del tigre
y el fallido zarpazo que no incendió la carne,
que se extinguió en el aire oscuro.

Sí: tú me buscas.

Tú me oteas, escucho tu jadear caliente,
tu revolver de bestia que se hiere en los troncos,
siento en la sombra
tu inmensa mole blanca, sin ojos, que voltea
igual que un iceberg que sin rumor se invierte en el
agua salobre.

Sí: me buscas.
Torpemente, furiosamente lleno de amor me buscas.

No me digas que no. No, no me digas
que soy náufrago solo
como esos que de súbito han visto las tinieblas
rasgadas por la brasa de luz de un gran navío,
y el corazón les puja de gozo y de esperanza.
Pero el resuello enorme
pasó, rozó lentísimo, y se alejó en la noche,
indiferente y sordo.

Dime, di que me buscas.
Tengo miedo de ser náufrago solitario,
miedo de que me ignores
como al náufrago ignoran los vientos que le baten,
las nebulosas últimas, que, sin ver, le contemplan.


Dámaso Alonso ©


Dámaso, fue también un buen sonetista y aquí tenéis una muestra:

ORACIÓN POR LA BELLEZA DE UNA MUCHACHA

Tú le diste esa ardiente simetría
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu día;


esos bultos de nieve, que bullía
al soliviar del lino la tersura,
y, prodigios de exacta arquitectura,
dos columnas que cantan tu armonía.


Ay, tú, Señor, le diste esa ladera
que en un álabe dulce se derrama,
miel secreta en el humo entredorado.


¿A qué tu poderosa mano espera?
Mortal belleza eternidad reclama.
¡Dale la eternidad que le has negado!


Dámaso Alonso ©

En esta entrada de Cervantes Virtual encontraréis su biografía y bibliografía, y en A media voz una selección de sus poemas. 

sábado, 7 de diciembre de 2013

Blas de Otero. A la inmensa mayoría

Blas de Otero (Bilbao 1916, Madrid, Mahadahonda, 1979) fue uno de los principales representantes de la poesía existencial y social de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. En esta entrada recordaremos uno de sus poemas A la inmensa mayoría, oiremos a Paco Ibáñez cantando su Pido la paz y la palabra y a Alberti recitándole un poema.


A LA INMENSA MAYORÍA

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.

Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.

Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.

¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.

Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad.  Bilbao, a once
de abril, cincuenta y tantos. Blas de Otero.
Pido la paz y la palabra (1955). Blas de Otero

Los versos endecasílabos de este poema riman alternativamente en asonante en (o-e) y (e-o). La distinta fuerza de las asonancias, desde la "cuasi consonancia" a la "asonancia muy leve", es un tema prácticamente no estudiado en los tratados de métrica. En "Métrica poética del idioma español" analizo este poema y no encuentro ninguna "cuasi consonancia" y solo una "asonancia fuerte" entre "muerto" y "viento", lo que creo que tiene que ver con el cuidado del autor en que el poema fuese de leve asonancia.


En este vídeo podréis escuchar un concierto que ofrecieron en 1992 Paco Ibáñez y Rafael Alberti cantado y recitando a poetas (Lorca, Machado, Rubén Darío, Miguel Hernández, etc.). En en minuto 29:25 Alberti recita su A Blas de Otero y en 30:14 Paco Ibáñez canta Me queda la palabra de Blas de Otero



Como supongo que os sabe a poco, aquí tenéis el enlace a la otra parte de ese memorable concierto (Manrique, Góngora, Quevedo, etc.)



Os dejo con un enlace a Materiales de Literatura, donde encontraéis una antología de Blas de Otero 

sábado, 23 de noviembre de 2013

Julio Herrera y Reissing. Fiat Lux.

Julio Herrera y Reissing (Montevideo 1875 - 1910) un poeta que evolucionó desde el romanticismo a la vanguardia modernista. En el lenguaje de sus sonetos se observa la huella del paso del tiempo, pero eso puede ser un atractivo que nos ayuda a descubrir cómo era esa época y nos permite analizar la buena producción poética de hace un siglo.
















FIAT LUX

Sobre el rojo diván de seda intacta,
con dibujos de exótica gramínea,
jadeaba entre mis brazos tu virgínea
y exangüe humanidad de curva abstracta...

Miró el felino con sinuosa línea
de opalo; y en la noche estupefacta,
desde el jardín, la Venus curvilínea
manifestaba su esbeltez compacta.

Ante el alba, que izó nimbos grosellas,
ajáronse las últimas estrellas...
El Cristo de tu lecho estaba mudo.

Y como un huevo, entre el plumón de armiño
que un cisne fecundara, tu desnudo
seno brotó del virginal corpiño...

Julio Herrera y Reissing

En este enlace del portal A media voz podéis encontrar una selección de sus poemas (sobre todo sonetos).   Si queréis información completa sobre su vida y obras os recomiendo el enlace a su página en Cervantes Virtual y aquí os podréis descargar un facsímil de su libro "La vida y otros poemas" de 1913.


sábado, 28 de septiembre de 2013

Emilio Prados. Posesión luminosa y Canción

Emilio Prados (Málaga 1899, Méjico 1962) es un poeta adscrito a la generación del 27, que comenzó su andadura poética en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Prados participó activamente en las actividades literarias de los años 20 y 30 del pasado siglo y tuvo que exilarse al final de la guerra civil. Pero para presentarlo es mejor dejar que nos hable un poema suyo:







  






POSESIÓN LUMINOSA

Igual que este viento, quiero
figura de mi calor
ser y, despacio, entrar
donde descanse tu cuerpo
del verano; irme acercando
hasta él sin que me vea;
llegar, como un pulso abierto
latiendo en el aire: ser
figura del pensamiento
mío de ti, en su presencia;
abierta carne del viento,
estancia de amor en alma.
Tú -blando marfil de sueño,
nieve de carne, quietud
de palma, luna en silencio-,
sentada, dormida en medio
de tu cuarto. Y yo ir entrando
igual que un agua serena,
inundarte todo el cuerpo
hasta cubrirte y, entero
quedarme ya así por dentro,
como el aire en un farol,
viéndose temblar, luciendo,
brillar en medio de mí,
encendiéndose en mi cuerpo,
iluminando mi carne
toda ya carne de viento.

Emilio Prados. Cuerpo perseguido (1927-8)

Os cuento como llegué a leer este poema. Hojeando el libro de Ángel González El grupo poético del 27 vi que le faltaban unas páginas arrancadas, en la parte dedicada a Prados, esto me intrigó e inquietó porque cuando alguien tiene que robar poemas debe de ser por algo muy importante. El poema que os he reproducido anteriormente es uno de los desaparecidos, los otros los estoy buscando.

En este enlace de Poetas Andaluces tenéis más información del poeta y una antología suya. Y en este otro de Literaria  mucho de la generación del 27.


Y os dejo con una canción del poeta:

No es lo que está roto, no,
el agua que el vaso tiene:
lo que está roto es el vaso
y, el agua, al suelo se vierte.

No es lo que está roto, no
la luz que sujeta al día:
lo que está roto es el tiempo
y en la sombra se desliza.

No es lo que está roto, no
la sangre que te levanta:
lo que está roto es tu cuerpo
y en el sueño te derramas.

No es lo que está roto, no,
la caja del pensamiento:
lo que está roto es la idea
que la lleva a lo soberbio.

No es lo que está roto Dios,
ni el campo que Él ha creado:
lo que está roto es el hombre
que no ve a Dios en su campo.

Emilio Prados

sábado, 25 de mayo de 2013

Pedro Muñoz Seca. La venganza de Don Mendo

Pedro Muñoz Seca (1879-1936), el máximo exponente de la astracanada, que busca la comicidad desfigurando el lenguaje natural y usando el ripio. Su obra más famosa es La venganza de Don Mendo (1918) sátira del teatro histórico modernista, el drama romántico y las comedias de honor. La crítica intelectual le fue adversa, pero no el fervor del público. Esto no es POESÍA con mayúsculas, pero es ocurrente y divertido. Caben muchas cosas bajo el manto poético siempre que no engañen; y esto no engaña a nadie, es puro ripio en busca de la risa y la complicidad de quien lo lee o lo escucha.



















Y para muestra unos botones. El primero de la escena en que Magdalena ya está preparando la encerrona a Mendo que sigue en la higuera:

MENDO:

– El Barón
de Vedia, un aragonés

antipático y zumbón
que está en casa del Marqués
de huésped o de gorrón.
Hablamos... ¿Y vos qué haceis?
Aburrirme... Y el de Vedia
dijo: No os aburriréis;
os propongo, si queréis,
jugar a las siete y media.

MAGDALENA:
– ¿Y por qué marcó esa hora
tan rara? Pudo ser luego...

MENDO:
– Es que tu inocencia ignora
que a más de una hora, señora,
las siete media es un juego.

MAGDALENA:
– ¿Un juego?

MENDO:
– Y un juego vil
que no hay que jugarlo a ciegas,
pues juegas cien veces, mil,
y de las mil, ves febril
que o te pasas o no llegas.
Y el no llegar da dolor,
pues indica que mal tasas
y eres del otro deudor.
Mas ¡ay de ti si te pasas!
¡Si te pasas es peor!



Y este otro de cuando encerrado en el torreón ya está al cabo de la calle de la traición, pero no sabe como compaginar los juramentos que ha efectuado.

MENDO: (D. Mendo alicaidísimo)

– Primero me arranco la vida.
¿Voy a verla! Sí. ¿Qué incoa
mi espíritu? Lo que incoe
ya mi cerebro corroe.
¿Mas qué importa que corroa?
¡Aspid que en mi pecho roe,
prosigue tu insana roa
que aunque soy digno de loa
no he de ser yo quien se loe!
¡Fuerzas, cielos, porque al vella
querré matalla y mordella
y eso sería delatalla!
¡Juro a Dios que he de miralla
y escuchalla sin vendella!
Mas si juré no perdella
también vengarme juré
en la infausta noche aquella.
Y he de vengarme; sí, a fe.
¿Mas qué haré, qué intentaré?
¿Cómo vengarme podré
si lo que juré, sé que
lacra mi boca y la sella?
¡Cómo, ¡ay Dios!, compaginallo
si este desengaño, ¡ah!,
no puede dejarme ya
ni tiempo para pensallo?...
(Saca el puñal, lo besa y lo contempla con arrobo.)


¡Puñal de puño de aluño!...
¡Puñal de bruñido acero,
orgullo del puñalero
que te forjó y te dio bruño!...
Puñal que en mi mano empuño,
en cuyos finos estríes
hay escritas con rubíes
dos frases a cual más bella:
«Si hay que luchar, no te enfríes.
Si hay que matar... descabella.»
Tú con tu lengua me llamas
y deshaces mi congoja,
pues teniendo yo tu hoja
no he de andarme por las ramas.
Penetra, puñal, en mí,
llega pronto al corazón
y a quien te pregunte, di
que a pesar de su traición
adorándola morí. (Ocultando el puñal al ver que se abre la puerta.)
¡Mas ya llegan: maldición!
¡Qué lindo tiempo perdí!


fragmentos de La venganza de Don Mendo, de Pedro Muñoz Seca


Aquí dejo un enlace para descargar el texto completo de la obra ; un video de la representación teatral encabezada por José Sazatornil; y unos extractos de Fernando Fernán Gómez y de Toni Leblanc 










sábado, 27 de abril de 2013

Luis Cernuda. Donde habite el olvido

Luis Cernuda (Sevilla, 1902; Méjico D.F., 1963) es uno de los grandes poetas de la generación del 27 marcado por un doble exilio; el interior por su condición de homosexual, difícil en esa época, y el físico-político desde 1938 hasta su muerte. La conciencia de su aislamiento le llevo a decir que se veía como un naipe cuya baraja se ha perdido.


Este es el poema inicial de Donde habite el olvido, título tomado de una rima de Bécquer, a su vez inspirada en un soneto de Garcilaso. Así la poesía, como los templos, se va construyendo sobre otros anteriores.

DONDE HABITE EL OLVIDO...

Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;

donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
disuelto en niebla, ausencia,
ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
donde habite el olvido.

Luis Cernuda. Donde habite el olvido (1935)


En el prólogo del libro, el poeta indica: ¿Qué queda de las alegrías y penas del amor cuando éste desaparece? Nada o peor que nada; queda el recuerdo de un olvido... De ahí esta aniquilación, desaparición y silencio para desprenderse del dolor y de la desesperación del recuerdo, donde el deseo no exista. Aquí os dejo una grabación del poema, supuestamente en la voz de Cernuda. 



Y para compensar ...donde el deseo no exista, un poema suyo titulado Deseo

DESEO

Por el campo tranquilo de septiembre,
del álamo amarillo alguna hoja,
como una estrella rota,
girando al suelo viene.

Si así el alma inconsciente,
Señor de las estrellas y las hojas,
fuese, encendida sombra,
de la vida a la muerte.

Luis Cernuda


Como en otras ocasiones, os recomiendo la web A media voz para acceder a una recopilación de sus poemas  



sábado, 16 de febrero de 2013

Concha Méndez

Concha Méndez (Madrid, 1898 - Méjico D.F., 1986) pertenece a la generación del 27. Quizá por ser mujer, no es tan conocida como sus compañeros, pero tiene una amplia y buena bibliografía y fue  dinamizadora de ese grupo poético. Amiga de todos ellos, fue novia de Alberti y se casó con Altolaguirre, con quien se exilió primero en Europa y luego en América. 



SALGO A LA CALLE Y VOY EN ASCUA VIVA...

Salgo a lacalle y voy en ascua viva,
o voy temblando porque el mundo es triste.
Y vuelvo de la calle y entro en casa
y el mundo sigue triste sin remedio.
Y no es que falte un ángel en la estancia
que nos sonría, que nos hable al menos.
Y no es que falte un dios para las cosas,
ni ese deseo de pasar soñando
sin escuchar las quejas que en el aire
vagan por encontrar por fin el eco.

Concha Méndez. Niño y sombras, 1936


Este poemario, inspirado en la pérdida de su primer hijo, no lo publicó hasta el nacimiento en 1936 de su hija Paloma. En el poema destaca, como indica Montserrat Fernández-Bujarrabal, la universalización del sentimiento personal con el cambio del yo al nosotros, la sencillez de los símbolos y las figuras de repetición para resaltar la continuidad de la tristeza vital.


TODO, MENOS VENIR PARA ACABARSE...

Todo, menos venir para acabarse.
Mejor rayo de luz que nunca cesa;
o gota de agua que se sube al cielo
y se devuelve al mar en las tormentas.

O ser aire que corra los espacios
en forma de huracán, o brisa fresca.
¡Todo, menos venir para acabarse,
como se acaba, al fin, nuestra existencia!

Concha Méndez.



Sus 60 años de poesía, en los que recorre numerosos estilos están recogidos en la antología Poemas 1926-1986, preparada por el profesor James Valender. En el portal "A media voz" podréis encontrar más poemas de la autora. Si queréis profundizar en su obra, podéis leer un breve artículo de Juan María Calle Concha Méndez, la seducción de una escritora en la modernidad literaria  y una tesis doctoral de Begoña Martínez Trufero sobre La construcción identitaria de una poeta del 27: Concha Méndez



Adenda de marzo de 2019: En este enlace podréis acceder a un audio de "Poesía recitada" donde Concha Gómez recita poemas de Concha Méndez poniendo voz a la palabra. La poesía nació oral, y sigue siendo en esa expresión donde mejor se realiza.


sábado, 5 de enero de 2013

Vicente Aleixandre. Adolescencia. El poeta se acuerda de su vida.

Vicente Aleixandre (Sevilla 1898, Madrid 1984) es uno de nuestros grandes poetas de la generación del 27, al que se le concedió el Premio Nobel de literatura en 1977. He escogido un poema de juventud de su primer poemario Ámbito que trata de la adolescencia y otro de uno sus los últimos, Poemas de la consumación, que trata de la vejez. En ellos podemos comprobar como el poeta está cercano a la época vital que le inspiró.


ADOLESCENCIA

Vinieras y te fueras dulcemente,
de otro camino
a otro camino. Verte,
y ya otra vez no verte.
Pasar por un puente a otro puente.
-El pie breve,
la luz vencida alegre-.

Muchacho que sería yo mirando
aguas abajo la corriente,
y en el espejo tu pasaje
fluir, desvanecerse.


Vicente Aleixandre. Ámbito (1928)
 

EL POETA SE ACUERDA DE SU VIDA
                                          Vivir, dormir, morir: soñar acaso (Hamlet)
Perdonadme: he dormido.
Y dormir no es vivir. Paz a los hombres.
Vivir no es suspirar o presentir palabras que aún nos vivan.
¿Vivir en ellas? Las palabras mueren.
Bellas son al sonar, mas nunca duran.
Así esta noche clara. Ayer cuando la aurora
o cuando el día cumplido estira el rayo
final, ya en tu rostro acaso.
Con tu pincel de luz cierra tus ojos.
Duerme.
La noche es larga, pero ya ha pasado.
Vicente Aleixandre. Poemas de la consumación (1965)


En este enlace encontraréis una completa selección de sus poemas   y si queréis profundizar os recomiento sus Poesías Completas  editadas por el mejor experto en su obra, Ajejandro Duque Amusco, también excelente poeta al que le dedique una entrada en este blogPor último os dejo un enlace su página en Cervantes virtual





domingo, 18 de noviembre de 2012

Rafael Alberti. Lo que dejé por ti. Ángel desconocido

Rafael Alberti (Puerto de Santa María, Cádiz, 1902-99) es uno de los grandes poetas del siglo XX. Su poesía supera su adscripción a una generación concreta, en su caso la del 27 que es cuando se dió a conocer, por los diferentes estilos que cultivó a lo largo de su dilatada vida que se han clasificado como Populista, Gongorino, Surrealista, Político y Nostálgico.


Este soneto que os reproduzco pertenece a su madurez, y es de su época nostágica del exilio, unos años antes de regresar por fin a España:

LO QUE DEJÉ POR TI

Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío,
dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.


Roma, peligro para navegantes, 1968. Rafael Alberti



La generación del 27. Alberti es el primero por la izquierda.

La época surrealista de Alberti es una de sus cimas poéticas, y considero que su poemario Sobre los ángelesPoeta en Nueva York de Lorca, son los máximos exponentes de esta vanguardia en castellano. Os dejo una crítica del Centro Virtual Cervantes   y un poema:

EL ÁNGEL DESCONOCIDO

¡Nostalgia de los arcángeles!
Yo era...
Miradme.
Vestido como en el mundo,
ya no se me ven las alas.
Nadie sabe como fui.
No me conocen.

Por las calles, ¿quién se acuerda?
Zapatos son mis sandalias.
Mi túnica, pantalones
y chaqueta inglesa.

Dime quién soy.

Y, sin embargo, yo era...
Miradme.


Sobre los ángeles, 1928. Rafael Alberti


Además, también fue un buen pintor y a quienes os gusten ambas artes os recomiendo su poemario A la pintura. Para  información general sobre el autor podéis ir a su fundación   y para una antología de poemas a A media voz .


Por último, pero no menos importante, aquí lo tenéis interpretando a sus 90 años A galopar al alimón con Paco Ibañez  y a Serrat cantando La paloma  





sábado, 13 de octubre de 2012

Federico García Lorca: El poeta pide a su amor que le escriba (Sonetos del amor oscuro)

Federico García Lorca (Granada 1898-1936) no precisa ninguna presentación y su poesía es sobradamente conocida. Os recuerdo este poema de su última época, perteneciente a los Sonetos del amor oscuro  (título provisional que dio a conocer Aleixandre) que no se editaron hasta bastante después de la muerte del poeta. Tras el periodo versolibrista y surrealista, cuyo mejor exponente es Poeta en Nueva York, parece que Lorca volvía a tener interés por los metros clásicos.



EL POETA PIDE A SU AMOR QUE LE ESCRIBA 

Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.

Federico García Lorca
Sonetos del amor oscuro (1935-36)



Este es un soneto de los llamados "De circunstancias" ya que parte de un hecho preciso: el poeta espera una carta que no llega, que es lo que relata el primer cuarteto.

Para entender el 2º cuarteto hay que descubrir algunas de las claves lorquianas: La sombra es la muerte y la piedra al no tener vida no la conoce; por otra parte, la luna también está asociada con la muerte. Aquí se entrecruzan la muerte y el amor, pero un corazón interior no siente y por eso no se puede enamorar.

El primer terceto supone un giro: Pero yo (sí) te sufrí, en una vivencia apasionada relatada en pasado que enfrenta animales opuestos (tigre y paloma) y sentimientos de dulzura y violencia (en duelo de mordiscos y azucenas)

El terceto final tiene un guiño de admiración a San Juan de la Cruz "la noche oscura del alma", en esa mezcla de relación mística y amorosa, y el poeta pide a su amor que se defina.

Respecto a los Sonetos del amor oscuro, en esta entrada de Wikipedia se describe su gestación, tardía publicación y las influencias de Lorca en esa última etapa de su vida.Si os interesa la biografía y bibliografía del poeta, están bien expuestas en ese apartado de su Fundación. Y para una antología de su obra poética os dirijo al portal A media voz.

Y aquí tenéis una magnífica interpretación de este poema por Miguel Poveda





Adenda de febrero de 2018: Poesía Recitada acaba de publicar los 11 sonetos del amor oscuro recitados por Marcial Romero y con un texto introductorio de Jose Manuel Iranzo. Aquí los tenéis para que los disfrutéis, porque un poema es texto, pero lo es más acompañado por la voz.

domingo, 29 de julio de 2012

Pablo Neruda. La reina

Es tanta y tan buena la poesía del chileno Pablo Neruda (Parral 1904 - Santiago 1973) que es difícil escoger. Quién no se emocionó leyendo alguno de sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada y quién no quiso escribir los versos más tristes en alguna noche de insomnio... Pero hay un poema que siempre, y no sé porque, me tiene robado el corazón: La reina de Los versos del capitán un poemario que publicó en una primera edición anónima en 1952, para no desvelar que iban dirigidos a su entonces amante y luego esposa Matilde Urrutia.


LA REINA

Yo te he nombrado reina.
Hay más altas que tú, más altas.
Hay más puras que tú, más puras.
Hay más bellas que tú, hay más bellas.
Pero tú eres la reina.
Cuando vas por las calles
nadie te reconoce.
Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira
la alfombra de oro rojo
que pisas donde pasas,
la alfombra que no existe.

Y cuando asomas
suenan todos los ríos
en mi cuerpo, sacuden
el cielo las campanas,
y un himno llena el mundo.

Sólo tú y yo,
sólo tú y yo, amor mío,
lo escuchamos.

Los versos del Capitán. Pablo Neruda



Para profundizar en la biografía, obra y estudios sobre Neruda, os he seleccionado dos enlaces muy completos. El de la Universidad de Chile  y el del Centro Virtual Cervantes

Ahora, un poco de voz, música e imagen. La Canción XX "Puedo escribir los versos más tristes..." en la palabra del poeta y la XIX "Niña morena y ágil" en una buena versión de Loquillo. Por último, Sabina e Imanol cantando Nunca que no, nunca en el último CD de Imanol Versos encendidos. 




Adenda de noviembre de 2023: Pero en este caso, como en muchos, hay que distinguir al artista de la persona y parece que Pablo Neruda fue una mala persona, o al menos últimamente se está propagando esta idea. Aquí tenéis un artículo de El Mundo donde se trata del tema. En mi opinión la obra tiene un recorrido distinto al personal, pero si la persona no ha sido ética debemos distinguir bien una cosa de la otra.

domingo, 22 de abril de 2012

Juan Ramón Jiménez, el mar y mi travesía.

En mayo de 2012, unos días después de colgar este post, inicié un viaje en velero desde Valencia hasta los confines del Egeo, en las islas griegas del Dodecaneso. Un mes redescubriendo islas a través del MediterráneoEsta entrada me sirvió para ambientar el viaje.

Juan Ramón Jiménez, uno de nuestros mejores poetas del siglo XX, trata del mar en varios de sus poemas. Adonais publicó en 1981 una antología de este tema 35 POEMAS DEL MAR que os recomiendo, aunque debe ser difícil de encontrar. Cuelgo dos poemas muy distintos, uno de su innovador Diario de un poeta recién casado y otro de sus clásicos Sonetos espirituales.

J.R. Jiménez por Sorolla
SOLEDAD

En ti estás todo, mar, y sin embargo,
¡qué sin ti estás, qué sólo,
qué lejos, siempre, de ti mismo!

Abierto en mil heridas, cada instante,
cual mi frente,
tus olas van como mis pensamientos,
y vienen, van y vienen,
besándose, apartándose,
con un eterno conocerse,
mar, y desconocerse.

Eres tú, y no lo sabes,
tu corazón te late y no lo siente...
¡Qué plenitud de soledad, mar sólo!

Diario de un poeta recien casado (1 de febrero)
Juan Ramón Jiménez

El Egeo al atardecer, cerca de Kiznos


AL MAR ANOCHECIDO

¡Si tu belleza en mí morir pudiera
como en ti, mar, se borran los colores
que el sol divino te dejó, en las flores
de luz de toda tu gentil carrera!

Mas ¡qué es la muchedumbre, pasajera
eterna, de este oleaje de dolores,
para tal resplandor de resplandores,
alba sola de toda primavera?

¡Mar, toma tú, esta tarde sola y larga,
mi corazón, y da a su sufrimiento
tu anochecer sereno y extendido!

¡Qué una vez sienta él cual tú, en la amarga
infinitud de su latir sangriento,
el color uniforme del olvido!

Sonetos Espirituales
Juan Ramón Jiménez

En el portal A media voz hay una amplia antología de sus poemas


Adenda de junio de 2022: Repaso esta entrada mientras estoy navegando por las cícladas en el centro del Egeo griego rodeado de mar y de islas. En esta pequeña bitácora os dejo algunas impresiones y poemas de mis dos últimos viajes en velero por las Cícladas.