miércoles, 25 de marzo de 2015

A Rogelio Oficialdegui, in memoriam

Ayer cayó un avión en el que viajaba un buen amigo. Estos pobres versos se enriquecen al recordarlo. A uno le gustaría poder hacer mucho más que escribir un soneto en recuerdo de quien siempre le pareció una persona ética y excelente, de quien aprendió mucho y de quien siempre quiso aprender más. A uno le gustaría ponerle alas de pájaro a ese avión. Estés donde estés, descansa en paz Rogelio.


A ROGELIO OFICIALDEGUI, IN MEMORIAM

Siempre llega la muerte tras la vida,
pero a veces nos roba de repente
sin dejarnos siquiera despedida,
desvelando lo duro del presente.

Rogelio, buen amigo, quién pudiera
ponerle alas de pájaro a ese avión,
no dejar que cruzases la frontera,
volver a oír tu voz y tu razón. 

Nos queda tu nobleza, tu bondad,
esa fina ironía, esa prestancia;
buscando mitigar la soledad,
queriendo hacer cercana la distancia.

Lo que nos queda es mucho, compañero,
el recuerdo de todo un caballero.

Ricardo Fernández Esteban


Rogelio Oficialdegui viajaba en el vuelo de Germanwigs de Barcelona a Düsseldorf el 24 de marzo de 2015. El copiloto del avión se encerró en la cabina y lo estrello deliberadamente contra las montañas de los Alpes muriendo las 150 personas que viajaban a bordo. Todos los accidentes y las muertes que conllevan son terribles, pero éste además da mucho que pensar sobre la razón y la sinrazón humana. 


Aquí (a partir de 1':38'' de este vídeo) me tenéis recitando este poema con unas palabras que nunca hubiera querido pronunciar.




viernes, 20 de marzo de 2015

XII Encuentro de Poetas en Red en Barcelona

El sábado 25 de Abril se celebrarán en Barcelona el recital y los otros actos principales del XII Encuentro de Poetas en Red, ocasión inmejorable para hacer real lo que comenzó por virtual. Éste es un poema en el que os animo a participar y luego os cuento más del acto.


ENCUENTRO DE POETAS, YA SIN RED.

Hacer real el mundo de las redes,
sentir en propia piel aquel abrazo
tantas veces escrito a pie de página.
Ponerle vida al rostro de una foto,
a la imagen de un vídeo de YouTube,
o al negro sobre blanco de un escrito
cuando los versos broten de los labios
y no de las pantallas electrónicas.

Nunca rechazo las tecnologías,
pero han de ser un puente más que un fin.
El poema nació del mundo oral
y en él encuentra su mejor albergue,
en la corta distancia que propicia
compartir sentimientos cara a cara.

Pronto fusionaremos ambos mundos.
A través de la red nos conocimos
y cerramos un círculo virtuoso,
que sigue abierto en espiral de enganche.
¡Ven con nosotros, únete al Encuentro!,
que luego será fácil proseguir
esa amistad real por red etérea.

Ricardo Fernández Esteban ©


En éste blog y en la página de Facebook del Encuentro podréis encontrar información de los actos y cómo inscribirse o asistir a los mismos. Si podéis, animaros a participar, lo virtual ha facilitado que contactásemos y compartiésemos, pero lo real consolida. Además, recordad que como digo en el poema: la poesía nació oral y en esa proximidad encuentra su mejor albergue

Os esperamos.

viernes, 13 de marzo de 2015

Gavrí Akhenazi

Gavrí Akhenazi escritor israelita nacido en Argentina (Córdoba, 1956) es una persona polifacética: Profesor de Historia, Licenciado en Ciencias de la Educación y Militar, ha participado como voluntario en numerosas misiones humanitarias sobre todo en el África subsahariana. Él, literariamente hablando, se considera prosista, pero es un buen poeta como veréis por sus textos. Además, es uno de los impulsores del portal poético Ultraversal, que ya os he comentado en otras ocasiones.


CUNEIFORME

Yo puedo estar callado entre tus ojos.
Puedo estar tan callado que no notes
mi mirada en tus manos ni mi nariz ansiosa
del oscuro cimbreo de tu pelo.

Yo puedo estar callado
inaparente como una cosa más entre tus mundos
de pan y de papel,
de olivas y salitres
que espuman los contornos de la vida.

Yo puedo arder de ojos para adentro
todos los gritos y todos los deseos,
las cosas que pospongo bajo la luna llena
como viejas monedas carcelarias
y no hablarte del hambre en la que habito.

Yo puedo posponer mi desventura
de a pie por tu camino pedregoso
y hacer del aire un canto y un pájaro y un sobre
que no contenga cartas sin suspiros.

Yo puedo no ser malo y no ser recio
y no ser sólido y ser más cristalino
mientras cierro la boca de mis fosos
para formar lagunas con tus labios.

Yo te quiero callado y desde lejos
como hijo del rumor de tierra árida.

Yo te quiero callado
y como sé
o te quiero callado como puedo
desde la libertad del viejo idioma
que se hizo con silencios sin palabras.

Un idioma de gestos cotidianos.

Gavrí Akhenazi (publicado en Ultraversal)


Para saber más de él, qué mejor que hable el autor de sí mismo en un texto suyo Contrarreflejo:

Alguna vez fui un ruiseñor de plástico o un caballo de arena. Las ruinas de un templo sin dioses ni devotos que el desierto enterró por inservible y una gota de agua que se seca encima de una piedra calcinada. Se evapora y ya está.

Así mi infancia.

Una anécdota quieta en la contratapa que alguien le arrancó al libro de la vida. Una pavesa que no tuvo pabilo. Un rato de pasión entre dos sombras que jamás se vieron en la oscuridad.

Así mi infancia.

Una dulce migración de historias no protagonizadas y un canto a la deriva dentro de un caracol roto y desde el que se escapa el sonido del mar.
Igual soy mis ganas de vivir, aferrado a mí mismo como este huérfano que soy. No me dejo morir por mi conmigo ni que me mate a plazos para ayudar a que me tengan pena. No ando de suicida suicidándome sin suicidarme nunca por si acaso no vea el resultado que mis notas póstumas causan sobre la mesa de los otros.

Me gusta lo rotundo, lo que existe, lo que mantiene siempre el mismo status de cosa que sostiene. He visto tanta muerte que me aferro desesperadamente a honrar la vida.

Así mi madurez.

Un pensador de piedra que guarda en sí el corazón de sus caballos antes de que se disgregue la voz del ruiseñor clavado en la espina del silencio.

Gavrí Akhenazi


Y, por último, este otro poema dedicado a su hija Ionit: 

La tuya, Ionit, es una belleza agazapada.
Hay algo de gamo en tu belleza y algo que tiene que ver con los rinocerontes.

Tu belleza es invulnerable en su totalidad
y pertenece a las cosas nimias
como una flor tranquila al borde de un camino que no lleva al agua.

Para mis ojos que se han puesto miopes a fuerza de torpeza
tu belleza es una ecuación que resucita el sentido de la gravedad
es una manzana mordida por la boca de un patriota hambriento
y es un relato
un relato para dormir después de oír un relato en el que el mundo
se vuelve un hecho realizable

Tu belleza no está adscripta a la comunidad de todas las bellezas.
Es absoluta y fantasmal como la noche en que se pierde el rumbo
y zumban los oídos con las voces antiguas del desierto.

Tu belleza tiene la incipiente languidez del camello
y la resistencia de las grandes historias.
Es tuya, solamente, como los grandes ritos se destinan
a la sacerdotisa predilecta.

Un demonio con el vientre roto te observa embelesado
como si recién hubiera descubierto el mundo.

Pájaros de Ionit. Gavrí Akhenazi


Éste es su blog La maldad aparente y en Amazon y Lulu podréis encontrar sus libros y poemarios. Os dejo con su precioso vídeo poético Cruz y grama



viernes, 6 de marzo de 2015

Fray Josepho

Fray Josepho es el pseudónimo de un poeta que practica magníficamente el verso satírico-político y a el que suelo recoger en el apartado de mi blog dedicado a este tipo de poemasHoy lo traigo al muro del blog con un magnífico soneto que juega con las asonancias, dedicado al crítico y catedrático Ricardo Senabre desaparecido recientemente, en el que sabe demostrarnos que quien es un buen poeta satírico también lo es elegíaco y que el buen poeta no se encasilla en ningún género.


A DON RICARDO SENABRE, IN MEMORIAM

Hay críticos de ganga y de pesebre,
de chúpate la breva y trinca el sobre,
que en esta edad del cobro (o la del cobre)
no duermen más que el sueño de la liebre.

Hay críticos de tisis y de fiebre,
de solapada pesquis y alma pobre,
que intentan que en sus fárragos zozobre
lo que el lector sagaz quizá celebre.

Hay críticos que maman de la ubre,
con el afán mezquino e insalubre
de que cualquier rival se descalabre.

Y hay críticos, también, de otro calibre.
Hoy quiero levantar mi cubalibre
por el mejor de todos: por Senabre

Fray Josepho.


Aquí están los poemas que Fray Josepho va publicando en Libertad Digital y ésta es la entrada que dedicó al maestro Senabre cuando publicó el soneto:

      Pido perdón a los lectores por no ocupar mi espacio satírico de hoy con unos versillos jocosos sobre la actualidad o las majaderías del político de turno, pero es que me he enterado, con casi un mes de retraso, de que se ha muerto Ricardo Senabre.
    Ricardo Senabre fue catedrático de Teoría de la Literarura en la universidad de Salamanca, además de crítico literario. Para mí, el mejor crítico. Sus reseñas, primero en ABC y luego en El Cultural, no tenían desperdicio. Si un libro lo recomendaba Senabre, podía uno gastarse la pasta con la tranquilidad de que no le iba a defraudar. 
      No tuve la fortuna de ser su alumno, pero amigos míos que sí lo fueron me hablaban maravillas de él. Lo pude comprobar un día que asistí a una ponencia suya en un simposio de literatura. Dio una clase tan brillante sobre Juan Ramón Jiménez, que hizo desaparecer la injusta tirria que le tenía yo hasta entonces al poeta de Moguer. Sobre la tarima, o en el estrado, era un portento. Y sus libros no desmerecían un ápice ese magisterio. Ha sido, en fin, uno de los grandes, heredero de esa magnífica tradición filológica española del siglo XX, que arranca en Menéndez Pidal y pasa por Rafael Lapesa, Dámaso Alonso, Emilio Alarcos o Lázaro Carreter, entre otros. 
      Quiero transmitir a su familia mi pesar por su muerte, y dejar aquí un soneto que le escribí hace unos años. Un soneto con aliteraciones en las rimas, como a él le gustaban. 
       Descanse en paz, maestro.

Podemos estar o no de acuerdo con el contenido ideológico de los poemas satíticos de Fray Josepho, pero hay de reconocer su maestría versificadora y su fina ironía.


Adenda de septiembre de 2021

En este enlace de Wikipedia desvelaban su identidad como la de José Aguilar Jurado
filólogo, medievalista, poeta satírico, humorista, periodista y educador español, pero ahora veo que han eliminado esa entrada, será que quiere preservar su intimidad. 

Una noticia de última hora es que parece que ha sido despedido de "Libertad digital". Habra que ver qué ha pasado y dónde lo podemos seguir leyendo.




viernes, 27 de febrero de 2015

¿Dónde habita la buena poesía?

¡Vaya pregunta que me hago! El tema trata de la cantidad de escritos que proliferan por las redes sociales disfrazados de poemas sin contenido ni continente. Pero empiezo cuestionándome si en algo tan personal como es la poesía hay baremos para calificar algo de bueno.


¿Dónde habita la buena poesía? 

Es probable que sea pretencioso
querer calificar con lo de “bueno”
algo tan personal como un poema.
Mejor, orientaré mi ansiada búsqueda
hacia aquellas "palabras en que vibro”

Entro en materia y busco por las  redes.
Pesco mucha morralla y lo peor
no son los pescaditos de bajura,
que no engañan a nadie y saben bien
con ese alegre soniquete popular.
Peores son aquellos que se venden
con “salvaje” de epíteto, como excelsas lubinas,
y ni siquiera son de "piscifacto", son de plástico
cubierto de cursilería o falsa críptica.

¿Está entonces desierto el mar poético?
Por suerte no, pero tendrás que trabajártelo.
Deja la red y pesca con la caña
cerca del arrecife donde habitan los riesgos
y los poemas crecen sin plancton de “bonito”
ni “me gustas” tatuados en las branquias.
Ponles de cebo un verso que evite el oropel
y acudirán a ti para hacerte vibrar.
Luego, déjalos libres en sus rocas,
creciendo entre mareas y galernas,
pues no nacieron para ser domesticados.

No menciones a nadie el caladero,
salvo que sea de toda confianza,
muchos irían a pescar con dinamita
o con pienso de halago complaciente.
Los poemas se han de cobrar a pulso,
para que descubramos su esplendor
donde habita la buena poesía.

Ricardo Fernández Esteban ©


A pesar de la perorata no pretendo dar doctrina, sino sólo expresar una opinión particular. ¿Quiénes somos nosotros para dar doctrina poética? Todo lo más podemos enseñar a etiquetar el alimento poético, comentar por qué algo suena musical o no, e indicar si se respetan las normas gramaticales.

Los gustos son algo personal que no tiene por qué coincidir con la normativa. Ahora bien, para saltarse la normativa es conveniente conocerla para que sea una acción consciente y, por mucho que uno se la salte, siempre suele quedar un sustrato. Se dice que: La cultura es el poso que queda cuando se olvida lo que se ha aprendido. 

Bueno pues hablando de poesía, creo que el gusto se mejora con la lectura de buenos poetas, cuyas palabras nos hagan vibrar, y siendo receptivos a los comentarios que vayan más allá del halago fácil que a nada conduce. 

Me despido con un enlace a un soneto de vena satírica sobre este tema de la crítica: La crítica es necesaria para la mejora poética.

Y ya que he hablado de normativa, de "La métrica poética", he publicado un tratado sobre el tema, "La métrica poética del idioma español", revisado y ampliado en diciembre de 2023. Como os he dicho, opino que siempre es bueno conocer los porqués del ritmo poético, porque "hasta para saltarse las normas hay que conocerlas previamente, si no queremos que el salto sea al vacío..."


viernes, 20 de febrero de 2015

Miquel Costa i Llobera. El pino de Formentor

Miquel Costa i Llobera (Pollença, 1854 - Palma de Mallorca, 1922) sacerdote y poeta que escribió en catalán, y también publicó en español y en latín. De su poema más conocido El pino de Formentor , en una península con agrestes acantilados situada en el extremo de la costa norte de Mallorca, hizo numerosas versiones. Ésta es la que publicó en castellano en su libro Líricas y hunde sus raíces en la tradición clásica.



EL PINO DE FORMENTOR (Electus ut cedri)

Hay en mi tierra un árbol que el corazón venera:
de cedro es su ramaje, de césped su verdor;
anida entre sus hojas perenne primavera,
y arrastra los turbiones que azotan la ribera,
añoso luchador.

No asoma por sus ramas la flor enamorada,
no va la fuentecilla sus plantas a besar;
mas báñase en aromas su frente consagrada,
y tiene por terreno la costa acantilada,
por fuente el hondo mar.

Al ver sobre las olas rayar la luz divina,
no escucha débil trino que al hombre da placer;
el grito oye salvaje del águila marina,
o siente el ala enorme que el vendaval domina
su copa estremecer.

Del limo de la tierra no toma vil sustento;
retuerce sus raíces en duro peñascal.
Bebe rocío y lluvias, radiosa luz y viento;
y cual viejo profeta recibe el alimento
de efluvio celestial.

¡Árbol sublime! Enseña de vida que adivino,
la inmensidad augusta domina por doquier.
Si dura le es la tierra, celeste su destino
le encanta, y aun le sirven el trueno y torbellino
de gloria y de placer.

¡Oh! sí: que cuando libres asaltan la ribera
los vientos y las olas con hórrido fragor,
entonces ríe y canta con la borrasca fiera,
y sobre rotas nubes la augusta cabellera
sacude triunfador.

¡Árbol, tu suerte envidio! Sobre la tierra impura
de un ideal sagrado la cifra en ti he de ver.
Luchar, vencer constante, mirar desde la altura,
vivir y alimentarse de cielo y de luz pura...
¡Oh vida, oh noble ser!

¡Arriba, oh alma fuerte! Desdeña el lodo inmundo,
y en las austeras cumbres arraiga con afán.
Verás al pie estrellarse las olas de este mundo,
y libres como alciones sobre ese mar profundo
tus cantos volarán.


Miquel Costa i Llobera (Líricas 1899)


Por si queréis un buen análisis de la obra y comparar la versión catalana con la castellana os enlazo el trabajo: La tradición clásica y bíblica en “El Pi de Formentor” de Rafael Ramis Barceló.

Aquí tenéis un vídeo de la versión catalana del poema cantada por María del Mar Bonet 


viernes, 13 de febrero de 2015

León Felipe

León Felipe (Tábara, Zamora 1884 - Ciudad de México 1968) otro de nuestros grandes poetas del pasado siglo. Dice Luis Alberto de Cuenca que le gusta el viento heroico e irreal que sopla en sus poemas, arrancándolos de la atmósfera cotidiana que parece reinar en ellosHe escogido un largo y conocido poema, que me gusta mucho y que en parte es un autorretrato. Si queréis leer más de su obra, os dirijo a la antología recopilada en A media voz




















¡QUÉ LÁSTIMA!

¡Qué lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan!
¡Qué lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.
¡Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
¡Qué lástima
que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
(que me contaran
viejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lástima
que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra en el puño de la espada!
Y, ¡qué lástima
que yo no tenga siquiera una espada!
Porque..., ¿qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!

Sin embargo...  en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa
en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala
muy amplia
y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.
Tiene una luz muy clara
esta sala
tan amplia
y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana
vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente a través de la ventana.
Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
¡Qué gracia
tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama ¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para
en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.
Y en una tarde muy clara,
por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja
muy blanca...
En una caja
muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella caja
tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por el cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!


León Felipe (Felipe Camino Galicia de la Rosa)


Aquí tenéis a Paco Rabal recitando magníficamente el poema en este vídeo:  


Por último, como siempre, os recomiendo acudir a la obra escrita en papel, porque no todo tiene que ser digital y un libro en las manos es una buena compañía. Por ejemplo, esta Antología poética suya publicada por Alianza Editorial. 


viernes, 6 de febrero de 2015

Lunático

Este poema quería tratar de la luna y sus relaciones etimológicas (por ejemplo con lunático), pero derivó por otros derroteros sobre las relaciones humanas, el amor y el desamor. Lo que no es nada extraño pues muchas veces, como dice el gran poeta Enrique Badosa: uno no escribe un poema, sino que el poema le escribe a uno.


LUNÁTICO QUE FUI
¿Por qué viene lunático de luna?
¿Cuánto hay de cierto que si luce llena
te puede transformar en un licántropo
que aflore en ti la fiera que hay dormida?

Lunático por ti, fui hombre lobo
o cordero pascual, si lo pedías,
mas constato que tú, como la luna,
te creces y descreces en pasiones.

Hoy toca que estés llena y todo vale,
hasta que pronto mengües y los celos
te lleven a la nueva discusión
que olvidarás, voluble, cuando crezcas.

Este fiel selenita, mi lunática,
deja de ser satélite de ti;
cansado de tus fases, el licántropo
echa el diente a las otras del astral.

Llevas razón, la fiera ha despertado
y abandona tu cárcel. De "luneo"
salgo de caza en busca de una estrella
y en vez de tibia luz encuentro un sol:

Tierno cobijo en cada amanecer
que me da rienda suelta por las noches.
"¿Lo entiendes, cielo? ¡Cómo no escoger
pasión con libertad y sin reproches!"

Ricardo Fernández Esteban ©


Pues ya veis a lo que puede llevar un poema que simplemente quería tratar de la luna, satélite con el que se relacionan muchas palabras, bastantes de ellas con sentido peyorativo. Aquí he citado: Lunático (del latín lunatĭcus): que padece locura, no continua, sino por intervalos, y Licántropo (hombre lobo): el que, según la tradición popular, se convierte en lobo las noches de plenilunio

En cambio Lunear: (en Méjico) salir de caza, pesca o paseo cuando hay luna, ya me parece mucho más atractiva, sobre todo cuando se caza a un sol que te da rienda suelta por las noches. Ya lo dijo Sabina: Peor para el sol que se mete a las siete / en la cuna del mar a roncar, / mientras un servidor / le levanta la falda a la luna. ¿Por qué será que ese círculo vicioso vuelve a llevarnos a la luna?

Respecto a la última estrofa con rima en este poema blanco de endecasílabos, salió así para rematarlo, ¿y por qué no dejarla?



Foto: Deri Cátedra


Foto: Marcos Laguna



Adenda de 2023: Este poema está incluido en mi libro "Pensando en ti y en vosotras” en que el narrador recuerda a las mujeres reales o imaginarias que han cruzado por la senda de su vida. Aquí lo podéis conseguir en Amazon en papel y en digital. Si lo adquirís, espero vuestros comentarios, la publicación de un libro ha de ser un camino compartido por autor y lector.



viernes, 30 de enero de 2015

José Cadalso. Sonetos a Filis

Poéticamente el XVIII está mal considerado, pero hay unos cuantos autores que merecen nuestro recuerdo, entre ellos José Cadalso y Vázquez de Andrade (Cádiz, 1741-82). Cadalso, se educó en varios países europeos, fue militar además de ilustrado literato y tuvo una vida bastante azarosa. Se le conoce más por sus obras literarias como Cartas Marruecas o Noches lúgrubes, pero como es habitual aquí lo trataremos como poeta.




















DOS SONETOS A FILIS (*)

Todo lo muda el tiempo, Filis mía,
todo cede al rigor de sus guadañas;
ya transforma los valles en montañas,
y pone un campo donde un mar había.

Él muda en noche opaca el claro día,
en fábulas pueriles las hazañas,
alcázares soberbios las cabañas,
y el juvenil ardor en vejez fría.

Doma el tiempo al caballo desbocado,
detiene al mar y al viento enfurecido,
postra al león y rinde al bravo toro.

Solo una cosa al tiempo denodado
ni cederá, ni cede, ni ha cedido,
y es el constante amor con que te adoro.

José Cadalso


Pierde tras el laurel su noble aliento
el héroe joven en la atroz milicia;
sepúltase en el mar por su avaricia
el necio, que engañaron mar y viento.

Hace prisión su lúgubre aposento
el sabio por saber; y por codicia
el que al duro metal de la malicia
fió su corazón y su contento.

Por su cosecha sufre el sol ardiente
el labrador, y pasa noche y día
el cazador de su familia ausente.

Yo también llevaré con alegría
cuantos sustos el orbe me presente,
solo por agradarte, Filis mía.

José Cadalso

(*) Bajo el seudónimo de Filis, Cadalso encubría el nombre de la actriz Mª Ignacia Ibáñez con la que mantuvo amores.


En la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes podéis encontrar abundante informacíón sobre su vida y obra; y en el portal A media voz una antología de su obra poética

Por último, si os interesa la poesía de esa época, os recomiendo Poesía española del siglo XVIII, en edición de Rogelio Reyes y publicada por Cátedra.