Escribí este poema anoche. Hoy después de asistir a la manifestación "¡Basta! Recuperemos la cordura" creo que puedo y debo colgarlo. Tan sólo he añadido una frase de Jean Monet, que ha citado Josep Borrell, porque encaja perfectamente en lo que yo querría decir, las fronteras separan y provienen de las guerras. Este pueblo tiene que seguir conviviendo, y yo aunque defienda mis ideas "no quiero vencer, quiero convencer", porque las guerras las perdemos todos, hasta los que las ganamos.
YO NO QUIERO VENCER, YO QUIERO CONVENCER
“Las fronteras son las cicatrices de la historia” (Jean Monet)
¡Cómo
puedo ponerme delante del teclado
e intentar
enviaros un poema
si este
pueblo está roto!
Y cuando
digo “pueblo” me refiero
a los que
compartimos territorio,
porque
pueblos no hay
en el
sentido de exclusión que pretenden algunos.
¿Cómo
puedo escribir en este maremágnum,
con
cientos de WhatsApp’s,
debates en
las teles y en las radios,
caceroladas
y manifestaciones?
Puedo y
debo para vencer al odio,
ese cáncer
del alma que separa,
que nos
radicaliza,
que nubla
la razón y ensalza fes.
Si se sabe
y se quiere,
al
transformar los sentimientos en palabras
escritas,
se moderan
los gritos, se templan opiniones,
y se
buscan concordias.
Y eso no
es ser equidistante,
es
defender lo que creemos justo,
pero
sabiendo que el contrario
no ha de
ser tu enemigo,
porque si
hay enemigos es que hay guerras
y supongo
que nadie quiere guerras,
ya tuvimos
bastantes en la historia.
Lo que me
asusta más, lo que da miedo,
no es el
coste económico de esta confrontación,
eso tiene
remedio en unos años
y, además,
el dinero
no hace al
mundo feliz, sino su buen reparto.
Lo que me
asusta más es que rompa el pueblo,
ya que esa
cicatriz no se sutura fácilmente,
los amigos
se enfrentan, las familias no hablan,
los
vecinos se ignoran, la razón ya no importa…
sino
hundir al contrario, porque no es de los “nuestros”;
y eso no
tiene arreglo,
es derrota
o victoria, es una guerra.
Por eso,
aunque defienda lo que yo creo justo,
yo no quiero
vencer, yo quiero convencer.
Ricardo Fernández Esteban ©
En mi opinión, esta manifestación multitudinaria ha sido la más transversal (aparte de las de rechazos de golpes de estado, atentados y muertos por el terrorismo) en Barcelona desde la "diada" de septiembre del 77. La "mayoría silenciada" ha salido a la calle en defensa de Cataluña y España, y quienes han hablado han pedido firmeza en el cumplimiento de la ley (como debe ser en toda democracia), pero también diálogo, porque hemos de seguir conviviendo juntos y hay que detener la ruptura a la que nos llevan los políticos golpistas y los ineptos.
Asistí a otra gran manifestación en Barcelona el 26 de agosto con el lema de "No tinc por (No tenngo miedo)". Era contra el terrorismo, pero por desgracia muchos manifestantes la aprovecharon para sus intereses particulares e insultar a quienes hemos elegido democráticamente. Hoy, por suerte, no ha sido así.
Un mucho de amor... |
...y un poco de humor |