lunes, 2 de agosto de 2010

Ramón Bascuñana.

Dediqué una entrada a Ramón Bascuñana (Alicante, 1963) en los inicios de este blog a raíz de la lectura de "El gesto del escriba", antología de su obra de 1999 a 2007 y del poema "Apolo persiguiendo a Dafne" que luego he trasladado a otro post sobre "La poética del mito de Apolo y Dafne". Ahora, en octubre de 2020, diez años después, rehago esta entrada y comienzo con "De nuestra impostura" de su libro "Tal vez como nunca" (2001) 


DE NUESTRA IMPOSTURA

De nuestra impostura
abundan los restos: cartas,
facturas de hoteles, servilletas con lágrimas,
pañuelos arrugados por la melancolía,
catálogos de sueños como rosas de jade,
broches de arena y otras joyas perversas:
un mechón de cabello, el nácar de tus uñas,
un gesto que ilumina la traición del verano,
retazos y fragmentos, postales de países
que nunca visitamos, libros que leímos
alternativamente, proyectos y fracasos.
Todo cabe ahora
en el atroz milagro de estos versos.

Ramón Bascuñana. Tal vez como nunca (2001)

Y este es el que da título a la antología que os he citado:

EL GESTO DEL ESCRIBA

El escriba es esclavo de sus gestos.
Anota silencioso todo cuanto
le dictas reyes y legisladores.
No cuestiona las leyes ni los hechos
aunque sean injustos. No protesta
contra nada. Ni siquiera se opone
a la pena de muerte ni a la firma
de tratados de guerra denigrantes.
Ejerce su trabajo sin dejarse
arrastrar por la turbia corriente
de las emociones. Nada perturba
sus noches y sus días. Nada altera
los rasgos de su rostro. En su gesto,
de clara indiferencia por los hechos
y por la vida ajena, se percibe
el profundo egoísmo de los hombres.

Ramón Bascuñana. Impostura (2006)

Aquí tenéis una bio y bibliografía suya. Os dejo un enlace a una entrevista del pasado agosto de 2020 donde nos habla de su poesía y sus relatos y aquí otro a bastantes de sus libros.

Es difícil encontrar en la red antologías de sus poemas, o sea que tendréis que ir a las fuentes, a los libros, que siempre nos dan una mejor visión de la obra de un autor.


 

2 comentarios:

Ricardo Fernández dijo...

Hoy surfeando por internet, he encontardo una página de Ramón Bascuñana en "Cervantes Virtual" pero no os la recomiendo, su poesía es mejor leída que oída directamente del el autor. Eso pasa bastante se puede ser un gran poeta y un mal recitador.

Ricardo Fernández dijo...

He descubierto un poema sobre la misma temática de Carlos Clementson, que os adjunto para que dialogue con éste:

Contempla cómo late, tras tan larga carrera,
su blando pecho esquivo
antes de hacerse inmóvil perfume perdurable...

Amante, estás a tiempo. Es tu ocasión postrera:
a este laurel que -exausto- detiénese un instante
aún le palpita virgen y rojo el corazón.

Archipiélagos. Carlos Clementson.