sábado, 27 de diciembre de 2014

Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges (Buenos Aires 1899, Ginebra 1986) se sentía ante todo poeta, aunque haya sido reconocido más por su obra en otros géneros como el cuento o el ensayo breve, cosa que siempre le dolió.


Os recuerdo un poema, Fin de año, de su libro Fervor de Buenos Aires (1923).

FINAL DE AÑO

Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil.

Jorge Luis Borges.

Otro poema, este de su época de madurez, de los dos que dedicó al Ajedrez.

AJEDREZ II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo blanco y negro del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?

Jorge Luis Borges.

En este audio podéis escucharlo recitando su Poema de los dones




En A media voz hay una selección de sus poemas y por si queréis profundizar en su obra poética os dejo un enlace a un magnífico ensayo de David Viñas: Recorrido fugaz por la poesía de Borges, que de fugaz sólo tiene el título. Y aquí tenéis un completo artículo de Luciano Sáliche 120 años de Borges: 20 datos clave de su vida y de su obra.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Versos de Navidad 2014 (poco ortodoxos)

Un año más os dejo un poema de Navidad que cada vez es menos navideño y más utópico. Pero lo sea o no, ojalá esta carta a los reyes de un descreído antimonárquico tenga respuesta positiva, porque sería nuestro mejor regalo.



VERSOS DE NAVIDAD 

Ya llegaron las luces que brillan con engaño,
hay árboles raptados muriendo en cada esquina
y atruenan villancicos con mensajes falaces.
Se acerca Navidad y toca ser feliz
porque lo exige el dios que con minúscula
rige nuestro destino.

Ponle nombre, te ayudo:
Políticos partidos buscando que estas fiestas
consigan que olvidemos corruptelas sin fin.
Empresas pretendiendo que compremos regalos
cosas innecesarias, consumismo feroz
para que salgan ellos de la crisis.
Iglesias olvidando su misión celestial
—el bienestar del mundo en este mundo—
con promesas de que si tienes fe en su ley,
y eres un dócil súbdito, no hay muerte que te valga.
Y gentes como tú que admite esos mensajes
que no ve el egoísmo, o no lo quiere ver
en esos que nos venden prosperidad y paz.

¿Y yo, por qué os escribo? ¿Soy distinto,
o acaso soy lo mismo y mis mensajes
sólo son un disfraz cubierto de utopía?
¡Qué importa qué soy yo, si cambias tú!,
si empiezas a entender que Humanidad
es mucho más que pueblo,
que nación y que patria sólo son eufemismos
de no ser solidario,
que el cielo está en la tierra, que la iglesia
en vez de dar doctrina se la aplique,
que los partidos han de unir
y las empresas repartir trabajo.
Si llegas a creer que esta lista de injurias
se va a poder cambiar con “manos a la obra”,
ya cumplí mi misión, y Navidad
será más que una fecha, más que un aniversario,
más que compras, que iglesia o que una cena,
será una reflexión que cambiará el futuro.

Por eso, qué más da si soy un impostor,
un apóstol utópico o un loco,
no importa lo que soy sino lo que cambiemos.

Ricardo Fernández Esteban, 2014 ©




Un poema no es algo individual, es un proceso. Este poema está en la línea del que publiqué en la Navidad de 2012, o en la del pasado año, aunque a ese último por estar sometido al corsé de la rima le costaba más manifestarse. Que no hayamos avanzado mucho no es óbice para que no lo sigamos intentando y hagamos de estas fiestas algo más que un festejo.

Os deseo a todos, a los amigos
y a quienes sólo nos conocemos virtualmente, que disfrutéis de estas fechas con las personas que os son más cercanas, que para eso sí que sirven. También sería bueno que nos sirviesen para reflexionar.

Un fuerte abrazo.

sábado, 6 de diciembre de 2014

David Minayo. (Actualizado en 2024)

David Minayo (Madrid, 1981) es poeta y escritor. Lo conocí en 2014 en un actopoético de El Laberinto de Ariadna. Entonces solo había publicado ese año un poemario: El amor en tiempos de desguaces de coches. Luego ha publicado Soportar la noche (2015), La lluvia es un lugar donde esconderse (2018), El Berlín imposible de Hitler (2019) y "La ilusión del indulto" (2024)


Estos son los poemas inicial y final de su primer libro:

DEFINICIÓN DE POETA

Me preguntas quién soy.
Soy la pieza que no encaja.
Soy la tarde de lluvia.
Soy el momento exacto
en el que muere toda esperanza.

Me preguntas quién soy
y enmudeces.
Déjame disfrutar de los malos momentos.
Que lance yo mismo mi corazón por la ventana.
Que cambie una sonrisa
por el nudo en el estómago.
Que beba mi propia cicuta,
la desazón, el delirio, la espera.

Me preguntas quién soy
y no te miento.
Soy la escalera del patíbulo.
Soy el mango del puñal.
Soy la muerte anunciada.
El poeta que escribe estos versos
porque prefiere sufrir por ti
a ser feliz contigo.

Perdóname
por no haberte avisado.

David Minayo.


CARTA FINAL

El poeta romántico está condenado
a enamorarse profundamente
de quien más lo rechace.

Con cada verso que escriba
avanzará un peldaño

hacia su propio abismo

y su imprudente entrega.

Cuando toque fondo
se sentará a esperar
aquejado de largos dolores
pero con grandes ideas.

En realidad
el poeta romántico no busca curarse.
Su enfermedad consiste en su modo de vida.

Posdata:
Si lees esto
quiero que sepas
que mereció la pena,
que fue un hermoso suicidio
enamorarme de ti.

El amor en tiempos de desguaces de coches (2014). David Minayo


Ya que he comenzado hablando del recital en que conocí su poesía, os cuelgo un vídeo de todo el recital, en el que también interviene otro poeta, Abel Santos. Como el vídeo es largo (hora y media) os coloco un pequeño índice de alguno de los poemas que recita David.



10:00   Definición del poeta, Todas las lluvias, Recuerdo aquella vez
20:15   Tres poemas de su próximo poemario Soportar la noche
31:30   Los amantes
41:30   El amor en tiempos de desguaces de coches, El parque, Para Marcos
54:45   Carta final
1:03:10  Soliloquios
1:13:30  Cuatro consejos para escribir poesía. 


Adenda de 2020: Aquí tenéis un poema de Soportar la noche "Tu parte del trato" , y os copio otro de su último libro:

EL SILENCIO

Parece mentira
que no te des cuenta
de la forma en que sonrío
cuando estamos juntos.

El silencio
es la más arriesgada
declaración de amor.

El Berlín imposible de Hitler. David Minayo


En este enlace tenéis acceso a sus poemas colgados en su blog Singularia Tántum y aquí a un vídeo donde recita de cuando buscabas respuestas en GoogleEstas son unas reseñas de Soportar la noche y de El Berlín imposible de Hitler.




Adenda de octubre de 2024:
En enero de este año, David Minayo ha presentado "La ilusión del indulto" su poesía reunida y revisada que incorpora 28 poemas inéditos. Aquí tenéis uno de ellos:

LA MUERTE DE KLARA

Le tuve a mi lado, era una estatua temblorosa.
Un adolescente cuyo aliento deshecho
yace anquilosado en la agonía de su madre.
 
Yo lo sabía todo:
los millones de muertos y los ojos azules,
la tierra quemada y los relámpagos urgentes;
su disciplina infestada de cruces.
Pude haberlo evitado.
 
Pero yacía ante mí,
inocente aún de todos sus crímenes,
con el dolor más grande apretándole el pecho.
 
Y me di la vuelta.
Y dejé que llorase la muerte de Klara.

David Minayo. "la ilusión del indulto" (2024)

Aquí tenéis una reseña del libro en la COPE, y este es un vídeo donde Pablo Méndez de editorial Vitruvio lo presenta y el autor recita uno de sus poemas


Esta es la carátula del libro y cómo conseguirlo:



sábado, 29 de noviembre de 2014

Claudio Rodríguez

Claudio Rodríguez (Zamora 1934, Madrid 1999) es uno de los grandes poetas de la segunda mitad del pasado siglo. Es autor de una obra muy personal que se aleja de la orientación generalizada de su generación hacia la poesía social. Os dejo dos poemas, uno de su último libro, Casi una leyenda, y otro del primero Don de la ebriedad,  con el que ganó el premio Adonais, sorprendiendo por su madurez a los 19 años de edad.


LAMENTO A MARI

Casi es mejor que así llegue esta escena
porque no eres figura sino aliento.
La primavera vuelve mas no vuelve
el amor, Mari. Y menos mal que ahora
todo aparece y desaparece.
Y menos mal que voy tan de mañana
que el cuerpo no se entrega, está perdido.
¿Es lo que fue, lo que es, lo que aún espera
remordimiento, reconciliación
o desprecio o piedad? Y ya no hay celos
que den savia al amor, ni ingenuidad
que dé más libertad a la belleza.
¿Quién nos lo iba a decir? ¿Y quién sabía,
tras la delicadeza envejecida,
cuando ya sin dolor no hay ilusión,
cuando la luz herida se va a ciegas
en esta plaza nunca fugitiva
que la pureza era la pureza,
que la verdad no fue nuestra verdad?
¿Quién buscó duración? ¿Quién despedida?
Ya no hay amor y no hay desconfianza,
salvación mentirosa. Es la miseria
serena, alegre, cuando aún hace frío
de alto páramo, Mari, y luce el día
con la ceniza en lluvia, con destello
de vergüenza en tu cara y en la mía,
con sombra que maldice la desgracia.
¡Qué temprano, qué tarde, cuánto duran
esta escena, este viento, esta mañana!

Casi una leyenda, 1991. Claudio Rodríguez


En el siguiente poema de su primer libro ya demuestra su buen saber poético al encadenar endecasílabos arromanzados en (e-a) con muchos encabalgamientos, lo que hace dar vuelo al poema que se sustenta en esa estructura rítmica.

ADIÓS

Cualquier cosa valiera por mi vida
esta tarde. Cualquier cosa pequeña
si alguna hay. Martirio me es el ruido
sereno, sin escrúpulos, sin vuelta
de tu zapato bajo. ¿Qué victorias
busca el que ama? ¿Por qué son tan derechas
estas calles? Ni miro atrás ni puedo
perderte ya de vista. Esta es la tierra
del escarmiento: hasta los amigos
dan mala información. Mi boca besa
lo que muere, y lo acepta. Y la piel misma
del labio es la del viento. Adiós. Es útil
norma este suceso, dicen. Queda
tú con las cosas nuestras, tú, que puedes,
que yo me iré donde la noche quiera.

Don de la ebriedad, 1953. Libro Tercero. Claudio Rodríguez


Esta es su web, donde encontraréis amplia información sobre su bio, bibliografía (con acceso a un poema de cada libro), estudios y seminarios sobre su obra. Aquí tenéis una biografía literaria suya publicada en "Biografías y vidas". En "A media voz" encontraréis una selección de sus poemas. Si queréis profundizar en su obra os recomiendo el magnífico ensayo que le dedicó Antonio Machín Romero, Claudio Rodríguez: La época, la poesía y sus problemas (que espero aún esté disponible en existencia)


Por último, os dejo una amplia entrevista que le dedicaron en el programa Rincón literario y al poeta recitando el poema "Don de la ebriedad"





sábado, 22 de noviembre de 2014

Examen de conciencia

La falta de tiempo y los agobios no dependen del tiempo que se tiene, todos tenemos el mismo, sino de las obligaciones y de las devociones que nos buscamos. No creo que sirva de mucho hacer "exámenes de conciencia" en busca de soluciones, pero por si acaso me autoexamino y os lo escribo en verso. Ya veremos si iba en serio o solo era por hacer mano.



EXAMEN DE CONCIENCIA

Escribo a vuelapluma en un plis-plas
ante la obligación —que no la devoción—
de hacer público un verso a la semana,
De pronto, me reboto y me pregunto:
¿por qué esa prontitud?;
y es que un poema no debería escribirse
como un artículo de prensa a fecha fija.

Entonces hago examen de conciencia,
por ver si en todas mis actividades
voy igual de agobiado, cosa mala
cuando ya liberado —más por mayor que rico—
trabajas por placer, no por cobrar.
Y caigo en cuenta que es verdad, y es grave
el saltar de oca en oca sin disfrutar del juego,
sin el "dolce far niente" en que asimiles
los nuevos inputs, que desbordan mi mente.

Ante tal maremagnum, y temiendo al naufragio,
decido priorizar y autodoctrino:
"Distingue entre lo urgente y lo importante,
no es elástico el tiempo
y si te obstinas en cubrirlo con urgencias
no vas a acabar nunca lo que importa de veras".


Pero es sólo un instante, porque al pronto
vuelve el desequilibrio y soy feliz.
Bendito es el desorden y las prisas,
que para orden y calma tendré la eternidad.

Ricardo Fernández Esteban ©



Estas vuelaplumas presumen de escribirse rápidas e inspirarse en lo que me rodea, aunque no os fiéis demasiado porque el poeta tiene muchas licencias, entre ellas decía Pessoa la de gran fingidor. Aquí tenéis las que he ido colgando últimamente . Os dejo con unas imágenes de felices agobios.





sábado, 15 de noviembre de 2014

Ángel de Saavedra. Duque de Rivas

El Duque de Rivas, Angel de Saavedra (Córdoba, 1791 - Madrid, 1865), fue uno de los grandes representantes del romanticismo en España además de influyente político. Aquí trataremos de su obra poética y en especial de sus romances; aunque son más conocidos sus los históricos, he escogido éste Con once heridas mortales, porque creo que refleja bien ese espíritu romántico y lo escribió después de ser gravemente herido en 1808 en la batalla de Ontígola. Lo que haya de real en la historia habría que preguntárselo al autor o a sus biógrafos.


CON ONCE HERIDAS MORTALES

Con once heridas mortales,
hecha pedazos la espada,
el caballo sin aliento
y perdida la batalla,
manchado de sangre y polvo,
en noche oscura y nublada,
en Ontígola vencido
y deshecha mi esperanza,
casi en brazos de la muerte
el laso potro aguijaba
sobre cadáveres yertos
y armaduras destrozadas.
Y por una oculta senda
que el Cielo me deparara,
entre sustos y congojas
llegar logré a Villacañas.

La hermosísima Filena,
de mi desastre apiadada,
me ofreció su hogar, su lecho
y consuelo a mis desgracias.
Registróme las heridas,
y con manos delicadas
me limpió el polvo y la sangre
que en negro raudal manaban.
Curábame las heridas,
y mayores me las daba;
curábame las del cuerpo,
me las causaba en el alma.

Yo, no pudiendo sufrir
el fuego en que me abrasaba,
díjele; "Hermosa Filena,
basta de curarme, basta.
Más crueles son tus ojos
que las polonesas lanzas:
ellas hirieron mi cuerpo
y ellos el alma me abrasan.
Tuve contra Marte aliento
en las sangrientas batallas,
y contra el rapaz Cupido
el aliento ahora me falta.
Deja esa cura, Filena;
déjala, que más me agravas;
deja la cura del cuerpo,
atiende a curarme el alma".


Ángel de Saavedra. Duque de Rivas.


En la web de Cervantes virtual tenéis su biografía, aquí podréis acceder a sus romances históricos comentados y esta es la entrada general con numerosa información. En la web de Poetas Andaluces se puede leer una antología de su obra poética. Por si queréis profundizar, un ensayo de Javier Serrano sobre su La poesía narrativa del Duque de Rivas.

Para acabar, un vídede la primera parte de su más conocido romance histórico Un castellano leal   


sábado, 8 de noviembre de 2014

Carlos Clementson. Las olas y los años

Ya he dedicado otra entrada en este blog a Carlos Clementson (Córdoba, 1944) con ocasión de la lectura de su poemario Archipiélagos. En aquella entrada os hablaba de otro libro suyo, Las olas y los años, que sólo conocía por referencias. Por fin lo he conseguido y os dejo para comenzar ese magnífico poema, del capítulo que titula, Llega el amor cantando.

















CEDRO DE LA AUDIENCIA

Ha venido de lejos, caminando

historias, leguas, siglos, desde antiguos
poemas de la Biblia entre jardines
y desiertos por donde el camellero
sueña en frescos oasis a la tarde
y, tranquilo, el león se acerca al agua.
Sabe de amor, de guerras, de rebaños,
de hermosas siervas que hasta el río llegan,
igual que ánforas vivas, a por linfas
con que aplacar la sed del caminante.
Fue amado por los reyes y los sabios,
creció en los montes valles y retiros,
y lo bendijo Dios con su perfume
y su agreste hermosura entre los otros.
Y ahora míralo aquí, junto al semáforo
y ese tráfico atroz de la avenida
—el gas-oil asediándolo y el ruido—
con su noble apostura de otros siglos
y un sol de eternidad sobre los hombros
tan cerca de tu casa y bendiciéndote
con sus ramas solemnes como brazos,
erguido en la ciudad, como un patriarca.

Las olas y los años. Carlos Clementson




Os recomiendo la lectura de este libro para descubrir a un gran poeta, no lo suficientemente conocido. Para introduciros os dejo una reseña que publicó Francisco Basallote en su blog, y aquí tenéis al autor recitando cuatro poemas del libro, el último de ellos el que os he trascrito. El poemario ha sido reeditado por Ediciones La Palma en 2008 y su primera edición era de 1986, aunque creo que el poeta ha introducido algunos poemas nuevos.

En este vídeo el tenor Pablo García-López canta el poema Como la adelfa con música de Ramón Medina Hidalgo.




Aquí os dejo alguna información sobre la bio y bibliografía Carlos Clementson, que os completo con su último título Córdoba, ciudad de destino, publicado en 2014 que aún no consta en esa información. 

Adenda de abril de 2020: En otra entrada del blog he comentado los poemas que han dedicado al mito de Dafne: Garcilaso, Quevedo, Ramón Bascuñana y Carlos Clementson. Es interesante leer como tratan el mismo tema varios poetas.

Adenda de julio de 2024: Dante Vitoriano Locatelli me hace un excelente comentario del contexto y temática del poema "Cedro de la audiencia" en el grupo "Escritores poetas" de Facebook que os trascribo. Gracias Dante, las redes sociales literarias nacieron para esto, para interactuar y aportar información.

Contexto y Temática:

En el poema “Cedro de la Audiencia” de Carlos Clementson, incluido en su libro Las olas y los años, se presenta una meditación lírica sobre un cedro que ha atravesado el tiempo y la historia, contrastando su majestuosidad y antigüedad con el entorno urbano moderno. El poema revela una profunda reflexión sobre la permanencia y la transformación, y cómo los elementos naturales y humanos coexisten y se enfrentan a la modernidad.

Análisis del Poema:

Imágenes y Símbolos:

El Cedro: El cedro se presenta como un símbolo de permanencia y sabiduría ancestral. Su viaje desde “antiguos poemas de la Biblia” hasta el presente urbano enfatiza su resistencia y valor histórico. El cedro se convierte en un testigo silencioso de la evolución del mundo, conectando el pasado con el presente.

El Entorno Urbano: La yuxtaposición del cedro con “el semáforo” y el “tráfico atroz de la avenida” crea una imagen contrastante entre lo eterno y lo efímero. Este contraste resalta la disconformidad entre la naturaleza inmortal del cedro y el bullicio de la vida moderna.

Temas:

Permanencia vs. Modernidad: El poema explora el tema de la permanencia frente a la transformación. El cedro, con su “noble apostura de otros siglos” y “un sol de eternidad sobre los hombros,” se enfrenta a la intrusión de la modernidad representada por el tráfico y la contaminación. Este enfrentamiento resalta la resistencia de lo antiguo contra el constante cambio del entorno urbano.

Transcendencia del Tiempo: La figura del cedro sugiere una existencia que trasciende los límites del tiempo, un testimonio del pasado que aún influye en el presente. La mención de “años” y “siglos” en la primera estrofa subraya la longevidad del árbol y su papel como puente entre diferentes eras.

Estructura y Estilo:

Estructura: El poema está estructurado en una serie de estrofas que despliegan la narración del cedro desde su origen hasta su estado actual. La estructura narrativa, que incluye descripciones detalladas del pasado y el presente, ayuda a construir una imagen completa del árbol y su entorno.

Lenguaje y Tono: El lenguaje de Clementson es evocador y elegante. Usa imágenes sensoriales y referencias culturales para dar vida al cedro y su historia. El tono es reverente, reflejando el respeto por la antigüedad del cedro y la nostalgia por un pasado menos contaminado.

Impacto:

Reflexión y Conexión: El poema invita a una reflexión sobre la relación entre el pasado y el presente. Al colocar un símbolo de antigüedad en un entorno moderno, Clementson nos hace cuestionar cómo los elementos de la naturaleza y la historia siguen siendo relevantes en un mundo cambiante.

Valoración del Patrimonio: El poema también sugiere una apreciación por el patrimonio natural y cultural, destacando la importancia de reconocer y respetar las partes de nuestro pasado que aún perduran en el presente.

Conclusión: “Cedro de la Audiencia” es un poema que fusiona la reflexión sobre la inmortalidad y la fugacidad del tiempo. Carlos Clementson logra capturar la majestuosidad de un cedro antiguo y su lucha por mantenerse relevante en un mundo que avanza rápidamente. La evocación de la historia, combinada con una descripción vívida del entorno urbano, crea una obra que invita a apreciar la resistencia de lo antiguo frente a la modernidad.


sábado, 1 de noviembre de 2014

Cuando el azul del mar deja de ser camino

(Entrada actualizada en VI-20) Este poema, sobre el retiro del navegante, forma parte de un libro mío sobre el ansia de navegar y la atracción por las islas, dudando entre "el camino y el destino". Su  título es Islario de Pasiones, y aquí tenéis algunos datos más.




CUANDO EL AZUL DEL MAR DEJA DE SER CAMINO

La nave está varada en el recuerdo
del viejo navegante, jubilado en su Ítaca.
Llegó tarde al refugio, como mandan los cánones,
después de enriquecerse con mil islas holladas
burlando los embates del fiero Poseidón.


Pero, ¿de qué le vale esa riqueza
si no puede gastarla navegando?
¿De qué sirve el recuerdo para un hombre de mar,
si los vientos no silban en las jarcias
y no hay camino azul que rompa el horizonte?

Su vida es la taberna, y la memoria
pura melancolía que no tensa las velas.
Su futuro no existe, el pasado murió,
y hoy maldice al poeta que orientó su camino,
porque se ha dado cuenta que, por mucho que viajes,
es mala singladura llegar a tu destino.

Islario de pasiones. Ricardo Fernández Esteban ©



Permitidme este guiño a la Ítaca de Kavafis y la contraposición entre camino y destino. En ese famoso poema la navegación a la isla mítica es una excusa cuya consecución hay que retrasar lo máximo posible, ya que Ítaca no es un destino enriquecedor por sí mismo, sino por la experiencia acumulada en el camino. Yo, dando una vuelta de tuerca, sugiero que esas experiencias se practiquen y disfruten durante el viaje, en vez de esperar a ese retiro final en el que quizá ya sea demasiado tarde para sacarles provecho.





Aquí tenéis el libro en papel y digital a un clic en Amazon.



Si os interesan las islas griegas, mi libro "Por las islas griegas", ampliado en 2023, recoge más de 25 años y más de 70 islas visitadas, con mis anotaciones sobre mis playas, restaurantes, hoteles y otros lugares preferidos. Aquí lo podéis conseguir en Amazon; si preferís las librerías físicas, hay ejemplares en Altaïr (Gran Vía 616, Barcelona), donde también esta disponible "Islario de pasiones".



sábado, 25 de octubre de 2014

Las fábulas de Samaniego


Félix María de Samaniego (Laguardia, Álava 1745-1801) es conocido sobre todo por sus fábulas poéticas en las que suele ridiculizar los defectos humanos a través de historias de animales. Lo normal es que los temas provengan de antiguos cuentos tradicionales, lo que no debe considerarse un plagio sino una de las usuales reinterpretaciones literarias. 




Dos ejemplos de sus fábulas:


EL LEÓN ENAMORADO

Amaba un León a una Zagala hermosa;
pidiola por esposa
a su padre, pastor, urbanamente.
El hombre, temeroso, mas prudente,
le respondió: -Señor, en mi conciencia,
que la Muchacha logra conveniencia;
pero la pobrecita, acostumbrada
a no salir del prado y la majada,
entre la mansa oveja y el cordero,
recelará tal vez que seas fiero.
No obstante, bien podremos, si consientes,
cortar tus uñas y limar tus dientes,
y así verá que tiene tu grandeza
cosas de majestad, no de fiereza.

Consiente el manso León enamorado,
y el buen hombre lo deja desarmado.
Da luego su silbido,
llegan el Matalobos y Atrevido,
perros de su cabaña; de esta suerte
al indefenso León dieron la muerte.
Un cuarto apostaré a que en este instante
dice, hablando del León, algún amante,
que de la misma muerte haría gala,
con tal que se la diese la Zagala.
Deja, Fabio, al amor, déjalo luego;
mas hablo en vano, porque, siempre ciego,
no ves el desengaño,
y así te entregas a tu propio daño.

Félix María de Samaniego 


LA ZORRA Y LAS UVAS

Es voz común que, a más del mediodía,                              
en ayunas la Zorra iba cazando.                              
Halla una parra, quédase mirando                         
de la alta vid el fruto que pendía.                           
Causábale mil ansias y congojas                              
no alcanzar a las Uvas con la garra,                        
al mostrar a sus dientes la alta parra                     
negros racimos entre verdes hojas.                      
Miró, saltó y anduvo en probaduras;                    
pero vio el imposible ya de fijo.                              
Entonces fue cuando la Zorra dijo:                        
-No las quiero comer: «No están maduras».                    
No por eso te muestres impaciente,                    
si te se frustra, Fabio, algún intento.                    
Aplica bien el cuento,                   
y di: No están maduras, frescamente.  

Félix María de Samaniego 

En este enlace a Cervantes virtual tenéis amplia información sobre la vida y obra de Samaniego y sus libros de fábulas poéticas . No tan conocido como sus fábulas, también escribió un libro de poemas eróticos El Jardín de Venus, donde podéis comprobar su versatilidad en cuanto a géneros literarios.