martes, 12 de julio de 2022

Guillermo Marco Remón

Guillermo Marco Remón (Madrid, 1997) es un poeta e investigador en Inteligencia Artificial y Procesamiento del Lenguaje. Su primer poemario, "Otras nubes" fue accésit del Premio Adonáis en 2018. Creo que es interesante conocer la obra de estos jóvenes que siguen considerando la poesía como un medio de expresión. 



ALGUIEN MIRA EL HORIZONTE

Quiero decir todo el rato ¡qué bonito!
Alba Flores Robla

Alguna vez, hablamos
de que el aire de un tren elevando un vestido,
las pisadas mezcladas en el barro
de pastores, ovejas y bastones
o el piar —que nos despierta— de los pájaros
son verdad, y mejor poema que este. 
Del tiempo compartido solo nos ha quedado,
para que maduremos, entre una duda y el mundo,
las mañanas de sol parecidas a marcos
de nuestra vida donde apoyamos los codos.
La timidez nos vuelve más humanos.
Y el aire llega y el verso mejor es: qué bonito.
No sé por qué se callan ya los pájaros
y te miro y me confirmas: qué bonito; 
y no hablas alto y me das la mano
y se hace mano de barro conmigo,
y me canso, se deshace el abrazo, 
y digo qué bonito, y al mirarte a través
del paisaje comprendo que no trato
de crear o fingir el horizonte
sino de enmarcarlo
para que alguien lo mire.

Guillermo Marco Remón

Aunque en principio no lo parezca, este poema se aleja del verso libre y la mayoría de sus versos son endecasílabos o alejandrinos. Es verdad que algunos endecasílabos son dactílicos, lo que tensa algo el ritmo, y que también se distingue el penúltimo verso de metro par. En todo caso, sería muy interesante poder comentar con el autor la importancia o no que le da al ritmo y al sustrato métrico de sus poemas.


Otrro de sus poemas:

A VECES EL AMOR ES UN PEQUEÑO EXILIO

Yo te esperé de madrugada solo.
Me había acostumbrado a volver lentamente
a casa, cada día, a una hora de la tarde,
mirando hacia la hierba, ayudando, de vez
en vez, a las hormigas con ramas que los pájaros
traían en los picos. Deshojaba una agenda
como quien se pregunta si vendrá o no vendrá.
Y estarías en vete a saber dónde,
feliz por no quererme —y es justo y es mi costumbre—,
con una ciudad de hombres solos a tu espera.
Así que volví a casa.
Con mi bastón de joven peregrino
marqué sobre las sendas de regreso
tres huellas como el Espíritu Santo.
Una espiga me entró en el calcetín,
la ignoré hasta que me hizo daño, hasta
que me evocó a nosotros.
Sin querer, acabé donde quería.
Para que mis zapatos anunciaran mi vuelta,
en pocas horas di varios paseos.
Erguí la espalda para camuflar
mi perfil de hombre que regresa tarde.
Y pregunté por Juan, Álvaro, Serge,
pregunté por amigos de mi vida.
Antes de irme, les dije: Mañana nos veremos,
como fray Luis, y espero no escucharos
—con el moho en la lengua, con la alegría gris
de la edad en los ojos, susurrándoos para
no despertar recuerdos—: «No está, falta Guillermo.»
Y hoy dejo tu abandono y no encuentro mi nombre
en los murmullos: Llega sucio porque cayó
en un abrazo por su viaje de indeciso. 
Le besaron con calma y limpiaron el polvo
del camino de vuelta con los labios resecos.
Tampoco me encontré con mi buena amiga.
Se entregó como lluvia de agosto a mi pasado; 
y sé que me esperó y no la tuve en cuenta.
Por fin, entré a mi casa.
El bedel se asomó sobre el periódico
como insinuando: Qué importa volver
de tu destierro si ya no queda nadie que te quiso. 

Guillermo Marco Remón

También, la mayoría de los versos de este poema se alejan del verso libre y se apoyan en un ritmo de endecasílabos y alejandrinos.

Respecto a los contenidos de los poemas, a lo que se quiere expresar en los textos, creo que es algo muy personal entre el lector y el autor. Os dejo unos comentarios suyos sobre la poesía y su poética:

«La poesía ofrece, sobre todo, frente a otros géneros, síntesis, y, de manera más general, una forma de enriquecimiento de la percepción del mundo. La naturaleza del lenguaje poético radica en lo que las ciencias cognitivas llaman pensamiento transductivo. La transducción es, a diferencia de la inducción o la deducción, el tipo de razonamiento con el que aprendemos yendo de lo particular a lo particular. Hay asuntos humanos cuya complejidad es tal que desconocemos las propiedades y procedimientos que los gobiernan; sin embargo, el lenguaje poético nos permite entenderlos un poco mejor: así nos ocurre con el amor, el dolor, la relación con nuestros padres o amigos, la inexplicable emoción de recostarnos en el campo un día soleado...». 

«Me interesa explorar ese efecto que produce un poema cuando hay un cruce de inteligencia, sensibilidad y asimilación de una tradición. La inteligencia se aplica en expresarse de manera sencilla y en elegir los materiales que son susceptibles de formar parte del texto, la sensibilidad en reparar en esos materiales, y la tradición es una herramienta para trabajarlos. Cuando este cruce se realiza en un momento histórico nuevo, termina apareciendo la necesidad de renovación, entendida como una modificación de los medios de expresión para conseguir tu propósito con el poema, no como un fin en sí mismo ».

Como lo mejor para conocer una obra es acudir a las fuentes, aquí tenéis el único libro que de momento ha publicado "Otras nubes". No hay mucho más en las redes de este joven poeta, habrá que esperar sus próximos pasos para saber si se consolida como poeta o sigue por otros derroteros.













Y aquí tenéis al poeta recitando "La historia es injusta repartiendo eternidades"



1 comentario:

Mercè molins dijo...

Que complicado se me hace leerlo!