jueves, 24 de julio de 2025

En recuerdo de Jürgen Schmidt

Hay poemas que uno no querría escribir, pero lo hace en recuerdo de un amigo. Conocí a Jürgen Schmidt hace unos 30 años en un grupo profesional que derivó hacia una relación de amistad entre nosotros y más desde que nos jubilamos. Han sido muchos años de viajes, comidas y todo tipo de eventos, que han tejido un firme grupo. Esta foto, rejuvenecida por IA, es del último evento en que pudo acompañarnos, con visita al museo Dalí de Figueres y bullabesa en Espolla. 

Jürgen siempre fue persona de profundas y rigurosas opiniones que sabía argumentar muy bien, ayudado por su solidez profesional y personal. En los últimos años, luchó con ánimo contra la enfermedad y fue un ejemplo para todos nosotros por su entereza y resiliencia. En nuestra primera comida sin él, al hacer un brindis en su recuerdo, un pajarillo se posó en nuestra mesa picoteando y dejándonos algunos trinos. Hasta los no creyentes pensamos que Jürgen había venido a despedirse de nosotros.


EN RECUERDO DE JÜRGEN SCHMIDT
 
Cuando se va un amigo que ha luchado
por mantener la vida que no era
prácticamente vida, si no fuera
por ignorar lo que hay al otro lado;

sientes dolor que suele estar mezclado
con el alivio de saber, siquiera,
que descansa, por fin, en la quimera
de que hay futuro tras el mal pasado.

Por eso, cuando vino el pajarillo
a posarse en la mesa del recuerdo,
pensamos que era Jürgen, el muy pillo,

reencarnado en algo que volara:
“Pues yo esta reunión no me la pierdo”,
nos trinó relamiendo la cuchara.

Ricardo Fernández Esteban ©

El pajarillo que se posó en nuestra mesa

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡ Grandioso Ricardo ! Métrica y himanamente...

Anónimo dijo...

Bonic record d’un bon amic lluitador. L’anècdota de l’ocell embaixador de l’amic que ja no hi és ha estat molt adient.

Francesc Angulo dijo...

Bonic record d’un bon amic lluitador amb l’anècdota de l’ocell fent acte de presència per donar fe de què ell també participava de la reunió.