miércoles, 27 de julio de 2011

José Hierro. "Alma dormida"

José Hierro (1922-2002) es uno de los grandes poetas de la segunda mitad del siglo pasado. Dice el poeta que lo esencial en su poesía ha sido el paso del tiempo y cómo perpetuar un instante, y en "Alma dormida" lo consigue plenamente.


ALMA DORMIDA

Me tendí sobre la hierba entre los troncos
que hoja a hoja desnudaban su belleza.
Dejé el alma que soñase:
volvería a despertar en primavera.


Nuevamente nace el mundo, nuevamente
naces, alma (estabas muerta).
Yo no sé lo que ha pasado en este tiempo:
tú dormías, esperando ser eterna.


Y por mucho que te cante la alta música
de las nubes, y por mucho que te quieran
explicar las criaturas por qué evocan
aquel tiempo negro y frío, aunque pretendas


hacer tuya tanta vida derramada
(era vida, y tú dormías), ya no llegas
a alcanzar la plenitud de su alegría:
tú dormías cuando todo estaba en vela.


Tierra nuestra, vida nuestra, tiempo nuestro...
(Alma mía, ¡quién te dijo que durmieras!)


De "Agenda" 1991


En los portales A media voz  y Poesía en español se incluye una amplia selección de su poesía: Pero os recomiendo especialmente el Archivo de poetas de la ACEC donde encontraréis vídeos del autor recitando varios de sus poemas y una entrevista con él, además de bio y bibliografía. También lo podéis ver aquí recitando La casa

Y por si queréis profundizar más, os dirijo al amplio monográfico que le dedicó el Instituto Cervantes. 

Para acabar un corto poema de "Cuaderno de Nueva York", poemario de plenitud de Hierro que os recomiento especialmente:

COPLILLA DESPUÉS DEL 5º BOURBON

Pensaba que sólo habría
sombra, silencio, vacío.
Y murió. Estaba en lo cierto.
El mismo Dios se lo dijo.


De "Cuaderno de Nueva York" 1998


2 comentarios:

Unknown dijo...

Grande José Hierro! EL ALMA DORMIDA, leerlo y sentirlo, es el despertar del alma al ahora.
Ricardo, gracias por deleitarnos día a día con verdaderas alhajas.

Yhedra Yhomisma dijo...

Siempre es de agradecer el empeño que pones en hacer presentes a otros poetas, unos muy reconocidos, como este, otros absolutamente desconocidos, pero todos excelentes. Besos