Este poema trata de lo difícil que es la crítica objetiva y más si es crítica poética. Primero, porque la hace una persona subjetiva; segundo, la poética no es una ciencia exacta como la aritmética; y tercero, porque por desgracia suele afectar la afinidad, o no, entre criticado y crítico. No busquéis acritud en estas reflexiones, sino el deseo de que razonásemos las críticas desde la subjetividad que nos hace individuos. Ah!, y esto lo mismo o más para el halago fácil.
DE LOS HUECOS HALAGOS Y LAS PERVERSAS CRÍTICAS
A uno, que ya es mayor, no lo doblegan
ni los huecos halagos, ni las perversas críticas.
Respecto a los halagos,
bienvenidos si explican el porqué,
bienvenidos si explican el porqué,
porque si no,
sólo son de ego-engorde personal
y en este caso el régimen es algo imprescindible
para marcar buen músculo poético.
Y si hablamos de críticas,
también que se razonen y, además, que construyan
indicando cimientos que sustenten
y buenos materiales que cubran desperfectos.
Derruir es muy fácil, ya veis el “yijadismo”
que niega la razón a martillazos,
exaltando la fe como no discutible.
Esto me lleva a hablar de la objetividad,
ese difícil arte que en la crítica
roza la rima fácil: imposibilidad.
La roza porque somos sujetos subjetivos:
"el dos y dos son cuatro en aritmética,
pero puede cuadrar distinto en la poética",
y ya no rimo más, lo juro por Snoopy.
Volviendo a lo objetivo y subjetivo,
al hablar de la crítica
al hablar de la crítica
—tanto sea de fondo como forma—
no debería ser dispar, pero lo es
y suele haber una correlación
de bondad o maldad,
según si son o no del mismo equipo
quien arbitra y quien juega en el poema.
En resumen, que a mí no me han doblado
ni los huecos halagos ni las perversas críticas,pero cansar me cansan..., compañeros.
Ricardo Fernández Esteban ©
Ya que lo dicho es también subjetivo, espero vuestras críticas. Os juro por Snoopy que intentaré ser objetivo al juzgarlas.
Ya que en el poema he hablado del fondo y de la forma, creo que en lo que toca al fondo (el texto) está bastante clara mi opinión para que la critiquéis para bien o para mal. Respecto a la forma (el formato rítmico del poema) os doy algunas pistas. Este poema no es verso libre, es verso blanco (o sea sin rimas ni asonancias excepto donde las coloco a propósito del texto) y de longitudes versales armónicas impares, lo que algunos llamamos "silvas blancas de impares" y que es un formato muy usado por bastantes poetas actuales, aunque mucha gente lo confunda con el verso libre no sujeto al ritmo acentual. Aquí tenéis como leo yo el ritmo:
Ya que en el poema he hablado del fondo y de la forma, creo que en lo que toca al fondo (el texto) está bastante clara mi opinión para que la critiquéis para bien o para mal. Respecto a la forma (el formato rítmico del poema) os doy algunas pistas. Este poema no es verso libre, es verso blanco (o sea sin rimas ni asonancias excepto donde las coloco a propósito del texto) y de longitudes versales armónicas impares, lo que algunos llamamos "silvas blancas de impares" y que es un formato muy usado por bastantes poetas actuales, aunque mucha gente lo confunda con el verso libre no sujeto al ritmo acentual. Aquí tenéis como leo yo el ritmo:
(Espero que se vea bien la columna de las longitudes silábicas y las sílabas tónicas. En el ordenador se ve bien, pero en el móvil es conveniente poner la pantalla en horizontal)
Esta división de versos y sílabas tónicas y átonas, no es un dogma, es como yo lo recito y que creo se adapta bien a la sintaxis y al mensaje que quiero trasmitir. Además, en algunos casos doy dos posibilidades. El número inicial son las sílabas fonéticas de cada verso, el + indica que hay dos hemistiquios y los de 9 o más sílabas llevan indicadas las sílabas tónicas que marcan ritmo, ya que los versos de 8 o menos sílabas no están condicionados a ritmo interno.
Como veis, con esa lectura que sugiere unas ciertas paradas fónicas en los finales versales, todos los versos son de longitud impar y con ritmo binario o cuaternario apoyado en las sílabas pares (los acentos en 3ª son ritmos melódicos armónicos, ya que lo marca el tipo de verso es a partir de la parte central del mismo). Me gustaría abrir un diálogo sobre estas estructuras rítmicas, porque el formato es algo que no suele comentarse en los poemas y no debemos olvidar que un poema es la suma de contenido y continente (texto y formato), excepto en lo que es auténtico verso libre solo sujeto a la condición lírica del texto.
Al respecto, los que me leéis sabéis de mi insistencia en la necesidad de unos conocimientos básicos de métrica, tanto para escribir poemas como para poder efectuar una buena lectura, aunque solo fuera por aquello de que "hay que conocer las normas para saltárnoslas, si no queremos que el salto sea al vacío". Por eso, nunca es malo leer algún manual de métrica. Yo como autor os recomiendo el mío "Métrica poética del idioma español" con muchos ejemplos y que pretende ser sencillo y a la vez riguroso, desglosando poco a poco los temas del ritmo poético y los distintos formatos habituales tanto en la poesía clásica como en la moderna.
A uno, que ya es mayor, no lo doblegan 11(6.10) o 7+5
ni los huecos halagos, ni las perversas críticas. 7+7
Respecto a los halagos, 7
bienvenidos si explican el porqué, 11(3.6.10)
porque si no, 5
solo son de ego-engorde personal 11(2.6.10)
y en este caso el régimen es algo imprescindible 7+7
para marcar buen músculo poético. 11(4.6.10)
Y si hablamos de críticas, 7
también que se razonen y, además, que construyan 7+7
indicando cimientos que sustenten 11(3.6.10)
y buenos materiales que cubran desperfectos. 7+7
Derruir es muy fácil, ya veis el “yijadismo” 7+7
que niega la razón a martillazos, 11(2.6.10)
exaltando la fe como no discutible. 7+7
Esto me lleva a hablar de la objetividad, 7+7
ese difícil arte que, en la crítica, 11(4.6.10)
roza la rima fácil: imposibilidad. 7+7
La roza porque somos sujetos subjetivos: 7+7
“el dos y dos son cuatro en aritmética, 11(2.4.6.10)
pero puede cuadrar distinto en la poética”, 7+7 o 13(3.6.8.12)
y ya no rimo más, lo juro por Snoopy. 7+7
Volviendo a lo objetivo y subjetivo 11(2.6.10)
al tratar de la crítica 7
—tanto sea de fondo como forma— 11(3.6.10)
no debería ser dispar, pero lo es 9(4.6.8)+5
y suele haber una correlación 11(2.4.10) o 5+7
de bondad o maldad, 7+7
según si son o no del mismo equipo 11(2.4.6.10)
quien arbitra y quien juega en el poema. 11(3.6.10)
En resumen, que a mí no me han doblado 11(3.6.10)
ni los huecos halagos, ni las perversas críticas, 7+7
pero cansar me cansan, compañeros. 11(4.6.10)
Como veis, con esa lectura que sugiere unas ciertas paradas fónicas en los finales versales, todos los versos son de longitud impar y con ritmo binario o cuaternario apoyado en las sílabas pares (los acentos en 3ª son ritmos melódicos armónicos, ya que lo marca el tipo de verso es a partir de la parte central del mismo). Me gustaría abrir un diálogo sobre estas estructuras rítmicas, porque el formato es algo que no suele comentarse en los poemas y no debemos olvidar que un poema es la suma de contenido y continente (texto y formato), excepto en lo que es auténtico verso libre solo sujeto a la condición lírica del texto.
Al respecto, los que me leéis sabéis de mi insistencia en la necesidad de unos conocimientos básicos de métrica, tanto para escribir poemas como para poder efectuar una buena lectura, aunque solo fuera por aquello de que "hay que conocer las normas para saltárnoslas, si no queremos que el salto sea al vacío". Por eso, nunca es malo leer algún manual de métrica. Yo como autor os recomiendo el mío "Métrica poética del idioma español" con muchos ejemplos y que pretende ser sencillo y a la vez riguroso, desglosando poco a poco los temas del ritmo poético y los distintos formatos habituales tanto en la poesía clásica como en la moderna.
