Con el verano nos llega la "Nueva normalidad" que no sabemos muy bien el porcentaje de normalidad que va a tener. Yo le dedico un poema como cierre de estos tres largos meses anormales que nos ha tocado sufrir. Empecé el ciclo con "La humanidad pende de un virus" cuando nos confinaron y continué durante la parte más dura de la reclusión con las cuarenta "Espinelas del confinamiento" y ahora espero cerrarlo definitivamente.
ANTE LA NUEVA NORMALIDAD
Al llegar el verano, los que mandan nos encienden el ámbar del desconfinamiento. Han sido unos cien días de dudas, de mentiras, de poca previsión, de buenas intenciones, de mucha solidaridad, de entrega…; en los que hemos pasado de no salir de casa a ser los reos de la “nueva normalidad”, concepto que no sabemos exactamente lo que es, ni lo que durará, ni si será normal. Poco sabemos, aparte de que es nuevo, porque ha pasado más de un siglo desde la última pandemia en nuestras tierras.
Por aquello de “hacer de la necesidad virtud” hemos buscado invertir esos meses en ponernos al día de todo lo pendiente; yo, por ejemplo, he acabado dos libros que ya están a la venta, aunque no haya podido convocaros a ese bautizo laico que, al menos para mí, es lo mejor de una publicación. Por eso, y por lo otro, hubiese preferido seguir con los agobios de la normalidad no adjetivada.
En este tiempo hemos dejado jirones de la vida, conocidos, amigos, familiares, a los que el virus ha vencido, y no sabemos si también nos cambiará la vida en ese próximo futuro, que para unos es relativamente poco y para otros es mucho, todo depende del previsible trecho que quede hasta llegar a ese horizonte, en el que el mar ya no es camino ni nos ofrece un buen destino.
Un poema bastante prosaico, pero es que la situación no da para lenguajes floridos ni barrocas imágenes líricas. La forma poética, como cualquier género literario, se ha de adaptar al medio y al contenido.
Ya que he citado a los dos libros en papel que he editado y puesto a la venta durante la reclusión aprovechando las nuevas tecnologías, os informo algo de los dos. Islario de pasiones es un libro de poemas sobre la adicción por los mares y las islas griegas, dudando entre continuar el camino o recalar en alguno de los destinos, aquí os lo explico un poco más. En cuanto a Métrica poética del español es un tratado de métrica, o sea del porqué de la armonía de los versos de un poema; todo poeta debería tener conocimientos de métrica, porque "hasta para saltarse las normas hay que conocerlas, ya que si no, el salto es al vacío" y creo que el libro también ayuda a los buenos lectores de poesía, aquí os explico más de qué va.
Ahora solo falta que os gusten para que mi aislamiento haya sido productivo.
Escribí este poema anoche. Hoy después de asistir a la manifestación "¡Basta! Recuperemos la cordura" creo que puedo y debo colgarlo. Tan sólo he añadido una frase de Jean Monet, que ha citado Josep Borrell, porque encaja perfectamente en lo que yo querría decir, las fronteras separan y provienen de las guerras. Este pueblo tiene que seguir conviviendo, y yo aunque defienda mis ideas "no quiero vencer, quiero convencer", porque las guerras las perdemos todos, hasta los que las ganamos.
YO NO QUIERO VENCER, YO QUIERO CONVENCER
“Las fronteras son las cicatrices de la historia” (Jean Monet)
¡Cómo
puedo ponerme delante del teclado
e intentar
enviaros un poema
si este
pueblo está roto!
Y cuando
digo “pueblo” me refiero
a los que
compartimos territorio,
porque
pueblos no hay
en el
sentido de exclusión que pretenden algunos.
¿Cómo
puedo escribir en este maremágnum,
con
cientos de WhatsApp’s,
debates en
las teles y en las radios,
caceroladas
y manifestaciones?
Puedo y
debo para vencer al odio,
ese cáncer
del alma que separa,
que nos
radicaliza,
que nubla
la razón y ensalza fes.
Si se sabe
y se quiere,
al
transformar los sentimientos en palabras
escritas,
se moderan
los gritos, se templan opiniones,
y se
buscan concordias.
Y eso no
es ser equidistante,
es
defender lo que creemos justo,
pero
sabiendo que el contrario
no ha de
ser tu enemigo,
porque si
hay enemigos es que hay guerras
y supongo
que nadie quiere guerras,
ya tuvimos
bastantes en la historia.
Lo que me
asusta más, lo que da miedo,
no es el
coste económico de esta confrontación,
eso tiene
remedio en unos años
y, además,
el dinero
no hace al
mundo feliz, sino su buen reparto.
Lo que me
asusta más es que rompa el pueblo,
ya que esa
cicatriz no se sutura fácilmente,
los amigos
se enfrentan, las familias no hablan,
los
vecinos se ignoran, la razón ya no importa…
sino
hundir al contrario, porque no es de los “nuestros”;
En mi opinión, esta manifestación multitudinaria ha sido la más transversal (aparte de las de rechazos de golpes de estado, atentados y muertos por el terrorismo) en Barcelona desde la "diada" de septiembre del 77. La "mayoría silenciada" ha salido a la calle en defensa de Cataluña y España, y quienes han hablado han pedido firmeza en el cumplimiento de la ley (como debe ser en toda democracia), pero también diálogo, porque hemos de seguir conviviendo juntos y hay que detener la ruptura a la que nos llevan los políticos golpistas y los ineptos.
Asistí a otra gran manifestación en Barcelona el 26 de agosto con el lema de "No tinc por (No tenngo miedo)". Era contra el terrorismo, pero por desgracia muchos manifestantes la aprovecharon para sus intereses particulares e insultar a quienes hemos elegido democráticamente. Hoy, por suerte, no ha sido así.
Ayer asistí a la manifestación en Barcelona contra el terrorismo, que con el lema "No tinc por" (no tengo miedo) debería haber mostrado la unidad de la gente de bien frente a la barbarie. Desgraciadamente no fue así, e intento transmitir mi decepción, mi rabia, mi vergüenza ajena y mi miedo.
"NO TINC POR" (NO TENGO MIEDO)
“No tengo miedo”, tengo un gusto amargo
mezcla de
decepción y rabia contenida.
Salimos a
la calle buscando la unidad,
el mensaje
era claro: olvidad diferencias,
los malos
son los otros, los que matan
en el
nombre del dios que reina en el infierno.
Éramos muchos,
pero
faltaron más y otros sobraron.
Sobraron
las banderas que separan,
en el día
en que la única frontera
debía ser
para todos la que cerca al terror.
Sobraron quienes
rompen
pancartas
por la paz y la justicia
que no
estaban escritas en su lengua,
que
también es la mía.
Sobraron
los letreros partidistas
en clave
electoral o identitaria,
cuando
somos un pueblo frente a la vil barbarie.
Sobraron
esos gritos que rezumaban odio
contra
nosotros mismos,
porque
gritaban contra quienes vinieron a apoyarnos.
Sobraron unas
bestias coreando “asesinos”
no a
quienes han matado en nuestras calles
sino a
aquellos que representan a la ley y al estado.
Y no os
hablo de oídas, porque yo estaba allí
y me hicieron
sentir vergüenza ajena
No quiero
exagerar, los energúmenos
no eran la
mayoría de la gente,
la mayoría
silenciosa era de bien,
pero eran
muchos
y no
supimos, o quisimos, hacer que se callasen,
les
dejamos tener la hegemonía.
Por eso me
confieso
asumiendo
la culpa que me toca,
al ver que
casi todos los políticos
han
declarado en clave “política-correcta”.
Y no ha de
ser así, y hay que decirlo,
eso ayer
no tocaba,
tocaba la
unidad en el “No tengo miedo”,
aislar al
terrorismo y sus soportes,
condenar
al mal dios que inventan quienes odian,
y auxiliar
a las víctimas con palabras y hechos.
Ahora “tengo miedo”, miedo de que esta falta de unidad y el odio entre los nuestros, dé alas al terror y venza el caos. Aún estamos a tiempo de luchar todos juntos, si el sentimiento es puro y rige la razón.
Un año después se ha efectuado un acto organizado por el Ayuntamiento de Barcelona, para recordar a las víctimas del terrorismo. En mi opinión un acto planteado con bajo perfil, vergonzante y con poca asistencia (no se llenó ni la Plaza de Cataluña) que refleja la división existente en Cataluña y la incapacidad de dialogo.
Para evitar enfrentamientos y la politización del acto, se adujo que el protagonismo tenía que recaer en las víctimas. Esto está bien, pero si se hace un acto es para que las víctimas y sus familiares sientan el apoyo de la ciudad y no lo sintieron, ya que no se animó la asistencia de público y las entidades soberanistas decidieron no participar porque sólo lo querían hacer si politizaban el acto. Y a pesar de todo lo politizaron con una pancarta anónima en contra del jefe del Estado español (el rey) y con la actitud del presidente de la Generalitat.
En resumen, lamentable, pocas ganas de convocar para evitar problemas, muy baja asistencia de público y actitudes políticas incapaces de olvidar actitudes partidistas. El pueblo de Barcelona ha perdido la oportunidad de demostrar que, al menos por respeto a las víctimas, se pueden olvidar por un día los problemas que dividen a nuestra sociedad catalana. Estas espinelas intentan reflejar lo que sentí:
La palabra es mágica, mi blog de poesía, al llegar a las 500 mil visitas se autodedica un poema y aprovecha para reflexionar sobre futuras singladuras.
El rumbo a seguir lo marcarán el navegante y los vientos que soplen sus lectores. ¡Ojalá tengamos un buen destino y un mejor camino!
Los "posts" o "entradas" son los artículos poéticos que voy publicando en el cuerpo del blog, y que se ordenan de manera cronológica. Además, suelo colgar otras entradas, con un breve comentario y un enlace a estos “posts”, en Facebook u otras redes sociales. Medio millón son muchas visitas, y más si se trata de poesía, por más que algunas lleguen por despiste o de "robots" que no sé qué quieren encontrar por aquí de valor, a parte de los poemas. Por ello, mi agradecimiento a mis visitantes; pero uno que es muy crítico consigo mismo y con los demás, sigue pidiendo más comentarios buenos o malos a las entradas. Esa es la esencia del blog, la intercomunicación con sus lectores.
Además de ver las entradas correlativas colgadas en el muro central, creo que es sencillo navegar por este blog. En la columna de la derecha hay una serie de enlaces a páginas de información como los indices de poesía ajena (201 posts) o propia (153 posts), antologías poéticas específicas, información sobre mis libros, comentarios métricos, etc. Luego está el archivo por fechas de las entradas del muro, y en la parte baja de la columna las etiquetas que llevan a la temática de mis poemas o a la época de los autores antologados. Todo ello está explicado en La poética del blog que es una suerte de "Ayuda para navegantes". Repito mi agradecimiento a todos y espero vuestro viento, en forma de comentarios, que de alas a nuestra singladura.
Dijo Picasso: "La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando" y
otros muchos como Edison, García Márquez o Stravinsky han citado que se precisa
mucha más transpiración que inspiración para innovar o crear una obra de arte.
Pues de eso y de algo más va este poema, de la necesidad de conocer la
tradición para innovar y de que escribir no es un juego, sino un oficio que une la artesanía con el arte. Pero uno no
quiere dar doctrina, sino sólo consejos sujetos a crítica o discordancia.
LA INSPIRACIÓN TE LLEGA TRABAJANDO Hay que
tener raíces para poder volar;
raíces que no atan, que dan alas,
porque la
tradición enseña los caminos.
Las
rupturas precisan suelo firme
para coger
impulso antes del vuelo.
Esa es la
disyuntiva del poeta
—o de
quien quiera ser innovador—,
para
romper las normas
primero
hay que sabérselas muy bien.
Escribir
no es un juego, es un oficio
que une la
artesanía con el arte;
no son
frases en vano las que dicen:
"la inspiración te llega trabajando",
o “el
primer verso es de tu musa
y tú te
curras todos los demás”.
Por eso
vuela alto con los pies en el suelo,
que lo uno
es compatible con lo otro.
No creas
que pretendo dar doctrina,
cuando se
llega a estas alturas o bajuras
me tienta
mucho más la heterodoxia
y a lo más que me atrevo es a dar un consejo, si te sirve lo tomas y si no, tan amigos.
Como he dicho al inicio, esto es sólo un consejo que admite y espera críticas u opiniones discordantes, que de todo se aprende. Si os interesa la metapoesía, o sea la poesía que trata de sí misma, aquí tenéis otras que he ido publicando en el blog.
Mis poemas no suelen ser metafísicos, pero permitidme este divertimento que querría tratar racionalmente algo muy difícil de comprender, El origen del Universo y la ausencia previa de tiempo. De la fe, como no la puedo razonar, cada uno con la suya, y del futuro: lo tenemos mal.
JUGAR CON FUEGO
A este mundo le quedan pocos telediarios.
Y si digo que pocos puedo decir cien mil
que en la práctica es nada si lo comparas con
la edad del universo, nacido en un “big bang”
por mor de la materia que, aburrida sin
tiempo,
puso en marcha este juego.
Su par, la antimateria, le advirtió del
peligro:
“Ojo con la energía, crearás los infiernos
y más cuando colocas al frente del negocio
a un dios sin experiencia, escogido al tuntún,
con las mejores cartas que no sabrá jugar,
le falta habilidad.”
A esta energía en el tiempo —que todo modifica—
llámale evolución, o capricho de un dios
por observar el cambio que no existe en la nada.
¿Si no hay tiempo qué hay? Si no lo hay, lo hay todo;
si no hay tiempo no hay fin ni siquiera principio,
porque ya nada es físico. Ese juego de riesgo se le fue de las manos,
explosión de galaxias, condensación de estrellas,
planetas, lunas, gases, los sistemas solares,
y lo que cambió todo, cuando por simple azar
apareció la vida y con ella la muerte
que la lleva de huésped.
Al principio se mata por mera subsistencia
pero luego se sigue por busca de poder,
por odio o por venganza. Es la contradicción
que llevará al principio, cuando el experimento
se agote por sí mismo y a los antagonistas
se les muera la vida. ¿Cuánto falta?, no mucho
y si se tiene suerte
quedarán unas brasas, briznas de lo anterior,
que podrán retomar ese juego macabro:
bacterias, fotosíntesis, la evolución maldita
que conduce al inicio. ¿Dije suerte...?, desgracia
debería llamarla. ¿Y qué haces tú,
materia?, ¿te divierte este juego?,
¿extinguirás el tiempo o cambiarás al dios
que jugó mal las cartas, llevando todo ases?
Por una vez te rezo y pido para el mundo, desde mi finitud de agnóstico leal, otra oportunidad.
Se dice que no es bueno explicar los poemas, pero yo creo que a veces no viene mal, pero no como prólogo sino como epílogo. Bueno, más que explicarlo os enlazo con un minirrelato que escribí, Juego macabro, que fue donde se inspiró este poema.
Y ya que hablo de ese minirrelato, os recuerdo que pertenece a mi libro Cuentas de cuentos, que a través de ese enlace informativo podéis adquirir el papel o en digital. Este es el vídeo de promoción.
Este poema dedicado a la Barcelona preolímpica y preturística de los de los sesentas a los ochentas tiene muchos guiños, unos más fáciles y otros más difíciles de reconocer. Tienen ventaja quienes vivieron en esta ciudad y en esa época, por si acaso os perdéis os los desvelo al final. Por si os apetece más escuchar, en este vídeo recito el poema.
Foto: Xavier Mirerachs
HUBO UNA VEZ UNA CIUDAD CANALLA
Hubo una
vez una ciudad canalla
que mojaba
la pluma en el alcohol
para
escribir directamente en vena:
"como todos los jóvenes yo vine
a llevarme la vida por delante";
una ciudad
en la que el bardo
rechazaba
el papel e improvisaba:
"versos de amor nunca serán literatura
si no me dejas escribir sobre tu piel";
una ciudad
en la que ella,
adivinad
su nombre, unos años atrás:
"abriéndose su blusa — Neno, no digas nada—
le ofreció los durísimos botones de sus pechos".
Hubo una vez
una ciudad canalla
en que un
tono del azul era más que un color
era un
templo pagano celestial
donde un
gato argentino
maullaba
en clave de rumba catalana
y un
cantautor galáctico
consiguió
hacer salir el sol a medianoche.
Hubo una
vez una ciudad canalla
donde la
sexta flota, en vez de hacer la guerra,
hizo el
amor en territorio chino;
izas,
rabizas y colipoterras
en traje
de faena les tiraban los tejos
mientras
agujereaban mármoles a golpes de tacón.
Hubo una
vez una ciudad canalla,
mucho
antes del turismo y de los juegos,
donde la
izquierda se divinizó
bebiéndose
las noches en la “boite”
de rojos
terciopelos, de copas infinitas,
de
taburetes que aún dominan escenarios;
una ciudad
que hacía equilibrios sobre sus propias luces,
mientras
un pijoaparte montaba un viejo Cadillac.
Hubo una
vez una ciudad canalla
con
cabaret travesti como playa de río,
con Piaf y
la Carme recordando a su hombre,
con los
niños terribles, con molinos sin viento,
con local
de voyeurs en tacita de plata,
con el
baile del tigre entre chulos y arrugas,
con el
arco kiosco en que el anís ardía,
con
aquella bodega donde el arte era eterno
y una cava
de jazz que por suerte aún resiste,
porque el
otro el frontón, que era pista de baile,
ya pasó a
mejor vida y es un sano gimnasio.
Hubo una
vez una ciudad que hoy
merece
nuevo nombre: Barcelolandia eres
pasto
turístico de masas, puro producto Disney.
Perdiste tus raíces, te has vendido hasta el alma,
y de
canalla nada, opositas a cursi.
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? No sé.. O es la ciudad, o es que nosotros ya no podemos aguantar el canalleo. Abierto queda el tema, se aceptan opiniones, yo acabo con canción, como empecé, y disculpad que desafine: …jóvenes…, éramos tan jóvenes…
Aquí tenéis otro poema dedicado a la Barcelolandia actual, pasto turístico que nos alimenta, pero que muchos digerimos mal. Y respecto al poema canalla, para no desafinar al final , aquí está Jóvenes cantada por Los Mustangs y unas cuantas fotos de aquellos años.
Posdata: Pasados unos días, os aclaro los guiños que no hayáis sabido desvelar. Aunque algunos habéis desvelado bastantes.
1ª Estrofa: Unos versos de No volveré a ser joven de Jaime Gil de Biedma. Un fragmento de la canción de Joan Manuel Serrat Míramé y no me toques y otros versos de Conchita era su nombre del poemario Poeta en Barcelona de José Agustín Goytisolo. Los tres fueron piezas importantes de la canallesca literaria barcelonesa de esa época.
2ª Estrofa:Zeleste era la mítica discoteca de la calle Platería, donde actuaron muchos canallas entre ellos el Gato Pérez, argentino que renovó la rumba catalana y Jaume Sisa, también conocido como Ricardo Solfa, el galáctico cantautor de Qualsevol Nit Pot Sortir El Sol.
3ª Estrofa: Los buques de la 6ª flota norteamericana fondeaban en Barcelona y los marineros se solazaban en el "barrio chino" con las profesionales del sexo. Hay un libro de la época "Izas, rabizas y colipoterras" (título sacado de un soneto de Quevedo) con fotos de Joan Colom y textos de Camilo José Cela, sobre la actividad sexual del barrio. En el restaurante Amaya de las Ramblas se conservan los umbrales de mármol del portal del edificio, que tienen unos agujeros producidos por el taconeo de las prostitutas mientras esperaban clientes en la puerta de la "Casa de Habitaciones María".
4ª Estrofa: La "Gauche divine" fue un grupo, denominado así por Joan de Segarra, de intelectuales y artistas de izquierdas, la mayoría pertenecientes a familias burguesas y un típico lugar donde se reunían era Bocaccio, la emblemática "boite" de ojos terciopelos, altas copas y característicos taburetes como el que sigue utilizando Serrat en sus conciertos. Más tarde se abrió otra disco Equilibrio, en la ladera del Tibidabo sobre las luces de la ciudad, frente a otro local emblemático, el Merbeyé donde sitúa Sabino Méndez, letrista de Loquillo su canción Cadillac solitario, cuyo protagonista podría ser otro pijoaparte venido a más en un guiño a las Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé.
5ª Estrofa: El cabaret de travestis, extrañamente tolerado en la época, era el Copacabana.
En el bar Pastís, Carme la propietaria ponía música de Piaf mientras recordaba a su marido Quimet al que Josep Maria Espinàs (uno de los fundadores de Els Setze Jutges) le dedicó una canción. Les enfants terribles era otra típica disco junto a la calle Conde del Asalto y el también emblemático bar London.
El teatro cabaret El Molino, reinaba en el Paralelo con Johnson y Mary Mistral. El Cádiz era un local especial, bar en la planta baja, baile en el sótano y en el primer piso una cama rodeada de sillas donde se representaban espectáculos pornográficos. La Paloma en la calle del Tigre era un baile clásico con sillas alrededor de la pista y "macarras" que sacaban a bailar a profesionales ya entradas en años.
El diminuto kiosco La Cazalla en el Arco del Teatro servía y sirve copas de ese licor de anís.
La Bodega Bohemia, "donde el arte era eterno" porque quienes actuaban hacía ya mucho que habían pasado su buena época artística.
La cava de jazz Jamboree aún resiste en la plaza Real los embates de turismo que ha hecho naufragar su sala contigua flamenca Los tarantos a pasto de masas.
Cerca del final de las Ramblas el Jazz Colon (junto al frontón Colón) era él local con la mejor música disco de la época, frecuentada por "progres" de zona alta, marinos americanos y gente de toda ralea amante de la buena música para bailar.
Por último, cierro el poema con Los Mustangs y su "Jovenes", un icono de los que recuerdan esas épocas.
Bueno, creo que ya os he desvelado los guiños del poema que contando me suman 27. Había muchos más lugares y personajes "canallas" en aquella Barcelona que se me han quedado en el tintero, mejor así para que si os apetece me los recordéis. Y por aquello de que la oralidad es tan importante como la palabra escrita, aquí me tenéis recitando este poema:
Reviso esta Declaración de intencionesque hice hace más de tres años como un aviso de que pretendía dedicar menos tiempo al blog, y veremos en que han quedado esas buenas o malas intenciones...
Os sigo rogando que si no os interesa la poesía o estáis agobiados por los mensajes de novedades, os deis de baja y tan amigos, porque "el undécimo es no molestar". En cambio, si os interesa, ayudad a difundir este blog cuyo único objetivo es ayudar a conocer y transmitir la palabra poética.
DECLARACIÓN DE INTENCIONES
Conviene
hacer un alto en el camino,
reflexionar
en qué
dedico el
tiempo libre a estas alturas,
—que más
bien son bajuras—
del curso
de la vida, de ese río
que
conduce a la mar de la que nadie vuelve.
No me
pongo dramático,
pero sí
que declaro que en las bajas alturas
es
conveniente repartir las aficiones
y que,
además, la devoción no debe
rimar en
ripio con la obligación,
sino volar
en alas de albedrío.
Y quien
declara actúa, o lo pretende al menos,
y lo
podréis notar en este blog
que será más
caótico, por no decir gandul.
Hay que
reinventarse las rutinas,
aunque
sólo nos sirva para seguir igual
pues más
se sabe por… que por demonio.
Avisados
estáis si me leéis;
si no,
decidlo de una vez y os doy de baja,
vuestro
tiempo y el mío valen mucho
para
seguir haciendo el “paripé”
de decir
que “me sigues” o que “te gusto” en “Féisbuc”,
y no
abrirme ni un mail, ni clicar mis “posteos”.
No quiero despedirme
dejando la
impresión de que esto es una queja;
la razón e ilusión del blog son sus lectores,
y ofrezco banderín de cordial desenganche porque no quiero molestarte más si a ti la poesía te trae sin cuidado.
Escribí esto en abril de 2016, después de seis años haciendo una entrada semanal y un total de 320 mil visitas, cuando este blog y su impulsor creían merecerse un cambio de ritmo. Tres años después, en julio de 2019, he bajado a la mitad el ritmo con una entrada quincenal y en conjunto he doblado el número de visitas históricas que ya alcanzan las 725 mil.
No me puedo quejar con estas cifras en una bitácora poética y os agradezco las visitas, pero sigue siendo ardua la difusión del blog, que precisa moverlo por las redes sociales para que le lleguen lectores.
Por eso os pido dos cosas. Que si no estáis interesados os deis de baja de los mails de novedades del blog o de las amistades en las redes sociales y tan amigos. Y si, por el contrario, estáis interesados, lo que os pido es que me ayudéis a difundir el blog y que hagáis comentarios a las entradas.
La razón e ilusión de este blog son sus lectores, a los que agradezco su apoyo, pero en modo alguno quiero molestar ni incrementar aún más la cantidad de mensajes que recibimos sobre temas que no nos interesan.
Por si no conocéis cómo funciona el blog o cómo llegar a sus más de 400 entradas poéticas y veinte páginas temáticas, os enlazo a la Ayuda para navegantes donde se explica la estructura y filosofía del blog.