Algo tan sencillo como ponerse de puntillas
para alcanzar una manzana,
mirar el patio de una casa por encima de un muro,
dar un beso,
hacer menos ruido al caminar.
El amor es preguntar
¿vienes conmigo hasta la boya amarilla?,
apuntar con un dedo el horizonte
y no tener que nadar en soledad nunca más.
El amor es no querer que te quemes,
quitarte polen de gramínea del pelo,
preguntar con suavidad si tienes frío.
El amor puede ser estar mucho rato bajo el sol con los ojos cerrados
y ser tan feliz que consigues no pensar en la muerte.
El amor puede ser también
oír una bicicleta que frena delante de tu puerta.
Pelar pipas en un banco,
señalar una trucha que salta a lo lejos
o un meteoro que cae.
Escuchar una canción que no te gusta
y aun así pensar la vida es buena.
El amor podríamos ser fácilmente nosotros dos
pegándonos porque nos parece divertido,
manchándonos porque nos parece divertido,
despidiéndonos porque despedirse
es siempre divertido.
El amor es apartar
un cigarrillo de tu boca.
El amor es acariciar
los dos al mismo perro.
El amor es echar una carrera,
llorar de risa, dar una patada
por debajo de la mesa,
no avergonzarme, ante ti,
de mi ropa vieja.
Alba Flores Robla
BLIND EYES COULD BLAZE LIKE METEORS
Cuando sé que no voy a dormir, extiendo
mi pelo por toda la almohada
como si fuera una corona
o un campo de flores.
Despacio, pienso insistentemente
y con estricto orden cuidado
en todas las cosas que hacen que me sienta horrible
y que hacen que me ponga a llorar.
Llegado el momento,
pongo mis dedos en las pestañas,
con cariño
reconozco el tacto pegajoso,
pienso
qué maravilloso sería tal vez
si mañana no pudiera abrir los ojos.
Pasear ciega, ignorar
si te has puesto triste por aquello que hice,
tomarme una tregua contigo
y con el mundo.
Y cuando al final me duermo,
siempre me pasa
que confundo
—¿es que acaso no se parecen?—
la dulzura del cansancio
con la dulzura de la muerte.
Alba Flores Robla
CRECER ES QUE TU MADRE TE COMPRE UN NICHO
por si te entran ganas de morirte demasiado pronto.
Un hueco estrecho con tres paredes blancas
y una abertura que da al norte,
por donde siempre entra la lluvia.
Crecer es pensar a dónde querrás que vayan tus hijos a llevarte flores.
Pero para mí,
crecer es sobre todo imaginar
dónde me gustaría verte llorar
cuando yo desaparezca.
Alba Flores Robla