La mayoría estamos hartos de los políticos que tenemos, pero como son los que escogemos algo mal estaremos haciendo. Este poema no pretende sentar doctrina, solo quiere hacer unas recomendaciones (sujetas al corsé de la rima) y sobre todo animaros a actuar, porque creo que casi todos estamos de acuerdo en que esto no puede continuar así.
Tratemos del nivel de los políticos.
No nos tocan en suerte, los votamos,
por eso si tenemos que ser críticos
hagamos autocrítica, ¿empezamos?
No digas que te engañan, sé sincero,
se te engaña una vez, a la segunda
si les sigues creyendo considero.
que alguna cosa habrá que te confunda.
¿Por qué motivo aún sigues confiando
o es que votas con pinza en la nariz?
Los “partidos de siempre” son mal bando
que debe erradicarse de raíz.
Corruptos, vividores, mentirosos,
ególatras ansiosos de poder;
de la pasta o la fama deseosos,
perjuran por la silla mantener.
Desecha populismos que prometen
lo que no pueden dar, cosa que saben.
Olvida a quienes por la fe decreten
y casi nunca a la razón alaben.
No votes a quien quiera separar,
ya sabes que “la unión hace la fuerza”.
A visionarios debes alejar
porque tanto “buenismo” no refuerza.
No les des cancha a los “terraplanistas”
o difusores de imbecilidades.
¿Con tanto desechar nos quedan listas?
¿Hay partidos honrados con verdades?
De entrada hay que escoger lo menos malo,
ese es el primer paso que no basta;
lo segundo es no hacer ningún regalo
a partidos mandados por su “casta”.
Lo tercero es aún es más importante,
que mande la razón y la eficiencia,
y la honradez que vaya por delante.
Todo esto se resume en “excelencia”
¿Qué lo pongo difícil? Claro está,
lo fácil no conduce a ningún lado
ni lo vas a encontrar en el sofá,
lo bueno suele ser muy complicado.
Descartemos lo malo conocido,
los que tienen hoy silla no me valen,
tendrás que rastrear otro partido
y, si buscas, algunos sobresalen.
Son pequeños, les mueve la ilusión,
deberás confirmar su lealtad,
que no hagan de esta vida profesión
y su total apego a la verdad.
No os doy nombres, buscad entre las listas,
estudiad sus currículums, sed críticos,
listos, utópicos y realistas,
y de este oxímoron votar políticos.
Ricardo Fernández Esteban ©
En lo que creo que casi todos estaremos de acuerdo es que por este camino nos estamos jugando la democracia. De la actuación de estos políticos surge la desafección, el hastío y crecen los populismos que prometen lo que saben que no van a poder dar. Algo hay que hacer y confío muy poco en los partidos que tienen escaños, porque nos están demostrando (todos, aunque es verdad que unos más que otros) que no piensan en el bien común ni en los votantes, y si piensan no saben ejecutar medidas para mejorar. Por eso, creo que hay que buscar "savia nueva", pequeños partidos con las ideas claras, la razón por bandera y un poco de pasión para atraer al votante. Políticos que consideren la política algo transitorio y no busquen eternizarse en los cargos. Como digo al final del poema, hay que combinar las dosis adecuadas de utopía y realismo, y de ese aparente oxímoron puede surgir la renovación de la política.
Nota técnica: Este poema está formado por serventesios de versos endecasílabos (cuartetos que riman alternativamente) y no tiene asonancias entre las rimas de las estrofas contiguas. Tampoco hay sinéresis ni diéresis en los versos. Si os interesa profundizar en los estudios métricos de estos versos que explican su ritmo y armonía, podéis consultar alguno de los buenos manuales de métrica que existen. Yo, como autor, os recomiendo el mío "Métrica poética del idioma español", ya me diréis si lo encontráis interesante.